UNANUE, Francisco, descendiente de la casa solar de Unanue, en la Artiga, jurisdicción de San Sebastián y vecino de dicha villa, en 1566; Ignacio, h. Motrico, 1715.- Ignacio y sus hijos h. Motrico, 1724.- Domingo, h. Anzuola, 1747.- Juan López, h. Aya, 1672.- Bernardo, h. Azpeitia, 1776.
UNCELLA, Juan Martínez, v. de Mondragón, en 1390; Martín en 1419, y Juan Martínez, escribano de la misma villa, en 1446 y 1461; Martín Ibáñez, vecino de ella, en 1461, casado en Mondragón con Mari Juan de Echebarría, hermana de Juan Pérez de Echebarría el Viejo, Señor del solar de Echebarri, en Garagarza, hijos ambos de Pedro de Echebarría, dueño del mismo, en 1464. Del matrimonio Uncella-Echebarría nacieron: 1.º El muy reverendo Sr. D. Juan de Mondragón, maestrescuela de la
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catedral de Tuy y canónigo de la de Santiago, en la cual fundó la capilla de Nuestra Señora de la Piedad e instituyó su Patronato en el año de 1530; 2.º D.ª María Martínez de Uncella, casada en Mondragón con Martín Fernández de Mercado el Viejo; 3.º Martín Ibáñez de Uncella, que testó en 1517, legando una adarga y media lanza a Juan Pérez de Echebarría, y 4.º doña Teresa Ibáñez de Uncella, casada en Elorrio con Pedro García de Esteibar, padres de Juana y Marina Ibáñez. La primera, casada con Juan Ochoa de Ibarlucea, tuvo por hijos al Cardenal Juan de Mondragón, que sucedió en el vínculo y Patronato fundados por D. Juan de Mondragón, su tío, y testó en 1573, y al Canónigo D. Pedro de Mondragón, sucesor de su hermano. La segunda, casada con Juan de Erenuzqueta, tuvo al racionero Juan de Mondragón, sucesor en el Patronato referido, y a D.ª Ana de Erenuzqueta, que casó con Martín de Erenuzqueta y tuvo por hijos a Martín, Juan y Mateo de Mondragón. El primero de ellos sucedió en el Patronato y casado con D.ª Marina de Araoz, dejó por hijo a D. Antonio de Erenuzqueta. Este casó con D.ª María de Saavedra y murió sin testar el 19 de Mayo de 1603, dejando una hija llamada doña Marina de Mondragón Erenuzqueta. Su representación hereditaria y el Patronato de la capilla dela Piedad, recayeron en la casa de los marqueses de San Esteban del Mar de Natahoyo y de Santa Cruz de Rivadulla.