Los nuevos profesionales


TITULO V SERVICIOS ACADEMICOS, TECNICOS



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TITULO V

SERVICIOS ACADEMICOS, TECNICOS

Y ADMINISTRATIVOS
Artículo 54o. Habrá en la universidad servicios académicos, técnicos y administrativos destinados a asesorar y colaborar con el Consejo Superior en su función de coordinar y correlacionar el trabajo universitario. Estos servicios tendrán la denominación de Secretarías Nacionales.

Entre estos servicios existirá una Secretaría Nacional Académica, encargada de la coordinación y asesoramiento del quehacer académico de la universidad. El secretario nacional académico y los demás secretarios nacionales serán designados por el Consejo Superior y propuesta del rector.


Artículo 55o. Los servicios académicos, técnicos y administrativos que conforman nacionalmente la universidad, en sus diversas estructuras, serán los que el Consejo Superior determine, en virtud de la facultad establecida en el No. 4 del Artículo 38o. de la presente ley.

TITULO VI

OTRAS DISPOSICIONES
Artículo 56o. El personal de la Universidad Técnica del Estado, cualquiera que sea su función, tendrá la calidad de empleado público y se regirá por las normas que las leyes prescriban especialmente para dicho personal, por los reglamentos que dicte el Consejo Superior y, supletoriamente, por las disposiciones del estatuto de los funcionarios de la Administración Civil del Estado.

Los reglamentos que dicte el Consejo Superior para regular las diferentes funciones no podrán contener normas que desconozcan o disminuyan los derechos otorgados anteriormente a este personal, ni las garantías esenciales de defensa en materia de responsabilidad administrativa.

La universidad podrá celebrar convenios a honorarios para la realización de determinadas tareas, pero quienes se desempeñen bajo este régimen no tendrán la calidad de funcionarios.
Artículo 57o. El personal de la Universidad Técnica del Estado tendrá derecho a jubilar en conformidad a las leyes generales. Los académicos cesarán en sus funciones a más tardar al término del año académico en que cumplan los 65 años de edad a menos que estén desempeñando un cargo electivo, en cuyo caso el cese se producirá al vencerse el período para el cual fueron nombrados. La cesación obligatoria en funciones a que se refiere el presente inciso no obstará a que, en casos calificados, el Consejo Superior de la Universidad pueda acordar la contratación de los servicios de quienes fueran afectados por esta causal de cesación.

El haber alcanzado la más alta jerarquía de la carrera académica se considerará grado máximo del respectivo escalafón, para los efectos del artículo 132o. del estatuto administrativo.


Artículo 58o. La universidad podrá contratar profesionales y graduados, chilenos o extranjeros, para el desempeño de labores académicas, aun cuando tengan más de 65 años de edad. Estas personas no formarán parte de la carrera académica, y no tendrán los derechos políticos que este estatuto confiere.
Artículo 59o. Sin perjuicio de lo establecido en el inciso 2o. del No. 10 del artículo 38o, la universidad tiene el deber de remunerar adecuadamente a su personal, de prestarle protección y de atender a su bienestar y perfeccionamiento.
Artículo 60o. Para la representación y defensa de los intereses comunes, el personal de la universidad podrá organizar una asociación que agrupe a los académicos y otra que agrupe a los funcionarios no académicos, o una que agrupe a todo el personal.

Estas asociaciones gozarán de personalidad jurídica y podrán federarse entre sí o confederarse con otras instituciones de trabajadores. Serán miembros de la o las asociaciones que se organicen todos los académicos y todos los funcionarios no académicos de la Universidad Técnica del Estado por el sólo hecho de tener la calidad de tales.


Artículo 61o. El patrimonio de la Universidad Técnica del Estado está constituido por sus bienes y las rentas que le corresponde percibir.

