Pregunta: En el caso de los espíritus que frustran su compromiso de unión conyugal en el plano tierra, ¿no causa perjuicio a las otras entidades comprometidas en el mismo programa de orden colectivo, y que se encuentran imposibilitadas de reencarnar?
Ramatís: Sin lugar a dudas, cualquier unión conyugal programada en el Espacio, pero frustrada en la tierra, sea por culpa de sus responsables o por circunstancias imprevistas, altera el derrotero kármico de otras almas vinculadas al esquema de ascendentes biológicos. El casamiento terreno, malgrado los terrícolas lo consideran un hecho común, es el fruto de una previa combinación en el Espacio. Es el camino elegido por dos entidades, que se comprometen para vivir en el mismo hogar, a fin de liquidar los débitos del pasado y generar cuerpos para otras almas necesitadas.
Pregunta: ¿Qué compensación reciben los espíritus perjudicados, cuando los responsables frustran su compromiso contraído en el Espacio?
Ramatís: Debéis tener presente, que aun en las esferas espirituales adyacentes a la tierra, sus moradores desencarnados se enfrentan con muchas incógnitas del Universo porque todavía no existe la perfección. Los programas combinados en el Espacio sufren a veces interferencias inesperadas y hasta inexplicables que alteran el rumbo prefijado por los responsables. En consecuencia, en el caso de frustración o perjuicios ajenos, los deudores deberán resarcir al perjudicado, según su grado de culpa, una vez eliminadas las circunstancias imprevistas. Considerando las innumerables existencias carnales que aún aguardan a los espíritus terrenos, hay suficiente tiempo para ajustar sus cuentas del pasado, sin que se pierda una sola oveja del aprisco del Señor. Y como no existen en el Espacio privilegios divinos, "cada uno recoge según haya sido su obra". El espíritu es el señor de sí mismo y goza del libre albedrío para accionar con libertad en el mecanismo de la vida y de la creación divina; mas será corregido, ni bien sus actos provoquen perjuicios al prójimo.
Pregunta: ¿Qué tipo de compensación otorga la Justicia Divina a los perjudicados, de ese compromiso contraído en el Espacio?
Ramatís: Bajo el concepto kármico y evangélico enunciado por el Cristo Jesús, de "Quien con hierro hiere, con hierro será herido", jamás habrá perjuicios entre los concursantes de un mismo programa sideral a conformarse en la tierra. Los espíritus perjudicados por aquellos que huyeron del compromiso, han de ser compensados, en otros lugares y tiempo, por esos mismos que cometieron la falta. Además, los espíritus que en el pasado cumplieron con sus compromisos contraídos, difícilmente incurran en faltas, puesto que son merecedores y nacen en la tierra como futuros progenitores, con la misma graduación espiritual. Sin embargo, los errados en el pasado, que frustraron compromisos y causaron perjuicios ajenos, son encaminados hacia el nacimiento a través de recursos físicos, semejantes a las condiciones cometidas, sin la garantía que le pueda asegurar el éxito de lo solicitado para su nueva encarnación. "No cae un solo cabello de nuestra cabeza, sin que Dios no lo sepa". Las entidades que se encarnan y dependen del suceso de la unión conyugal de otros espíritus volubles e irresponsables, que pueden frustrarles la encarnación, también cometieron delitos semejantes en el pasado y causaron los mismos perjuicios a otros. Los espíritus volubles son atraídos por otros de igual condición, como los espíritus formales son atraídos por aquellos que vibran de igual forma.
En la trama kármica de las encarnaciones físicas, los espíritus se interligan por afinidad espiritual o a través de los vínculos de culpabilidad de vidas anteriores. Así, la vida humana agradable o desagradable, frustrada o acertada, es consecuencia de la naturaleza buena o mala del espíritu encarnado. Los espíritus sólo reencarnan bajo un esquema trazado por los instructores y técnicos competentes del Más Allá, los cuales intercambian emociones, sentimientos afines u ostensivos y ajustan sus propósitos a los intereses del conjunto. Espíritus nobles o viciados, sabios o ignorantes, bondadosos o malignos, sensatos o delincuentes, líganse en la trama de la existencia física y se agrupan bajo diversos e interesados motivos, que traen aparejadas las causas correctivas. En consecuencia, hay espíritus bondadosos y de buena estirpe espiritual, que todavía se imantan a entidades inferiores porque otrora las explotaban para su provecho personal. Aunque hayan subido algunos grados más en la escala espiritual, tendrán que liquidar ineludiblemente los saldos de las cuentas atrasadas, ayudando a los envueltos para su pronto ascenso a una frecuencia superior. Pero como en el Espacio tampoco hay realas sin excepción, existen almas misioneras que no titubean en dejar su mundo venturoso para encarnarse y ayudar a los espíritus primarios y hasta vengativos, junto a los cuales demuestran su piedad y amor bajo la égida del Cristo.
Dostları ilə paylaş: |