Pregunta: Entre los sistemas nombrados, ¿uno de ellos no podría solucionar eficientemente los problemas del mundo?
Ramatís: Doctrina por doctrina, sistema por sistema o "istmo" por "istmo", ideados y compilados por hombres defectuosos, es preferible el " Evangelismo", o doctrina de Jesús que, además de haber sido el hombre más santo y sabio, es el mejor amigo del hombre. Es una doctrina sana, universalista e incriticable, que siendo practicada por todos los hombres, elimina definitivamente las dificultades, carencias y desventuras de la humanidad. No tiene estructura capitalista, fascista, democrática, nazista o socialista sino que se rige por una regla áurea e irreductible, que es el sublime sentimiento del Amor. Los hombres no se salvan substituyendo sistemas políticos, sino mediante ¡el ejercicio incondicional del Amor!... En el desierto de la vida humana, la doctrina de Jesús es el "oasis" capaz de mitigar la sed del viajante más desventurado. Es la fórmula inalterable en cualquier latitud geográfica del mundo, clima social, político o religioso, así como también la más avanzada solución moral y espiritual de las relaciones entre los hombres. "Ama a tu prójimo como a ti mismo" y "Haz a los otros lo que quisieras que te hagan a ti mismo", no se refiere específicamente a grupos de hombres socialistas, fascistas, demócratas, nazistas, capitalistas o comunistas, sino ¡al género humano!
Los hombres pueden alegar que es difícil vivir el Evangelio, tal como el Maestro Jesús lo vivió; pero ningún hombre del mundo podrá negar que si tal Código Moral fuera practicado por la humanidad, se eliminarían todos los problemas económicos, financieros, políticos, morales, racistas, religiosos, y hasta se recuperaría la salud humana ante la inevitable liberación de los vicios y pasiones mórbidas. En consecuencia, no somos partidarios de ningún partido, doctrina o sistema político, filosófico o religioso del mundo, pero sí estamos con el "amor" pregonado y vivido por el Cristo Jesús, el cual es independiente de cualquier diferenciación de raza, cultura, fortuna, política o religión.
Pregunta: Tratándose de un asunto de suma importancia para nuestras observaciones y aprendizaje, desearíamos recibir otras consideraciones de vuestra parte y relacionadas con el "Evangelio de Jesús", en una confrontación con las doctrinas del mundo.
Ramatís: Es de sentido común que la salud de un grupo de personas depende de la salud de sus integrantes; en consecuencia el equilibrio, la armonía y eficiencia de un sistema político, social, cultural, religioso o filosófico, tendrá que depender, fundamentalmente, de las condiciones saludables de las partes. La belleza panorámica de un jardín depende de la armonía y coherencia estética entre las especies florales que lo conforman.
De esa forma, los gobernados no pueden criticar a sus gobiernos, dado que ellos conforman la cobertura o superestructura de los valores positivos y negativos del pueblo a que están vinculados. Muchas veces, los individuos de cierto sistema político exigen un gobierno perfecto dentro de un ambiente en donde se hacen y conscienten las más censurables relaciones ilícitas de orden comercial, político o moral. Agiotistas, ladrones, homosexuales, mistificadores, hipócritas, prostitutas, avaros, falsarios, inmorales, fanáticos, terroristas, homicidas, alcohólatras y otros viciosos no se cansan de censurar y arrasar al gobierno que le dieron su voto, exigiendo un hombre iluminado ¡en medio de su propia abominación!
Están los que critican la administración pública sentados a la mesa, bebiendo abundante alcohol y en ambientes corrompidos y de baja moral; aquí el negociante acusa severamente la inescrupulosidad del gobierno, mientras él roba furtivamente en el peso de la mercadería; allí, el ciudadano se enfurece exigiendo más asistencia pública, mientras que él evade el cumplimiento de las ordenanzas fiscales; acullá, se comenta los grandes negociados por parte de los representantes del gobierno, pero se escucha esto ¡en la radio comprada de contrabando! Entonces, se exige a los responsables administrativos el máximo de perfección, mientras ellos practican toda clase de actividades ilícitas y censurables, fuera de la moral común.
Evidentemente, muy poco importa la naturaleza de los sistemas políticos o doctrinarios del mundo en donde se apliquen, si los hombres que los conforman son aún ineptos, inmorales, deshonestos, agiotistas, fanáticos, racistas, viciosos y malignos. Así como el vino ácido no se modifica en su contenido por el simple cambio de su rótulo, el mundo jamás logrará su equilibrio cambiando su sistema político, o marbetes "salvadores" que no mejoran el contenido humano. De ahí el privilegio que sustenta el Evangelio, puesto que es el fruto de una vida mejor que redunda en beneficio y para la felicidad del género humano, el cual es el denominador común de un estado de espíritu superior, como es el Amor, que se encuentra por encima de cualquier interés político o doctrinario.
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