- Cual quieres Nacho el andariego, sabor a mí o cual,
- La que quieras chiflado, mira aquí tengo otras monedad ten.
- Oye chiflado mayor.
¿Qué estás leyendo ahora?
- Sigo leyendo a Sartre, ya leí el muro y la náusea y empecé con el ser y la nada. Lo voy a dejar este si está... Cabrón, no le entiendo ni madres mejor ahora me voy con el extranjero de Albert Camus.
- ¿Sigues con la onda existencialista?
Ahh…yo mejor me leo algo más ligerito, como los cuentos de Bruno Traven o el caballido, o de Rulfo.
- A ver pinches chilangos, ¿se van a ir a México mañana?
- Yo si Nacho, si me prestas lana cabrón.
- Uuuhy manito no tengo. Yo voy a Tehuacán, regreso el Domingo temprano.
Tengo que estudiar edafología
Oye Alejandro, y tú, vas a ir a ver al este, a ver a tu noviecita.
- Sí, tengo que conseguir para el pasaje. Voy a organizar por la noche una “Pokarisa “ eh…
Ayúdenme a conseguir clientes, vayan a correos y vean la lista de giros, a ver a quienes vamos a invitar.
Me prestan lo que tengan y se los devuelvo con su respectiva ganancia.
- Ah que fácil, ¿No?
¿Oye chiflado y como le haces?, casi siempre les ganas.
Te sacas los Ases de la manga o me vas a decir que no les haces trampa.
- Trampa yo…
No por supuesto que no, solo una ayudadita de vez en cuando...
Apoco crees que el nica, patachas y memo, son muy honestos.
Pero antes de la jugada les voy a pedir que me acompañen al edificio principal y me echen aguas, voy a cortar una magnolia del árbol que está enfrente.
Solo una florecita para Irma.
- Estás loco Alejandro, si te descubre el velador raja con los verdes. Y te van a arrestar otra vez, como aquella noche que te subiste a un árbol y te pusiste a aullar como un lobo.
No cabe duda que estas chiflado. Además esas flores son muy delicadas. Tu magnolia va a llegar a México toda marchita...
- Mira, yo le prometí a Irma una magnolia, y la tendrá...
Si su blancura se vuelve “amarillura” bueno, pues cuando menos conservara su olor.
- Ya viene por ti nacho...
- ¡Martha!, hay nos vemos luego en la escuela.
- ¡Hola! ¿Muchachos cómo están?
¡Ya están hasta las chanclas!
- Quievo Martha, por favor ya llévate a Nacho. Ya está muy impertinente.
- Que paso, ¿no iba a venir contigo tu prima?
Pilar no, no pudo venir.
Pero le hable de ti y quiere conocerte, otro día la traigo.
Nos ponemos de acuerdo con Ignacio, y a ver qué día salimos los cuatro.
Bueno adiós eh, y no tomen mucho.
- Adiós Martha.
- Adiós...
- Nos mandas temprano a nacho, porque tenemos mucho que estudiar.
- Siii, mucho que estudiar seguramente.
- Oye nacho, antes de que te vayas dile a Mario que traiga las otras cervezas, y que te las anote en tu cuenta.
No seas mala onda.
- Siempre yo, siempre yo.
Ya debemos mucho, no.
- Órale nacho no seas cabrón...
- soloSa ti te dan crédito.
- ¿Y por qué será, eh?
- Este nacho se está clavando con Martha, Ya solo falta que lo lleven a misa los domingos.
- No Juan, No creo que llegue a tanto. Este chiflado es más ateo que tú.
- ¿Oye y como sigue tu jefe?
- Pues mal, tiene enfisema está mal del corazón, y para acabarla ulceras en la panza.
Tantos años de maestro, en las mañanas en primaria y por las tardes en secundaria…
Para mantenernos, acuérdate que yo tengo siete hermanos…
Y agrégale el cigarro y el alcohol corriente. Antes di que está vivo...
Y nunca quedo bien de la pleura, cuando era maestro rural haya en ciudad Valles. Tuvo todo tipo de enfermedades tropicales, y luego no quedo bien de las costillas. Con el culatazo que le dieron los granaderos en la manifestación de maestros.
Los maestros, electricistas, ferrocarrileros… Solo pedían aumento de sueldo, pero pustt los reprimieron a lo salvaje.
