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Autores y obras importantes de la literatura clásica



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Autores y obras importantes de la literatura clásica


Cuando hablamos de mundo clásico nos referimos a las civilizaciones griega y romana, cuya influencia perdura hasta nuestros días y constituye el componente fundamental de la cultura occidental.

Muchos aspectos de nuestra vida actual tienen sus remotos orígenes en el mundo clásico. La democracia, la república, la filosofía, la poesía, la tragedia e inclusive el atletismo, las olimpiadas y la escuela nacieron muchos siglos atrás, en las costas del mediterráneo.

La civilización griega se remonta a la cultura de los aqueos. Esta cultura fue modificada posteriormente con la llegada de nuevos pueblos que, poco a poco, fueron consolidando una gran civilización formada por polis (ciudades-estados). La civilización griega llego a su plenitud alrededor del siglo V a. de. C., cuando Atenas alcanzo un formidable desarrollo artístico y cultural. Por otra parte, los hombres comunes anteriormente excluidos de la política por la nobleza empezaron a participar en ella, convirtiendo a Atenas en la primera democracia de nuestra historia.



LA MITOLIGIA, FUENTE INAGOTABLE DE TEMAS LITERARIOS

Cada cultura tiene una explicación diferente sobre el origen del mundo y del hombre. Los griegos representaron a través de bellísimos mitos.

Los personajes de estos mitos eran los dioses y los héroes. Los dioses eran inmortales y sumamente poderosos, pero también tenían mucho parecido con los humanos inclusive compartían con los hombres sus virtudes y defectos: celos, envidia, rencor, etc. Otros mitos eran protagonizados por los llamados héroes, hombres que tenían cualidades extraordinarias por ser hijos de un dios y un mortal.

Los dioses griegos inagotable fuente de inspiración para los poetas, fueron adoptados posteriormente por los romanos, y desde entonces hasta la actualidad, durante siglos y siglos, los mitos griegos han inspirados muchas manifestaciones artísticas de poetas, escritores, escultores y pintores.



EL ARTE GRIEGO

El arte griego se caracterizó por la búsqueda de la belleza y la perfección de los artistas, en especial los escultores se esforzaron por expresar la belleza ideal del cuerpo humano, que estaban en el equilibrio y la armonía.



LA LITERATURA GRIEGA

POESIA EPICA

Los primitivos habitantes de Grecia, los pueblos de las civilizaciones egea y micénica, poseyeron una literatura oral compuesta en su mayor parte por canciones que hablaban de las guerras, las cosechas y los ritos funerarios. Los helenos se apropiaron de estas canciones en el segundo milenio a.C. y, aunque no se conserva ningún fragmento, los cantos de los aedos dedicados a los héroes prefiguran la poesía épica.

La épica griega alcanzó su máximo esplendor con la Ilíada y la Odisea de Homero, aunque se cree que pueden ser obra de una sucesión de poetas que vivieron a lo largo del siglo IX a.C. Escritos en dialecto jónico con mezclas eólico, la perfección de sus versos hexámetros dáctilos indica que los poemas son la culminación, más que el principio, de una tradición literaria. Los poemas épicos homéricos se difundieron en las recitaciones de cantores profesionales que, en sucesivas generaciones, alteraron el original, actualizando el lenguaje. Esta tradición oral se mantuvo durante más de cuatro siglos.

Otros acontecimientos míticos y heroicos que no se celebran en la obra homérica o que no se narran en su totalidad, se convirtieron en el argumento de varios poemas épicos posteriores, algunos de cuyos fragmentos se conservan. Un grupo de estos poemas épicos, compuestos entre 800-550 a.C., por un número indeterminado de poetas conocidos como poetas cíclicos, tratan de la guerra de Troya y la expedición de Los Siete contra Tebas. Entre los poetas épicos conocidos, casi todos posteriores, se cuentan Pisandro de Rodas, autor de la Heracleia, que trata de las hazañas del héroe mitológico Hércules; Paniasis de Halicarnaso, que escribió una obra también llamada Heracleia, de la que sólo se conservan algunos fragmentos, y Antímaco de Colofón o Claros, autor de la Tebas y considerado fundador de la llamada escuela de poesía épica. Antímaco influyó poderosamente en los poetas épicos alejandrinos posteriores

