3.- El contexto histórico internacional
3.1.-.El siglo XXI debiera ser mirado como un escenario de grandes riesgos, pero de mejores opciones. Al menos, en cuanto a relaciones laborales ofrece efectivas oportunidades de las que careció el siglo XX, tan ensuciado por el odio y el resentimiento que dominó el mundo asociativo sindical entre 1919 y 1991, fechas que enmarcan el nacimiento de la Tercera Internacional, (fundada por Lenin en Moscú), y la extinción de la Unión Soviética, signo y símbolo del fracaso de las “democracias populares”.
3.2..- La citada Tercera Internacional, o Komintern, decidió utilizar los sindicatos como correas de trasmisión del pensamiento y el quehacer revolucionarios, que debían destruir el Estado burgués e implantar la dictadura del proletariado .Este sueño, que costó , en definitiva, unos 100.000.000 de muertos9, creó en todas partes un dilema: Apoyar al sindicato por ser una legítima herramienta de promoción de los trabajadores, implicaba, al mismo tiempo, favorecer una herramienta revolucionaria que debía destruir las empresas privadas y la economía fundada en la propiedad privada, para instaurar la dictadura del proletariado.
3.3.- En este amanecer del siglo XXI, el escenario es muy diferente. La violencia se hace presente en forma de un terrorismo atroz (Torres Gemelas, Madrid) y de conflictos raciales e históricos, principalmente en el Oriente Medio. Pero hay factores que justifican una actitud esperanzadora en la inmensa masa de la población pacífica del planeta. Miles de millones de seres humanos trabajan, gozan, sufren, triunfan y pierden, pero anhelan entendimiento y paz, y no piensan en conquistas guerreras, como ocurría en tiempos del Antiguo Testamento, de Alejandro el Grande, Aníbal, Gengis Khan, Hitler o Stalin. La Segunda Guerra Mundial y el balance de sus causas y sus infamantes secuelas impidió la Tercera Guerra – la nuclear-, que muchos temían. Dio paso, en cambio, a una cultura donde faltan todavía conductas educadoras y pacificadoras, pero, al menos, se rechaza la guerra de conquista y se espera hallar caminos para la paz. Estudios serios demuestran que entre las décadas 1960 y 1990 el crecimiento del producto en el mundo fue de 6,5 a 21,8 billones de dólares (de 1985), o sea, aumentó a tasa de 4% anual, más del doble del aumento de la población, que creció de 3.000 a 5.200 millones, o sea a tasa de 1,8%. En suma: el crecimiento per cápita, durante esos treinta años fue de 2,2% anual, vale decir, casi se duplicó en el período10. Hay, pues, una falla en educación y justicia social. Por su lado, el Tratado de Versalles ( 1919) , que selló la Primera Guerra Mundial, introdujo como su parte XIII la institución de la OIT y marcó , quizá para siempre en la conciencia de la humanidad , que no habría paz internacional sin justicia social. Igualmente planteó el problema tremendo del desarrollo y la equidad. ¿Qué debemos priorizar la equidad o el crecimiento? ¿Es posible condicionar el crecimiento a la mantención de la equidad en la distribución de la riqueza? Me inclino a pensar que los países avanzan como una oruga y no como un convoy ferroviario: primero avanza la cabeza, el cuerpo de estira; luego se contrae, y la cabeza vuelve a avanzar. Por ello, no debemos frenar la cabeza para que no se distancie de la cola, sino proteger la cola, para que no se quede atrás y dificulte el avance del cuerpo social.