Son bienes de la universidad los siguientes:

a) Los bienes muebles e inmuebles asignados a ella y servicios dependientes, y los que adquiera en el futuro.

b) Las herencias, legados y donaciones con que sea favorecida;

c) El producto de sus ventas o enajenaciones de bienes que realice;

d) La propiedad intelectual sobre todo descubrimiento o invención realizado en la Universidad Técnica del Estado, por personal de su dependencia, aunque la patente se inscriba a otro nombre; y

e) Todo otro valor que se incorpore a ella a cualquier otro título.
Son rentas de la universidad:

a) Los aportes que le conceda anualmente la Ley de Presupuesto de la Nación y los que le otorguen leyes especiales;

b) El producto de sus aranceles, que estarán constituidos por los derechos de matrícula, impuestos universitarios a los títulos y grados, derechos de exámenes, certificados, solicitudes a la universidad, pagos que deban hacerse por trabajos realizados en sus talleres o laboratorios y toda clase de cuotas ordinarias o extraordinarias que deban cancelar sus alumnos, así como el valor de otras prestaciones o servicios que realice.

c) Los frutos e intereses de sus bienes; y

d) Todo otro valor que se incorpore a ella.
Artículo 62o. Los bienes y entradas que integran el patrimonio de la Universidad Técnica del Estado, serán administrados por ésta, con plena autonomía.

La universidad elaborará anualmente su presupuesto interno, sobre la base de una planificación de sus actividades y de sus proyectos de desarrollo, en la forma que determinen los reglamentos universitarios pertinentes.

La Ley General del Presupuesto de la Nación consultará, en sumas globales, los fondos para subvenir, adecuadamente, al mantenimiento de los servicios de la Universidad Técnica del Estado y a las exigencias de su expansión en conformidad con sus planes de desarrollo. En todo caso, estas sumas no podrán ser inferiores al uno por ciento (1%) del presupuesto total de egresos de la nación.

Serán recursos propios de cada sede, los obtenidos por éstas a través de donaciones otorgadas a ellas, ya sea por la comunidad regional en la que están situadas, por medio de leyes específicas, por medio de convenios internacionales o por medio de convenios o asesorías que los departamentos suscriban o presten a la comunidad.


Artículo 63o. El Consejo Superior estará facultado para:

1. Emitir estampillas y fijar aranceles por los servicios que preste a través de sus distintos organismos .

2. Crear y organizar, con otras personas, naturales o jurídicas, nacionales, extranjeras o internacionales, asociaciones, sociedades, corporaciones o fundaciones, cuyo objetivo corresponda o se complemente con los de la universidad, aportando a ellas fondos provenientes de su patrimonio.

3. Otorgar las subvenciones que determinen los reglamentos:

4. Contratar empréstitos, emitir bonos, pagarés y demás documentos de crédito con cargo a los fondos de su patrimonio.

El Presidente de la República estará facultado para otorgar la garantía del Estado. directamente o a través de los organismos estatales.


Artículo 64o. La Universidad Técnica del Estado estará exenta de toda clase de impuestos, contribuciones, derechos, tasas, tarifas, patentes y demás cargas o tributos establecidos en favor del fisco, de las municipalidades o de cualquier otra persona jurídica. Esta exención se considerará vigente en relación con cualquier nueva disposición legal sobre la materia, salvo que se establezca que afecta también a la Universidad Técnica del Estado.

Igual norma se aplicará a las asociaciones, sociedades, corporaciones y fundaciones en cuya creacción, organización o mantenimiento participe o intervenga la universidad, siempre que sus objetivos correspondan a sus fines y que las franquicias respectivas sean total o parcialmente concedidas por decreto del Supremo Gobierno, a petición del rector y con acuerdo del Consejo Superior.


Artículo 65o. La Contraloría General de la República tomará razón de los reglamentos, de los decretos de aprobación del presupuesto, de nombramiento y término de funciones.

Se enviará copia de los demás decretos universitarios a la contraloría para efectos de registro. Los decretos a los cuales corresponda tomar razón a la contraloría entrarán en vigencia desde el día siguiente a aquél en que se haya cumplido este trámite.

Los demás, regirán desde la fecha en que fueron dictados.

