CONSULTORIO
CASO C. B.
C. B. estaba en estado de gravedad extrema, pero no quería morir hasta que no llegara una hija que estaba ausente.
La familia sabía que la hija tenía impedimentos y no podría venir. Tenía familia, hijos, trabajo y complicaciones que no le permitían hacer un viaje para ver a su madre.
La familia no sabía que hacer, y la señora sufría tanto, que era horrible verla en ese estado. Acudieron a nosotros, y 8 minutos después del tratamiento metafísico que se le hizo, descansó la señora espontáneamente, sin sufrimiento y pasando del sueño al otro plano.
El tratamiento que se le hizo fue el siguiente: Nos dirigimos a su Cristo interior, lo reconocimos, lo bendecimos y le dijimos "Tú sabes que en los planos cósmicos no existe la separación. Que tu materia dañada se desintegre en el plano terreno no quiere decir que tú dejes de ver, oir, acompañar, proteger y dirigir a tu hija desde el plano a donde tengas que habitar de hoy mismo en adelante, si así lo aceptas. Sabes que tú eres la resurrección y la vida, como te enseñó tu propio Maestro Jesús de Nazareth.
Vete tranquila, no temas, porque el mismo Dios está de aquel lado de la vida como en este. Te envolvemos en la llama violeta de la transmutación del karma en nombre de "YO SOY".
Así fue como la señora C. B. cerró sus ojos y se fue tranquila y sin sufrir, a los ocho minutos de haberle hecho el tratamiento mencionado.
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