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3.4.- Interesa recordar cómo evolucionaba el mundo en que vivimos, influyendo en los cambios nacionales que estuvimos revisando. Para no ir demasiado atrás: cinco años después de entrar en vigor el DFL 178 de 1931 (primer Código del Trabajo), mientras los empleados particulares daban una gran batalla gremial por la dictación de la ley 6020 – promulgada finalmente el 8 de febrero de 1937 - y los obreros preparaban la puesta en marcha de CTCH ( Confederación de Trabajadores de Chile) , estallaba la Guerra Civil Española ( 1936-1939), prolongada y universalizada en la Segunda Guerra Mundial ( 1939-1945); y la inquietante posguerra, con sus desconfianzas , amenazas y nuevas guerras - (Corea, 1950-1953); crisis de los misiles Kennedy- Kruchev , (1962); Vietnam, ( 1961-1975). Estos acontecimientos se confundían con espectaculares avances en ciencia y tecnología ( radar, satélites artificiales, astronautas, viaje a la Luna, informática, Internet), que habían creado un mundo nuevo, de insospechadas perspectivas, aunque envenenado por el terrorismo, la droga, más guerras, corrupción y pobreza. El papa Juan XXIII, por su parte, convocó al Concilio Vaticano II ( 1963-1965), que lo clausuró Paulo VI y cambió la estrategia apostólica de la Iglesia Católica, exigida por la necesidad de convivir en una sociedad pluralista y abierta a una relación ecuménica con otras religiones.
3.5. En suma , demasiadas cosas han aparecido y desaparecido desde que en enero de 1938, cumplí mi servicio militar bajo las órdenes del teniente Augusto Pinochet; en 1939, era alumno de derecho de Eduardo Frei , en 1941, asumía la presidencia del Consejo de la Juventud Católica, con el Padre Hurtado como asesor , o desde 1947 me dedicada de lleno a las actividades sindicales , gremiales , académicas , empresariales, ministeriales, parlamentarias e internacionales. Más acotadamente, también parece oportuno evocar esas tres décadas comprendidas desde el 9 de octubre de 1973, en que, diciendo adiós a la UACH , abordé el nocturno en la Estación de Valdivia , Seis horas más tarde el tren chocó de frente con el rápido que venía de Santiago, al que algún irresponsable , asesino o saboteador, le otorgó vía libre por la misma línea en que venía el nuestro. . Los 4 muertos y la veintena de heridos pudieron ser centenares si la perspicacia y el coraje de ambos maquinistas – muertos en el choque – no hubiera evitado una catástrofe mayor. Pero esas tres décadas (1973 al 2004) las conoce tanto la mayoría de ustedes como yo. Valgan, sin embargo, algunas reflexiones.
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4.- Reflexiones al término de una experiencia
4.1.- Desde niño, mi vida no se caracterizó por perseguir una sola actividad o un cargo concreto. Quiso Dios que se fuera estructurando por opciones y ocasiones que me empujaron hacia quehaceres apostólicos, filosóficos, universitarios y laborales Un retiro con Padre Hurtado en Valparaíso (1937), fue el punto de partida, cuando comenzaba la vida universitaria.. En 1939 me integré en Santiago a la Universidad Católica, año que, en septiembre, vio estallar la Segunda Guerra Mundial. Era entonces secretario general de la ANEC y fue tal nuestra conmoción, que los universitarios católicos de ambas universidades estuvimos rezando dos meses seguidos, por turnos, día y noche, pidiendo la paz. En 1942 inicié mi vida docente como ayudante de monseñor Francisco Vives, en Introducción al Estudio del Derecho (Filosofía del Derecho) y como profesor de Derecho y Ciencias Sociales en la Escuela de Servicio Social, de la misma UC. Paralelamente empezó mi vida funcionaria, en las aludidas Comisiones de Sueldos, a las que siguió un “intermezzo” como empleado-abogado de un prócer conservador y diputado Enrique Alcalde Cruchaga, hasta que vino un providencial desayuno sabatino con el profesor don Carlos Vergara Bravo, en 1947, que me transformó en 48 horas, en abogado laboralista. Por ahí me tomaron el Padre Hurtado y la ASICH, que colmaron la continuación y destino central de la que he llamado “mi posguerra”