En los casos antes indicados, podrán señalarse en el mismo decreto una fecha diferente de vigencia.

La Contraloría General de la República examinará la cuentas de inversión de la universidad, tanto respecto de sus entradas propias, como de los fondos que recibe a título de aporte fiscal.
Artículo 66o. El presente estatuto comenzará a regir desde la fecha de su publicación en el Diario Oficial. Desde dicha fecha quedarán derogadas las leyes y reglamentos preexistentes sobre todas las materias que en este estatuto se tratan, en lo que fueren contrarias a él.

ARTICULOS TRANSITORIOS
Artículo I. La Universidad Técnica del Estado se compondrá, inicialmente por:

a) las siguientes sedes: Antofagasta, Copiapó, La Serena, Talca, Concepción, Temuco, Valdivia y Punta Arenas.

b) en Santiago, por las facultades de: Educación y de Ingeniería.
Artículo II. Los académicos y funcionarios conservarán los cargos que servían a la dictación del presente estatuto y se incorporarán con plenos derechos a las nuevas estructuras y subestructuras que corresponda. Si el Consejo Superior los destina a otras funciones, en ningún caso podrá ser con una renta inferior a la que perciben en sus actuales cargos.

Esta disposición no se aplicará respecto de los titulares, interinos o suplentes de los cargos que deban someterse a elección; sin embargo, si tuvieren más de 15 (quince) años de servicio en la administración pública podrán acogerse a jubilación de conformidad con la legislación vigente. Podrán hacer uso de este derecho dentro del plazo de 180 (ciento ochenta) días, contados desde la publicación del presente estatuto.

Si no optaren por acogerse a jubilación o tuvieren menos de quince años de servicios, deberán ser designados en un cargo de a lo menos igual jerarquía al que servían antes de desempeñar el cargo electivo y con una renta no inferior a la que les correspondería por su calidad académica o funcionaria, sin considerar la renta del cargo de elección.
Artículo III. El organismo generado por la comunidad de la Universidad Técnica del Estado a través de la consulta realizada con fecha 20 de agosto de 1970, asumirá la plenitud de las funciones que la presente ley establece para el Consejo Superior, en carácter de Consejo Superior Transitorio.

Este Consejo Superior Transitorio deberá convocar a elecciones generales de autoridades colegiadas y unipersonales en un plazo no superior a 180 (ciento ochenta) días contados desde la fecha de la promulgación de la presente ley.

Estas elecciones deberán efectuarse no antes de los 30 días siguientes a la convocatoria.

Las autoridades que se elijan asumirán la plenitud de sus funciones 15 (quince) días después de realizadas las elecciones a que se refiere el inciso anterior.


Artículo IV. El Consejo Superior Transitorio deberá designar las disciplinas afines que integrarán los departamentos, así como los departamentos que inicialmente formarán las facultades de Santiago.
Artículo V. Para formar parte del Primer Claustro Nacional, los académicos y funcionarios no académicos, requerirán estar en funciones con 6 (seis) meses de anterioridad a la promulgación del presente estatuto.
Artículo VI. El Reglamento General de la Ley de la Universidad Técnica del Estado y el de Carrera Académica, deberán ser dictados por el Consejo Superior dentro de un plazo de 90 (noventa) días contado desde la constitución de este organismo.
Artículo VII. Mientras se dictan los nuevos reglamentos, y sin perjuicio de los establecido en el Artículo 65o, continuarán vigentes el actual reglamento general y los reglamentos especiales que complementan la ley No. 10.259 en todas las disposiciones que no se opongan a lo establecido en el presente estatuto.
Artículo VIII. Los cursos del Grado de Oficios de Santiago y de las sedes de provincia de la Universidad Técnica del Estado, se mantendrán como escuelas técnico profesionales hasta que el Ministerio de Educación, Pública pueda atender las necesidades de matrículas de esta clase en establecimientos similares en los lugares en que dichos cursos actualmente funcionan, según las modalidades que convengan dicho ministerio y la Universidad Técnica del Estado.
Tómese razón, comuníquese y publíquese.

