El Modernismo y Las Vanguardias
La fase modernista y posmodernista, que comienza en las últimas dos décadas del XIX, significan
un profundo cambio en estos modelos cuentísticos: surge el relato artístico, refinado, sugerente,
con anécdota mínima y brillantes ambientaciones, con símbolos sensuales y decadentes. Las
variedades del cuento modernista (véase Modernismo) son múltiples: la crónica-cuento de Manuel
Gutiérrez Nájera, las brillantes parábolas y aguafuertes de Rubén Darío, las historias decadentistas
de Manuel Díaz Rodríguez, y otros. Pero, sin duda, los dos grandes maestros asociados al
postmodernismo son el argentino Leopoldo Lugones y el uruguayo Horacio Quiroga. Posteriores a
ellos y vinculados en mayor o menor grado a las tendencias de vanguardia, aparecerán los
argentinos Macedonio Fernández y Roberto Arlt, el guatemalteco Rafael Arévalo Martínez, el
uruguayo Felisberto Hernández y el ecuatoriano Pablo Palacio. En la vertiente opuesta, neorrealista,
criollista o indigenista, pueden mencionarse el peruano José María Arguedas, el uruguayo Enrique
Amorim, el chileno Manuel Rojas y el puertorriqueño José Luis González.
Dostları ilə paylaş: |