La crítica textual contemporánea ha establecido que varias de las obras atribuidas en un principio a Homero son de autoría posterior. Las más tempranas son, probablemente, los llamados 34 himnos homéricos, fechados entre el 700 y el 400 a.C., una magnífica serie de himnos a los dioses escritos en hexámetros dactílicos. Entre otros poemas semejantes destaca la burlesca Batracomiomaquia.

Poco después de Homero, el poeta Hesíodo escribió su obra principal, Los trabajos y los días, compuesta también en dialecto jónico con algunas mezclas de eólico. Es el primer poema griego que abandona la leyenda o el mito para centrarse en la vida cotidiana, las experiencias y pensamientos de un granjero beocio. La Teogonía, normalmente atribuida a Hesíodo, aunque algunos críticos la consideran posterior, narra el nacimiento del orden a partir del caos y el de los dioses.

El dístico elegíaco se popularizó en toda Grecia durante el siglo VII a.C. y se utilizó en composiciones de todas clases, desde canciones fúnebres a canciones de amor. El primer autor conocido de elegías fue Calino de Éfeso. Otros famosos poetas elegíacos primitivos fueron Tirteo de Esparta, Mimnermo de Colofón, Arquíloco de Paros, Solón el primer poeta ateniense y Teognis de Megara.

POESIA LIRICA

La lírica procede de canciones acompañadas de la lira, y en la antigua Grecia había dos tipos principales, la personal y la coral.

La lírica personal se desarrolló en la isla de Lesbos. El poeta y músico Terpandro, que había nacido en Lesbos pero que vivió casi toda su vida en Esparta, está considerado como el primer poeta lírico griego porque fue el que antes compuso música y poesía. La mayor parte de sus poemas eran nomos o himnos litúrgicos en honor de Apolo, y cantados por un solo intérprete acompañado de la lira.

Después de Terpandro aparecieron en el siglo VII a.C. los grandes poetas de Lesbos. Los poemas líricos de Alceo, inventor de la estrofa alcea, hablan de temas políticos, religiosos e intimistas. Safo, la poetisa más importante de la antigua Grecia, creó la estrofa sáfica aunque escribió también en otras formas líricas. Sus poemas de amor y amistad se encuentran entre los más apasionados y mejor trabajados de la tradición occidental. Los poetas lésbicos, así como varios poetas líricos posteriores de otras ciudades griegas, compusieron en dialecto eólico.

En el siglo VI a.C., el poeta Anacreonte escribió alegres poemas sobre el vino y el amor en varios metros líricos; sus obras posteriores, similares en tono y tema, se conocen como anacreónticos. También escribió dísticos (pareados) elegíacos, epigramas y poemas en metros yámbicos.

La lírica coral surgió en el siglo VII a.C. obra de poetas que escribieron en dialecto dórico, dominante en la región de Esparta, y que se utilizó incluso en épocas posteriores cuando los poetas de otros lugares de Grecia adoptaban este género lírico. Los poetas espartanos fueron los primeros en escribir de esta forma canciones para celebraciones públicas religiosas. Más tarde lo hicieron para celebrar triunfos personales, como, por ejemplo, una victoria en los juegos olímpicos.

