Fisiología del Alma



Yüklə 1,25 Mb.
səhifə147/152
tarix03.01.2022
ölçüsü1,25 Mb.
#34094
1   ...   144   145   146   147   148   149   150   151   152
Pregunta: ¿Por qué esa exigencia en el modo de vida y en la alimentación del pasista? ¿No debían ser suficientes su cono­cimiento y su capacidad Vital-magnética, para poder donar sus energías a los más débiles?

Ramatís: Depende grandemente del estado de salud del pasista el éxito de la acción terapéutica de las energías que él pone en acción y trasmite a los cancerosos, es natural que se de­dique a observar una vida sana, que escoja una alimentación más energética y menos tóxica, debe ahorrar su propia vitalidad y huir de las pasiones y de los vicios deprimentes. Considerando que la capacidad de penetración de sus fluidos depende muchí­simo de su frecuencia psíquica y de su equilibrio mental, es necesario que no se deje desarmonizar por expresiones coléricas, celos, maledicencia, venganza o lujuria. El enfermo, a su vez, también tendrá que elevar su patrón psíquico moral, auxiliando su propia curación mediante un estado mental positivo, capaz de asimilar sin desperdicio alguno, las energías que recibe del pasista. En vez de exigir de éste que por estricta obligación debe movilizar sus fuerzas magnéticas en exceso, para disolver los miasmas psíquicos o las toxinas circulantes en su periespíritu, el enfermo debe ayudar a limpiarlo poniendo en acción su ín­tima concentración energética y completa confianza en la tera­péutica fluídica.

Cuando coinciden en una inteligente sintonía de relaciones entre el pasista y el canceroso, después de cierto tiempo llegan a obtener aprovechamiento y efectos admirables, que los más desaprensivos juzgan como resultados milagrosos. La cooperación consciente y dinámica del paciente, unida a su optimismo, lo ayuda a obtener claridades en el aura de su periespíritu, favo­reciendo la penetración del más pródigo magnetismo del pasista. Recuerda el caso de una copa de agua sucia, que siempre será más fácil sustituirla por agua limpia, si con anterioridad es va­ciada la primera, pues sería bastante tonto seguir echando poco a poco la limpia sobre el agua sucia, hasta que ésta se vuelva limpia. De igual forma sucede con los pases magnéticos sobre los cancerosos u otros enfermos: es necesario que ellos, de inicio, ayuden a volatilizar de su periespíritu la mayor cantidad de masa fluídica perniciosa que se acumula por los descuidos mo­rales, por la melancolía, por la incredulidad y por los pensa­mientos depresivos o torpes. Es preciso que expulsen, también de "adentro hacia afuera", el fluido sucio de.1 aura, con el fin de que se aproveche el fluido limpio de la transfusión.



Pregunta: Hemos observado que es generalizada la idea de que el pasista se rehace rápidamente de la pérdida de los fluidos que transmite a los enfermos, así como que su fuerza magnética es un don, una facultad o una adquisición, que nada tiene que ver con las exigencias receptivas del paciente. ¿Qué podéis decirnos al respecto?

Ramatís: Creemos que no os será muy difícil valorar cuan delicada es la tarea del pasista altamente espiritualizado y que vibra en alta frecuencia, cuando necesita insuflar sus emanacio­nes magnéticas en el aura del magnetismo denso de los enfermos psíquicamente abatidos por el desánimo o animalizados por las pasiones groseras. Es evidente que, por grande que sean el amor y la abnegación existentes en un médium de pases magnéticos, su trabajo resultará casi inútil si el paciente no emprende su renovación mental y no se integra en el Evangelio de Jesús o en los principios nobles y elevados de cualquier otra doctrina loable, de la pedagogía espiritual.

Conforme nos relata la tradición evangélica, Jesús curaba los enfermos por el simple contacto de sus manos benditas, gra­cias a la fuerza extraordinaria del magnetismo sublimado y de la frecuencia elevada de su periespíritu. No obstante, sabemos que muchas criaturas no pudieron ser curadas por él, porque no presentaban las condiciones morales receptivas, indispensables para poder captar el sublime magnetismo del Maestro. En sus auras, hervían todavía las larvas, los miasmas, los bacilos y los gérmenes psíquicos del mundo astral torturado, que oponían re­sistencia a cualquier insuflación de energía angelical.




Yüklə 1,25 Mb.

Dostları ilə paylaş:
1   ...   144   145   146   147   148   149   150   151   152




Verilənlər bazası müəlliflik hüququ ilə müdafiə olunur ©muhaz.org 2024
rəhbərliyinə müraciət

gir | qeydiyyatdan keç
    Ana səhifə


yükləyin