Huérfana: El 5 de julio de 1857, tres semanas después de su ingreso, muere la mamá de infarto a los 50 de edad y como postulante comparte sentidamente la condolencia familiar. Luisa la menor queda de solo 11 años, las gemelas de 19 y Fanny de 23.
Novicia: El 30 de agosto de 1857, después de postulante recibe el hábito e inicia noviciado para la vida religiosa con 5 compañeras. De 24 años busca el camino correcto, con anhelo misionero y ayuda en el orfanato.
1859 Votos: El 29 de septiembre de 1859, a los 26 de edad emite sus primeros votos temporales de Vida Religiosa, por un período de cinco a diez años, en preparación a la profesión perpetua.
1860 Traslado:En febrero de 1860 la Hna.María Teresa es trasladada a Warendorf, corazón de Alemania. Acá es “Prefecta” del convento y de la escuela de pobres, además acompañante de las alumnas ante sus profesores privados.
1861 ¿Misión? Pide Misión, dentro de su búsqueda para responder al llamado interior y en septiembre de 1881 es enviada a Orleans, Francia, vía Bruselas, Lila y Paris sede de la casa madre y de la Fundadora enferma. Llega en octubre a su destino, internado de niñas, donde enseña alemán e inglés, toca el órgano y parece feliz (?).
1863 Egreso: En enero de 1863 pasa por Orleans la Madre Gertrudis Debrou, asistente de la Fundadora. Y a comienzos de marzo la Hna. María Teresa en sus 30 de edad sale de la Sociedad del Sagrado Corazón, después de 5 años y 9 meses. No resultó su sueño ni voluntad de Dios. Le quedan recuerdos agradecidos, buena relación epistolar, inicios de formación ascética, aprendizaje de Vida Religiosa y disciplina, con ejemplos de buena referencia. Su padre viudo pasa por ella y la lleva a Myllendonk, para un solo día. Al egresar recibía de la Fundadora Sofía Barat este concepto:
“Certifico que la conducta de la señorita Teresa von Wüllenweber ha sido siempre intachable, es piadosa, tiene buen carácter y no ha dado motivo de insatisfacción que haya ocasionado su salida. Desde el noviciado no se le ha reconocido aptitud para la educación, fin especial de nuestra vocación, pero su afecto al Sagrado Corazón y su deseo de perseverar han hecho aplazar una decisión, que sabíamos le sería penosa, esperando que ella adquiera lo que le faltaba para salir adelante”.