En el proceso de envejecimiento de las personas con discapacidad


particularidad de que se elimina un pequeño fragmento de cada



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particularidad de que se elimina un pequeño fragmento de cada
telómero, así que su longitud se acorta progresivamente a medida
que las células somáticas se dividen. O sea, que en la mayoría de los
organismos las colas de los cromosomas o telómeros, se acortan y
se alargan sin cesar. Todo sucede de modo que la longitud del
telómero juega el papel de un contador o reloj que indica la capa-
cidad aún posible de división de las células (dicho de otro modo, la
capacidad perdida).

Los telómeros contienen secuencias de ADN formadas por series de


bases de nucleótidos repetidos, con la característica de que son específicos
de cada organismo, llegándose a la confirmación de que los telómeros hu-
manos poseen secuencias de seis nucleótidos (timidina, timidina, adenosina,
guanosina, guanosina, guanosina = TTAGGG) repetidos hasta miles de veces
(TTAGGG)n. A la vista de esto, lo más probable es que la secuencia telo-
mérica (TTAGGG)n apareció hace millones de años.

Recientes hallazgos describen un acortamiento del tamaño del telómero


con la edad en células normales somáticas humanas, pero se encuentran
estables en células tumorales, lo que ha sugerido el papel de los telómeros
en la muerte celular y en la inmortalización de células neoplásicas.

4. Ya vimos que las células humanas no se dividen en el cuerpo inde-


finidamente, y que alcanzado el límite máximo detienen sus divisio-
nes. Ocurre entonces que envejecen, y que los cromosomas han
perdido los telómeros, se unen por sus extremos, se alteran sus
funciones y ponen en peligro la vida de la célula.

Para algunos investigadores (Blackburn, Szostack y Shampay) las varia-


ciones de la longitud de los telómeros eran una señal de que las células se
esforzaban por mantener su tamaño más o menos constante, y se sospechaba
que la causa de las repeticiones era en alguna enzima capaz de hacer algo
que la polimerasa normal de ADN no podía, y se propusieron averiguar (en
1984, Gleider y Blackburn) si esa enzima alargadora de ADN existía real-
mente. En definitiva, las células debían disponer de mecanismos para com-
pensar el defecto de división natural o los cromosomas perderían el material
genético que codifican con el transcurso de las divisiones. Comprobaron
(1985), efectivamente, que las secuencias que forman el telómero son sin-
tetizadas por la telomerasa o transferasa terminal del telómero, una enzima
ribonucleoproteica, denominada así por ser una proteína unida a una frac-
ción de RNA (en humanos fue descrita por Morin cuatro años más tarde),
que está constituida por 560 nuleótidos (Feng y Villeponteau), algunos de
los que son secuencias complementarias de las repeticiones de los telómero,
y que actúa adicionando nucleótidos nuevos sin necesidad de usar el DNA

210 MARCELO PALACIOS ALONSO

como plantilla, teniendo la habilidad de adicionar siempre el nucleótido
correcto.

Sorprendentemente, muchas células humanas carecen de telomerasa. El


acortamiento progresivo del DNA del telómero durante las sucesivas divi-
siones en las células somáticas (no germinales), hace pensar que la telome-
rasa está reprimida en las células para reducir la probabilidad de cáncer en
organismos con larga vida, como en el caso de los humanos.

En conclusión: a) la longitud del telómero está en relación el número de


divisiones celulares y la actividad de la telomerasa; b) el alargamiento del
telómero por la telomerasa es necesario para neutralizar el acortamiento
del cromosoma como consecuencia de cada división celular, y consecuen-
temente retrasar su envejecimiento.

5. LA BIOÉTICA

En un ser racional, social y relación al como el humano la convivencia
se intenta facilitar desde supuestos de extracción ética, entendida la Ética
como una disciplina filosófica que orienta con sus principios o códigos
hacia cuál debe ser nuestra conducta, es decir hacia «cómo debemos ser»
(el «qué somos» y «cómo somos» ya son en realidad asunto distinto, de
los que se ocupan la Psicología y la Sociología principalmente): Pero
la Ética es un puente más teórico que doctrinal, y por ello frágil, que
desatendemos con frecuencia, lo que hace que hayamos de recurrir a
la elaboración de normas legales para conciliar o hacer valer los dere-
chos objetivos cuando se frustran, y a cuyo cumplimiento podemos ser
obligados.

