Pregunta: Entonces, ¿estamos obligados procrear hijos indistintamente, sin tener derecho a cualquier recurso limitativo, por estar comprometidos en el pasado?
Ramatís: Ninguno está obligado a tener relación sexual o procrear, aunque sea una contingencia específica de la propagación de la especie en la vida física. Jesús era un espíritu que había superado el deseo de la vida carnal; por eso no formó hogar ni buscaba la práctica sexual. Hay un único y justificable recurso para la limitación de los hijos, que es capaz de librar al hombre de cualquier responsabilidad con la Ley del Karma; ¡es la continencia sexual! Fuera de eso, el hombre es culpable por intentar huir o evitar las consecuencias procreativas. En verdad, los animales se muestran más
2 Nota del Médium: Es el caso del llamado "escuadrón de la muerte", compuesto por grupos de hombres enfurecidos y crueles que matan a los infelices marginados como animales rabiosos; tal vez, recordando a los viejos capitanes de navíos, persiguiendo nuevamente a los infelices que fueron atraídos y explotados en la infamante esclavitud del pasado.
correctos que los hombres en sus relaciones sexuales, pues sólo las practican en los ciclos destinados a la procreación, manteniéndose en continencia en los períodos de infecundidad.
Pregunta: Entonces, ¿debemos comprender que el hombre debe liberarse o sustraerse del concepto bíblico del "creced y multiplicaos" por la simple abstinencia sexual?
Ramatís: Únicamente espíritus de los quilates de Jesús y los instructores de elevada jerarquía espiritual consiguen pasar por el mundo carnal liberados de la contingencia del sexo o de cualquier compromiso conyugal. La vida de esas entidades es tan altruista y beneficiosa para la humanidad, que es mucho mejor que no se casen, puesto que el amor egocéntrico y transitorio de la familia consanguínea pudiera debilitarles el amor que sienten por la humanidad entera.
Los espíritus que no están comprendidos en el concepto de "salvadores" o "misioneros", elegidos para esclarecer a la humanidad, necesitan atender el imperativo sexual de la vida en común y procrear bajo el aspecto fundamental del "creced y multiplicaos". Son alumnos que aún se encuentran sujetos al karma culpable del pasado, y que además tienen necesidad de renacer en el mundo físico i fin de indemnizar los perjuicios ocasionados otrora, debiendo procrear nuevos cuerpos físicos para atender a las necesidades de otros espíritus en faltas. Por otra parte, tampoco están preparados para resistir una vejez triste, solitaria y desheredados de los bienes de la familia terrestre, cuyos descendientes consanguíneos los ayudarán a terminar la existencia física bajo la tutela afectuosa.
El celibato en la tierra, bajo cualquier condición social, religiosa o económica es una anomalía, siempre que no fuera determinado por el Karma consecuente de hechos cometidos en vidas anteriores. El hombre soltero casi siempre es gozador y poco provechoso, pesando en la economía humana de las familias y amenaza el equilibrio normal de la vida del prójimo. Y la naturaleza jamás perdona a quien le frustra sus designios, aunque sus fines sean religiosos, pues ella castiga cualquier excentricidad en el campo del sexo, ya sea por exceso o falta de uso.
Pregunta: ¿Nos podéis dar una idea mayor al respecto, puesto que vuestras manifestaciones nos confunden?
Ramatís: Los hombres que infringen las leyes naturales y en el campo creativo, que abusan de la sexualidad, terminan sufriendo las consecuencias en vidas futuras. Pero la criatura que no ejerce la función sexual —exceptuando las que su estirpe espiritual lo aconseja— y que comprenden aquellas que lo hacen por puritanismo, voto religioso o conveniencia personal, también ha de sufrir las consecuencias rectificadoras de su obstinada perseverancia improductiva. Dios no creó la admirable máquina humana para que el espíritu del hombre se manifieste sobre la tierra con la única finalidad de atender a sus intereses personales. El cuerpo físico es un organismo beneficioso que proporciona el ascenso espiritual, pero debe utilizarse en toda su actividad energética para no atrofiarse. Por eso, las personas que desvirtúan esas sagradas funciones y que son afectadas al perfeccionamiento espiritual, tendrán que sufrir los efectos ocasionados por cualquier tipo de infracción censurable o negligente.
El determinismo del "creced y multiplicaos" que no es aplicable a determinado tipo de hombres, pero involucra a la mayoría de las criaturas humanas, y comprende la necesidad de procrear nuevos cuerpos para servir a los espíritus infelices y necesitados de su rehabilitación espiritual. Quien fue atendido por un cuerpo que lo ayudó a purificarse de sus pecados cometidos en vidas pasadas, también debe servir a otras criaturas desesperadas, proporcionándoles el equipo carnal para su ingreso en la vida física e ir ascendiendo hacia el mundo espiritual superior. De esa forma se justifica la obligación recíproca y es de elevado sentido la recomendación del Cristo Jesús cuando dice: "Haz a los otros lo que quisieras que te hicieran a ti mismo".
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