La Bioética constituye una nueva dimensión de la Ética, que extiende su campo de acción, en la cual se trata de solucionar problemas nacidos como resultado del desarrollo científico - tecnológico y de redimensionar aquellos ya abordados por la Ética que requieren un tratamiento que se ajuste al contexto contemporáneo. Este análisis se realiza con un enfoque interdisciplinar, proponiendo una nueva forma de encontrar la solución, englobando a todas las ramas del saber humano, desde la Biología molecular y la Genética hasta la Filosofía y la Teología, pasando por la Historia, la Sociología, la Psicología y la Economía.
En el contexto de la educación cubana, la Bioética es un referente importante para la enseñanza y el aprendizaje de los conocimientos científicos teniendo en cuenta su complejidad en el desarrollo contemporáneo, el enfoque interdisciplinar es una expresión de ello, donde se relacionan los conocimientos de las áreas de las ciencias humanísticas, las naturales y exactas. Hoy la educación no puede marchar al margen de las problemáticas de la relación Ciencia, Tecnología y sociedad y la relación Ciencia, Valor, Ideología, donde subyacen los choques de intereses humanos con un trasfondo clasista, los conflictos y dilemas morales, las actuaciones y procedimientos con un fundamento moral, con una alta responsabilidad y conciencia humanista o en contra de esta.
En tal sentido las instituciones científicas cubanas han tomado una posición ante el desarrollo de los principios y una concepción Bioética, que responda a los intereses de una Ciencia y Tecnología que en nuestra sociedad se encuentran al servicio del pueblo, de su bienestar y calidad de vida, en un sistema social socialista, que profundiza el trabajo por la justicia social, donde el ser humano viva cada vez más en armonía entre sí y con el medio ambiente, capaz de solidarizarse con las causas justas que libra la humanidad ante los problemas de un Mundo global y neoliberal.
Entre las misiones constitucionales de Cuba, se encuentra la promoción de la colaboración científico-técnica nacional e internacional dirigida al proceso del conocimiento, al fortalecimiento de las infraestructuras de investigación y al fomento de la libre circulación del saber y de los conocimientos técnicos.
Desde el comienzo de la década de los años 80, en nuestro país se estimulan las investigaciones y se propagan las nuevas tecnologías encaminadas a lograr una mayor calidad de vida de nuestro pueblo en cuanto a la salud y la alimentación, con la inmediata incorporación de los resultados obtenidos a nuestro desarrollo.
La Biotecnología en Cuba se puede considerar que comenzó con el triunfo revolucionario de 1959, coincidiendo con la revolución que tuvo lugar en la ciencia a escala mundial, aunque se hace más notable cuando se acomete la construcción de los centros de investigación de perfil biológico.
A finales de 1983, tomando como base los logros alcanzados, se decidió por parte de Estado cubano crear una institución de mayor alcance, con el objetivo de investigar en los laboratorios y utilizar los resultados de las investigaciones en todas las esferas de la sociedad, surge entonces, en el mes de Julio de 1983 el actual Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) en el oeste de la capital, en una zona donde radican otros importantes centros de investigaciones científicas, conocido como “polo científico”, entre ellos el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CENIC), el Centro de Imunoensayo y el Centro Nacional de Vacuna Antimeningocóccica, centro hospitalarios de alto nivel científico. F. DEL POLO CIENTÍFICO DEL OESTE EN CUBA
La humanidad en su empeño renovador ha intentado solucionar ciertas problemáticas surgidas por la aplicación de diversas tecnologías como resultado de una incesante investigación científica. La utilización de estas tecnologías y sus resultados científicos han repercutido en la vida del hombre, en el ámbito personal y social. Además de las afectaciones que han ocasionado en la vida humana, también la naturaleza en general, comenzó a sentir los estragos irreversibles de la acción destructiva del hombre.
La Bioética se está convirtiendo en un idioma universal con las dimensiones éticas relevantes. En su empeño de resaltar el papel benéfico que ha de desempeñar la ciencia para en bienestar de la humanidad, ofrece soluciones interdisciplinarias y se opone al irrespeto, a la corrupción y a cualquier intento discriminatorio que afecte a la humanidad, a la dignidad del ser humano y repercuta nefastamente en el medio ambiente. En esta perspectiva es que constituye una necesidad de que la Bioética debe llegar a todos los ciudadanos, como un nuevo saber. Para ello es imprescindible educar a la población sobre los principios fundamentales de la Bioética en la esfera de la educación y sus derechos como sujetos potenciales de investigación en todos los campos del saber.
