Pregunta: Según el Espiritismo y el Catolicismo, ¿cuál de las dos tiene mayores divergencias respecto al comportamiento del alma?
Ramatís: El Espiritismo diverge del Catolicismo, puesto que enseña que el alma del hombre se originó a través de los tiempos y forjó su conciencia por medio de todas las especies de animales inferiores, hasta adaptarse al cuerpo humano, en una evolución paralela con la modificación de la materia hacia estados superiores. Después de la muerte del cuerpo físico el alma retorna a su mundo espiritual, donde continúa trabajando y estudiando para seguir perfeccionándose. Después, vuelve a encarnarse nuevamente, a fin de recapitular sus lecciones aprendidas y corregir los errores de las existencias pasadas, bajo la disciplina rectificadora de la Ley del Karma. Es importante observar, que no va hacia ningún paraíso de los ociosos o infierno de los pecadores errados, después de una sola existencia en la carne. Eso sería absurdo e injusto, por parte de Dios, al crear almas, que en tan poco tiempo, serían virtuosos y otras, fatalmente pecadoras.
Evidentemente, la tesis espirita es mucho más lógica, cuando admite la reencarnación como camino de recuperación, para que el alma errada pueda volver a reajustarse ante la Ley de Causas y Efectos o llamada de otra forma; la Ley del Karma. Además, si el alma proviene de Dios y penetra en el cuerpo humano, conforme dice el Catolicismo, entonces es viable que pueda volver a reencarnarse de nuevo en la tierra. Si consiguió encarnarse por primera vez, también podrá hacerlo otras diez, veinte o cien, ¿por qué habría de quedar truncado su perfeccionamiento? Y, si las almas hicieron lo más difícil —subir al cielo, también podrían efectuar lo más fácil— bajar a la tierra. Probablemente, Dios no creó las almas por algún capricho tonto o acicateado por el sadismo de exiliarlas de la tierra, para después negarles el justo placer de visitar a sus parientes y familiares humanos! Aun sería razonable, que los pecadores no pudieran salir del infierno para comunicarse con los vivos, pero, eso no se justifica con los virtuosos, que merecen otro tratamiento divino.
Resumiendo, el alma del católico desciende de Dios, habita el cuerpo por una sola existencia y después retorna al cielo o al infierno, estando terminantemente prohibido visitar nuevamente al planeta, donde los más longevos, alcanzan a vivir casi cien años. Mientras tanto, el alma de los espiritas, también descienden de Dios, cuyo ente, se desprende de la masa espiritual, o espíritu grupo 3 y habita, gradualmente, los reinos mineral, vegetal, animal y finalmente se fija como centella consciente para dirigir la forma humana. Durante su progreso espiritual, sutiliza la materia que le sirve de sustentáculo en el mundo planetario, pues nace y renace tantas veces, como le fueran necesarias para su "autoconocimiento" y purificación de su cuerpo perispiritual, exigido en su mundo de origen. Conforme a la explicación espirita, el alma progresa y se angeliza en forma independiente de privilegio o prohibición divina. Es un autodidacta que erra o acierta, sufre y goza, ignora y sabe, hasta completar el ciclo terrestre y ser merecedor para ingresar a otros mundos más venturosos.
Por eso, los sacerdotes católicos contribuyen satisfactoriamente a favor del Espiritismo, respecto a sus prácticas hipnóticas o letárgicas, comprobando ante el público asistente, la irrevocable verdad, de la existencia del alma. Lo incomprensible para ese sujeto llamado público, es que la misma tesis católica que aprueba la existencia del alma, por el otro lado la niegan rotundamente.
Pregunta: ¿Qué posición debe tomar el joven o la joven espirita, que no admite la ceremonia religiosa, pero que su futuro cónyuge es católico y desea casarse por la iglesia?
Ramatís: Sin lugar a dudas, que es una magnífica oportunidad, para que el creyente espiritista demuestre su elevado grado de tolerancia y comprensión de su doctrina, cediendo en favor de su compañero o compañera, cuya vocación es casarse bajo los auspicios de su querida religión.
3 Véase el capítulo XI "Los Tres Reinos" Pregunta 592 "Los Animales y el Hombre" del Libro de los Espíritus, de A. Kardec; el capítulo XVII, "Sobre los Animales" de la obra de Emmanuel, Pág. 87 al 92: Preguntas 163 a la 170, sobre "Preguntas concernientes a los Animales", de la obra Filosofía Rosacruz, en Preguntas y Respuestas, edición Editorial Cultura, Huérfanos 1165 — Santiago — Rep. de Chile.
El espirita no pierde absolutamente nada en ese acto de tolerancia fraterna, pues concordar en casarse por la iglesia, no es admitir sus postulados, pero sí un gesto de respetarlos por la alegría que manifiesta otro. La tolerancia es una cualidad superior del alma; es patrimonio del espíritu evolucionado, que camina hacia el altruismo. No son tolerantes los espíritus que tienen un desenvolvimiento rudimentario, que son incapaces de comprender que es un deber y excelente cualidad espiritual, respetar las opiniones y procedimientos ajenos.
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