TRISAGIO (DOMINICAL)
L Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad. (3 veces)
Gloria… Ahora…
Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros, Señor, purifícanos de nuestros pecados; Maestro, perdona nuestras iniquidades; Santo, visítanos y cura nuestras debilidades por causa de tu Nombre.
Señor, ten piedad. (3 veces)
Gloria… Ahora…
Padre nuestro, que estas en los cielos, santificado sea Tu Nombre, venga a nosotros Tu reino, hágase Tu voluntad así a la tierra como en el cielo; el pan nuestro de cada día dánosle hoy. Perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación, más bien líbranos del maligno.
S Pues tuyo es el reino, el poder y la gloria, del Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
L Amín.
Troparia y Teotoquia de los Octóijos
En uso Eslavo: los sábados tarde en lugar de Troparia, se entona tres veces el tropario de la Theotokos. En solemnidades, se omite. En conmemoraciones de santos, se entona dos veces el tropario propio del santo seguido del tropario de la Theotokos, una vez:
Tropario a la Theotokos
Dios te salve, Virgen Theotokos, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita eres entre todas la mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¡Eres tú quien da el nacer al Salvador de nuestras almas!
Primer Eco
Los judíos, buscando asegurarse, sellan la piedra del sepulcro y destacan vigilantes en torno a tu cuerpo inmaculado, aun así resucitas al tercer día, O Señor y Salvador, para colmar de vida al mundo. Los coros celestiales te aclaman, O Dador de la vida, cantando: ¡Gloria a tu resurrección, O Cristo! ¡Gloria a tu dominio eterno! ¡Gloria a tu dispensación, O Amigo del hombre!
Teotokio
Tal como anuncia el dichoso David, O Virgen, tras entender tú el saludo angélical de Gabriel, se encarna en tus entrañas cuan vastas para siempre que los mismos cielos, el Señor del cosmos siendo Él tu Creador entronado como en su arca santa. ¡Gloria a Aquél cuya morada es tu vientre! ¡Gloria a Aquél que tú misma alumbras! ¡Gloria a Aquél que desde tu vientre nos libera!
Eco 2º
O Vida inmortal, que descendiendo a la muerte, destruyes a Hades con el resplandor de tu divinidad, pues te aclaman los coros celestiales al resucitar a los muertos desde las profundidades de la tinieblas, y dicen: ¡Dador de la vida, O Cristo, nuestro Dios, gloria a ti!
Teotokio
Cuan glorios misterio, O Theotokos, el tuyo que sobrepasa toda lógica, pues sellada de pureza y de la virginidad inviolada, se te distingue por ser indudablemente la madre que da a luz al Dios verdadero, intercede ante Él para que salve nuestras almas.
Eco 3º
Regocijaos, O cielos, y tú, O tierra, alégrate, que el Señor manifiesta el señorío de su majestad venciendo la muerte por la muerte, para devenir el primogénito de entre los muertos. Nos libera de las profundidades de Hades y concede al mundo la gran misericordia.
Teotokio
Te alabamos, O Virgen Theotokos, que intercedes por la salvación de nuestra raza. Tu Hijo y nuestro Dios, al tomar de ti la carne al subir a la cruz, nos libera de la corrupción como el Dios bondadoso que es.
Eco 4º
Anunciales el ángel la gran alegría de tu resurrección a las mujeres discípulos. Y éstas dan razón de ello a los apóstoles, olvidándose de la maldición ancestral, exclaman: ¡Es vencida la muerte! ¡Cristo nuestro Dios resucita concediendo la gran misericordia al mundo!
Teotokio.
Se manifiesta al hombre terrestre el misterio oculto desde todos los siglos y desconocido por los ángeles a través de ti, O Theotokos. Dios toma la carne en una unión sin confusión, y por nuestra causa voluntariamente acepta la cruz. Así levanta al hombre primer-creado y salva nuestras almas de la muerte.
Rogativa del primer Eco
Alabad, fieles todos, y adorad al Verbo, co-eterno con el Padre y el Espíritu, nacido de la Virgen por nuestra salvación, que padece la cruz en la carne por su propia voluntad, muere, y resucita consigo gloriosos a los muertos.
Teotokio
¡Alégrate, Umbral inviolable del Señor! ¡Regocíjate, Muro y Alcázar de los que se refugian en ti! ¡Alégrate, tú que no conoces marido y alumbras al Hijo y Creador y Dios encarnado! No dejes de interceder por cuantos alabamos y adoramos a tu Hijo.
Rogativa del Eco 2º
Como muertos se quedan los guardas al aparecer en tu tumba los poderes angelicales. María busca tu cuerpo puro en el sepulcro. Despojas a Hades de su señorío, sin ser tocado por la corrupción. Visitas a la Virgen y concedes la vida. O Señor resucitado de entre los muertos, gloria a ti.
Teotokio.
Te despides de tu madre, bendiciéndola, al partir de tu propia voluntad hacia tu pasión resplandeciente sobre la cruz. Buscas a Adán, anunciando a los ángeles: Alegraos conmigo, que recuperaré la moneda de plata perdida. O Dios, que ordenas todas las cosas sabiamente, gloria a ti.
Eco Grave
Destruyes la muerte por tu cruz y abres el paraíso al ladrón. Trasformas la pena de las mirróforas, Cristo nuestro Dios. Das orden a los apóstoles que proclamen que tu resurrección de entre los muertos y que concedes al mundo la gran misericordia.
