El Ministerio de Educación Nacional de Colombia ha formulado e implementado diversas políticas con el fin de fortalecer los procesos de calidad, cobertura y eficiencia en el marco de la enseñanza y uso de una segunda lengua. Así, se han constituido estrategias y programas que teniendo en cuenta las necesidades de nuestro país y las exigencias del contexto nacional e internacional, buscan el fortalecimiento y mejoramiento de la enseñanza y aprendizaje en idiomas extranjeros. Entre otros, cabe destacar la ley general de educación que establece como uno de sus propósitos “el estudio y la comprensión crítica de la cultura nacional y de la diversidad étnica y cultural del país, como fundamento de la unidad nacional y de su identidad” (Congreso Nacional de la República, 1994).
Junto con esta ley, también se encuentran, como marcos de referencia para nuestra nación: El Programa Nacional de Bilingüismo 2004-2019, los lineamientos curriculares de idiomas extranjeros, los estándares básicos en competencias, los planes de actualización a nivel de la lengua y su metodología y los procesos evaluativos a docentes y estudiantes, así como también la evaluación de los procesos en inglés según los lineamientos del Marco común Europeo (CommonEuropean Framework, CEF). Una serie de herramientas que desde el plano institucional buscan cumplir o llevar a que se cumpla el ideal de un mayor conocimiento en una lengua extranjera y los ambiciosos objetivos planteados desde este marco legal y que se refieren a: “La adquisición de elementos de conversación y de lectura, al menos en una lengua extranjera” y “La comprensión y capacidad de expresarse en una lengua extranjera” (Congreso de la República de Colombia, 1994).
Con estas herramientas, el gobierno nacional busca responder a las necesidades de un mundo global y generar las condiciones de competitividad que exige una cultura transnacional. Adicionalmente, con el aprendizaje adecuado de la lengua extranjera se genera la posibilidad de poder acceder a pasantías en el extranjero y que requieren un buen manejo del idioma. No obstante, llevar a la realidad estos propósitos no es una tarea fácil, y por el contrario, se presenta como el desafío diario al que se enfrentan los docentes de inglés.
Sumadas a las problemáticas contextuales de los estudiantes con los que trabaja el profesor de lengua extranjera u otra asignatura, se presentan adicionalmente inconvenientes en términos de la relación que tienen los estudiantes con el idioma extranjero, tales como son: La interiorización en los aspectos gramaticales y del uso de la lengua e incluso la baja motivación y rechazo al conocimiento de nuevas estructurales distintas a las del español.
Esta problemática se evidencia con total contundencia en las instituciones I.E.D. Pio XII e I.E.D Almirante Padilla en las que contrario a las aspiraciones nacionales de formar bachilleres con nivel B1 de inglés, de acuerdo con el CEF, los bachilleres alcanzan con mucho esfuerzo el A1 y en las mayoría de los casos están por debajo de la calificación más baja en las cuatro habilidades comunicativas. Dificultades que están relacionadas directamente con el proceso que han desarrollado tanto en la básica primaria como en la secundaria y que demandan la existencia de herramientas que faciliten sus aprendizajes y les lleven a alcanzar los mínimos esperados.
Adicionalmente, cabe señalar la escasa conexión que realizan los estudiantes entre la lengua y la vida, de tal modo, que les es imposible comprender el inglés más allá de la gramática y se limitan a aprender memorísticamente los aspectos esenciales de las estructuras sin interiorizar vocabulario ni manejar niveles de expresión oral o escrita en relación con sus intereses, aficiones o acontecimientos de su diario vivir.
Otro elemento a tener en cuenta, se refiere a los materiales necesarios para la interacción didáctica, toda vez que o son inexistentes o no se tienen las herramientas completas para aprovecharlos en toda su dimensión. Los libros, de igual forma, se debaten entre la poca actualización o el escaso vínculo con el contexto de los niños y sus propuestas corresponden más a una pedagogía de la repetición que a una interacción crítica y relacionada con el mundo de los estudiantes. Por último, no se generan espacios, ni reales ni digitales, que propendan por el aprendizaje colaborativo ni se lleva a que el inglés se use fuera de las aulas como un proceso transversal.
Finalmente, en el caso concreto del uso de una segunda lengua (inglés), en estas dos instituciones no pasa de ser un proceso mecánico y que no estimula el pensamiento en los estudiantes. Se repiten fórmulas y no se estimula la creatividad y los textos que se leen nI posibilitan conexiones profundas ni superficiales con las realidades cercanas a los educandos. Por tanto, sus producciones textuales y la comprensión lectora evidencian un escaso desarrollo y adicionalmente una muy baja motivación por su puesta en práctica. La lengua extranjera, en este sentido, no se vive sino como una presencia fantasmal escondida entre los libros que pide a gritos salir para darle voz a los sueños y la imaginación de los estudiantes. De ahí, la pregunta y los objetivos que enfocarán y liderarán este proyecto son:
¿Cómo la utilización de enunciados significativos en inglés a través del aprendizaje colaborativo y el uso de las herramientas tecnológicas les permiten a los estudiantes de los cursos 902 de la I.E.D. Pio XII y la I.E.D. Almirante Padilla, jornada mañana, desarrollar procesos de interacción en el idioma extranjero?
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