La Bioética es un instrumento civil, de reciente aparición (1970) y se


orienta a impedir los posibles abusos (básicamente sobre el ser humano,
pero también sobre la Biosfera) de las aplicaciones científico-técnicas. Sus
postulados esenciales son la verdad, la autocrítica, la heteroclítica, la res-
ponsabilidad, la autonomía y la dirimencia.

La Bioética halla referencia en los principios inequívocos o derechos


fundamentales establecidos en la Declaración Universal de Derechos Hu-
manos (1948), y, en analogía, en la Convención Europea de Salvaguarda
de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales (1950), la
Convención de Asturias de Bioética (Convención sobre los derechos hu-
manos y la bi.om.edi.cina, del Consejo de Europa, 1996) y otros Acuerdos,
Pactos o Convenios internacionales, que las Constituciones de los países
democráticos, entre ellas la Constitución Española, han ratificado e incor-
porado a su ordenamiento legislativo, entre ellos, y en primer lugar, todo
cuanto concierne a los derechos de las personas: a la vida, sin la cual no
serían posibles los demás derechos; a la dignidad; a la libertad, incluyendo

ENVEJECIMIENTO Y BIOÉTICA: ALGUNAS CONSIDERACIONES 211

la libertad de conciencia, de expresión, de información, de religión, y de
opinión; a no sufrir tortura o tratos inhumanos o degradantes; a la igual-
dad, a la vida privada y familiar y a la intimidad; al desarrollo de la
personalidad, etc.

Así que la Bioética, en tanto que dispositivo civil, intelectual, con raíces


filosóficas y comprometido con valores y conductas, no puede permanecer
neutral, ha de tener en cuenta las circunstancias del individuo, de cualquier
individuo, como parte de la sociedad que debe protegerlo en situaciones
concretas, cual es el caso del envejecer que aquí bosquejamos.

6. EL ESTADO DE SALUD

El mantener una buena o aceptable salud es en sí tarea nada fácil y en
todo caso contribuye a alargar-mejorar la vida. Las pautas vitales o tra-
tamientos que actúen retrasando el envejecimiento facilitarán que la vida se
prolongue hasta límites hoy entendidos por razonables y en las mejores
condiciones. Sin olvidar el papel que representan algunos genes.

En nuestra época hay al menos cuatro factores que influyen decisiva-


mente sobre el estado de salud de los individuos, y en particular de las
personas mayores: la alimentación (exceso o falta), los malos hábitos (taba-
co, alcohol, etc.), la técnica (medios de transporte, utillaje doméstico, etc.)
y el sedentarismo (televisor, vídeo casero, escasa movilidad, etc.) y que
pueden adelantar y acelerar el proceso de envejecimiento.

Se extrae de ello que para retrasar el envejecimiento individual o intentar


que este transcurra en las mejores condiciones posibles, procede:

  • establecer una higiene de salud,

  • la necesidad de actividad psíquica y de comunicación social,

  • la necesidad de movimiento corporal (ejercicio físico) regulado,

  • prestar las adecuadas atenciones a los discapacitados.

Sobre lo último, las personas mayores realizan ejercicio psicofísico:

a) Sin indicación médica: Ejercicio físico (Deporte): La geriatría de-


portiva se entiende a partir de los 65 años:

  • Como práctica (habituales, veteranos) del ejercicio físico para man-
    tener el organismo en las mejores condiciones posibles.

  • Como evasión (diaria, fin de semana).

  • «Porque la mujer le obliga el domingo, para hacer las tareas» case-
    ras (Longueville, Lionel, Ravailleau, Jacques y Chanta!, «El en-
    vejecimiento y el deporte». Grupo de Estudio de la Tercera Edad,
    París).

