La enseñanza más sutil
Era un anciano maestro dueño de una inquebrantable serenidad.
Apenas hablaba el venerable y sosegado mentor. No gustaba de enredarse en abstracciones y discursos, como anhelaban sus discípulos, que no dejaban de interrogarle. Él se negaba a extenderse sobre lo que está más allá de las palabras y no le agradaba que le tiraran de la lengua. Sólo despegaba los labios para decir:
-El Ser está en vosotros y más allá de vosotros.
Exhalaba una infinita paz.
Cuando le pedían que profundizara más en ese tema, guardaba un bendito silencio. Pero tanto le rogaban sus discípulos, que se veía obligado a repetir:
-El Ser está en vosotros y más allá de vosotros.
Cierto día, irritados, los discípulos le dijeron:
-Pero ¿cómo puede estar en nosotros y más allá de nosotros?
Eso es imposible.
El maestro respondió imperturbable:
-Quiero que hagáis diez pequeños hoyos y vertáis agua en ellos. Los discípulos pensaron que se trataba de un correctivo por haberle replicado. Bajo los implacables rayos del sol, hicieron lo que el mentor les había pedido. Después el maestro salió de la casita y les dijo:
-Mirad en los hojitas y decidme qué veis.
Repusieron:
-Los rayos del sol reflejados en las aguas de cada hojita. -¿Lo veis, queridos incrédulos? El sol está en cada hojita y más allá de cada hojita.
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