Salvador Allende Gossens.
Mario Astorga Gutiérrez.

Ministro de Educación.
Lo que transcribo a Ud. para su conocimiento.
Saluda a Ud.
Waldo Suárez Zambont.

Subsecretario de Educación.

APENDICE 3
La universidad y los trabajadores chilenos
Luis Figueroa

Presidente de la Central Unica de Trabajadores.

Artículo aparecido en la

Revista de la Universidad Técnica del Estado,

núm. 1, octubre, 1969.


Los trabajadores chilenos hemos tenido en el centro de nuestra preocupación los asuntos de la cultura de nuestro país; nos hemos interesado en ellos, porque están en nuestro propio interés, en el de toda la población, y por tanto, en el desarrollo de Chile.

El fundador del movimiento obrero chileno, Luis Emilio Recabarren tiene una obra difícil de igualar. Pese a los precarios medios de la época, a principios de éste siglo, recorrió el país creando imprentas, editando folletos, dictando conferencias, educando al proletariado, que en ese entonces dejaba los campos para trabajar en la pampa, en las minas de carbón, las minas de cobre o en las incipientes industrias de las ciudades.

Recabarren es, junto con su vocación organizadora, un esforzado educador. junto con explicar a los trabajadores el carácter de la explotación a que estaban sometidos, elevándoles su conciencia de clase, enseñaba las primeras letras, guiaba las toscas manos de los obreros en el aprendizaje de la escritura. Sus aulas fueron muchas veces el ámbito inmenso de la pampa o el camino real de las provincias agrarias.

Surge con Recabarren, en el seno del movimiento obrero, la noción de que es necesario formar hombres integrales, individuos que, junto con elevarse al plano más elevado del conocimiento, sepan ponerse siempre al servicio de los más grandes intereses: los de la nación, los intereses del pueblo, por encima de sus pequeños y egoístas intereses particulares.

En esta universidad, con estos maestros, ha desarrollado su pensamiento la clase obrera de Chile, y con el correr del tiempo, son muy numerosos sus representantes, que ascendiendo desde las capas más humildes de la población, han conquistado una sólida cultura, el dominio de importantes disciplinas y, al mismo tiempo, en todas las tribunas del país, muchas veces desde el Parlamento, defendieron y defienden, junto con sus intereses de clase, los intereses de toda la nación, sin claudicaciones ni temores.

Los trabajadores hemos seguido con vivo interés el vigoroso movimiento que agrupa sectores académicos, no académicos y de estudiantes de las universidades chilenas bajo el lema de reforma universitaria.

Seguimos cada día, paso a paso, su desarrollo, sus victorias y sus dificultades. Es como si una fuerza enorme impulsara un gran engranaje que se hubiera anclado en el lodo del tiempo.

Para nosotros, la universidad ha sido siempre una institución lejana, fundada hace más de 100 años, por el insigne venezolano Andrés Bello para servir a la clase de su tiempo, y acuñar, desde entonces, todo el saber con que se han nutrido los dirigentes de una clase que desde los latifundios, las minas, las fábricas o el gobierno, nos han explotado.

Gentes muy doctas, formadas en esa institución, dictaban las leyes con que se limitaban los derechos de la mayoría del país; sus actos consagraban los despojos territoriales sufridos; legitimaban las entregas, pedazo a pedazo, de las riquezas nacionales.

Esa es la universidad que los trabajadores hemos visto. Es la institución desde la cual, prestigios mal habidos, gobernantes autocráticos, patrones soberbios parecían decirnos: "Sólo nosotros tenemos la sabiduría, y por lo tanto nosotros mandamos".

Algunas personas de nuestra clase han atravesado a veces las aulas universitarias; pero una golondrina no hace verano, sin duda.

Cuando el recordado, presidente de la República, Don Pedro Aguirre Cerda basó su campaña electoral en el lema "gobernar es educar", un estremecimiento de esperanzas surgió desde las más profundas capas sociales humildes de todo el país.