Ya vez sus líderes Otón Salazar y Vallejos siguen en Lecumberri.
- Lo siento, tu viejo es buena onda.
Vamos al internado, si no nos apuramos no llegaremos a la formación a pasar lista.
Haber con que nos sale ahora le capitán Cisneros en su orden del día.
Las mesas del comedor del internado estaban cubiertas con un mantel azul de plástico. Ideal para una de tantas bromas.
En un extremo se doblaba formando un canal, se vaciaba la jarra de agua y el distraído del extremo recibía el chorro en sus piernas.
En ese comedor también se hacían algunos bailes, se retiraban las mesas y se dejaban las sillas pegadas a las paredes. Para que las chicas esperaran a un valiente que las invitara a bailar al ritmo de “Glenn Miller” o “Benny Goodman”.
Pero el baile a fin de año se hacía en México, en el salón campestre era de gala y tocaban las mejores orquestas de aquel entonces. Las jovencitas llevaban sus
Vestidos de noche y los estudiantes el uniforme negro o la casaca blanca, pero con los bolsillos vacíos, la mayoría no tenía ni para la propina de los meseros.
Y precisamente se aproximaba la fecha de uno de estos esperados bailes.
- ¡Oye Martha!, ¿y vas a ir con migo al baile?
- No sé, no he pedido permiso todavía. ¿Con quién fuiste al baile el año pasado?
- No, no, con nadie, con nadie…
Por cierto esa noche... fíjate que como no teníamos dinero para el pomo, Juan y Alejandro salieron del country club, se fueron hay por las callecitas obscuras, hasta que encontraron un lugarcito donde compraron un ánfora. De Ron corriente vaya… Y de regreso… de regreso fueron atacados por unos perros. Que le rasgaron a juan el pantalón del uniforme de gala. Fue gracioso ver a Alejandro entrar al salón escondiendo la botella aquella, y a Juan disimulando la rotura del pantalón.
- ¡Quievo!
- ¿Quién es ese?
- Es Chavelino el bombero.
- ¡El bombero!
- Si mira, en las terrazas del segundo nivel, de los dormitorios frecuentemente hay un bombero.
Así les decimos a los que acostumbran lanzar globos llenos de agua, a los distraídos que pasan y luego corren a esconderse.
Otros bromistas aprovechando, que ya está el reflejo condicionado, abren de un solo golpe las persianas metálicas de sus ventanas…
Y los peatones saltan todos sobresaltados, esperando el globo.
- Pues que Bromitas.
- Bueno, bueno, bueno…
Pero volviendo a lo nuestro Martha, faltan dos semanas. Yo necesito saber si vas o no vas.
- Hoy hablo con mi papa. Ya voy a entra a la iglesia.
- Y cuánto dura la misa.
- Poco, ¿Vas a entrar con migo?
- No, no... Mira yo voy al Quiosco mientras, luego que acabe la misa vengo por ti.
- Entra no te va a pasar nada.
- No, yo no creo en esas cosas, ya te lo he dicho muchas veces.
- Si no vienes con migo, mejor ya no vengas nunca.
- Ahhh, que así de plano... híjole, pues si así lo quieres tu…
Ese domingo Ignacio, triste regreso temprano al internado. Busco a Juan y le pidió que lo acompañara por la noche a llevarle serenata a Martha.
Buscaron a los “Oaxacos”, que eran especialistas en esos menesteres. Algunos imitaban a Álvaro Carrillo a quien consideraban su maestro.
Pues además el cantante había egresado de ese internado años antes. Con la promesa de que serían bien recibidos y de que Ignacio llevaría la botella, un trio de compañeros de Oaxaca acepto.
-
Oye cabrón, ojala y el padre de Martha, no nos eche bala.
-
Se supone que debe asomarse por la ventana, ¿no?
-
¿Quién su padre o ella?
-
Ella no seas wey
La casa de Martha estaba a las orillas de Texcoco, en una calle sin pavimentar, alumbrada solo por el foco de la esquina.
Ignacio y Juan lanzaron piedras a los perros que se acercaban amenazantes, mientras el trio seguía cantando, pero cada vez eran más fuertes los ladridos y antes de acabar la primera pieza la serenata tuvo que ser concluida.