Es por ello, que la necesidad de la educación bioética, sobrepase los limites de la formación de futuros científicos o de los profesionales de las diversas esferas y deba formar parte de la educación moral de cada ciudadano.
Sin embargo, en la actualidad en nuestro país los estudios bioéticos se realizan tradicionalmente en la formación del personal de la salud y en determinadas carreras universitarias cuando se abordan los problemas de las relaciones Ciencia-Tecnología-Sociedad y en estudios de postgrados.
Los conocimientos bioéticos no deben ser patrimonio exclusivo de aquellos que ejercen determinadas profesiones (médicos, juristas, trabajadores de las ciencias aplicadas), porque si la Educación General constituye el cimiento del desarrollo de los valores y las actitudes relacionados con la salud humana, con el medio ambiente y con la vida en general, entonces se puede comprender la perentoria necesidad de incorporación de la bioética en la educación de los niños, los jóvenes y la población en general, para que puedan orientar valorativamente su conducta moral relacionada con la salud humana y con la supervivencia del hombre, tal y como señalara nuestro comandante en jefe Fidel Castro Ruz: “Educar es todo, educar es sembrar valores, es desarrollar una ética, una actitud ante la vida.” 1
Dada la trascendencia que tiene para todos y en particular para los profesionales de la educación, constituye un reto la incorporación de la Bioética en la formación de nuestros estudiantes porque es portadora del desarrollo de valores tales como:
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el respeto a la vida,
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a la dignidad de la persona,
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al cuidado del medio ambiente,
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a la ética profesional,
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a la utilización de las nuevas tecnologías
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y a la aplicación de los resultados científicos, entre otros.
En las instituciones escolares, el trabajo pedagógico para la asimilación de las normas y de los valores de la educación bioética debe estar encaminado a formar en los educandos:
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Un sistema de conocimientos: hechos, conceptos, principios de normas de conducta, mucho de los cuales son asimilados por los/las estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este conocimiento les permitirá fundamentar criterios y hacer valoraciones morales.
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Cualidades morales personales: honestidad, responsabilidad, disciplina, respeto a la dignidad humana, entre otras.
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Necesidades y motivos sociales valiosos y el desarrollo de sentimientos y actitudes adecuadas ante la realidad.
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Procedimientos, formas de actuación, relaciones colectivas que deben ser asimilados por las/ los educando en la actividad social y a su vez deben constituir los vehículos para la asimilación de conocimientos, ideales y normas morales.2
F. DE ESTUDIANTES Y PROFESORES EN LABORATORIOS
La educación bioética debe partir de la reflexión y la problematización de la realidad en torno al desarrollo científico-tecnológico y sus implicaciones en la humanidad y el medio ambiente, ha de dirigirse hacia la revisión constante de la validez de las decisiones que se toman al respecto. Además, contribuye al desarrollo de valores universales; tales como: la sensibilidad humana, la comprensión, el colectivismo, la solidaridad, la generosidad, la sinceridad, la sencillez, la modestia, la cortesía, el respeto mutuo y la censura a la traición. Por tanto, se debe asumir la educación bioética partiendo del protagonismo y la participación de los sujetos.
La doctora Nancy Chacón Arteaga se ha referido a los fundamentos teóricos y metodológicos que la Ética puede aportar a los educadores para la misión de educar a las nuevas generaciones, entre ellos se refiere a algunos estrechamente relacionados con la educación bioética; estos son:
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Una concepción sobre qué es la Ética y su lugar en el sistema de los conocimientos científicos y en el mundo en la actualidad.
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Un enfoque ético sobre la relación Ciencia, Tecnología, Sociedad, los conflictos, dilemas e impactos. Sus aplicaciones y empleos, la relación entre los fines y los medios.
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Un enfoque valorativo con un carácter teórico científico, dentro de las investigaciones científicas, en particular las investigaciones educativas.3
Estos fundamentos teóricos y metodológicos se deben tener presentes la formación de los educadores y de otros universitarios que de una forma u otra son participantes activos en los debates bioéticos, en relación con el progreso científico-técnico.