Así hemos sentido, y seguimos sintiendo, la imperiosa necesidad de desarrollar nuestra capacidad, elevamos hasta el más alto grado del conocimiento.

Estamos seguros que del seno del pueblo, melones de hombres y mujeres pueden contribuir con su talento a la tarea de construir un país desarrollado, en Fileno disfrute de sus riquezas, formando una sociedad vigorosa, de hombres integrales, formados social, intelectual y científicamente.
La reforma universitaria y los trabajadores
Los trabajadores estamos asistiendo al proceso de la reforma de la universidad. No conocemos los tecnicismos que singularizan muchos aspectos de la vida en ella.

Pero los esfuerzos que esta acción ha demandado, la difusión que se ha hecho de ella nos revelan claros aspectos que para nosotros tienen viva significación.

Los postulados de esta reforma están impregnados de una profunda democratización. En tal virtud, la llamada comunidad universitaria participa en el gobierno de la misma; docentes, administrativos y estudiantes renuevan las viejas estructuras que albergan un poder autocrático, de casta.

Bajo este impulso vivificador todo se estremece y renueva. Surge con nitidez la necesidad de adecuar la universidad a las necesidades reales del país, ponerla en todas sus formas en estrecho contacto con la sociedad chilena nutriéndose de ella, participando en forma activa de sus aspiraciones.

Esta universidad que nos muestra un rostro diferente, renovado, no puede ser extraña a los trabajadores. Por el contrario:, nosotros queremos considerarla parte de nuestro cuerpo, sentirla nuestra.

Muchas veces hemos simpatizado con las luchas estudiantiles, con sus jornadas de protesta, en las cuales la sangre de los estudiantes se ha mezclado con la sangre de los obreros. Pero ahora es diferente; es mucho más que esto. Es mucho más que la simpatía surgida al calor del combate. La universidad que emerge con la reforma ya tiene lazos muy importantes y estrechos con los trabajadores. Su programa pide mayores recursos arrebatados de fuentes en que se acumula el dinero: los monopolios nacionales y extranjeros.

Estos recursos, lo señalan la reforma y los obreros, deben ser para extender la educación superior a las vastas capas de la población que no tienen acceso a ella. En teoría, todos los ciudadanos son iguales ante la ley; y todos tienen libre acceso a la educación, incluida la universidad.

Pero todos sabemos que en realidad, en la práctica diaria de la vida, en las familias de los trabajadores debe trabajar todo el grupo familiar. La explotación llega a tal magnitud, que no basta el jornal del padre de familia. Los hijos, trabajosamente van a la escuela primaria. Apenas pueden realizar una actividad, son arrancados de la escuela para ganarse la vía y contribuir al sostenimiento del hogar.

¿Cómo pueden, en tales condiciones, los hijos de los obreros, si no es a costa de inmensos sacrificios, completar su educación secundaria y luego seguir con la educación universitaria?

¿Es ésta la pretendida igualdad de oportunidades de que nos habla la ley y que se nos repite siempre por quienes quieren seguir manteniendo el orden antiguo?

¿Cómo concebir que los trabajadores no tengamos aspiraciones para nuestros hijos? ¿Cómo creer que queramos perpetuar nuestra condición de ciudadanos de segunda o tercera clase?

Por el contrario: nosotros hemos inscrito entre las reivindicaciones fundamentales de los trabajadores, el derecho a su desarrollo, a su educación completa. Hemos luchado en el pasado y luchamos en el presente por este derecho.

El reciente Quinto Congreso de la Central Unica de Trabajadores, celebrado en noviembre pasado, recibió con alborozo la visita del rector de la Universidad Técnica del Estado, señor Enrique Kirberg. El nos trajo un mensaje de amistad de su universidad: nos dijo que ésta se preocupará de crear en el marco de la Universidad Técnica un programa universitario para los trabajadores.

