En Roma. El domingo 24 de junio de 1894 a la Madre María ya en Roma, tras haber orado en Tívoli, reunido a las Hermanas y haberlas encomendado a Dios, al Corazón de Jesús y al P. Simón, recibe en la fecha un telegrama del P. Simón: Según examen médico del gobierno, hasta el 26 de junio unas 20 Hermanas deben salir de Tívoli, por lo atestado de gente en medio del contagio. Ese martes 26 de junio por la mañana recibe también la noticia a través del Reverendo Padre sobre la muerte de su caro padre el barón Teodoro el 24 anterior, a los 88 años de edad y 37 años de viudo. Otro dolor crucificante para ella en su paso a Roma...
Casa en Roma:El miércoles 27 de junio de 1894 con la premurosa actividad de los cohermanos en Roma y la búsqueda solidaria se consigue para las Hermanas una casa grande de cuatro pisos en Roma, Vía della Lungara 111, al pie del Janicolo, a pocos pasos de San Pedro y del Fundador. El 28 de junio continúan en Tívoli los decesos, pues mueren víctimas del tifo las dos novicias Paula Huber de 31 años y Teodora Grandinger de 26. Por eso el viernes 29 de junio, día de los Apóstoles Pedro y Pablo mártires, ya se encuentran cerca a sus tumbas, 20 Hermanas: Madre María, Barbara K. (22 de junio), Elena W, Juliana, Celestina, Crecencia B., Hilaria R., Hedwig P. (26 de junio), Teresa, Wyborada G., Martina W., Cecilia, Bernarda R., Liboria H., Inés, Engelberta, Otmara E. (27 de junio), Clara K., Sinforosa, Fridolina R. (29 de junio). El P. Jordan nombra superiora de Tívoli a la Hna. Elizabeth Albertzky. La Madre María anota:
“Así son los caminos de Dios. A través de sufrimientos y penas nos conduce a Roma, a los brazos del Padre de la cristiandad. Oh, alabada sea su latente piedad”.DSSXV.I 412.
Santo Spirito: El sábado 30 de junio de 1894 apenas llegadas las Hermanas a Roma, al día siguiente, se acerca a ellas en visita de contento por la honra de su presencia cual feligresas, y en nombre a la vez del cardenal vicario Parocchi, les solicita de una vez la colaboración pastoral para dirigir el catecismo dominical en el templo parroquial. A las 4.00 de la tarde. Así el 1 de julio, que es domingo lo inician las Hermanas Clara, Teresa y Sinforosa. La Madre comenta:
“Qué gracia y qué consuelo tras tantos dolores de corazón” Chr79.
Otras fallecen: El lunes 2 de julio de 1894 mueren otras dos Hermanas en Tívoli, víctimas del tifo: Lioba y Germana. Ya un total de 7 bajas. Dura prueba para todos, cruz amarga y de salud para el logro de la meta romana, definitiva y gloriosa. En la Vía Lungara, Roma, las Hermanas ya tienen organizado en el piso de abajo cocina, lavandería, refectorio y capilla espaciosa (Chr79). El jueves 6 de julio la Madre María se dirige por carta al Fundador, cuya salud se había afectado. Subraya las costosas pérdidas, mas bien grandes ofertorios, que van siendo copiosamente recompensados. Refiere sobre la minuciosa alimentación en Roma. Reconoce que piensa bastante en su difunto padre. Le pide la alegría de recibir su visita y que les envíe más frecuente al P. Tomás:
“Me alegro mucho de que se encuentre mejor. Ayer se cumplieron 12 años que tuve el honor de verlo por primera vez en el Instituto de Santa Bárbara en Neuwerk. Finalmente nos encontramos en Roma y de corazón doy gracias a Dios por este privilegio. Bajo su paternal guía podemos poseer una sólida base para hacer mucho bien…”. DSSXV.I 421. Ae96.