1. 6 Ética, Trabajo político y Educación
Dra. Nancy Chacón Arteaga
La realización del Trabajo Político Ideológico en la labor educativa de los maestros y la escuela como institución, requiere de la argumentación de los conceptos claves para la comprensión de la relación existente entre Educación y Trabajo Político Ideológico, como premisa esencial para definir la intencionalidad político moral del proceso pedagógico de formación de los profesionales de la educación. En la comprensión de estas relaciones y su complejidad en proceso educativo es imprescindible tener en cuenta las premisas históricas de las relaciones entre Ética, Política y Economía en la sociedad cubana y en su pensamiento revolucionario y de avanzada en articulación con el marxismo – Leninismo y como expresión de las contradicciones sociales en cada época histórica.
Para el análisis de este fenómeno es necesario partir de los conceptos claves desde la perspectiva de la articulación del pensamiento cubano y el Marxismo – Leninismo en la ideología de la Revolución, como fundamento de Política educacional y la Pedagogía cubana.
REFERENTE CONCEPTUAL
Al referir que la Política es la expresión concentrada de la economía, V.I. Lenin, destaca la cualidad esencial que distingue a esta importante esfera de la actividad humana a saber: la manifestación concreta de los intereses por el poder económico y de dominio político de las clases, de sus relaciones recíprocas y de sus luchas.
Las ideas políticas, el aparato del Estado ( en su contenido y funcionamiento), las Instituciones gubernamentales y organizaciones, conforman la superestructura política de una sociedad, determinada por la situación económica de las clases y sustentada por su moral.
La clase que tiene en sus manos el poder político, tiene a su cargo la participación en los asuntos del Estado, las funciones y contenido de su actividad, la administración del país y la dirección de las clases.
El sistema político de la sociedad cubana tiene un carácter socialista, este expresa los intereses de la clase obrera en unidad con el campesinado y la intelectualidad revolucionaria en el poder, con un contenido popular y auténticamente democrático, como resultado de la actividad y moralidad histórica de las masas en las luchas libradas por la independencia y la soberanía nacional, desde el siglo XIX, hasta nuestros días.
Esto hace que una de las funciones principales del sistema político y de la política, propiamente dicho, en la sociedad socialista cubana es el Trabajo Político, por medio del cual se educa a las masas en una cultura política de raíces martiana y marxista y con un contenido ético, axiológico y humanista.
El Trabajo Político es: La actividad de los grupos, clases, organizaciones e instituciones sociales, encaminada a la profundización de la conciencia política y a la transformación de las actitudes y conductas de los individuos en aras del logro de objetivos políticos o programas de acciones que responden a los intereses de las clases.
El objetivo supremo del Trabajo Político en Cuba es: Contribuir a legitimar el poder
político y la voluntad jurídica de la clase trabajadora (Estado de obreros y campesinos, y de la intelectualidad revolucionaria), que se erige sobre las relaciones económicas de producción de carácter socialista y que sustenta los valores políticos y morales de: el sentido de la patria y el patriotismo, la independencia y la soberanía nacional, la justicia social y la unidad nacional, como expresión de la participación democrática de las masas en los procesos de construcción de la sociedad y en la política.
El objetivo específico del Trabajo Político es: Garantizar la continuidad del sistema social socialista de la Revolución cubana, sobre la base de su fundamento ideológico.
Como puede apreciarse en estas definiciones, el contenido del trabajo Político es la IDEOLOGIA, que a su vez es portadora de los valores históricos y sociocultares. Al referirse al contenido de la ideología el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, expresó:
"Ideología es ante todo conciencia; conciencia es actitud de lucha frente a todo lo mal hecho, frente a las debilidades, privilegios, las inmoralidades. La lucha ideológica ocupa hoy para todos los revolucionarios, la primera línea de combate, la primera trinchera revolucionaria"(Ideología, conciencia y trabajo político, editora política, la Habana, 1986, pág.3).
El Trabajo Político, ejerce su influencia por medio de un sistema de factores sociales (dentro de los cuales se encuentra la Escuela ) sobre los individuos, en un proceso de interactividad individuo – sociedad, a través de las acciones políticas concretas, los métodos y los procedimientos, en función de formar una conciencia política, una ideología política y una actitud política determinada por los intereses de las clases, esto hace que el rasgo esencial que caracteriza al TPI es su intencionalidad. No obstante es necesario señalar que aunque el Trabajo Político tiene como contenido a la ideología política, la ideología no es privativa o exclusiva de la política.
La Ideología es un concepto más amplio que la política, el filósofo cubano, Felipe Sánchez, define la ideología en su obra "Es Ciencia la Filosofía?" (1990), explicando a su vez, sus componentes esenciales por medio de las categorías marxistas de la comprensión materialista de la historia:
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