Superiora General: El 27 de noviembre de 1896, según la Superiora General María de los Apóstoles, goza así de más tiempo para las Hermanas y para las casas. Reconoce por entonces al P. Pacomio como superior y a las Hermanas con derecho a acudir a él y quejarse si la disciplina no es correcta. El 29 de noviembre escribe así al P. Lüthen:
“Confiaré en el P. Pacomio. Y doy gracias a Dios; hasta ahora, ante Dios, todo ha ido bien conmigo. En la vejez de repente uno se vuelve tonto y muy necio”.
Carta posterior: El 18 de diciembre de 1896 en carta posterior de la Superiora General al P. Lüthen, continúa su confidencia, pues el Padre le ha manifestado que la Hna. Buenaventura ha dicho la verdad y parece que la Madre con frecuencia está agitada, diciendo “pronto, rápido, todo tiene que ser hecho sin comentario”. Por tanto escribe:
“Por estar inquieta, no me di cuenta. Ella dijo la verdad. Oh, que no cometa otra falta. Lo que quiero decir es esto exteriormente; con frecuencia demasiado severa, supongo, también impaciente; podría ser más amable, con mayor grandeza interior; también soy demasiado franca. Pero soy profundamente obstinada en mis opiniones; hasta los diez años era más bien terca, pero nunca desobediente. Consideraba santos a mis superiores. Usted tiene buena intención, de esto estoy con-vencida”.
1897 Más Misioneras: El 6 de enero de 1897 se realiza en Roma la despedida vespertina de las tres Hermanas Misioneras que parten para India. Viajan primero a su país de origen y luego salen de Trieste el 3 de febrero con los Padres Ángel Munzloher de regreso y Pío Steinher nuevo: Hermanas Bonifacia y Germana destinadas a Akyab. Hermana Evangelista con destino a Raliang. Chr37.
Santo Oficio:El 25 de enero de 1897 un Dominico del Santo Oficio, en conversación con la Madre María, Superiora General, le comunica la opinión según la cual las órdenes femeninas, en intención de la iglesia jerárquica, debieran valerse por sí mismas. Con lo cual empieza a trabajarse lo que viene al respecto… Chr38.