EVOLUCIÓN DE LA HOMEOPATÍA
Pregunta: Si los espíritus desencarnados pueden prever con más certeza los acontecimientos futuros de nuestro mundo, ¿podéis decirnos si el empleo de la Homeopatía tiende a difundirse, del mismo modo que sucedió con la Alopatía?
Ramatís: Tal como innumerables realizaciones e idealizaciones empíricas consideradas en otra hora como charlatanismo, se imponen actualmente como eventos científicos incontestables, la Homeopatía se ha de consagrar como una de las más exactas de las ciencias para curar al ser humano. Actualmente, la medicina alópata se siente casi impotente para solucionar muchos casos de enfermedades que se multiplican incesantemente, mientras que la farmacología moderna, bajo desesperada competencia comercial, se ve obligada a sustituir sus medicamentos con igual prisa que los modistos hacen variar la moda femenina.
El desenvolvimiento mental del ciudadano del siglo XX, como los actuales descubrimientos científicos en la esfera electrónica, dan suficiente capacidad al hombre para comprender el mecanismo del mundo infinitesimal y el consecuente poderío de las dosis dinamizadas de la Homeopatía. Pero es evidente que la historia siempre se repite cuando ocurren descubrimientos valiosos para la humanidad, pues ésta es renuente a reconocer los valores de sus grandes pioneros. A pesar de la consagración moderna del magnetismo y del hipnotismo terapéutico, Mesmer y Braid, sus descubridores, fueron considerados en su época, como hábiles charlatanes. Pasteur, hoy consagrado como una de las glorias irrefutables de la ciencia médica, fue también hostilizado cuando intentó demostrar la vida microbiana, Harwey, descubridor de la circulación sanguínea, y Semmelweis, el médico que identificó la fiebre puerperal, fueron considerados necios, pese a que sus descubrimientos forman hoy las bases de los más rigurosos tratados científicos modernos.
Samuel Hannemann, el genio de la Homeopatía, sobrellevó su vida con amargura por la persecución y sarcasmo de los médicos alópatas. Pero todo eso se ha de transformar en el más profundo respeto al criterio científico de la Homeopatía, pues llegará el momento en que la ciencia médica se arrepentirá de haber olvidado a aquel hombre durante tanto tiempo. Fue uno de los más grandes científicos de la humanidad, y su método terapéutico, encuadrado en la ley de que "los semejantes curan a los semejantes", es el mismo que la Naturaleza acostumbra a emplear en el tratamiento de las enfermedades crónicas, cuando, bajo genial proceso, acrecienta otra función enfermiza a la dolencia que pretende curar.
Los médicos alópatas, no ignoran que la ley del "similia similibus curantur" rige también los principios de la vacinoterapia, de la insensibilización alérgica en el tratamiento hormonal y forma parte de otras distintas terapéuticas modernas, mientras son preparados en dosis infinitesimales, los histamínicos, los isótopos, los coloides y los insensibilizadores. Después de los descubrimientos que la ciencia logró en el terreno de la energía nuclear, ya no se puede dudar más del dinamismo establecido por Samuel Hannemann en su trabajo homeopático.
Pregunta: Los mentores espirituales de nuestro planeta, ¿no podrían auxiliar la medicina alópata en la consolidación de su terapia, de modo tan preciso que se pudiese omitir el método homeopático? Si éste está opuesto a la práctica tradicional de la primera, ¿no sirve para aumentar aun más la competencia entre dos escuelas diferentes?
Ramatís: El progreso y la purificación de vuestra humanidad son acontecimientos previstos en un gran plano espiritual mediante el cual es supervisada la vida terrenal, encuadrándose todos sus acontecimientos en una disciplina superior, con el fin que cada cosa pueda encuadrarse en su ciclo exacto, en beneficio de la evolución general. La técnica evolutiva de la vida del hombre, determina que, a medida que cierta cosa se consolida, otra debe estar pronta para sustituirla en el futuro.
Cuando la medicina alópata mal consolidaba aun sus principios fundamentales, organizando su cuerpo doctrinario y disciplinando la formación médica por el curso académico, la ley progresista orientaba los primeros estudios y experimentaciones, todavía indecisos, en la esfera de la Homeopatía.
Samuel Hannemann y sus devotos discípulos, como espíritus misioneros al servicio del bien de la humanidad, descubrían las primeras leyes y establecían las reglas fundamentales de un nuevo sistema terapéutico que más tarde deberá imponerse al viejo método de curar, convirtiéndose en preciosa contribución a la Medicina terrenal.
Como los homeópatas se asemejan a valerosos pioneros atravesando la selva hostil de los sarcasmos y desconfianza médica alópata, no pudiendo aun revelar toda la capacidad de la Homeopatía, el plano espiritual mueve otros recursos terapéuticos, cuyas raíces, por ahora ocultas, parecen basarse en los mismos principios que rigen las curas mediante las experiencias homeopáticas.
Se trata de la moderna medicina "Psicosomática", que considera al hombre como algo más importante que una simple máquina y pretende tratarlo como una entidad global, un todo cuerpo-alma, y considerarlo terapéuticamente en todas sus relaciones íntimas con el ambiente. En consecuencia, es una eficiente terapia que servirá para llegar más fácilmente a la psicoterapia, libre, por tanto, del medicamento material.
Con esta explicación, os será fácil comprender que en el tratamiento de la salud del hombre, la Ley Espiritual va empleando distintas técnicas compatibles con su progreso mental y científico, pero procurando siempre su mayor elevación y cura psíquica. He ahí por qué los métodos de la medicina bárbara del pasado —como la exageración en la cauterización mediante el hierro al rojo vivo, la excentricidad de las mutilaciones, ventosas, sedales, exutorios, fontanelas, sanguijuelas y de la terapéutica escatológica, el tratamiento por medio de los vomitivos y purgantes en masa, la medicamentación contradictoria, versátil y tóxica de la medicina alópata— fueron apenas grados preparatorios e hilos intermediarios que consolidan el éxito de la terapéutica homeopática, preparando el terreno para la futura medicina psicoterápica pura y racional, cuando el hombre consiga mayor adelantamiento espiritual.
La Homeopatía no es una doctrina médica deliberadamente adversa a la Alopatía y sí una resultante natural del progreso terapéutico en el mundo terreno, conforme con la evolución mental y psicológica del hombre. Es un método que no debe ser subestimado y que no desaparecerá bajo cualquier crítica académica, porque representa exactamente una de las etapas avanzadas de la Ciencia Médica, en camino hacia la Psicoterapia absoluta.
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