El modelo cognitivo sugiere que los distintos síntomas afectivos, conductuales y emocionales de la depresión, son las consecuencias naturales de las cogniciones negativas. Esta modalidad, intenta modificar pautas de conducta a partir del análisis funcional del comportamiento, y ayudan a corregir la percepción que el paciente tiene de sí mismo debido a su enfermedad, a cambiar los estilos negativos y distorsionados de pensamiento sin profundizar en el análisis de la intrapsique. Entre otros recursos, se apoya sobre todo en técnicas de relajación, de adquisición de habilidades sociales y de afirmación de la asertividad.