Algunas «website» útiles para consultar
-
Disability Research Institute de la Leeds University. Artículos de Yic
Finkelstein y Colin Barnes: www.leeds.ac.uk/disability-studies/.
-
DREDF. Documentos relacionados con la legislación de no discrimi-
nación en Estados Unidos: www.dredf.org.
-
National Council on Disability: www.ncd.gov.
3. LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD Y LA SEGURIDAD
SOCIAL: UN PARADIGMA PARA EL CAMBIO
3.1. Introducción
La Seguridad Social es un instrumento de cohesión social clave para
todos los ciudadanos en los Estados modernos. Protege, como se ha dicho
tantas veces, desde el nacimiento hasta que se fallece, por tanto no sólo en
la vejez, sino también cubriendo las contingencias derivadas del accidente,
la invalidez, la muerte y supervivencia, el desempleo, la maternidad, las
cargas familiares, la enfermedad, la dependencia, etc.
Es preocupante el efecto demográfico a medio y largo plazo; las po-
sibilidades de incorporación al mercado de trabajo de las personas poten-
cialmente activas; los efectos de la nueva estructura del mercado de tra-
bajo en la Seguridad Social, tanto desde la vertiente de la financiación
como desde la protección, pues se adivina una mayor dificultad para
completar carreras completas del seguro en el futuro que pueden afectar
a la cobertura de los trabajadores; y, en definitiva, nos preocupan los
equilibrios económicos-actuariales que den estabilidad a nuestro sistema
público de pensiones.
Antes de entrar en esa problemática, me parece conveniente, para acotar
la dimensión del problema, señalar brevemente la importancia que supone
el colectivo de personas con discapacidad.
De acuerdo con los datos del primer avance de resultados de la encuesta
sobre Discapacidad, Deficiencias y Estado de Salud que el Instituto Nacio-
nal de Estadística (INE) ha hecho públicos en enero de 2001, realizada en
colaboración con el IMSERSO y la Fundación ONCE, más de 3.528.000
personas padecen en España alguna discapacidad (sin considerar en la en-
cuesta los establecimientos colectivos como, por ejemplo, las residencias y
los centros para personas con discapacidades severas).
EL IMPACTO DEL ENVEJECIMIENTO... 243
Entre las discapacidades más frecuentes destaca la dificultad para des-
plazarse fuera del hogar, seguida, en cuanto a frecuencia, por la discapaci-
dad para realizar tareas del hogar y, en general, las discapacidades relacio-
nadas con la motricidad. Igualmente, la encuesta indica que entre las
discapacidades detectadas el grupo más numeroso corresponde a las defi-
ciencias osteoarticulares, seguido de las deficiencias de la visión y de la
audición.
De esta cifra, la citada encuesta desvela, que el total de personas con
dificultades para realizar por sí mismas algunas de las actividades de la vida
diaria consideradas, es de algo más de 2.215.000, de las cuales sufren una
discapacidad severa o total, es decir, tienen necesidad de ayuda personal
1.450.000, de las que los dos tercios tienen 65 o más años y el otro tercio
menor de esa edad.
Así pues, una parte considerable de ellas, más de 400.000, están com-
prendidas en edades en las que es posible su inserción laboral, su acceso
al trabajo. Como digo, una cifra significativa que da idea de la amplitud del
problema pero que, sin embargo, debe analizarse desde la consideración de
que la población afectada por una discapacidad que está en condiciones de
trabajar, representa alrededor del 5% del conjunto de la población en
edad laboral, porcentaje que varía según la edad.
No obstante esta posibilidad de realización personal a través de la incor-
poración al trabajo, a la que aspira la mayoría del colectivo de personas con
discapacidad en edad laboral, tropieza, en ocasiones, con «barreras» que la
dificultan gravemente.
Dostları ilə paylaş: |