212 MARCELO PALACIOS ALONSO

Procede siempre, como premisas:

— La evaluación del estado psico-motor y funcional de la persona (re-
glas generales: 1. menores aptitudes cuanto más avanzada es la edad;


  1. aptitudes condicionadas por la/s enfermedad/es concurrentes;

  2. algunas patologías pueden mejorar con el ejercicio; 4. algunas
    patologías son incompatibles y pueden empeorar con el ejercicio).




  • El análisis y establecimiento de los criterios de tolerancia de los
    sistemas corporales al esfuerzo añadido.

  • El examen de la capacidad de reacción y psicofísica al esfuerzo
    (cerca del 40% no son aptos),

  • La información educativa de la actividad que se emprenderá, los
    ritmos a seguir, sus ventajas, la evitación de sobrecargas abusivas y
    los signos de alerta que estas puedan ocasionar.

  • La co-gestión de objetivos (persona y equipo), siempre que el estado
    psíquico de la perdona mayor lo permita.

  • La elección racional de la actividad física adecuada (gimnasia, nata-
    ción, footing, ciclismo, tareas sencillas como jardinería, etc.), su
    intensidad, pautas, etc.

  • Dirigir y controlar la actividad por expertos (ejercicio, gimnasia,
    juego, rehabilitación) (en otro caso, dada la labilidad reactiva de las
    personas mayores, hay riesgos de complicaciones).

  • Regularidad del esfuerzo de entrenamiento.

  • Entrenamiento progresivo.

  • Cese al menor signo de inadaptación.

  • Nunca con la intención de competir (nada de exhibicionismo).

  • Nunca con el cronómetro.

Efectos:

Las personas mayores con la actividad física adecuada para su edad


siempre llevarán un vivir mejor que si son inactivos o sedentes:

• En la esfera psíquica:



  • Una ocupación beneficiosa, recreativa y gratificante.

  • Nuevo ritmo de vida, con la motivación de que lo que hace retrasa
    su envejecimiento (y disminución del absentismo ocupacional).

  • Una tarea en grupo (nuevas amistades y relaciones, confraterniza-
    ción, etc.).

  • Reinserción social.

• En la esfera física:

  • Mejora el tono muscular (ejercicio, masajes, suplementos vitamíni-
    cos y minerales, etc.).

  • Mejor oxigenación corporal (muscular, cardiaca, cerebral).

  • Mejora la respuesta a la fatiga.

  • Mejor descanso y regulación del sueño.

  • Menos asistencia al médico.

ENVEJECIMIENTO Y BIOÉTICA: ALGUNAS CONSIDERACIONES 213

• En la esfera de los hábitos:



  • Mejora de pautas alimenticias (sal, colesterol).

  • Eliminación de malos hábitos (alcohol, fumar).

  • Mejor distribución y aprovechamiento del tiempo.

b) Por indicación médica (entrenamiento como terapéutica)

  • Como rehabilitación: Para compensar ciertas enfermedades o déficits
    funcionales con los ejercicios de rehabilitación (múltiples posibilida-
    des, en consonancia con la peculiaridad de cada persona con patolo-
    gías): Dirigida por un equipo (médico rehabilitate, psicólogo, edu-
    cador físico, fisioterapeuta, etc.)-

  • Para combatir las «enfermedades de la civilización», debidas al se-
    dentarismo y los malos hábitos.

Algunos animales, como las tortugas y ciertos peces, crecen a todo lo
largo de su vida. Las tortugas de las Islas Galápagos llegan a superar los
100 años. Además estos animales no muestran ningún signo de senectud a
lo largo de sus vidas, se mantienen sanas y activas durante mucho tiempo
y luego mueren rápidamente. Esto respalda la idea de que la duración de la
vida de las tortugas es consecuencia de un programa genético de funcio-
namiento más largo que el de otros animales, aunque no debe descartarse
que al ser animales de sangre fría y bajo metabolismo se mantienen jóvenes
porque resisten mejor el desgaste biológico.

En 1998 Andrea Bodnar y sus colaboradores demostraron la relación


causal entre la pérdida de los telómeros y el envejecimiento celular. Sin
duda es una causa, pero no la fundamental. La posibilidad de rejuvenecer las
células humanas mediante la telomerasa abre nuevos caminos.