4.2.- Los cuatro años consagrados al mundo de los empleados particulares equivalieron a un doctorado universitario en asuntos sociales. A mediados del siglo XX, los trabajadores de cuello y corbata (white collar) eran en Chile, envidiados por los obreros individuales, porque gozaban de sueldo vital y asignaciones familiares tres veces superiores al salario mínimo y a las asignaciones familiares de los obreros. Además tenían consagrados en la ley 7295 su indemnización por años de servicios de un mes por año, un sistema anual reajustes legales y, como vimos, otros beneficios. Por si fuera poco, su “estatus” legal y social era mejor. Puesto que sabían leer y escribir podía, entrar de “junior” a una empresa y ascender a gerente general. Por la inversa, el obrero estaba condenado a ser un miembro de “clase proletaria”, condición que lo enaltecía como agente activo de la revolución social, pero estancaba sus esperanzas de promoción social y ciudadana. Los empleados no eran revolucionarios, aunque muchas veces revoltosos y les gustaba jugar a la revolución, en la que no creían. En la dictadura del proletariado ellos no tendrían parte ni protagonismo. En términos de la doctrina social de la Iglesia, favorecían la “redención del proletariado, o sea, a la desaparición de la condición inhumana de proletario mediante la educación, la capacitación, el acceso al ahorro y a los cargos superiores en la empresa .Su sindicalismo no era para ellos una herramienta esencial, sino en las grandes empresas. El sindicalismo obrero, con su predominio marxista abrumador, los miraba como pequeños burgueses, traidores a la revolución Además, el sindicato industrial obrero, renunciando a la libertad, les daba la seguridad de financiamiento por cuotas que obligatoriamente descontaba la empresa a todos los obreros de ella. y, asunto de interés e importancia, el sindicato recibía una cantidad igual al 3% del monto de los salarios, a título de participación en las utilidades. Otra cantidad igual favorecía a los obreros individualmente
4.3. Pero, desde mediados del siglo XX los cambios fueron cada vez más brutales. El proletariado, como clase o fuerza orgánica, perdió su seducción hasta extinguirse, porque se evidenció sin destino, sobre todo al derrumbarse primero moral y luego políticamente el país estrella de la sociedad sin clases y la dictadura del proletariado: la Unión Soviética. Como se recordará, desde 1978, en Chile se generalizó la eliminación de diferencias entre empleados y obreros para la aplicación del derecho individual del trabajo. En 1979, se amplió tal asimilación a los sindicatos, negociaciones y contratos colectivos de trabajo. Por otra parte, la unidad legal entre empleados y obreros elevó automáticamente el promedio de escolaridad en las antiguas asambleas de obreros, aparte de la mayor cobertura que se fue produciendo en la educación básica, media y superior. Los sindicatos nºs 1 y 2, que reemplazaron en muchas empresas a los sindicatos industrial u obrero, y profesional o de empleados, se fueron homogeizando. Los beneficios legales eran los mismos; las formas de negociación, iguales; el analfabetismo se redujo de 50 a 5% comienzos del siglo XXI y el esfuerzo físico se traspasó en gran medida a las máquinas. Prácticamente, el mundo laboral de comienzos de este siglo XXI, se parece más al de los empleados de los años sesenta y casi no conserva huellas del mundo obrero de aquella década. De las asambleas de obreros proletarios de los años cuarenta a sesenta sólo sobreviven algunos hábitos y fantasmas. Fue un escenario quizá inevitable en esa época, que afortunadamente se extinguió. La educación, la libertad sindical y la cultura ganaron también “su guerra de las Galaxias”.