El Congreso dio un amplio respaldo a esta iniciativa y estamos seguros que la Universidad Técnica Reformista dará cumplida satisfacción a este propósito, que permita que los trabajadores cuenten en adelante con posibilidades de seguir estudios superiores. Tal decisión honrará a la Universidad Técnica, señalándola como un gran ejemplo a seguir, enraizando esta institución en el seno de millones de modestos ciudadanos chilenos.

Con esta iniciativa se iniciará una nueva perspectiva. Se abrirá un amplio cauce al desarrollo cultural de nuestra patria.

La universidad empezará a tener un nuevo rostro para nosotros, trabajadores. Sentiremos que hemos escalado un gran camino ascendente.

Sentimos que una universidad democrática, ligada al pueblo, será capaz de conquistar grandes victorias: sabrá defender su autonomía que sus enemigos quieren anular. Podrá obtener los recursos que necesita para extender y profundizar la educación. Llegará a ser una institución querida y respetada por toda la población.

No debe estar lejano el día en que jóvenes estudiantes y obreros de todas las edades discurran y compartan las aulas universitarias. Unos y otros podemos y debemos aprender de cada uno.

Sin duda, la reforma universitaria es un río que desemboca en el gran torrente que es el pueblo de Chile. Los trabajadores somos también parte de este caudal, parte de la reforma universitaria.

APENDICE 4
Discurso del rector de la

Universidad Técnica del Estado,

Enrique Kirberg,

al 6o. Congreso Ordinario de la

Central Unica de Trabajadores.

Diciembre 1971
Hace tres años tuve el alto honor de ocupar esta tribuna como rector recientemente elegido por la comunidad de la Universidad Técnica del Estado. Cuán cerca y cuán lejos está esa fecha. Pareciera que sólo fue ayer y sin embargo la historia de nuestro país ha avanzado en pasos gigantescos y es justamente este avance el centro de las deliberaciones del VI Congreso de la Central Unica de los Trabajadores Chilenos.

En estos tres años se han producido importantes acontecimientos que han venido a cambiar la faz social y la estructura económica de nuestro país. Y en el vértice de todos ellos ha estado la clase obrera organizada con su Central Unica a la cabeza.

Este Congreso plantea tareas cualitativas diferentes en una situación totalmente nueva. Las formas de ataque que decida, las resoluciones que adopte, las líneas de acción que trace, comprometen no sólo a los trabajadores organizados en sus filas, sino a todos los sectores nacionales que luchan por la realización de sus anhelos, contenidos en la construcción del Chile nuevo.

Y comprometen, por supuesto, a la Universidad Técnica del Estado. Porque la Universidad Técnica, desde que en ella triunfaron los postulados reformistas, se ha pronunciado categóricamente e inequívocamente por participar, junto al pueblo, en la transformación revolucionaria del país.

Nuestra universidad está comprometida con la construcción del socialismo por la propia decisión de su comunidad. En su estatuto recientemente promulgado, aprobado por el congreso de la universidad dice, a la letra: "En el cumplimiento de sus funciones la universidad debe contribuir a crear una conciencia crítica y una decisión de cambios para construir una nueva sociedad". Y más adelante: "La Universidad Técnica del Estado debe propender al estudio, difusión y solución de los problemas nacionales a fin de contribuir a la conquista de la total y plena independencia del país". Y en su artículo 20: "En especial, la universidad deberá establecer los mecanismos que permitan el ingreso de los trabajadores a ella".

Por inspiración de estos conceptos y por acuerdo del V congreso de esta central, firmamos en abril de 1969 un histórico convenio entre la Central Unica de Trabajadores y la Universidad Técnica del Estado. Aunque es de todos ustedes conocido el amplio resultado de este convenio, no puedo disimular mi satisfacción de presentarme en esta reunión para decirles que esta sociedad ha sido fructífera, llena de vida creadora y lo realizado en tres años supera las espectativas que nos habíamos formado.