Cuando corrían perseguidos por los perros, algo insólito ocurrió. Repentinamente de una casa que parecía abandonada, salió una mujer encorvada con reboso que le cubría la cabeza.
Cuando los perros la vieron, convirtieron sus ladridos en terribles aullidos y despavoridos se alejaron del lugar.
La mujer se metió rápidamente a la casona, y los estudiantes también se alejaron sin comprender quien era aquella mujer que tanto mido les provoco a los animales.
Días después Ignacio y Martha se reconciliaron.
- ¿Oye y por cierto Martha quien es tu vecina, eh? La de aquí al lado, la de la casona.
- hay, hay no vive nadie... desde hace años.
Sé que era la casa de una mujer mayor, pero murió hace mucho, ¿Por qué me preguntas eso?
- No, no por nada solo es simple curiosidad.
El tema de los Fantasmas o de los objetos voladores no identificados, ya estaba presente en ese entonces.
- Oye Alejandro, que se siguen viendo ovnis en el DF.
- Si, eh ha habido varios avistamientos en distintas partes, apenas la semana pasada unos pescadores de Republica Dominicana vieron sobre el mar lo que parecía una Nave cilíndrica.
Y del agua salieron otras naves circulares más pequeñas, también aquí en Chihuahua han visto platillos voladores. Bueno eso dicen…
Ahh mí que todo eso es cosa de los gringos, quien sabe con qué propósitos.
- Vamos a bajar la cena, nos subimos a la azotea del edificio que esta enfrenté de la cooperativa. Que tal y vemos OVNIS, avísale a Nacho…
Los tres chiflados subieron a uno de los edificios viejos de la ex hacienda. Y después de explorar el cielo estrellado, durante un rato no vieron ningún OVNI.
- Oigan, y si movemos tu linterna Alejandro, nos agazapamos aquí en la azotea.
Solo levantamos el brazo, desde abajo no se verá que la luz está a diez metros, parecerá que está a kilómetros de distancia.
- ¡Ah.. Órale!.. Aquí está la linterna de mi llavero para tu OVNI.
- Nacho baja tú, y dinos si solo se ve la luz y no mi brazo, nos avisas eh..
Y al primero que pase lo enganchas con lo de los OVNI’S. Tu eres muy convincente.
Al poco rato habían salido todos los estudiantes de la cooperativa, sumándose a los que por ahí pasaban. Eran alrededor de cincuenta los que miraban intrigados aquella supuesta nave espacial, que hacia movimientos extraños.
Ignacio se escabullo sigilosamente dejando al grupo de incautos, y subió sin ser visto al techo. Era tanta la riza de los tres amigos, que fueron descubiertos y así término la broma.
Los estudiantes enojados, se llevaron cargando a los bromistas y sin importarles el frio de la noche los arrojaron en la fuente de las circasianas. Frente al edificio principal, hay se acostumbraba bañar a los que cumplían años.
- Oye Juan ya déjale en alguna maldita estación, si el turco viera como tratas su radio no te volvería prestar nunca.
No dejas que me concentre, si repruebo es por tu culpa, ehh conste.
- No me eches la culpa chiflado y sigue estudiando en lugar de estar pensando en Irma.
¿Que macheteas?
- Botánica sistemática.
Oye tu que no estás haciendo nada, pregúntame los nombres científicos ándale.
- Bueno, haber zanahoria
- Daucus carota.
- Bien, Papa.
- Solanum tuberosum.
- Pirul.
- Schinus molle, pues...
- je je je
Por qué no le haces como en el examen de inglés, me acuerdo que ahuecaste una goma y metiste un carretito con la lista de palabras por abecedario.
¡Decías que la memoria es la inteligencia de los tontos!
- No en Botánica no se puede, el doctor Hernández es muy colmilludo. Hay no se puede copiar y ante la mínima sospecha te mana a extraordinario.
- Oye y si se aclaró lo de la viejita que espantaba perros.
- No cabrón, Nacho toda vía estaba sacando de honda, Martha le aseguro que no vivía nadie en esa casa, pero todos la vimos no solo los perros.
- Pstt ahí está la cosa, no soy el único que ha visto un fantasma, yo vi a mateo justo cuando estaba muriendo colgado en un árbol.
Y ahora ustedes se la pasan fregando con que no…
En eso se escuchó un estruendo, seguido de un sonoro grito…
- Hora, Órale y ahora que pasa… Porque tanto escándalo.
