Pregunta: En otros pasajes de vuestras lecciones, nos habéis dicho que ciertas mujeres nacen estériles e impedidas kármicamente de procrear hijos porque en el pasado rechazaron el camino gestativo. Si es tan importante y necesaria la procreación de nuevos cuerpos físicos para atender a los billones de espíritus ávidos de renacer en la tierra, ¿no es absurdo que la propia Administración Sideral impida deliberadamente nuevos nacimientos?
Ramatís: En verdad, no existe un jurado que sancione en el Espacio, o una institución penal con la finalidad de juzgar y aplicar condenas a los desencarnados bajo el concepto "Ojo por ojo y diente por diente". Las leyes kármicas traducidas por el aforismo de "Quien con hierro hiere, con hierro será herido", y la "Siembra es libre, pero la cosecha obligatoria" o "Tendrás que pagar hasta el último centavo" son mucho más suavizadas por otro concepto de auto-responsabilidad que dice así: "A cada uno le será dado según sus obras". No se trata de sentencias o leyes punitivas, determinando castigos a los pecadores o impidiendo a esas mujeres, citadas en vuestra pregunta, que procreen hijos porque los rechazaron en el pasado. Se trata simplemente de consecuencias técnicas, en que los efectos resultantes derivan de causas semejantes. Es evidente que la causa "hielo" genera "frío", mientras que la causa "fuego" produce "calor", así como un kilo de pólvora es una causa que produce un efecto tan destructivo, conforme sea el potencial de fuerza acumulada y liberada durante la explosión. Así, el hombre rico gasta una inmensa fortuna para su único bien y de ello resultan perjudicados los ajenos; está formalizando una causa culpable por el abuso del libre albedrío, debiendo corregirla o sufrir sus efectos dañinos en otra vida, siendo entonces que ha de enfrentar las pruebas de la miseria como terapéutica para su equilibrio, espiritual.
De la misma forma, a la mujer que se niega a tener hijos, huyendo del sagrado imperativo del "Creced y multiplicaos", en la existencia futura pueden nacerle gemelos, trillizos o quintillizos, formando una prole numerosa a fin de compensar la negligencia cometida otrora. A los padres que abandonaron a los hijos en el pasado, como pésimos celadores de sus descendientes, la Ley del Karma los torna estériles en las encarnaciones futuras, para que se adiestren y desenvuelvan el sentimiento paterno, criando hijos adoptivos. A pesar de la urgente necesidad de que se generen cuerpos físicos para dar cabida a los que aguardan en la simbólica "fila" de los espíritus angustiados, sin embargo, la Ley no deja de accionar bajo el concepto de que "A cada uno le será dado conforme a sus obras".
Pregunta: La mujer estéril, que está imposibilitada de tener hijos por la causa kármica, ¿no podría sentirse venturosa y más tranquila ante la libertad de su relación sexual y satisfacer su erotismo, sin la preocupación de abortos y usar píldoras anticonceptivas?
Ramatís: Preguntad a las mujeres estériles, cuyos hogares no dejan de ser mundos silenciosos y tristes, sin la risa cristalina y la gracia sin igual de la criatura bulliciosa, cuál sería su preferencia.
La mujer estéril, que es venturosa por satisfacerse sexual-mente sin peligro de gestar, indudablemente que se trata de una criatura con gran tendencia a la prostitución, tal vez mal contemporizada por el accidente del casamiento. Jamás la mujer, en su verdadera femeneidad, bajo la protección del hogar y dedicada al esposo, cambiaría la ventura de tener hijos por la transitoria condición de libertad sexual en la vida física. Existen cosas en la vida de la madre y de sus hijos que llenan cualquier desventura y vicisitudes, propias de los hogares terrenos. Los descendientes son la prolongación de los padres, cuyas ansiedades, sueños e ideas compensan las amarguras de la vida. Difícilmente la mujer estéril se considera premiada por la posibilidad de ejercer el acto sexual libremente sino que vive soñando con la ventura de que un hijo le llene el vacío de su hogar, que aparte la tristeza y la melancolía, y termine la frustración del matrimonio solitario. Existen mujeres sobrecargadas de hijos; mientras tanto, manifiestan en sus fisonomías la alegría de los espíritus realizados en la vida física, seguras de que todos sus pecados y débitos comunes de otrora fueron superados por la vida prolífera, amparando a esos espíritus que vivían ansiosos por un cuerpo físico.
Pregunta: En consecuencia, los espíritus de vuestra esfera espiritual, son definitivamente contrarios a la "limitación de hijos", ¿no es verdad?
Ramatís: Apenas os recordamos que, a pesar de oficializarse la limitación de los hijos o la esterilización masiva, no se eliminara la miseria, la avaricia, la perversidad, la corrupción, las enfermedades, los celos ni los vicios infamantes. Sin lugar a dudas, los padres desnaturalizados continuarán generando hijos y los arrojarán a las calles como un producto del placer, sin contar con las "madres solteras", verdaderas víctimas de tal infelicidad.
De la misma forma, la limitación de los hijos no soluciona el grave problema del hambre y de la miseria futura, cuyo fantasma se avecina y agranda cada vez más sobre la humanidad. Que adelanta reducir las "bocas en el mundo" cuando los hombres continúan quemando estúpidamente campos de labranza, plantaciones, silos, almacenes de reservas alimenticias, industrias de comestibles, convoyes de abastecimiento y pequeños graneros de ciudades apartadas, arrasadas criminalmente por medio de la bomba homicida. La ciencia terrícola, bajo tal providencia, apenas intenta limitar, por procesos pacíficos, lo que ella misma está produciendo por medio de los ingenios funestos, como es la bomba atómica 4
4 Nota del Médium: Ramatís tiene razón; dice un profesor de física de la Universidad de Pittsburg que los ensayos de las armas nucleares han provocado la muerte de medio millón de recién nacidos, y cada megatón que sea disparado en el futuro afectaré a 100.000 criaturas. (Diario Tribuna de Paraná, edición del 28 de enero de 1970.)
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