EL TEATRO MEXICANO VAPULEADO Columba Vértiz de la Fuente
La crisis económica mundial y luego la alerta sanitaria contra la influenza humana han golpeado “muy duro” al teatro comercial, universitario, independiente e institucional en su taquilla, lo cual puede afectar para levantar nuevas producciones.
Tito Dreinhüffer, director de la Sociedad Mexicana de Productores de Teatro, re salta en entrevista que en las dos semanas de alarma por el virus, todo el teatro mexicano tuvo una pérdida de cerca de 87 millones de pesos debido a que se cenaron sus espacios, lo cual afectó a 12 mil familias. Después de que fueron reabiertas las salas, varias compañías cancelaron sus obras debido a que el público no asistía.
“Ochenta compañías estaban trabajan do hasta abril y ahora sólo 37 permanecen con sus montajes. ¡Ha sido terrible!
En esos días cerró 100% y luego regresó 80%, que después empezaron a cenar tea tros porque no tuvieron la oportunidad de recuperarse.”
Repunta:
“ sido un golpe directo y duro al teatro!”
Dicha asociación civil, de la cual es presidenta Tina Galindo, se conformó en 2000. Su finalidad es coadyuvar para el desarrollo, impulso, promoción, capacitación e información del teatro mexicano, y mantiene comunicación constante con diferentes instancias culturales, gubernamentales y civiles para impulsarlo.
El también dramaturgo rememora que a partir de enero el problema económico mundial empezó a afectar, “pero de una manera mediana”.
No obstante, todo se complicó las dos se manas que cenaron los teatros, “¡ fue terri
ble!”.Y luego empezó otro panorama fien “Ha habido temporadas teatrales que retorno duraron una semana y media n y tuvieron que cenar sus puertas. Nin; espectáculo teatral se recuperó al 1 0( Se calcula una perdida económica de millones de pesos dentro del teatro en días, pero no hemos tomado en cuenta trabajos que se dan alrededor, como el letparking, el taxi, en fin.”
Según él, la preocupación principal la comunidad teatral en estos momento que los públicos regresen:
“Estamos inventando mil cosas en fusión y publicidad, porque inquieta muchas familias viven del teatro. Hei hablado con la UNAM y otros espac y observamos que realmente son 209i teatros los que están verdaderamente nos. Al otro 80%, en algunos casos le yendo bien sin llenar, sin agotar, y les va bastante mal. Generalmente los teatros muy pequeños son los que más sufren. Lo mismo me dice el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la UNAM, estamos en el mismo tenor.”
Antes de la influenza, enfatiza, había temporadas teatrales a las que les estaba yendo muy bien.
Su intranquilidad va más allá. Expone que en el teatro no sólo participan los actores, el director, el escritor y el productor. También intervienen los tramoyistas, los utileros, los iluminadores, las acomo dadoras, en fin, “por lo que todos ellos han sido perjudicados”.
Informa que el cálculo de 12 mil familias afectadas es aún impreciso pues “toda vía seguimos analizando esa parte, ya que hay algunos compañeros que no regresa ron y no podemos hablar con ellos porque no sé dónde están. Se trata de compañeros que tenían una temporada de teatro en un foro pequeño, en sitios delegaciónales, y ya no retornaron a esos espacios porque no podían pagar la nómina”.
Narra que el teatro en general, en los últimos 10 años, ha tenido desgraciada mente muchos altibajos.
“Sabemos que la oferta teatral ya es muy amplia. En la cartelera teatral, a nivel mundial, estamos en el tercer sitio. No es tan ma la oferta teatral en México, tenemos todos los géneros para todos los gustos, para todas las edades, desde el teatro infantil hasta el teatro de cámara, el teatro universitario, la comedia, la tragedia, la farsa, el melodrama, los grandes musicales, y contamos con gran des actores para todos los géneros.”
Recuperación lenta
—Las 37 compañías que permanecen, ¿cómo van?
—Se están recuperando poco a poco y las otras están viendo cuándo regresan, si regresan o no regresan.
— pasa en provincia?
