El término “depresión” en la psicología de conducta, hace referencia a la descripción de una situación individual mediante síntomas. La diferencia radica en que la suma de estos síntomas no implica en este caso un síndrome, sino conductas aisladas que pudieran sí acaso establecer relaciones entre sí (pero no cualidades emergentes e independientes a estas respuestas). Así, la depresión no sería causa de la tristeza ni riesgo de un suicidio, sino una mera descripción de la situación del sujeto. En este sentido, la depresión tiene una explicación basada en el ambiente o contexto, como un aprendizaje desadaptativo.