Llega carta: El domingo 28 de octubre de 1888 María Teresa anota la llegada de la carta romana a Neuwerk sobre su viaje a la ciudad eterna, proyectado para noviembre siguiente. Termina el largo adviento, se avizora el nacimiento tan esperado y concluye augurando: “Que esto pueda ser”. D73. S181.
Última carta: El miércoles 31 de octubre de 1888 Jordan escribe la última carta a Neuwerk acerca del viaje definitivo en noviembre, en vez de ir él como había pensado. Esta la misiva conclusiva del “llamado” para que María Teresa y Úrsula viajen a Roma. Comunicado importantísimo, algo así como “golpe de gracia” y pregón fundacional, clarín convocatorio de trascendencia entrañable y grávida:
“Pax Jesu. Queridas Hermanas en Cristo. El próximo mes de noviembre ustedes deben partir para comenzar finalmente con la gracia de Dios la obra santa de las Hermanas. Pongan todo en orden y háganlo con respecto al párroco, para que salgan tranquilas: las posesiones de allá las venderé probablemente. Afánense lo que más puedan y comuníquenme su partida 8 días antes de hacerlo, pues hay otras tres candidatas de Baviera que harán el viaje con ustedes. La fundación no es en la ciudad de Roma, sino en la vecindad desde donde se puede ver la ciudad. En un lugar saludable y en una ciudad semejante. El Rvdo. Obispo es mi amigo y hace todo lo mejor. Él mismo se preocupa por el alojamiento. Oren mucho y estén dispuestas al sacrificio, porque los comienzos están siempre ligados a grandes abnegaciones. Procuren hacer ejercicios de italiano. Un gran campo de labor se abre. El buen Dios las bendiga. Saludos al Rvdo. Pastor. Escríbanme pronto. En el amor de Jesús. Su padre espiritual… No hablen mucho de ello, para que el diablo no entre en juego”. DSSX222.
Otto escribe:También escribe el P. Otto a María Teresa, por encargo del Fundador. Una carta “estrella” (LG121), de severidad sin privilegios, con los requisitos últimos para viajar en “tercera clase”, conseguir certificados, arreglar definitivamente los negocios del Instituto y con indicaciones sobre el espíritu necesario de sacrificio y sometimiento: Noviciado por hacer, pobreza por vivir, cesión de propiedad, voluntad del Fundador, etc.
“El venerable Padre le desea que traiga el espíritu de la cruz, con el cual usted sacrifique por entero su propia voluntad, esté lista para toda clase de dificultades e incomodidades, para no buscar otra cosa que la propia inmolación y la mayor gloria de Dios en el trabajo para la salvación de las almas… ser Hermanas de acuerdo al Corazón divino; prontas a vivir, a sufrir y a morir por el amor de Jesucristo. Por esta razón el venerable Padre quiere que todas, sin excepción, hagan el noviciado, en el cual sea probada esta aptitud; más aun, él quiere llenar todos los oficios, tanto el de superiora como los otros, no de acuerdo a respetos humanos sino solo según la eficiencia y aptitud, pues él demanda en cada caso una completa disponibilidad”. LG120.
Lüthen escribe: Además se hace sentir el P. Lüthen ante María Teresa, con una tarjeta alentadora y comprensiva, llena de alegría por el paso que agradece a Dios: “Al fin la esperanza ha triunfado”. Ae59.
Desde Tívoli: El 8 de noviembre de 1888, un mes antes de la fundación, el obispo Celestino de Tívoli se dirige a Jordan, sincero y caluroso, para referirle acerca de su búsqueda de casas desocupadas, pues ha encontrado dos con hasta con 7 piezas y cocina. Invita a Jordan para que se dé una pasada para escoger casa y tomar con él un buen vaso de vino:
“Farebbe bene a fare qui una sfuggita dalla matina alla sera, onde considerare i locali, ed in caso combinare le condizioni. Un buccone lo potrebbe prendere con me”. PPP160.