—Eso también se detuvo. Recordemos que la emergencia fue nacional y está siendomundial. Había giras de obras, como la de Aventurera, de Carmen Salinas, la cual tuvo que cancelar funciones. Ahora está empezando otra vez a recuperarlas. Ha sido una pérdida enorme, nosotros nada más contabilizamos esos 87 millones en esas dos semanas y para que nosotros terminemos este panorama o este bosquejo de lo que va a ser la pérdida total, tanto de giras como de temporadas teatrales aquí, calculo que todo se sabrá a finales del cierre fiscal, en diciembre.
—Esto es en cuanto a la taquilla, ¿pero también se verá afectada la producción teatral?
—Sí, obviamente. El productor que genera recursos con base en sus puestas en escena, y a veces tiene algunos socios capitalistas, primero debe recuperar la inversión de la puesta en escena de estos meses y después tendrá que pensar si logró capitalizarse o no, o si deberá partir de cero. Es muy complejo.
“Generalmente, todos los producto res teatrales reinvertimos de lo que ganamos en una temporada teatral en nuestra siguiente producción.”
Las piezas universitarias
Enrique Singer, director de Teatro UNAM, enseguida reconoce que la situación eco nómica ha pegado mucho:
“Pero hay que tener un poco de cuidado con el golpe que puede tener la crisis eco nómica sobre las artes en general. Evidentemente para hacer teatro se necesita dinero, tiene costos de producción, y esta nueva crisis perjudica porque las cosas cuestan más y los sueldos bajan; sin embargo, para el teatro las crisis en general siempre han sido muy fructíferas, porque han desencadenado movimientos teatrales.
“En la historia de la humanidad, el teatro ha sido un protagonista en los cambios. Entonces, es importantísimo que quienes nos dedicamos a esto asumamos nuestra responsabilidad.”
— es esa responsabilidad?
—Necesitamos, como todos, mucha imaginación para que los recursos econó micos que tenemos alcancen, y para con seguir otros, lo cual implica también un reto en cuanto a las formas de producción, a las organizaciones de público, cosa que no hacemos en este país.
— afectó la influenza al teatro universitario?
—La verdad es que sí salió bastante maltrecho todo el teatro, el comercial, el institucional, el independiente, en fin. La gente se alejó. Probablemente desde cierta perspectiva eran necesarias las medidas que se tomaron, pero no hemos podido levantamos como hubiéramos querido. Vamos a necesitar apoyo de todas las partes que conforman el teatro, desde las autoridades hasta los propios artistas. Tenemos que trabajar mucho para recuperar un público que ya teníamos.
Asegura que antes de la influenza humana, la gente estaba acudiendo a los espacios teatrales.
— está costando una producción de teatro?
—Es muy barato en comparación con otros países. En México puede hacerse teatro con poco dinero, dependiendo de la producción. En el institucional, una producción grande, es decir, una producción para el teatro Julio Castillo, el más gran de que se tiene, de mil butacas, puede llegar a los 2 millones de pesos. En el Juan Ruiz de Alarcón, de 400 butacas, una producción sensata más o menos giraría, con sueldos castigados y con producción no muy cara, en torno del millón y medio de pesos. Para un teatro más pequeño, de 200 o 300 butacas, como El Granero o El Ga león, una producción puede llegar más o menos a los 800 mil pesos o rozar el mi-
Pérdidas por 87 millones de pesos que afectaron a medio centenar de compañías ya 12 mil familias, es apenas un esbozo de lo que la influenza dejó debido al abandono del público. El director de la Sociedad Mexicana de Productores de Teatro y los responsables del área en la UNAM y el INBA coinciden: El impacto “fue terrible”. El gobierno, sin embargo, no ha destinado un proyecto de salvamento cultural como lo hizo con el turismo.
Y las producciones pequeñas son de 300 a 400 mil pesos. Aquí se incluyen los sueldos de actores, eso garantizaría más o
menos unas 50 funciones.
— se recupera lo invertido o no?
—No. El teatro institucional subsidia el precio del boleto. El boleto está lejos de ser un negocio. Se debería cobrar alrededor de 2500 300 pesos por persona. Serían sin descuentos para poder recuperar las in versiones. Cuando el boleto está subsidia do, baja mucho. Desde cierta perspectiva estamos hablando de un “negocio”, pero cultural. La inversión está en la cultura, y es muy importante esa inversión.