Trabajos con Caernohabiditis elegans, nemátodo del suelo, han conse-


guido prolongar la vida de la especie provocando mutaciones genéticas al
azar. La mutación del gen age-1 aumentaba el período de vida media del
nemátodo en un 70%, lo cual nos lleva de nuevo a una programación.

Estudios con levadura de cerveza han identificado varios genes que pro-


longan su vida. Así el LAG1 (gen 1 de aseguramiento de la longevidad) es
más activo en las células jóvenes que en la viejas y estimulando su actividad
en células de levadura envejecidas se mantienen jóvenes durante un período
más largo de tiempo y se alarga la vida de la levadura hasta un tercio.

De todos modos, se correría el riesgo de aumentar la frecuencia de los


tumores (La activación de la telomerasa en los tumores humanos actúa
contra el envejecimiento de las células por lo que este enzima también sería
útil para buscar su inhibidor para usarlo como anticanceroso).

Se ha dicho por otros que «saber con exactitud cuánto podrá extenderse


la vida intentando poner en marcha soluciones en el proceso de envejecí-

21.4 MARCELO PALACIOS ALONSO

miento es algo que todavía sigue reservado a la imaginación de cada uno.
Algunos autores han llegado a indicar que se podría llegar a los 400 años.
En cualquier caso, la prolongación de la vida tendrá profundas consecuen-
cias sociales, económicas y ambientales, y obligaría a plantearse la cuestión
de si debería o no intentarse esa ampliación».

Recientemente (agosto 2001) investigadores italianos han comunicado


que algunos genes del cromosoma 4 parecen estar vinculados al control de
una longevidad mayor y saludable

7. RESUMEN

Recordemos que todos sabemos: que los humanos hemos de envejecer y
morir, que muchos padecemos enfermedades, taras y accidentes mortales,
pero trasladamos subconscientemente tales posibilidades desafortunadas o
trágicas a otros; aún admitiendo que ocurrirá algún día la desvinculamos de
la inmediatez de cada uno de nosotros o de nuestros seres queridos; es algo
que ocurre, pero que les ocurrirá a «los demás».

Nos recreamos en la cultura del vivir y no estamos bien preparados para


el envejecer avanzado y menos para el morir, no discurrimos más que a bote
pronto sobre hechos que ineludiblemente nos conciernen.

El promedio de esperanza de vida humana es de 65 años, aunque excep-


ción almente puede alcanzar los 120 años, edad tenida como el máximo.

La especie humana se ha dotado de medios para vencer a la enfermedad


y su periodo de envejecimiento es mas largo que el de otros mamíferos.
Incluso al anunciarse por Craig Venter que el genoma humano había sido
secuenciado se abrieron expectativas de alargamiento general de la vida, a
unos 110 años para el primer cuarto del siglo. ¿Y después, que ocurrirá?
¿Aspiraremos a la inmortalidad?

No se olvide, no obstante, que el envejecimiento no es sólo cuestión


biológica. Es también un hecho sociológico, de cómo la persona mayor tiene
sus vivencias y experiencias y comparte la vejez con otros.

Nos debemos hacer a la idea de que a no tardar mucho las enfermedades


se tratarán son fármacos a la carta y que con las tecnologías genéticas se
combatirán buen número de las enfermedades de mayor incidencia y mor-
talidad. Y que no sólo está abierta la posibilidad de alargar la duración de
la vida humana hasta limites ahora difícilmente imaginables, sino que trans-
currirá en buenas condiciones de salud.

Con ello cambiará nuestros conceptos de envejecimiento y la cronología


del mismo. ¿Quiénes serán las personas mayores? ¿Qué se entenderá enton-

ENVEJECIMIENTO Y BIOÉTICA: ALGUNAS CONSIDERACIONES 215

ces por tercera edad?, aunque, como parece lo más probable, el término
desaparecerá de nuestra conceptualidad. Aumentará considerablemente de la
población por encima de los 65 años, se constituirá una Humanidad comple-
tamente distinta en su composición y tareas y, como tal, habrá de organizar-
se en lo político y en lo social para llenar la vida de un número tan ingente
de personas que, aunque dejen de participar en el mercado de trabajo, como
hoy, son acreedoras de todos los derechos.

8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS



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