Taletas, que viajó de Creta a Esparta para sofocar una epidemia con himnos corales a Apolo, fue probablemente el primer poeta lírico coral. Le siguieron Terpandro, que escribió tanto poemas líricos intimistas como corales; Alcmán, autor sobre todo de partheneia, es decir, himnos procesionales corales cantados por un coro de doncellas y de carácter parcialmente religioso, de tono más ligero que los himnos a Apolo; y Arión, posible creador del ditirambo (forma poética en honor a Dioniso) y del estilo trágico, que se utilizó ampliamente en el drama griego. Entre los grandes escritores posteriores de poemas líricos corales se encuentran el poeta siciliano Estesícoro, contemporáneo de Alceo, que introdujo la forma ternaria de la oda coral, consistente en series de grupos de tres estrofas; Íbico de Reggio, autor de un largo fragmento que se conserva de una oda coral ternaria y de poemas líricos personales eróticos; Simónides de Ceos, cuya lírica coral incluye epinicia, u odas corales en honor de los vencedores en los juegos olímpicos, encomia, o himnos corales en honor a personas concretas, y cantos fúnebres, además de poemas líricos personales que incluyen epigramas; y Baquílides de Ceos, sobrino de Simónides, que escribió epinicios, de los que se conservan trece, y ditirambos, cinco de los cuales han llegado hasta la actualidad.

La lírica coral alcanzó su apogeo hacia mediados del siglo V a.C. en las obras de Píndaro, que escribió muchos poemas de este género en todas las formas, incluyendo himnos, ditirambos y epinicios. Se conserva cerca de la cuarta parte de su obra, principalmente epinicios con la estructura trinaria creada por Estesícoro. Las tragedias de la época incluyen muchas odas corales importantes.



EL TEATRO

A inicios de la primavera, las ciudades griegas celebraron fiestas populares en honor a Dionisio, dios del vino. Estas eran parecidas a los carnavales: la gente bailaba cantaba y se emborrachaba en las calles. Unos coros desfilaban por la ciudad, dirigidos por una persona que se llamaba corifeo. Paulatinamente los coros comenzaron a entablar diálogos con el corifeo, lo cual dio origen al establecimiento de parlamentos fijos para cada uno de ellos. De esta manera nació la forma expresiva fundamental del teatro: el dialogo.

Con el paso del tiempo algunos interrogantes del coro se especializaron en la recitación de algunos pasajes del parlamento, con lo cual se dio origen a la figura del actor. Al comienzo el número de actores era muy reducido: dos o tres a lo sumo. Sin embargo , junto con el corifeo y el coro conformaron los elementos básicos de la representaciones teatrales en la Grecia antigua.

El siguiente paso en la evolución del teatro fue la localización especifica de la representación: se abandona la calle como escenario de los diálogos y se creó un lugar especial: el teatro, un espacio destinado exclusivamente para la representación de los diálogos.

Había dos tipos principales de obras, la tragedia y la comedia. Aunque ambas estaban escritas en verso existían entre ellas diferencias notables.

LA TRAGEDIA

La tragedia, tal y como hoy se la conoce, se cree que fue creada en el siglo VI a.C. por el poeta ateniense Esquilo, que introdujo el papel de un segundo actor, aparte del coro. Sus tragedias, cerca de 90, versan sobre temas tan excelsos como la divinidad y las relaciones de los seres humanos con los dioses. Únicamente siete de sus obras han llegado hasta hoy, entre ellas Prometeo encadenado, que narra el castigo de Zeus al titán Prometeo, y la Orestiada, trilogía que retrata el asesinato del héroe griego Agamenón por su mujer, el de ésta por su hijo Orestes y el posterior destino de Orestes



LA COMEDIA

Uno de los más grandes poetas cómicos fue Aristófanes, cuya primera comedia, Daitaleis, hoy perdida, data del 427 a.C. Empleando la sátira dramática, ridiculizó a Eurípides en Las ranas y a Sócrates en Las nubes. Estas obras representan la antigua comedia de la literatura griega.

La comedia griega posterior se divide en dos grupos, la comedia media (400-336 a.C.) y la comedia nueva (336-250 a.C.). En la media, ejemplificada por las dos últimas obras de Aristófanes, La asamblea de las mujeres y Pluto, ambas escritas entre 392 y 388 a.C., la sátira personal y política se reemplaza por la parodia, la ridiculización de los mitos y la crítica literaria y filosófica. Los principales autores de la comedia media fueron Antífanes de Atenas y Alexis de Thruil. Sólo se conservan fragmentos de sus obras.

