Carta atenuante: El 6 de abril de 1888, viernes de Pascua, el P. Buenaventura Lüthen escribe palabras de suavidad y lenitivo a María Teresa, para atenuar la dureza de la carta anterior del P. Otto y así ayudarla en la cisura tajante y de gran espina punzante:
“En Dios amada alma. Perdone usted si yo también me ocupo de cosas materiales, que de buena gana dejaría a otro. Nuestro buen P. Otto no sabe nada acerca de aquella suma como deuda de hipoteca… El buen Dios la prueba mucho. Él le devolverá todo. Quiera iluminarla para conducir las negociaciones a feliz término. Con la súplica por su oración piadosa”. DSSXV.I 124.
Ceder. El lunes 9 de abril de 1888 María Teresa se empieza a concretar por uno de los dos caminos presentados a su decisión, tras pensar en las posibilidades de solución para la propiedad de Neuwerk, y escribe en su Diario:
“Tras las dos propuestas, la de ceder el convento a las Franciscanas parece la menos incierta para mí y para nuestra causa”. D66. DSSXV.I 123.
Porfía: El miércoles 11 de abril de 1888 porfía María Teresa y emprende el viaje al claustro franciscano de Heydhuizen, Holanda, para insistir y averiguar por sí misma cómo podrían convivir ellas y ella como hermana de la SCE. Pero las franciscanas no desean ese tipo de colaboración y ella no alcanza a captar aun tal desaire. Y con ánimo ingenuo prepara un sello para los documentos importantes del futuro que no se da.
Renuncia: El 25 de abril de 1888 llega carta a María Teresa del notario de Luckeath y del P. Leonhardi, quien renuncia por escrito a su derecho hipotético sobre el Instituto Santa Bárbara, pues él había firmado en nombre de la Sociedad en 1882 aquella acta de donación de María Teresa. Ella suspira entonces con un “Señor como Tú quieras”. D68.
Negativa: El 6 de mayo de 1888 la Superiora General de las franciscanas escribe su negativa clara y explícita a la propuesta de colaboración. María Teresa en su desilusión y atribulada anota en su Diario: “Ahora, al buen Dios gracias por todo”. D68.
Otro intento:El 16 de mayo de 1888 María Teresa intenta encontrar que otra Superiora General acepte la colaboración y habla al respecto en Gladbach con las “Damas del servicio de Cristo” y reitera la propuesta. No encuentra acogida por escasez de hermanas. Anota sobre el caso: “Ahora, Dios lo arreglará todo”. D68.
Peregrinación:El 22 de julio de 1888, domingo, María Teresa emprende “con permiso” una peregrinación a Aquisgrán en busca de paz al venerar sagradas reliquias allí. Aprovecha para visitar a Blumenthal y evocar, también a Maastricht sintiéndose como “hermana de la SCE”. A su regreso recibe el grato anuncio que le hace el Fundador para dejar a Neuwerk, todo, y volar con santo ardor a Roma (D70). Se trata de la comunicación de “inauguración” congregacional o comienzo para las hermanas al término del año, tan cuidadoso y prudentemente preparado:
“Le comunico ahora que con la gracia de Dios yo pretendo poner mano a la fundación de la Congregación de las hermanas el próximo otoño y así usted debe salir de Neuwerk probablemente el vecino otoño. Ore mucho. El buen Dios la bendiga. En el amor de Jesús. Su padre espiritual. Francisco de la Cruz”. DSSX 217. F267.