La Vida Hiumana y el Espíritu Inmortal



Yüklə 1,16 Mb.
səhifə13/141
tarix05.01.2022
ölçüsü1,16 Mb.
#63760
1   ...   9   10   11   12   13   14   15   16   ...   141
Pregunta: Sin embargo, conocemos casos en donde el castigo corporal consiguió ajustar a criaturas que llevaron una vida moral de óptimas condiciones. ¿Cuál es vuestro pensar?

Ramatís: No oponemos dudas en cuanto a la existencia de hijos desnaturalizados, enemigos acérrimos de los progenitores, imantados por el odio generado en anteriores vidas. Pero también existen padres, que debido a su mente primaria y deficiencia espiritual, cometen tremendas injusticias contra los hijos que son un tanto traviesos. También están aquellos padres, que castigan ferozmente a sus hijos malos, rebeldes e inaccesibles a cualquier exhortación amorosa; y están aquellos, que por cualquier gesto o inconciencia de los hijos menos sociables, los machucan desaho­gando su furor personal.

La "tara" psíquica de inferioridad espiritual, tanto puede existir en los hijos, que futuramente serán padres, como en los padres que ya fueron hijos.


8 Nota del Médium: Yo soy partidario del concepto que dice: "El árbol se tuerce cuando es nuevo". Crié a mis hijos como seres obedientes, corteses y controlados sin llegar a maltratarlos, ni crear abismos en nuestra amistad. Eran tres criaturas de espíritus totalmente diferentes; una era calma, compenetrada y con gran amor propio; otra, rápida en la comunica­ción personal, vivísima en sus tareas, responsable y estudiosa, a punto de vivir anticipadamente sus problemas personales; mientras que la última, instintiva e intempestiva, era despreocupada del estudio y con poco sentido de propiedad de las cosas y objetos. Del niño me hice su confidente, tra­tándolo como si fuera su hermano y le daba consejos beneficiosos, cual amigo íntimo; a la segunda le proporcioné los medios para hacer realidad sus sueños, porque obedecía fácilmente; y a la última, tuve que tratarla con energía y rigor, cortándole todo intento de imponer su temperamento intem­pestivo y algo fuerte. Todos los días les hacía algún presente a todos ellos por igual, eran regalos pequeñitos y propios de su edad. Mas cuando había indisciplina, suspendía los presentes al "culpable", el cual, inquieto y afli­gido, más tarde proponía componer su conducta, aunque más no sea bajo la pena de no recibir más presentes y sentirse humillado.

Por otra parte, cuando los padres son amigos, inteligentes, controlados y agotan los recursos de la justificable disciplina y sin violentar el afecto espiritual, les queda la oportunidad o alternativa de confiar en la educación férrea del mundo, puesto que ella es mucho más dura, debido a que no existen sentimentalismos, y las relaciones humanas se basan en condiciones de vida totalmente distintas a la enseñada por los amorosos padres.

En verdad, como todos somos hijos del mismo Padre e interesados en la propia ventura espiritual, cuando rechazamos la ayuda y la amistad de los progenitores nos hacemos candidatos a recibir las severas lecciones de los educadores, que muy pocos tienen, como norma educativa, el amor que nos brindaron los padres materiales.

Mas no desesperemos, ni tengamos temores, puesto que por encima de todo sigue vigente la palabra sensata del Cristo Jesús, "Ninguna oveja se perderá fuera del aprisco del Señor".



Pregunta: ¿Es una obligación espiritual que los matrimonios sin hijos deban adoptar criaturas ajenas?

Ramatís: En primer lugar, si un matrimonio no puede tener hijos, indica que en otras vidas cometieron faltas con su deber paterno, o bien abandonaron a sus descendientes a la iniquidad del mundo. La incapacidad de la mujer para procrear hijos casi siempre es la prueba de haberse frustrado como madre en el pasado, cabiéndole en la actual existencia dinamizar el sentimiento materno en el amor dispuesto por los hijos ajenos.

La adopción de los hijos no es una obligación, como si fuera una especie de compensación a equívocos cometidos en el pasado, sino una decisión espontánea bajo el amoroso concepto del Cristo Jesús, cuando preceptuó el "Haced a los otros, lo que quisieras que te hicieren a ti." Delante del huérfano abandonado, póngase uno en su lugar y trate de auscultarse a sí mismo, a fin de saber cómo desearía ser tratado en la misma situación. También es cierto que por encima de cualquier preocupación o favorecimiento divino o cobertura kármica, debe prevalecer el divino manda­miento del "Amaos los unos a los otros".

Muchas mujeres privilegiadas en la vida humana agotan su juventud y llegan a la madurez peregrinando por los consultorios médicos a fin de poder generar el hijo que tanto desean. Final­mente, alcanzan la vejez totalmente frustradas, habiendo perdido tan precioso tiempo que hubiera sido mejor aprovechado con la adopción de un huérfano abandonado.


Yüklə 1,16 Mb.

Dostları ilə paylaş:
1   ...   9   10   11   12   13   14   15   16   ...   141




Verilənlər bazası müəlliflik hüququ ilə müdafiə olunur ©muhaz.org 2024
rəhbərliyinə müraciət

gir | qeydiyyatdan keç
    Ana səhifə


yükləyin