En la comedia nueva, la sátira se sustituye por la comedia social, con tramas y personajes cotidianos y familiares, y temas de amor romántico. El principal autor de esta comedia nueva fue Menandro, cuya influencia alcanzó a los dramaturgos latinos de los siglos III y II a.C., sobre todo a Plauto y Terencio. Se conservan una obra completa de Menandro, El tacaño, y fragmentos de otras.



AUTORES

Homero, nombre tradicionalmente asignado al famoso autor de la Ilíada y la Odisea, las dos grandes epopeyas de la antigüedad griega. Nada se sabe de su persona, y de hecho algunos ponen en duda que sean de él estas dos obras. Sin embargo, los datos lingüísticos e históricos de que se dispone, permiten suponer que los poemas fueron escritos en los asentamientos griegos de la costa oeste de Asia Menor, hacia el siglo IX a.C.



LA ILIADA

Las dos epopeyas narran hechos legendarios que supuestamente ocurrieron muchos siglos antes de la época en que fueron escritas. La Ilíada se sitúa en el último año de la guerra de Troya, que constituye el telón de fondo de su trama. Narra la historia de la cólera del héroe griego Aquiles. Insultado por su comandante en jefe, Agamenón, el joven guerrero Aquiles se retira de la batalla, abandonando a su suerte a sus compatriotas griegos, que sufren terribles derrotas a manos de los troyanos. Aquiles rechaza todos los intentos de reconciliación por parte de los griegos, aunque finalmente cede en cierto modo al permitir a su compañero Patroclo ponerse a la cabeza de sus tropas. Patroclo muere en el combate, y Aquiles, presa de furia y rencor, dirige su odio hacia los troyanos, a cuyo líder, Héctor (hijo del rey Príamo), derrota en combate singular. El poema concluye cuando Aquiles entrega el cadáver de Héctor a Príamo, para que éste lo entierre, reconociendo así cierta afinidad con el rey troyano, puesto que ambos deben enfrentarse a la tragedia de la muerte y el luto.



LA ODISEA

La Odisea narra el regreso del héroe griego Odiseo de la guerra de Troya. En las escenas iníciales se relata el desorden en que ha quedado sumida la casa de Odiseo tras su larga ausencia. Un grupo de pretendientes de su esposa Penélope está acabando con sus propiedades. A continuación, la historia se centra en el propio héroe. El relato abarca sus diez años de viajes, en el curso de los cuales se enfrenta a diversos peligros, como el cíclope devorador de hombres, Polifemo, y a amenazas tan sutiles como la que representa la diosa Calipso, que le promete la inmortalidad si renuncia a volver a casa. La segunda mitad del poema comienza con la llegada de Odiseo a su isla natal, Ítaca. Aquí, haciendo gala de una sangre fría y una paciencia infinitas, pone a prueba la lealtad de sus sirvientes, trama y lleva a efecto una sangrienta venganza contra los pretendientes de Penélope, y se reúne de nuevo con su hijo, su esposa y su anciano padre.



IMPORTANCIA DE SU OBRA

El merito de Homero no está en la creación de los argumentos, ya que estos fueron tomados de leyendas muy conocida de su época, si no en el bello lenguaje que emplea para relatarlos. A lo largo de la obra se suceden poéticas descripciones y hábiles recursos con los que Homero da vida a sus personajes. El más conocido de estos recursos es el empleo de los epítetos con los que acompaña los nombres de sus protagonistas: Aquiles, el de los pies ligeros; Odiseo, el destructor de las ciudades, atenea, la de los ojos de lechuza, etc.

Además, sus personajes son recordados a través de los siglos porque son profundamente humanos: sufren pasiones encendidas, odio y venganza, pero también actúan con lealtad, sienten amor y nostalgia y aceptan las limitaciones que les son impuestas por unos seres superiores: los dioses.

