Hermoso Nombre. El 22 de mayo de 1893 anota en su crónica la Madre María un elogioso eco de alegría en contraste con aquel dolor del primer cambio, cuando le habían quitado a la Sociedad lo de Apostólica, de un significado especial para ella:
“Hoy supe a través de Fr. Ansgar M. von Jagemann, teólogo de III, que ya nuestra amada Sociedad recibe otro nombre (que ya antes se insinuaba), el bello nombre: Sociedad del Divino Salvador. Cuando en vez de Apostólica cambió por Católica en 1882, sentí verdadero dolor. Hoy estoy encantada y agradeceré a Dios por este nombre, que nos conduce de nuevo al Salvador”. Chr62. DSSXV.I 357.