Pregunta: Alegan los espiritas que la buena conducta y los pensamientos elevados, es suficiente para que el hombre se libere de la presencia de los espíritus inferiores, sin necesidad de emplear recursos tan prosaicos del mundo material, como es hábito en las prácticas de la Umbanda. ¿Cuál es vuestro parecer?
Ramatís: De acuerdo con la matemática divina en el orden de la creación, cada cosa tiene su ley y su lugar, sea en el mundo físico o espiritual. Así como no es posible transportar piedras en carritos de papel, ni mover piedras con palancas de cartón; los espíritus de elevada vibración sideral tampoco pueden actuar o interferir en las zonas de fluidos pegajosos y agresivos del mundo inferior. Existen trabajos de magia a niveles tan densos y bajos, que resultan impermeables a los intentos más esforzados por parte de los hijos de la Umbanda. Allí, ningún poder mental, por más sublime y fuerte que fuera, conseguirá destruir la masa fluídica y condensada que es dirigida hacia el hogar de la familia hechizada.
En tales ocasiones, sólo la interferencia directa de los espíritus de contextura primaria y bajo la conducción de jefes experimentados y decididos, pueden combatir las bases fluídicas de la magia negra.
Pregunta: En la actualidad, ¿cuáles son las deficiencias que presenta la Umbanda y que le faltaría para encuadrarse definitivamente en sus objetivos mediúmnicos y doctrinarios?
Ramatís: Ya hemos explicado anteriormente, que a la Umbanda le falta una codificación o selección definitiva de sus valores auténticos, los cuales dependen de los estudios, investigaciones, debates, tesis y simposios entre los principales mentores, jefes y responsables de todos los terreiros del Brasil. También sería conveniente definir la posición de la Umbanda, dado que se halla afectada por la penetración constante de los blancos, y contrasta con los trabajos tipo del "candomblé" de culto deliberadamente primitivo y fetichista, fundamentalmente arraigado a las danzas histéricas del mediumnismo del negro africano.
Se le debe fijar reglas, ceremonias y métodos de trabajos imprescindibles para la característica fundamental de la Umbanda, como ambiente simpático a la libre manifestación de los negros y mestizos, pero desechando tanto como le fuera posible, el uso exagerado e inútil y hasta ridículo de pertrechos, en el servicio mediúmnico y de magia. Se justifica también, la uniformidad de las vestimentas a ser usadas por los caballos y cambónos (secretarios) en su color blanco, pero observando rigurosamente la higiene y la simplicidad, en vez de la fascinación que causa el uso de adornos del tipo eclesiástico y que pueden terminar en la imprudencia del lujo y del fausto. Creemos también, que sería muy beneficioso para la Umbanda, que fijaran definitivamente el santo católico que mejor se afina a las características peculiares de cada orixá africano que dirige sus líneas y falanges. De acuerdo al fetichismo africano y primitivo, los orixás dirigen las fuerzas de la naturaleza y forman la interminable escala jerárquica de entidades, que se mezclan con la vida espiritual y física del negro.29a
Finalmente, la Umbanda puede ser la aspiración o manifestación religiosa de un estado evolutivo del pueblo brasileño, pero compatible con la actual evolución de la civilización, sin tener que presentar las excentricidades de los batuques primitivos y de la gritería histérica que dura interminables horas. Es bueno saber, que la fidelidad y el espíritu de sacrificio, no se demuestran participando en los ritos y cantos prolongados, que perturban la vivencia común de los demás seres pues la Iglesia Católica y el Protestantismo también practican sus liturgias en horas y días que jamás provocan protestas o censuras. Los negros africanos seguían sus ritos y danzas histéricas hasta bien entrada la madrugada, debido a que disponían totalmente del día siguiente para recuperarse
29a N. de E. G.: Probablemente, Ramatís se refiere a la conveniencia de uniformar el paraninfo de los santos católicos a las líneas de la Umbanda, dado que existe diferencia entre lo expresado para un mismo fin, en el norte y en el sur del país. Mientras Oxalá, Ogum, Oxosi y Yemenjá, son representados respectivamente en Bahía por el Señor del Buenfin, San Antonio, San Jorge y Nuestra Señora del Rosario, el carioca prefiere a Zambi o Dios para Oxalá, a San Jorge para Ogum, a San Sebastián para Oxosi y a Nuestra Señora de la Concepción para Yemanjá.
físicamente, a través de un prolongado sueño. Pero, el ciudadano actual, es un esclavo del reloj y de miles de obligaciones diarias, que le exigen el reposo adecuado para no malograr el sustento de su familia.
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