Pregunta: ¿No sería justo que solamente pudiera recetar el médico homeópata?
Ramatís: No nos cumple juzgar ese campo de acción, porque tanto existen médicos homeópatas que no prescriben bajo el rigorismo de la Homeopatía y sí en-función de síntomas exteriores, como médicos alópatas que practican la terapéutica de las dosis infinitesimales sin conocer sus fundamentos iniciáticos, haciéndolo con la más absurda contradicción. Si merece censuras el lego que receta Homeopatía, en el otro extremo, ¡también merecerá censuras el médico alópata que la prescribe de modo tal que, en general queda muy por debajo de muchos curanderos estudiosos!... En el campo terapéutico de la Homeopatía, tanto podéis encontrar al médico ex alópata, que pasa a recetar sin conocimientos científicos y técnicos de la doctrina expuesta por Hahnemann, como podréis encontrar al charlatán sin diploma, pero un purista y sabio de las leyes homeopáticas, capaz de prescribir con seguridad y conocimiento lógico de esa elevada ciencia. ¡El homeópata, como ya os hemos dicho, antes de convertirse en un exigente científico, debe ser un filósofo y un hombre bueno! ¡El no debe recetar a distancia psíquica del problema de su paciente, pues por encima del interés utilitarista, debe "sentir" y "vivir" las angustias de aquel que le ruega la cura de sus males! Tratándose de medicina de profundo respeto para con las propias mutaciones espirituales del individuo, al homeópata no le interesa apenas identificar los males de su cliente bajo la brillantez científica de las enfermedades clásicas, ¡sino que le cumple auscultar los desequilibrios y las desarmonías de su alma!
Es por eso que ciertas recetas mediúmnicas producen resultados asombrosos, pues siendo preceptuadas por médiums dignos y estudiosos, la intuición les manda prescribir la dosis perfectamente sintonizada con las necesidades del psiquismo del enfermo, gracias a la excelente inspiración que logran a veces de los espíritus bienhechores. El médico homeópata, que investiga también en el campo psíquico de sus pacientes, se va volviendo poco a poco una criatura sensible a la voz interior, que le sugiere las más exactas y verdaderas prescripciones terapéuticas.
Pregunta: ¿Tiene la Ley Kármica alguna relación íntima con los padecimientos de ciertos individuos sometidos a tratamientos dolorosos, a través de la cirugía o de la terapéutica alópata?
Ramatís: Actualmente, debido al estado moral y espiritual del ciudadano terrestre, la Ley Kármica preconiza todavía un tratamiento doloroso a base de hipodérmica, tubos, cauterizaciones, drenajes, operaciones o extracciones de órganos debilitados, aplicaciones e ingestión de medicamentos repulsivos, tóxicos y lesivos, que funcionan como efectos de las causas culpables del pasado.
En vista de haber evolucionado los métodos penales de las leyes humanas con la abolición de las torturas medievales, los médicos —muchas veces sin saberlo— funcionan como instrumentos de rectificaciones kármicas, en sus pacientes. ¡Aquí, el usurpador cruel del pasado, que oprimía a sus adversarios políticos, sufre atrozmente debido a la llaga infecciosa y rebelde, que surge en un órgano que fue operado precipitadamente; allí, el viejo inquisidor del "Santo Oficio", que estirado en la cama de lujoso hospital, se muestra completamente perforado por hipo-dérmicas, con las carnes maceradas por las jeringas de los sueros y de las transfusiones de sangre que gotean a través de tubos suspendidos de aparatos especiales, como si fuesen instrumentos de tortura; allá, la feroz hacendada que se servía del fuego para torturar a sus infieles esclavos, se encuentra transformada en otra figura humana sometida a terribles cauterios e intervenciones cruciales, mientras su corazón debilitado no permite la menor intervención de la anestesia para hacerle olvidar el sufrimiento.
Por eso, aquellos que consiguen curarse por la Homeopatía y son electivos para su tratamiento suave, se deben considerar criaturas privilegiadas, por hallarse a salvo de la violencia alópata. El hecho de que las criaturas necesiten todavía recorrer el "vía crucis" de los consultorios médicos alópatas, someterse a los exámenes radiográficos, experimentaciones dolorosas, tratamientos espartanos y hospitalizaciones urgentes, mientras sus males se agravan día por día, es, sin duda, ¡porque aun gimen bajo un karma penoso!
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