En tiempos de la Conquista, todas aquellas personas que destruyeron tribus enteras de indios en la búsqueda de oro del Perú, contrajeron un karma que quedó pendiente mientras no ocurrían circunstancias que se prestaran para la quema o cumplimiento de esa deuda.
En esta era en que la Tierra ha comenzado a vibrar más rápidamente para poderse trasladar, primero a la órbita de Urano y luego a la órbita de Venus. Esta es la llamada iniciación que se espera.
Como se dijo en un artículo anterior, en el número 3 de El Nuevo Pensamiento, no pueden los niños de primaria ingresar a una Universidad. Así mismo los seres humanos atrasados por causa de un karma grave sin cumplir, no pueden vibrar a la frecuencia que se necesita para vivir en una órbita tan por encima de la órbita terrena como son las órbitas de Urano y Venus. Para poder adelantar y vibrar en altas frecuencias hay que despojarse del lastre que pesa y obliga a la Tierra a retardar su marcha, tal como hace una persona grande cuando camina al paso de un niñito de dos años.
Las personas que tanto maltrataron a los indios en tiempos coloniales, han reencarnado o están reencarnando en sitios como los devastados por el terremoto del Perú. Estos seres primero nacieron en regiones muy pobres, muy atrasadas y amenazadas por lo que les ocurrió. El hecho de haber sido víctimas de los pantanos, chorrerones de aguas provenientes de lagos de montañas derrumbados, significa que toda la emoción y las lágrimas que ellos causaron, acumuladas y aumentadas, les cayeron encima. Ya se pagó ese karma. Pero ocurre también que hay seres que han adquirido grandes fortunas, han sido muy poderosos, muy enaltecidos y no han hecho otra cosa que gozar de su dinero y de su posición; para nada se han ocupado de sus hermanos y vecinos humanos, jamás ayudaron a los pobres y humildes, y éstos son enviados a reencarnar en condiciones ínfimas, en regiones solitarias o despobladas y en la mayor pobreza. Todos esos cataclismos que acaban con grandes sectores de humanidad están cumpliendo el Principio de Causa y Efecto. La Ley del Círculo o Bumerang. Se les devuelve a quienes lo deben y lo merecen.
Por esto es que los cataclismos que tienen que ocurrir en estos tiempos hasta que la Tierra vaya a elevarse a las órbitas de Urano y Venus, son para hacerles saldar sus cuentas a los seres conformes, a los aletargados, a los perezosos, para que luego puedan nacer en la nueva Tierra enderezada, iniciada en su nueva órbita, adelantada, purificada, ya que el Principio de Atracción no permite acercarse un cuerpo impuro a un cuerpo puro.
De manera que si tú estás ya estudiando metafísica con el fin de superar tu karma y elevar tu mente, no tienes nada que temer. No te ocurrirá nada catastrófico en esta Nueva Era; y a todos los que tú veas atribulados, ayúdalos con tu pensamiento. Conoce para ellos que su Verdad es la Perfección y que sólo están siendo lavados de sus imágenes erróneas y del mal uso de la energía pura.
Toda esta gente que sufre y sufrirá en los cataclismos de la Era, son los denominados "espíritus rebeldes" que no pueden acompañar el progreso de los mundos que habitan y tienen que someterse a rectificaciones compulsorias en planetas más primitivos como Hercólubus (véase la primera parte de este artículo, "Predicciones Catastróficas" en la Revista No 3) el cual viene a llevarse a todos aquellos que no pueden escalar la órbita de Urano-Venus junto con la Tierra.
En el Capítulo 13 del Apocalipsis, Versículo 18, se refiere al número de la Bestia y el número del hombre, y dice que este número es 666. Este número representa una vibración que se ajusta perfectamente a un estado caótico. Juan Apóstol ve todo este suceso como en el fin del Siglo en el cual estamos viviendo. El 666 señala el ritmo vibratorio peligroso para la supervivencia del ambiente moral humano.
Usando un lenguaje sencillo, diremos que el 666 registra en el manómetro sideral la presión máxima y peligrosa de la caldera de las pasiones humanas. Es una aguja que indica que "el vapor" violento del siquismo negativo y destructivo amenaza con hacer estallar la caldera, o sea, la línea de protección en la armonía del conjunto planetario.
Hercólubus tiene una elíptica de 6.666 años en recorrer. El número en "palabras de a centavo" es la etiqueta que marca el fin de su estadía en el planeta Tierra para todos aquellos que no están a la altura de la nueva órbita terrestre, la de Urano-Venus.
Vuelve a leer el comienzo de este artículo en el número anterior como ya te dijimos, donde están las predicciones del Ascendido Maestro Saint Germain para esta Era, y verás que no corres ningún peligro puesto que te estás instruyendo a la Nueva Enseñanza, así mismo no habrá peligro alguno para todo aquél que tenga como estandarte la Pureza, lo cual significa simplemente el deseo de superarse y de adquirir el conocimiento verdadero de aquello que llamamos DIOS.
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