4.4. El marxismo dejó de dominar el mundo laboral, que hoy es en Chile, de preferencia, socialista democrático, humanista cristiano o independiente. El grueso de los socialistas marxistas se ha “renovado”, abandonando el marxismo-leninismo, y el Partido Comunista considerará un éxito si alcanza un respaldo nacional superior al 5% .Los trabajadores - ya no hay diferencia entre empleados y obreros - poseen , en su mayoría , casa (generalmente con deuda hipotecaria ), bienes durables, ahorros previsionales y opciones para una indemnización por años de servicios. Sus fondos de ahorro previsional (AFP) constituyen fuente principal de inversión en nuestra economía. El trabajador conoce la experiencia de poseer capitales y comprende - no muy claramente aún - que tanto sus exigencias como las posibilidades de la empresa y del país, están científica, técnica, social y moralmente condicionadas a la eficiencia del trabajo productivo y que los excesos se pagan en desempleo. Aunque no hay plena claridad , se presiente por muchos que el ahorro de los trabajadores en fondos previsionales compite con el del Estado o el de las empresas. Panorama distante años luz del que se vivía cuando se elaboró el primer proyecto de Código del trabajo (1921) o rigió el primer compendio de leyes laborales que se conoció con ese nombre (1931).
4.5.- Por lo mismo, no es de extrañar que las huelgas casi hayan desaparecido en las empresas privadas y que el grito revolucionario de los siglos XIX y primera mitad del XX “Lo que tu ganas me lo quitas a mí”, tiende a sustituirse paulatinamente, aunque todavía con insuficiente internalización, por el de quienes se sienten interpretados por la conclusión cada vez más obvia: “Si tú no ganas, no gano yo”. Esto se vive y cultiva en el alma de los trabajadores de las empresas sólidamente establecidas que desarrollan una sana política de relaciones con su personal. .
4.6.-Con todo, aún no se logra – salvo excepciones – llegar a la evidencia psicológica y moral de trabajar “en lo propio”.Sentirse trabajando en lo propio, cuando media un contrato de trabajo y no de sociedad, es difícil, pero no imposible. En la norma, tanto el trabajador común, como el ejecutivo y el jefe de empresa , cuando no se sienten laborando en algo propio , en su empresa , limitan el esfuerzo y bajan la productividad. Conozco alguna empresa que, hace pocos años, en Santiago de Chile, triplicó la producción y las remuneraciones , con el enorme aumento de su productividad, generado desde que los trabajadores tomaron conciencia de trabajar en “lo propio”; o sea, se convencieron de que la empresa en que trabajaban era efectivamente “su empresa”, no la empresa del empleador. Y para esto no se requería artificios de propaganda, sino transparencia de un sistema regularmente participativo en lo económico y en lo moral. Es curioso anotar cómo, por complejas circunstancias que no es el momento de examinar, algunos deportes - el fútbol, desde luego - consiguen una moral de pertenencia y participación en los socios del club al que pagan cuotas, que no se da en los trabajadores de la empresa que los remunera.
4.7.-Tres problemas, sin embargo, deben examinarse, porque se levantan como obstáculo – real o aparente – al objetivo de mirar la empresa como una “comunidad humana de trabajo”.
4.7.1.- El primero, es que lo dicho corresponde a la tendencia de un mundo en transición. Las cosas sólo son “mayoritariamente” como se han anotado...pero no ocurren así siempre ni en todo lugar. Veinte o treinta por ciento, quizá, de los trabajadores vive más cerca de 1950 o 1960 que del 2004. El avance en la educación, la capacitación y las remuneraciones, no se ha evaluado con mucho júbilo, entre otras razones, porque junto con subir el piso del estándar de vida, subió el techo de las aspiraciones, o porque los beneficios no han llegado al “piso” sino en un porcentaje minoritario, aunque todavía fuerte de la población. Hoy no se aspira a saber leer y escribir, sino a que los hijos completen la enseñanza media e ingresen a la superior. Hacia 1950 no había obrero que no deseara que sus hijos fueran empleados y no obreros. Hoy, que no existe tal diferencia, desean su ingreso a la universidad. Hay cupos para ello, pero los estudios universitarios no son gratuitos, sino pagados y caros, sobre todo para el nivel de remuneraciones de la gran clase media, que absorbió al grueso del proletariado. Hacia 1940 había 6402 alumnos universitarios, únicos aceptados como de nivel superior, En 1997 eran 380.604, provenientes de universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica, todos de nivel superior, o sea, que habían completado la enseñanza media. En el 2004 superaban los 400.000., Mientras la población del país ha aumentado 3 veces (5.000.000 a 15.000.000, en cifras redondas), la población de educación superior ha aumentado más de 60 veces11. Por eso, el hoy acuciante tema del crédito universitario era tan impensable hacia los años treinta, cuarenta o cincuenta, como el que un computador pudiere enfermarse por infectarlo un virus. Por la otra punta, en 1940 morían más de 200 niños, por 1000 nacidos vivos; ahora mueren al rededor de 8, o sea, en 1940 la mortalidad infantil era veinticinco veces mayor. Además, dentro tema general de la “transición”cabe incluir las deficiencias e insuficiencias de los programas sociales, demasiado apegados a los éxitos estadísticos y poco cuidadosos de hacer las cosas bien y con respeto a la dignidad personal, aunque los recursos escaseen.
