A PROPOSITO DE LA PILDORA
Caso F. M.
F. M. vino a consultar muy nerviosa porque estaba embarazada, tiene varios niños y el marido está apenas comenzando un nuevo trabajo que todavía no le produce como para cubrir los gastos de un nuevo hijo.
Lo primero que le pregunté fue:
¿Tú no quieres esa situación? Me contestó .que no. No la quería. -Entonces, háblale a ese ego. Dile que tú no lo puedes aceptar, que se retire porque tú tampoco deseas matarlo. Luego pídele a tu Yo Superior que te proteja y te libere de cometer un acto destructivo y que "en armonía para ese ego y para todo el mundo, bajo la Gracia y de manera perfecta te solucione el problema".
Al día siguiente me llamó para decirme que mientras ella dormía, se había "ido" la criatura sin ningún inconveniente y que todo estaba de nuevo normal.
Todo lo arregla el Yo Superior "antes, durante o después", sin necesidad de recurrir a píldoras ni medidas drásticas. El todo, es conocer la Verdad y Ella te hará libre, como enseñó el Maestro Jesús.
Este es el modo como la Metafísica soluciona los casos análogos. Tú sabes ya que el "Yo quiero" y el "Yo no quiero", son todopoderosos. (Ver el libro Nº 1, Metafísicas al alcance de todos, capítulo 3, "La fórmula infalible"). Por eso le pregunté a esta señora si ella no quería a ese niño. No le pregunté si lo amaba. Era para obligarla a expresar su voluntad. Una vez expresada ésta, la naturaleza procede a cumplirla en la forma que se desee.
Como te estarás dando cuenta, existe un estado de ignorancia realmente escandaloso allí donde menos debe existir, desde las más altas esferas intelectuales, religiosas y científicas, hasta las más bajas, o sea, una urgencia vital de aprender la Verdad Metafísica, pues un Maestro muy moderno dice que mientras los ricos logran más y • más dinero, los pobres logran más y más hijos, y este desequilibrio se nivela totalmente, no con el comunismo, sino con el pensamiento creador corregido.
Caso P. M.
P. M. sufría muchas molestias por la falta de teléfono. Tenía mucho tiempo esperando que hubiera un número disponible en la sección donde él vivía, y como le sucede a la mayoría aún siendo discípulo de Metafísicas, no se le había ocurrido que tal situación se pudiera solucionar por la vía espiritual.
Un día atinó a mencionar en esta oficina, que no podía comunicarse de su casa, por no poseer teléfono.
Le aclaramos su error.
-Tiene Ud. que elevar su conciencia lo más alto posible.
-¿Y cómo se logra eso?- preguntó.
-Simplemente, se da cuenta de que si todos somos uno en espíritu, todos estamos en constante comunicación.
-¿Y entonces qué pasa?- volvió a preguntar.
-Pues ya Ud. sabe que tiene que afirmar su pensamiento con la palabra, que es el Verbo, o el Logos.
-¿Y cómo lo expreso?
-No acepto la evidencia de que no tengo posibilidad de comunicarme con mis hermanos humanos. Si somos un solo espíritu manifestado en infinidad de formas, reclamo mi derecho por Ley de Correspondencia (ver las Leyes Universales, "Maravilloso No 7"). Gracias Padre que la Verdad ya se Me está manifestando.
A los dos días nos llamó de su propio teléfono que habían venido a instalarle hacía unos momentos. "Con un agravante, nos dijo: y es que los empleados de la Compañía no se explican este caso porque hay una cola de nombres esperando.
A nosotros ya no nos sorprenden semejantes "agravantes", "accidentes", etc., ya que sabemos que UNO CON DIOS ES LA MAYORÍA, y que el que conoce La Ley Espiritual y la cumple, triunfa por encima de todos los que no la conocen. La afirmación que hizo, fue el cumplimiento de la Ley.
NUESTRO LEMA:
Lo que no puedas aceptar, déjalo pasar pero sigue leyendo...
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