SOFOCLES

Sófocles nació en Colono Hípico (hoy parte de Atenas) alrededor del año 496 a.C. Hijo de Isofilo, un acomodado fabricante de armaduras, Sófocles recibió la mejor educación aristocrática tradicional. De joven fue llamado a dirigir el coro de muchachos para celebrar la victoria naval de Salamina en el año 480 a.C. En el 468 a.C., a la edad de 28 años, derrotó a Esquilo, cuya preeminencia como poeta trágico había sido indiscutible hasta entonces, en el curso de un concurso dramático. En el 441 a.C. fue derrotado a su vez por Eurípides en uno de los concursos dramáticos que se celebraban anualmente en Atenas. Sin embargo, a partir del 468 a.C., Sófocles ganó el primer premio en veinte ocasiones, y obtuvo en muchas otras el segundo. Su vida, que concluyó en el año 406 a.C., cuando el escritor contaba casi noventa años, coincidió con el periodo de esplendor de Atenas. Entre sus amigos figuran el historiador Herodoto y el estadista Pericles. Pese a no comprometerse activamente en la vida política y carecer de aspiraciones militares, fue elegido por los atenienses en dos ocasiones para desempeñar una importante función militar.



SUS TEMAS Y PERSONAJES

Lo más importante para Sófocles era el estudio del alma humana. Sus personales son seres humanos sacudidos por ondas pasiones (el sufrimiento, la traición, la venganza, el deshonor, etc.) y agitados por un destino que no pueden controlar con su voluntad.

Sófocles no se muestra ajeno al sufrimiento de los hombres sino que los expone con dramática claridad.

Uno de los aspectos más interesantes del estilo de Sófocles es la presentación de la psiquis de los personajes. El conflicto trágico en Sófocles no es el carácter absoluto, es decir, no se plantea en función del cumplimiento de un destino inexorable, sin o que surge el interior del alma humana como una contraposición entre el sujeto y el mundo. En este sentido, los conflictos de las tragedias de Sófocles tiene una dimensión muy interesante. Esta forma básica del conflicto será retomada siglos después en otros géneros típicamente modernos tales como la novela y el drama



LITERATURA ROMANA

LA INFLUENCIA GRIEGA

A la llegada de los conquistadores romanos, Grecia ya había alcanzado el punto más alto de sus logros culturales e iniciaban la decadencia. Los romanos, entusiasmados por una cultura muy superior a la suya, empezaron por copias los modelos griegos de la arquitectura y escultura. Es así como construyeron templos con columnas y frontis, y también esculpieron retratos realistas al estilo griego.

Incluso la mitología griega se trasladó al mundo romano con ligeras modificaciones: cambiaron los nombres de los dioses, pero no las virtudes y poderes que los caracterizaba.

Esta adaptación del mundo griego sirvió como fundamento para el florecimiento de las formas artísticas de expresión al interior del imperio.

En cuanto a la literatura, los romanos se esforzaron por adaptar a su lengua, el latín, los modelos griegos del teatro, la poesía épica y la lírica. Por eso la literatura romana se considera una prolongación de la griega, pero revitalizada con la energía y la lengua del joven pueblo romano.

PRINCIPALES PERIODOS DE LA LITERATURA LATINA

La literatura anterior a la conquista de Grecia era bastante rudimentaria. No existían aun los tres géneros literarios clásicos (épica, lírica y teatro) y consistía en pequeñas composiciones poéticas denominadas carmina que se interpretaba en los actos públicos y en las ceremonias religiosas.



SIGLO III Y II a. de C.: EL FLORECIMIENTO DEL TEATRO

El natalicio de la literatura latina suele ubicarse en el año 240 a. de. C. Ese año, los magistrados romanos encargaron al Livio Andrónico, un esclavo griego, que tradujera y adaptara una comedia y una tragedia griegas para ofrecerlas al pueblo romano como un espectáculo más de los juegos públicos. El éxito determinó que desde entonces la representación de este tipo de obras se hiciera habitual.

Pero el teatro romano tenía un objetivo muy diferente al del teatro griego: no pretendía la catarsis o purificación de las pasiones, sino que era un espectáculo más, como el circo , cuyo fin era divertir y hacer reír al público.