4.7.2.- El otro problema lo llamaría “el síndrome de Silicon Valley “, vale decir, la eficacia y la libertad a cualquier precio. Se acaban la lealtad y el apego a la empresa propia, porque el objetivo es producir más, mejor, antes y a más bajo precio. Y si un trabajador, que durante veinte años laboró en una empresa, descubre un procedimiento para producir más barato y mejor que su empresa madre, tiene reconocido el derecho y “la moral “de irse, instalar al frente su propia empresa y derrotar a aquella en la que se formó. Lo llamativo no es que el trabajador se vaya e inicie la competencia, sino que eso entra en las nuevas reglas del juego libérrimo de Silicon Valley. Quien lo hace, ejercita su facultad de emprender y no es mirado como desertor o traidor. Pero, se trata de una crisis de los conceptos tradicionales, que no sabemos a donde nos llevará. Tal vez a producir más y mejor, al precio de la convivencia amistosa y solidaria. Diría: más cantidad de recursos, con menos calidad de vida.
4.7.3.- Menos dramático que el síndrome Silicon Valley, pero más universalizado y cercano a nosotros, es el outsourcing, que puede traducirse por “externalización”. También es una opción que llamaría “herética” respecto de la moral fundada en la empresa comunidad humana, defendida desde Mater et Magistra hasta Centesimus Anno por la Doctrina Social de la Iglesia. Es otra opción económicamente ventajosa, que, aparte de los abusos siempre reprochables, en su concepto mismo se atraviesa como una valla en el camino del pensamiento predominante en la cultura occidental, humanista y cristiana. Sin embargo, en muchos casos el outsourcing puede ser no sólo legítimo, sino conveniente y, hasta, necesario para salvar una empresa. Pero no se ha examinado suficientemente desde punto de vista moral, y tampoco en su posible estructuración legal. La prueba es que la ley 20.123 (16.10.2006) tardo sobre cinco años en aprobarse y sigue generando dudas e insatisfacciones...
4.8. - No es finalidad de estas notas profundizar los tres temas que acabo de esbozar, sino sólo llamar la atención sobre ellos, para cerrar estas reflexiones con una visión más equilibrada del siglo de relaciones laborales que abandonamos y enjuiciar mejor el que comienza.
Santiago, Noviembre de 2007
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NOTICIAS INTERNACIONALES
Crean plan de seguridad social iberoamericano.
Con la aprobación unánime de los cancilleres de los 22 países reunidos ayer en el marco de la Cumbre Iberoamericana, hoy se pondrá a disposición de los Jefes de Estado y de Gobierno el proyecto que crea el sistema de seguridad social en la comunidad.
Este plan permitirá a cualquier ciudadano iberoamericano que haya emigrado entre estas naciones, jubilar y recuperar todos los ahorros previsionales acumulados a lo largo de su vida laboral.
Será válido para quienes quieran retornar a su país de origen o para aquellos que opten por jubilarse en el país de última residencia, informó el canciller Alejandro Foxley, quien fue el encargado de dar a conocer las conclusiones de la reunión de ayer.
