Los Cuatro Vehículos Inferiores
Por el Ascendido Maestro Hilarión.
Se ha dicho que "Dios necesita un cuerpo y que para este propósito fueron creados los cuatro cuerpos inferiores del hombre o sea, las formas físicas, emocional, mental y etérica.
El estudiante alcanza el conocimiento intelectual de que él no es el cuerpo físico y que hay una Presencia Divina que es su propia identidad eterna dentro del ropaje físico, pero sin embargo, comprende hasta cierto grado que el cuerpo físico es un organismo inteligente, viviente, que respira, que posee apetitos propios, y que como todo animal superior, el cuerpo físico busca la satisfacción de estos deseos por la vía de sus cinco sentidos. Los estudiantes que esto aprenden están, pues, alertas para identificarse con el Principio Superior Divino, y están aprendiendo a gobernar el traje de carne con cierto grado de éxito.
Hay pues, otras tres entidades inteligentes, vivientes, respirantes, que pertenecen a cada corriente de vida, o sean, el etérico, el emocional y el mental inferior. Tienen su propia inteligencia y sus propios apetitos.
Estos cuatro cuerpos inferiores han gobernado al hombre a través de su ser consciente durante siglos, actuando independientemente de la chispa espiritual que debería ser la Inteligencia dirigente actuando al través de todos.
Vamos a tomar como ejemplo el cuerpo mental en el cual están depositados los conocimientos y la acumulación de hechos reales y fantasiosos, principios ortodoxos e ideas concretas que pueden o no ser verdad. El cuerpo mental vive del incremento de conocimientos. Tanto más se le alimenta, tanto más crece y tanta más energía exige a la Chispa Divina. En la satisfacción de sus demandas, el cuerpo mental se vuelve un vehículo pesado, engorroso, difícil de manejar y que se convierte en un tirano. Cuando el cuerpo mental se crece demás, el verdadero maestro, o sea, la Llama Triple en el corazón es impedida de expandirse y el incremento mental se vuelve una acumulación de energía que grita y llena la conciencia ahogando la VOZ DEL SILENCIO.
El Cuerpo Mental no debe ser sino un depósito o alacena para ciertas verdades que pueda necesitar la Chispa Divina para expandir el conocimiento de la Verdad en el mundo de la forma, más o menos como hace un conferencista cuando se refiere a sus anotaciones
para esclarecer sus puntos. La mayoría de los "gigantes intelectuales" están abarrotados contra su propio despertar espiritual.
El Cuerpo Etérico también fue creado para depósito en el cual las experiencias personales del individuo quedaran archivadas. Se diferencia del mental en que sólo archiva lo perteneciente al sujeto, mientras que el mental puede archivar ajenas también. Sin embargo, el eterico se ha convertido en una acumulación de experiencias tan obscenas que dejan al pasquín más pornográfico en la categoría de lo "inocente".
El Etérico vive sacando la energía consciente del centro cardíaco, para repasar y volver a vivir estos excesos corruptos del pasado. Cuando la atención está firmemente anclada en el sentimiento de estos viejos fiascos, el cuerpo eterico puede que perpetúe y repita las actuaciones que lo hacen vibrar de gozo a medida que la energía vital lo aniega, y en lugar de ser un archivo de los poderes divinos que han cursado en la corriente de vida, se convierte en "la calavera en el desván". Es sumamente peligroso porque vive como un vampiro chupando la energía divina de la Presencia.
Y ahora el Cuerpo Emocional. Este es el premiado. El ochenta por ciento de la energía humana que es energía divina, está enfrascado dentro de los pútridos confines del cuerpo emocional.
El mundo emocional le fue dado al hombre por su identidad divina Para que la energía fluyera al mundo físico y elevara transmutando en amor, armonía, paz, etc. las fuerzas de los elementos; pero en vez de eso, se ha convertido en una tremenda acumulación de pasión y emotividad. Este Cuerpo extrae constantemente de la fuente flamante de Vida del corazón, toneladas de energía divina, usándola para satisfacer su legión de apetitos insaciables. El cuerpo emocional sólo se siente feliz cuando está en constante estado de flujo. Vive de la excitación que puede ser generada de innumerables formas. Permítanme darles unos cuantos ejemplos: La Posesividad, una tremenda forma sentimental que extrae la energía divina para ahogar el objeto de sus afectos; la Chismografía, que es de las más insidiosas porque, lanzando un veneno, impulsa las ruedas de la emoción en alguna corriente de vida y pronto se ha formado una conflagración interior;
la Crítica, la Condenación y el Juicio Ligero están muy relacionados. La crítica silenciosa de ver faltas, defectos y discrepancias en otros y no mencionarlos perturba el propio cuerpo emocional, genera causas de discordia que provocan reacciones y perturbaciones físicas en uno mismo; pero la crítica hablada pone a los cuerpos emocionales de terceros en acción vibratoria análoga y sus efectos son sin límites.
Las emociones verdaderamente malignas están muy en evidencia, tales como los celos, el odio, la ira y la malicia, y ya no atacan tanto a las aspirantes corrientes de vida. La Concupiscencia es considerada hermana de las mencionadas emociones malignas, pero hasta que no se haya logrado el glorioso cuerpo de Luz Eterna, la concupiscencia es muy evidente aún en los más avanzados discípulos, a pesar de todo lo que se pueda alegar para contrariarlo.
Esta no es sino una exposición, superficial, pero basta para hacer ver que la persona corriente no está consciente de estas entidades vivientes, vampiras de la Vida de Dios en ella. Tampoco está consciente de que la existencia de estas entidades vivientes negativas en el universo es una causa constante del hábito en el individuo. A no ser por la gracia y la constante intercesión de los iluminados mensajeros de Dios, el universo se destruiría en muy corto tiempo.
Nosotros los que vivimos en los Reinos de la Perfección estamos siempre para servir y ayudar a la humanidad de esta Tierra, y nuestra gratitud es sin límites hacia los
discípulos dedicados que voluntariamente utilizan la energía que fluye a través de ellos para la purificación de la Tierra y sus evoluciones.
El Padre = Madre Dios creó los cuatro cuerpos inferiores para que expresasen el Plan Divino, y cuando el individuo le entregue su propio gobierno al Ser Divino, a su Amada Presencia YO SOY, encontrará que esta incesante batalla y ajetreo cesa y que la conciencia individual se convierte en una expresión de la Voluntad de Dios, en lugar de ser una arena en la cual se debaten los cuatro vehículos, cada uno buscando atrapar la atención y la energía del individuo.
Invoquen la pureza para los cuatro vehículos inferiores propios y de toda la humanidad.
Que ningún discípulo se crea más santo que el otro pues no sabe lo que tiene acumulado en sus vehículos inferiores.
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