Pregunta: Nosotros sabemos, que los teósofos no aceptan la mediumnidad ni las comunicaciones con los espíritus, tal como sucede con los espiritas. ¿Cuál es vuestro parecer, al respecto?
Ramatís: Es natural, que si aceptaran la práctica mediúmnica y la comunicación con los espíritus, en la forma establecida por A. Kardec, los teósofos serían sencillamente espiritistas. Su forma de trabajar es diferente, porque se reúnen en grupos para estudiar e investigar sobre la filosofía espiritual, pero, lo hacen más por la vía de la intuición, en vez de utilizar las comunicaciones mediúmnicas.
También es cierto e ineludible, que se relacionan con los espíritus desencarnados, aunque niegan hacerlo por los recursos de la mediumnidad directa. Todos los hombres están rodeados de espíritus que los asisten, tentan, protegen, ayudan o explotan, ya sean teosofistas, rosacruces, yogas, espiritas o católicos. Los encarnados atraen espíritus conforme sean sus ideas, pasiones o intenciones, poco importa su creencia o religión.
Pregunta: El trabajo de los pases, recetarios, adoctrinaciones e incorporaciones de los espíritus necesitados, ¿no es un proceso eficiente y caritativo y de mayor provecho que las reuniones intelectivas e investigadoras de los teosofistas?
Ramatís: Debéis tener presente, que son dos formas distintas de profesar la Divinidad o de relacionarse con el mundo oculto. Las reuniones espiritas obedecen a un sistema doctrinario, implantado por las bases kardeciana, y las reuniones de los teósofos es la forma peculiar de su proceder. No hay ni debe haber censura para los espiritas en la forma de cumplir con sus postulados doctrinarios, ni para los mencionados hermanos, de cumplir con su habitual proceder doctrinario. Respecto a la caridad, es un asunto muy amplio para juzgarlo a través de simples reuniones de hombres que practican los postulados de su doctrina. Existe caridad física, moral, espiritual y hasta educativa. Es muy posible que en la mesa de los teósofos y sin tener presente la preocupación directa de la caridad, sus enseñanzas, por veces, liberen de la bebida a un padre de familia, destruyan la idea del suicidio, de algún desesperado o reconforte y consuele a quien ya perdió toda su confianza en la vida. Se producen transformaciones individuales, discernimientos y decisiones nuevas, que son capaces de transformar desde un individuo, un barrio o toda una ciudad.
Pregunta: Alegan los teósofos, que la mediumnidad pasiva, conforme la proclama la doctrina espirita, es contraproducente, porque el médium, al recibir a los espíritus perturbados, se hace pasible de sus enfermedades orgánicas o alienaciones mentales. ¿Qué fundamentos existen, para interpretar, que los fluidos enfermizos de los espíritus inferiores, puedan o lleguen a provocar trastornos en los médiums?
Ramatís: Todo depende del estado psíquico y de las condiciones morales del médium, de su carácter, sentimientos y conducta moral. La persona se resguarda de los fluidos perniciosos de los malos espíritus, cuando se integra al criterio moral y superior.
Mientras tanto, debéis saber, que la criatura humana no se encuentra totalmente desprotegida de ciertas influencias del mundo oculto, pues el periespíritu, a través de los milenios de adaptaciones y actividades en medio de las energías de los mundos planetarios, también desenvolvió su capacidad de defensa contra las embestidas maléficas. Tal como sucede con el organismo físico, que consigue regenerar las zonas afectadas y corregir las lesiones producidas por los medios del mundo inferior. Evidentemente, que si el periespíritu es la matriz fisiológica o etérica de la organización humana, es natural, entonces, que supere las embestidas malhechoras por parte de los espíritus de las sombras. El periespíritu dispone de recursos maravillosos para sobrevivir y protegerse en medio de las energías inferiores, tal como lo hace el organismo físico, para defenderse de cualquier reacción nociva para su equilibrio vital.
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