Resalta con enojo:
“De hecho los problemas del país en realidad tienen un fundamento cultural, es decir, nuestro problema es cultural, y es increíble que no se hable de la cultura, que no se desarrolle la cultura, no hay un apoyo en el desarrollo de la cultura ni proyecto cultural nacional. Todos los problemas que tenemos se derivan de situaciones culturales, como el problema de la salud, todos sabemos que es un problema cultural. La salud lo es, al igual que la corrupción y la impunidad. Y es lo único que no se atiende, la cultura.”
—j,Por qué?
—En este país a la cultura se le ve como un ornamento, como si fuera un lujo oír una sinfonía de Beethoven, pero la cultura es mucho más que eso. La cultura es diálogo, un encuentro entre diferencias, y esos son puntos de referencia y en este país no lo vemos. La educación es una manera de llegar a la cultura.
— qué se debe que a las autoridades no les interese?
—Creo que es un problema fundamentalmente de ignorancia. Sería muy importante que nuestras autoridades tomaran conciencia de la importancia de la cultura, creo que se confunde con educación, y a la educación se le ve como si fuera información, pero va más allá de la información. Si nos comparamos con otros pueblos, somos un pueblo muy inculto. Y la incultura, repito, está en todos los ámbitos, y lo acabamos de vivir en la salud. Lo vivimos todos, no tenemos cultura de la salud o nuestra cultura de la salud es muy chata. Y lo impresionante es que jamás se mencionó la palabra cultura, ni siquiera para hablar de una cultura de la salud: lavarse las manos, estornudar de tal manera, etcétera. Hay una gran ignorancia alrededor, que nos permea a todos.
El Círculo
Alberto Estrella, quien está al frente de El Círculo Teatral, dice cabizbajo:
“Nos está yendo muy mal. La situación del teatro se encuentra en su mayor crisis y debemos hacer algo.”
El Círculo Teatral cumplió cinco años
el pasado 27 de abril, pero por el virus sus pendió la celebración.
Estrella, destacado actor y productor de teatro, señala que el problema fundamental “es que no hemos hecho que el teatro sea una necesidad y pasa igual con la lectura”.
—En cambio, el mexicano sí ve como una necesidad ir al cine, ¿verdad?
—Sí, también al restaurante, al antro. No es cierto que no se asista al teatro por la inseguridad o porque es muy caro, la gente va a todos esos lugares o han acudido, y se gastan una fortuna. Una persona gasta en una salida 500 pesos, hasta semanalmente. Y de pronto cuando se habla de teatro se dice que es muy caro. Sin embargo, hay espectáculos que han tenido público, como la comedia musical, porque hay también esa tendencia de que el teatro de be ser el divertimento hacia el escapismo. Los partidos del futbol son caros y va la gente. También a los conciertos.
“Además hay boletos para el teatro a 30 pesos, o se obsequian, lo cual está bien pero se acostumbra a la gente a que el teatro no debe costar.”
Acepta que el teatro alternativo es el que tiene menos taquilla y menos difusión.
“Y es muy complicado producirlo”,
subraya.
Luego se refiere a la campaña “Vive México” que anunció el presidente Felipe Calderón el pasado 25 de mayo para reactivar el turismo con mil 200 millones de pesos:
“La influenza sí fue un golpe terrible para todos los sectores, pero en especial para el sector cultural. ¿Y cuáles fueron las declaraciones de las autoridades? Es tán más preocupados por impulsar el turismo, por los restaurantes, obviamente sí es una preocupación importante, pero ninguno mecionó o ha mencionado cultura, no, primero es lo otro: lo que genera recursos. En México no está incluida la cultura.”
— que se debe que las autoridades gubernamentales no ponen énfasis o atención en la cultura?
—A la falta de sensibilidad, a la falta de la educación cultural en el país. Creen que el espectáculo cultural es sinónimo de complemento cuando la gente no tiene na da qué hacer en su tiempo libre. Aquí no se han dado cuenta de que atendiendo a la cultura habría un avance de la conciencia. A través de la música, la danza y el teatro tendríamos mejores ciudadanos.
El subdirector del INBA, Ricardo Calderón, concuerda en que la influenza humana afectó al teatro:
“Estamos reprogramando las temporadas y reposicionando nuestras obras que estaban en cartelera.”
Menciona que el teatro institucional, aunque está sujeto a un presupuesto, ahora suma esfuerzos con coproducciones, por ejemplo, con la UNAM, y es difícil recuperar la inversión. •
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