Pregunta: ¿Cuál es la tarea más importante que cumplen las religiones? ¿Acaso es disciplinar el sentimiento divino y religioso del espíritu encarnado, o perfeccionar la idea de Dios en el mundo de la carne?
Ramatís: El sentimiento divino y religioso no necesita disciplinarse, sólo liberarse para que su luz se proyecte con más intensidad, conforme sea la limpieza que posea la lámpara. De ahí que la principal función de las organizaciones religiosas del mundo sea catalizar el sentimiento del ser humano y orientarlo para que pueda expandirlo religiosamente a través de la lámpara viva, que es su cuerpo humano. El sentimiento religioso, innato en la persona, se reactiva en su esencia por la acción exterior del culto y por las ofrendas delicadas y humildes de la actividad humana y religiosa.
Pregunta: ¿No sería más que suficiente recordar lo sucedido en el pasado para vivir religiosamente nuestras actuales obligaciones espirituales del presente? Creemos, que de esa forma, podríamos exceptuarnos de tener que entrar en la complicación que representan las organizaciones religiosas o espiritualistas; ¿no es verdad?
Ramatís: Es la piedad divina la que permite que el espíritu encarnado no recuerde lo sucedido en sus vidas anteriores, cuyos hechos trágicos o tenebrosos podrían perturbarlo en sus futuras y redentoras existencias. El sacerdote, el médico, el militar, el profesor, el abogado y otros más, necesitan vivir su nueva experiencia reencarnatoria, como si la hiciesen por vez primera, y son estimulados bajo la esperanza de un futuro feliz. Jamás podrían atravesar la existencia humana pacífica y conformada, al reconocer en medio de su propia familia a las víctimas o verdugos del pasado, a los cuales se imantaron según las determinaciones de la Ley del Karma.
De ahí, entonces, que la vida física sería un infierno si los espíritus encarnados pudieran reconocer la trama de las causas infelices y culposas del pasado y que los vincula a las vicisitudes, enfermedades y tragedias, en la rectificación espiritual y compulsiva del presente. Los hombres desistirían de cualquier actividad en el campo de la ciencia, del arte y hasta de la religión, si conocieran anticipadamente su doloroso e inmodificable destino en su vida humana. El olvido del pasado evita la previsión del futuro; de ahí entonces que el hombre pone en movimiento sus energías ocultas y tiene iniciativas que van liquidando las deudas del pasado y trazando mejores progresos para los días futuros. Aunque existan personas que recuerdan su pasado culpable, son incapaces de soportar la memorización trágica y, al mismo tiempo, equilibrarse en el presente.5
Por eso, las sectas religiosas e instituciones espiritualistas tratan de activar, en el receso del alma humana, la llama del sentimiento religioso, estimulando las prácticas de las virtudes liberadoras y prohibiendo los pecados que encadenan al espíritu a la vida animal.
Pregunta: ¿Qué nos podéis decir respecto a las dificultades que tenemos para liberarnos de los dogmas, tabúes, creencias y supersticiones religiosas, aunque ya estamos convencidos de su inutilidad?
Ramatís: El espíritu humano vive hace muchos milenios condicionado a los dogmas, tabúes y creencias cultivados por las organizaciones religiosas (a través de las diversas encarnaciones pasadas) las que trataron de atemorizar a sus fieles, pero nada les aclararon respecto a la vida del espíritu después de la muerte física.
El hombre necesita liberarse de las trabas causadas por los "misterios" religiosos y los preconceptos de la sociedad humana, que le impiden un mayor conocimiento de la "Verdad que libera al Espíritu Inmortal". Pero los hombres infelizmente apenas sustituyen los dogmas, preconceptos y convenciones envejecidos y cristalizados en el tiempo por otras fórmulas nuevas, que también los esclavizan tanto como los viejos tabúes.
El católico, al volverse protestante, sustituye las viejas creencias bíblicas de su iglesia, por la devoción particularizada a otras creencias de la Biblia, basadas en las vidas y afirmaciones de los profetas. El protestante, a su vez, cuando se vuelca hacia el Espiritualismo, pasa a prestar devoción a otros preconceptos que sustituyen su fe y creencia anterior. En general, el católico es un fanático
5 Nota del Médium: Espiritualmente, la recordación del pasado depende muchísimo de la sensibilidad psíquica, aliada a la comprensión de nuestras equivocaciones de antes, sin provocar desequilibrios y complejos "pre-reencarnatorios". Técnicamente dicho, el fundamento consiste en la recordación del pasado, siendo el "doble etérico" el puente vital entre el periespíritu y el cuerpo físico; por lo tanto, el transmisor do los hechos que se encuentra en el archivo del espíritu.
sumiso a la infalibilidad papal y a la afirmativa de que "fuera de la Iglesia no hay salvación"; cuando se vuelve protestante, sólo confía en la "Voz de la Profecía"; y el protestante, cuando se vuelca al Espiritismo, se vuelve agresivo contra su antigua religión, pero también protesta airadamente contra todo lo que "Kardec no dijo". Por lo expuesto, debemos decir que la mente del hombre debe renovarse integralmente de sus condicionamientos religiosos anacrónicos para asimilar los nuevos conceptos de alta espiritualidad.
Pregunto: Esa constante sustitución de conceptos viejos de la religiosidad por otros modernos, nos causa íntimas y emotivas alteraciones, dejándonos la impresión, que nunca alcanzaremos la realidad espiritual. ¿No es verdad?
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