- parece que es en el cuarto de Horacio. Han de ser Pantoja y Gomes y los otros sonorupas que vienen a joderlo otra vez.
Horacio Saldaña, era un joven bajo de estatura moreno, introvertido que no le hacía mal a nadie. Sin embargo a este estudiante le hicieron ver su suerte, basto con que adornara un muro de su cuarto con tres patos de cerámica, para que lo tacharan de homosexual.
En el internado militar mostrar alguna debilidad o característica diferente, provocaba el más terrible hostigamiento de los que se creían muy machos. Por la manía de exacerbar una aparente virilidad.
Y ocurría como en los corrales de pollos, donde basta que algún animal tenga una ligera mancha para que en poco tiempo sea sacrificado por los demás a picotazos.
Algunos estudiantes de Sonora y un chiapaneco, entraron al cuarteo de Horacio los estudiantes borrachos lo empujaron a la pared y lo insultaron.
Después uno de ellos saco una pistola con la intención de amedrentarlo. Ya era tarde muchos dormían pocos estudiaban en los curtos vecinos.
- Hey, hey eso fue un disparo.
- Que hicieron esos, cabrón…
- Vamos a ver...
Juan y Alejandro salieron de cuarto sobresaltados y esperando lo peor… Enseguida vieron salir huyendo del cuarto de Horacio a los otros estudiantes…
- Oye Nacho, están grueso los sonorupas, ya mero matan a Horacio mano. Al idiota de Pantoja se le salió un tiro, y pego en la pared a escasos diez centímetros de la cabeza de Horacio.
Creo que va a expulsar a todos, eh los que estaban hay participando.
- Merecido se lo tienen Alejandro, independiente mente de que a Horacio se le haga el agua la canoa o no… esa vileza no se hace.
Estos desgraciados se creen muy machos estaban borrachos, y quisieron espantarlo para que confesase quienes andaban con él. Pero a los muy imbéciles se les disparo la pistola. Dicen que tiene una lista de como de veinte que andaban con Horacio, y que la van a utilizar para defenderse de que los expulsen.
- Por cierto Nacho, estos cabrónes , Te anotaron en la dichosa lista, ¿no?...
- Ja ja ja...
- je je je
- Que esta insinuando maldito chiflado, sabias que esa lista la hicieron después y cada uno de ellos proponía a alguien que no era de su simpatía.
- Estamos Alejandro varios chilangos y yo, a mi segurito me anoto el tal Toribio, andaba sobre Martha y ella lo mando por un tubo. Por eso se quiso vengar de mí.
- A mi tal vez me propuso Pantoja, como siempre le gano en el Pokar quiere cobrarse de esta manera.
¡Pobre Wey!
Ese sí que es mayate, anda presumiendo unas botas vaquera, que le disparo Mario. El mesero marica de la covacha.
Las autoridades del internado decidieron expulsar por dos años a tres de los que participaron y por un año al resto.
Sin embargo suplicaron al consejo estudiantil, para que abogara por ellos. Se convocó a una asamblea extraordinaria y como pocas veces se había visto, acudieron todos los estudiantes del plantel, se realizó una especie de juicio que duró varias horas.
Algunos defendían a los expulsados con argumentos ridículos, sobre la imagen del internado. Fue un debate muy acalorado. Y cuando parecía que la sociedad de alumnos intercedería por los expulsados, empezaron a pedir la palabra uno a uno.
Estudiantes que normalmente no participaban en otras discusiones intrascendentes. Estudiantes casi anónimos pero con ideales y valores éticos. Ellos si leían, eran simpatizantes de la reciente revolución cubana estaban identificados con causas sociales. Y preocupados por el abandonado campo mexicano.
Así con argumentos irrefutables, convencieron a la mayoría de que no deberían de solapar la brutalidad. En la votación definitiva por gran mayoría se aceptó la expulsión. En medio de un conato de golpes y amenazas tuvieron que abandonar el auditorio, con el abucheo de la mayoría del estudiantado.
El caso de Horacio marco un precedente inolvidable, que de alguna manera en los años 60’s definiría la posición ideológica que caracteriza a esa escuela.
A principios de los 60’s, se vivía una so sobra internacional por la amenaza de una catastrófica tercera guerra mundial. La crisis cubana de los misiles en 1962. Punto álgido de la guerra fría.