Estamos incorporando a los trabajadores a la universidad. Con ello quebramos el viejo molde clásico de la universidad clasista al servicio de la clase dominante, quien preparaba en la universidad sus equipos dirigentes, sus ministros, parlamentarios y embajadores. Queremos una universidad abierta al pueblo, en especial a los trabajadores y campesinos que forme los profesionales de una sociedad sin clases. Para ello hemos realizado cientos de diversos cursos para trabajadores, entre ellos los cursos de nivelación, para que completen los requisitos de ingreso a la universidad. Hemos creado las carreras tecnológicas de dos años que forman los técnicos para nuestra producción. Estamos llevando la universidad a los sitios mismos de trabajo; al borde de las minas como en Chuquicamata, Rancagua y Lota; a la orilla de los puertos, como en San Antonio, Puerto Montt y Valdivia con su astillero; la llevamos junto a los pozos petrolíferos, como en Punta Arenas y Tierra del Fuego; a las industrias mismas como CHILECTRA, Sumar, Línea Aérea Nacional, Ferrocarriles, Cemento Melón y Polpaico, Complejo Textil de Tomé y otros lugares; en el campo, como en San Fernando, Linares y Angol. A todos estos sitios estamos llevando cursos universitarios y los mineros, los portuarios, los obreros del petróleo, de la industria, los campesinos, ingresan a la universidad con plenos derechos, en cursos vespertinos, sin abandonar sus actividades de la producción, lo que evita el peligro de desclasamiento, pues participan en su sindicato y en todas sus luchas sindicales.

Hemos reservado el 15% de las vacantes de ingreso para trabajadores sindicalizados y de esta manera entraron este año 1,800, aparte de los que entraron directamente. También nos preocupamos muy especialmente del ingreso de los hijos de los trabajadores y clases medias a la universidad mediante becas en dinero, alimentación gratuita y una red de hogares universitarios a través de todo el país. Y las matrículas de ingreso al 1er. año se han aumentado de 3,700, el año pasado a 12,000 este año.

Hace poco más de un mes que la Central Unica de Trabajadores, INACAP y la Universidad Técnica del Estado han firmado un convenio muy amplio que permite la utilización de las instalaciones de INACAP para los cursos universitarios y la preparación de trabajadores en adiestramiento con tutela universitaria.

No sólo la docencia y la investigación tecnológica realiza la Universidad Técnica, sino que se, encuentra empeñada en un gigantesco plan de difusión de la cultura y el arte a las capas más extensas de la población. Es así como ha realizado numerosas escuelas de temporada con una asistencia superior a los 50,000 alumnos en 1971, y sus conjuntos de arte, como los coros universitarios, el teatro Teknos, el conjunto Inti Illimani, la Orquesta Camerata, el Ballet Folklórico y los cientos de peñas, todos ellos llegan a los sindicatos, colegios, poblaciones y lugares apartados de todo el país con su mensaje de arte y cultura.

Las nuevas responsabilidades asumidas por el proletariado chileno a través de la incorporación de los trabajadores y de sus organizaciones a los centros de poder político que deciden la marcha del país, así como la injerencia directa en la decisión sobre materias económicas y productivas, les plantean los desafíos más trascendentales del momento actual.

La batalla de la producción es la síntesis y el resumen de las grandes tareas del momento. Ella no se agota, según nuestra opinión en el sólo aumento de bienes producidos, hecho sin duda importante y crucial. Ella contiene en su seno los elementos de solución de todas las grandes tareas. Y constituye, en primer lugar, la base para consolidación y fortalecimiento de la revolución chilena, "tarea principal de esta etapa", como lo plantea la convocatoria al VI congreso.

Y en esta batalla, los trabajadores tienen un importante aliado en la Universidad Técnica del Estado. Hemos estado unidos por tres años, seguiremos así por muchos años, por siempre, para la cultura del pueblo y la felicidad de nuestra patria.

Y en su nombre les expreso un cálido saludo y la confianza que este congreso fortalecerá la unidad de los trabajadores, la unidad combativo y constructiva para asumir, con éxito, la responsabilidad del momento histórico que vive nuestro país.



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