Y como una forma de terminar con la estigmatización a los inmigrantes, también se acordó la redacción de una Carta de Fortalecimiento de los Derechos de los Migrantes Iberoamericanos.
En el encuentro de hoy, los Jefes de Estado y de Gobierno adoptarán oficialmente esta norma de seguridad social, pero sólo entrará en plena vigencia una vez que sea aprobada por los respectivos parlamentos.
El debate de los cancilleres comenzó a las 9 de la mañana y se extendió hasta pasadas las 13:30 horas. Se realizó a puertas cerradas y sin audio, aunque se podía ver en las pantallas por circuito cerrado de televisión.
Foxley planteó que este acuerdo es un gran avance y satisface las pretensiones de Chile, en su calidad de país organizador, de que los resultados de esta Cumbre favorezcan a todos los ciudadanos de la comunidad. Menos retórica y más acción fue el slogan que se plantearon desde el comienzo, lo que parece estar alcanzando resultados, según el recuento que hizo el ministro.
Por eso que destacó con especial entusiasmo que la tercera decisión de los cancilleres fue fijar el tema para la cumbre de 2008, que será en San Salvador, en El Salvador; que estará dedicada a los jóvenes de América Latina y a la necesidad de abrirles espacios y oportunidades.
El ministro Alejandro Foxley hizo saber que en esta región hay 150 millones de jóvenes, a quienes hay que generarles posibilidades de trabajo o acceso a la educación superior.
Como una decisión simbólica del inicio de esta tarea, se decidió recoger una idea ya aplicada en Chile y crear una orquesta juvenil e infantil iberoamericana, integrada por adolescentes y niños con riesgo social, que debutará en la Cumbre de El Salvador.
Trabajadores que emigren no tendrán lagunas previsionales
CRISTIÁN RODRÍGUEZ
El principal beneficio que genera el acuerdo firmado por los 22 países es que evita que los trabajadores que emigren a otras naciones sufran de "lagunas previsionales".
La subsecretaria de Previsión Social, Lissette García, explica que actualmente los inmigrantes pierden continuidad previsional, ya que no existe la figura de "exportación de pensiones", que ahora se incluye.
Por ejemplo, si un trabajador chileno que trabajó en nuestro país -y también lo hizo en Argentina y Brasil- decide jubilarse en este último país, no perderá los recursos ahorrados en los dos primeros, sino que -bajo la regulación brasileña- recibirá la pensión local además de las chilena y argentina que le correspondan.
El presidente de la Asociación de AFP, Guillermo Arthur, valoró el acuerdo -que también es válido para quienes están acogidos al antiguo sistema de reparto-, aunque planteó que habrá que resolver algunos puntos de homologación de sistemas previsionales diversos dentro de la región.
Bachelet advierte que deuda social dañará las democracias de la región
En su discurso inaugural de la XVII Cumbre Iberoamericana, la Presidenta Michelle Bachelet advirtió sobre el riesgo que enfrenta la región de deslegitimar sus democracias debido a las desigualdades sociales. "Tenemos que ser autocríticos: la dimensión social en estos años no ha recibido la misma prioridad que tuvo la democratización política y la modernización económica. Y esta realidad sin duda no sólo explica las tremendas injusticias, sino, además, terminará dañando la legitimidad de las democracias que tanto nos ha costado reconstruir", dijo anoche la Mandataria ante las diversas autoridades que llegaron hasta el Club Hípico. En esa línea, reiteró su llamado para que los distintos países avancen en cohesión social.
Previamente, en otra de las intervenciones de apertura, el Presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, en alusión al conflicto que tiene su país con Argentina por la instalación de papeleras en la frontera dijo que, "ese río que nos recorre de norte a sur dividiéndonos, nos atraiga a un abrazo fraterno y prolongado entre nuestros dos pueblos" (ver foto izquierda).
Fecha: 9 de Noviembre de 2007
Fuente: www.lanacion.cl
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