El mundo occidental se conmocionaba por el asesinato del presidente de los estados unidos. John Kennedy en noviembre del sesenta y tres, asesinato que nunca se aclaró. Igual como ocurrió un año antes con la muerte de Marilyn Monroe.
En esos años se preparaba la intervención funesta de Estados Unidos en Vietnam, mientras eso pasaba en el mundo. Miremos que ocurría un día cualquiera en la escuela militar de nuestra historia.
Como si estuviéramos a gran altura y pudiéramos visualizar todo el campus, e hiciéramos un recorrido veríamos el gimnasio hay adentro un atleta con las manos blancas por el talco sostenido en las argollas haciendo el cristo. Aun lado un estudiante musculoso levantando pesas y también cerca practicando las caídas en colchonetas rellenas de paja de arroz, los Judocas.
Afuera en la alberca fría nadadores que eran supervisados por el sapito. Así apodado el maestro de natación, los del equipo de futbol americano empujando los trineos y practicando jugadas estratégicas. Y no muy lejos veríamos el comedor, en su parte trasera los cocineros preparando las grandes ollas de sopa, frijoles y arroz.
Mientras una veintena de meseros ponían los cubiertos y los bolillos en largas mesas.
En el edificio principal veríamos a los directivos del internado en sus funciones, las secretarias escribiendo oficios en las antiguas máquinas de escribir, en un salón de economía el profesor explicando a sus estudiantes las teorías de Marx. En otro una clase de zoología.
En la biblioteca internos revisando artículos científicos, en los dormitorios algunos haciendo tareas y otros tal vez escribiendo apasionadas cartas, a novias lejanas.
Fuera de las instalaciones en los campos experimentales, estudiantes fertilizando chilares o entre los surcos de maíz. “Fecundando” espigas en sus prácticas de genética.
En la cooperativa algunos jugando Pin Pong o billar en las mesas de paños rotos, con tacos torcidos y ya sin botana.
En las caballerizas trabajadores alimentando y aseando a los animales del equipo de equitación y charrería. Y en las porquerizas estudiantes pesando y castrando lechones.
- ¿Oyes nacho? No le vayas a cambiar a la estación, ese es el último concierto de los Beatles, creo que fue en Estocolmo.
- Raro que lo pasen en la radio, ¿no Juan?
- Ya llegaste cabrón.
- ¿Cómo te fue?
- ¡Ah!, pues bien solo a los tontos le va mal.
- Pues… Alejandro te tenemos tres necias, dos malas y una buena.
- Ah caray… que paso.
- Ya tengo miedo siempre que me voy de fin de semana a Mexico, algo malo paso aquí mano.
- La primera, es que reprobaste química inorgánica.
- Me lleva…
- La Buena es que hablamos el “Ruko” y te paso con el mínimo con 6.6
- La otra mala es que le tuvimos que dar tu “piojinoff” al “Ruko” para que te pasara.
- No… Me lleva, como... mi, mi maquinof le hubieran dado otra cosa… como le van a… No puede ser seis punto seis además…
- Le hicimos la llorona, le dijimos que estabas muy deprimido. Que se había muerto tu abuelita y por eso estabas en México.
- El muy cabrón nos dijo palabras textuales.
“A otro perro con ese hueso”.
- Ya van a empezar los fríos y a mi edad necesito estar bien abrigado, es que necesito un saco de esos que les dan en la escuela.
- Hay, hayyy... bueno se los agradezco de todas maneras.
- Si quiera me hubiera puesto un ocho el muy mendigo, ese “Ruko” si que está loco eh. No les platique hace unos días en su clase el patachas y el bolas lo estaban molestando.
No dijo nada, pero a la clase siguiente antes de pasar lista saco de su portafolio una pistola y la puso sobre su escritorio y Santo Remedio, esos jodidos que se sienten muy gruesos estuvieron seriecitos durante toda su clase… Je je je
- ¿Y que ustedes aprobaron química?
- Claro, nosotros si estudiamos.
- oye y pues tu Alejandro no eres tan bruto, pues por que no le hechas ganas.
- Dudo que alguna vez saques cuadro de honor como el turco, o como el tal Gomes Pelayo, el tufi, Elías, los otros de irrigación. Pero cuando menos deberías alejarte de los extraordinarios.
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