Esto se debe fundamenta a que en el alma romana no existía una conciencia clara del valor ritual que para los griegos tenían las representaciones dramáticas: la puesta en escena de los acontecimientos vividos por los personajes no tenía un sentido trascendental sino que se contemplaba desde el exterior, sin lograr la identificación que provocaba la catarsis.

Por eso, los romanos prefirieron la comedia a la tragedia; y en especial, l presentación de la costumbres situaciones amorosas y de la vida diaria, con presencia de los “personajes tipo” y que culminaba con un final feliz.

LA EPOCA DE AUGUSTO: LA EDAD DE ORO DE LA POESIA LATINA

A diferencia de la poesía griega, compuesta para ser recitada o cantada, la romana fue creada para ser leída y difundida a través de un manuscrito.

La poesía latina vivió sus momentos más fructíferos y brillantes durante la época del emperador augusto (de finales del siglo I a. de c. A principios del silgo I d. de. c.) ello se debió en gran parte al propio augusto y también a su ministro mecenas, quienes dieron considerable protección a los escritores de la época, tanto épicos como líricos.

LA EPICA: las epopeyas griegas despertaron en los romanos deseos de tener una poesía épica nacional, que explicara los orígenes de roma. Entonces Virgilio, poeta romano emprendió la tarea de escribir la Eneida. En esta obra se ubican los orígenes de roma en el admirado mundo griego.

LA LIRICA: durante siglos, los poetas latinos se esforzaron para crear una lengua poética tan rica y expresiva como el griego; pero sus versos no conseguían la gracia y la musicalidad de los versos escritos de la lengua griega. En la poesía lírica, este esfuerzo culmino en el siglo I a de c. Con Virgilio y Horacio, inspirándose en los poetas griegos, lograron una poesía lírica propiamente latina y de plenitud.

Las obras de estos poetas son, hasta hoy pieza maestra de la literatura universal.



AUTORES

VIRGILIO


próximo a Mantua. Su padre era un humilde campesino. Virgilio estudió en profundidad las literaturas griega y romana, además de retórica y filosofía, en Cremona, Mediolanum (hoy Milán), Roma y Nápoles. Gracias a la protección del político romano Cayo Mecenas, Virgilio se vio libre de preocupaciones económicas y pudo entregarse plenamente al estudio y a la literatura. Pasó la mayor parte de su vida en Nápoles y Nola, y entre sus amigos más íntimos figuran su protector y mecenas, Octavio, que más tarde se convertiría en el emperador Augusto, y muchos eminentes poetas, como Horacio y Lucio Vario Rufo. En el año 19 a.C. emprendió un viaje por Grecia y Asia, con la intención de revisar su obra maestra, la Eneida, prácticamente terminada para entonces, y dedicar el resto de su vida al estudio de la filosofía. En Atenas, se reunió con Augusto y regresó con él a Italia. Virgilio enfermó antes de embarcar y murió poco después de su llegada a Brindes (hoy Brindisi). En su lecho de muerte, Virgilio ordenó a Augusto que destruyera la Eneida; sin embargo, el poema fue revisado y publicado por Vario Rufo y Plotio Tuca.

EL CANTOR DE LA NATURALEZA Y DE LA PATRIA

De temperamento tímido y melancólico, Virgilio es conocido como “el cantor de la naturaleza” porque se inicio como escritor con dos importantes obras. Las bucólicas y las geórgicas, en las que presenta una naturaleza idealizada, donde la vida transcurre en forma sosegada, suave y apacible.

+sin embargo, también es el centro de la patria, a que su obra más perfecta, la Eneida, vincula el origen del pueblo romano con el glorioso pasado griego.

La Eneida narra las aventuras de Eneas (héroe de la guerra de Troya que se narra en la Ilíada) quien, después de realizar muchas hazaña, se instala en el lacio, región donde más tarde dará comienzo a la estirpe romana.

Con la Ilíada, Virgilio no sólo buscaba explicar los orígenes heroicos de Roma, sino también resumir todo su pasado, sus personajes ilustres y sus instituciones.


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