ASOCIACIÓN DE MÉDICOS CATÓLICOS DE USA Veamos lo que nos dicen los médicos católicos norteamericanos sobre la homosexualidad:
Hay intentos frecuentes de convencer al público de que la atracción homosexual tiene base genética. Si la atracción sexual fuese genética, entonces se esperaría que mellizos idénticos tuvieran la misma orientación sexual. Pero hay numerosos casos de mellizos idénticos que no son idénticos en su orientación sexual. Las personas se sienten atraídas por personas del mismo sexo por distintas razones. Pueden encontrarse algunas de las siguientes causas:
Alienación del padre en la infancia, porque el padre fue percibido como hostil, distante, violento o alcohólico.
La madre sobreprotectora. Madre necesitada de afecto y exigente con los niños.
Los padres no fomentaron la identificación con el propio sexo.
Ausencia de juegos más o menos violentos en los niños.
Abuso sexual o violación.
Fobia social o mucha timidez.
Pérdida de un padre por muerte o divorcio…
El etiquetar a un adolescente, o peor a un niño, como homosexual sin remedio hace un muy flaco servicio a la persona. Tales adolescentes o niños pueden recibir consejos adecuados para poder superar el problema de traumas emocionales anteriores. Hay informes autobiográficos de hombres, que creyeron alguna vez estar irremisiblemente amarrados a la conducta homosexual, y muchos de estos hombres y mujeres se describen ahora como libres de esta inclinación. La mayoría de estos individuos encontraron la libertad a través de participar en grupos de apoyo basados en la religión, aunque algunos también han buscado ayuda de terapeutas. Es muy importante que cada católico, que sienta esta atracción, sepa que hay esperanza y que puede encontrar ayuda. Uno de los grupos católicos de apoyo mejor conocidos es la organización llamada Courage (Coraje) y la organización afiliada Encourage (Estímulo). Es esencial que todo católico encuentre acceso fácil a estos grupos de apoyo y directores espirituales que apoyen de modo inequívoco las enseñanzas de la Iglesia y estén preparados para ofrecer ayuda de la más alta calidad. Un punto importante es que les enseñen a perdonar a quienes los han herido o rechazado, incluyendo a sus padres. Muchos no han contado a nadie sus experiencias negativas y llevan encima un gran sentimiento de culpa y de vergüenza. En algunos casos, aquellos que fueron abusados sexualmente, se sienten culpables, porque reaccionaron al trauma con comportamiento sexual equivocado. A veces, pueden sufrir de adicción sexual. La adicción no es fácil de superar. Recurrir frecuentemente a la confesión puede ser el primer paso hacia la liberación. El sacerdote debería recordar al penitente que, aún los casos más extremos de pecados en esta área, pueden ser perdonados, alentándolos a resistir a la desesperación, a perseverar y, al mismo tiempo, sugerirles algún grupo de apoyo que les sirva para controlar su adicción. Muchas de estas personas abusan del alcohol y de las drogas. Tal abuso puede debilitar la resistencia a las tentaciones sexuales. También, a veces, tienen pensamientos de desesperación y suicidio. En estos casos, el sacerdote debe asegurarles que Dios los ama y quiere que vivan una vida plena y feliz. Otros tienen problemas graves como la envidia o autocompasión. Por eso, el sacerdote tiene que ser para ellos una fuente de esperanza. En suma, el sacerdote debe ser Jesús para estos hijos amados de Dios, que están en una situación muy difícil. Debe ser compasivo y perdonar, pero firme, imitando a Jesús que decía: Vete y no vuelvas a pecar. Jeffrey Satinover, doctor en Medicina y Filosofía, ha escrito de acuerdo a su amplia experiencia con pacientes que sufren de atracción homosexual: “He tenido la gran suerte de haber encontrado a mucha gente que ha logrado salir del ambiente homosexual de vida. Cuando leo las dificultades que han encontrado, el coraje que han demostrado, me lleno de admiración… Son esas personas, previamente homosexuales, y todos aquellos que están luchando en este momento, que me parecen un modelo de todo lo que hay de bueno y posible en un mundo, que toma el corazón humano y al Dios de ese corazón, muy en serio. En mis exploraciones en el mundo del Sicoanálisis, la Sicoterapia y la Siquiatría nunca antes he visto curaciones tan profundas”. Los que quieren librarse de la atracción homosexual, frecuentemente, se vuelven en primer lugar hacia la Iglesia. La Asociación Médica Católica quiere estar segura de que encontrarán la ayuda y la esperanza que buscan37.