Juicio retrospectivo: El 9 de agosto de 1892 el P. Lüthen escribe a la Madre María en apacible mirada retrospectiva y desde el contexto comunitario de repetidos egresos en Roma y en la India, descontentos que no se hallaban dentro, sin querer someterse y otras insumisiones…
“Oh fragilidad humana. Dios la bendiga, la mantenga en la fidelidad a nuestra obra hasta la muerte. Jamás llegue a experimentar el Venerable Padre tal cosa, con la gracia de Dios, de parte nuestra como de tales…”. DSSXV.I329. S262.
Grave intoxicación: El jueves 22 de septiembre de 1892 le ocurre a la Madre María el gran susto de grave intoxicación, que la pone al borde de la desgracia y siembra confusión en Tívoli. Ella misma relata en su diario el insuceso personal:
“Fui protegida casi milagrosamente de un envenenamiento mortal, puesto que el frasco de veneno había sido colocado de improviso en el armario junto a las medicinas que tomo para la tos, una mezcla de sublimado, carbol, ácido. Me percaté por inspiración del ángel custodio del signo de peligro, la calavera con los brazos cruzados y me salvé tomando leche caliente con agua jabonosa. Todavía no era digna de morir”. Chr55. Ae83.