Teotokio
Te magnifica el mundo entero, O Virgen, O Alcázar de la resurrección. Aparta a tus fieles del abismo y el precipicio de sus culpas. Antes del parto eres virgen, como durante y después lo sigues siendo. Salva por tu alumbramiento de la salvación, a cuantos somos culpables de pecado.
Rogativa del Eco 4º
Desciendes, O Señor misericordioso, de lo Altísimo y padeces tres días de sepultura para liberarnos de las pasiones. O Señor, Vida nuestra y Resurrección, gloria a ti.
Teotokio
O buen Señor, para nuestro bien, naces de la virgen y padeces la crucifixión para vencer a la muerte por la muerte. Como Dios, revelas la resurrección. No desdeñes la obra de tus manos. Manifiesta tu amor por todos, O Señor misericordioso. Atiende a las plegarias, a favor nuestro, de la Theotokos que te da el nacer y salva a tu pueblo, Salvador nuestro, de la desesperación.
Preotul:_C'>Apólysis
Preotul, din faţa Sfintei Mese:
Preotul: Cel ce este binecuvântat, Hristos Dumnezeul nostru, totdeauna, acum şi pururea şi în vecii vecilor. Amin.
Strana: Cuvine-se cu adevarat sa te fericim pe tine Nascatoare de Dumnezeu, cea pururea fericita si prea nevinovata si Maica Dumnezeului nostru.
S. Bendito sea Cristo, nuestro Dios, en todo tiempo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amín.
C En verdad es digno celebrarte, o Theotokos, toda-santa y inmaculada y Madre de nuestro Dios.
Strana: Ceea ce esti mai cinstita decat Heruvimii si mai marita fara de asemanare decat Serafimii, care fara stricaciune pe Dumnezeu-Cuvantul L-ai nascut, pe tine cea cu adevarat Nascatoare de Dumnezeu te marim.
Preotul: Slavă Ţie Hristoase, Dumnezeule, nădejdea noastră, slavă Ţie.
Strana: Slava... Şi acum… Doamne miluieşte. (x3) Întru numele Domnului, binecuvintează, părinte.
Preotul: Cel ce a înviat din morţi, Hristos, Adevăratul Dumnezeul nostru, pentru rugăciunile Preacuratei Maicii Sale, ale Sfântului Ioani Proorocului, Înaintemergătorului şi Botezătorului, ale Sfinţilor, măriţilor şi întru tot lăudaţilor Apostoli, ale Sfântului (N) (al cărui hram îl poartă biserica), ale celui între sfinţi Părintelui nostru Ioan Gură de Aur, arhiepiscopul Constantinopolului, ale Sfântului (N), a cărui pomenire o săvârşim, ale Sfinţilor şi drepţilor dumnezeieşti Părinţi Ioachim şi Ana şi pentru ale tuturor sfinţilor, să ne miluiască şi să ne mântuiască pe noi, ca un bun şi de oameni iubitor.
Strana: Amin.
Preotul: Pentru rugăciunile sfinţilor părinţilor noştri, Doamne Iisuse Hristoase, Dumnezeul nostru, miluieşte-ne pe noi.
Strana: Amin.
C Tú, más venerable que los querubines e incomparablemente más gloriosa que los serafines, sin mancha engendras a Dios, el Verbo, a Ti verdadera Theotokos, te magnificamos.
S ¡Gloria a Ti, Cristo Dios nuestro, esperanza nuestra, gloria a Ti!
C Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amín. Señor, ten piedad. (3 veces) Padre, bendice.
S Que Cristo, nuestro verdadero Dios, tenga piedad y nos salve, por las plegarias de su Madre santísima, toda pura, por el poder de la preciosísima Cruz vivificadora, por el amparo de las venerables e incorpóreas Potencias celestiales, por la intercesión del venerable, glorioso profeta y precursor Juan el Bautizador, por la plegarias de los santos, venerables y gloriosos Apóstoles, de los santos, gloriosos y victoriosos Mártires, de nuestros santos padres teóforos, de san N. patrono de este templo, de san N. cuya memoria hoy celebramos, de los santos y justos progenitores del Señor, Joaquín y Ana y de todos los santos, pues es Bondadoso y Amigo de los hombres.
C Amín.
Por las intercesiones de nuestros santos padres, Señor, Jesucristo, nuestro Dios, ten piedad y sálvanos. Amín.
Apéndice: Preces secretas del presbítero
(Si las vísperas se hacen separadas de Maitines o si se sirven antes de la Liturgia, durante la recitación del salmo 103, el presbítero lee en voz baja, ante las puertas santas, las plegarias del lucernario:)
1ª plegaria:
Señor de ternura y de misericordia, lento a la cólera y lleno de amor, escucha nuestra plegaria, estate atento a la voz de nuestra súplica. Concédenos una señal de tu favor, condúcenos por tus caminos, con tal de que andemos en tu verdad; y alegra nuestros corazones, en el temor de tu santo Nombre. Porque Tú eres grande y haces maravillas. Sólo Tú eres Dios, nadie es como Tú entre los dioses, Señor, poderoso en la misericordia y bueno en la fuerza, para socorrer, consolar y salvar quienes esperan en tu santo Nombre. Porque a Ti pertenece toda gloria, todo honor y toda adoración, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amín.
2ª plegaria:
Señor, no nos castigues en tu cólera, no nos retomes en tu furor; antes obra con nosotros según tu clemencia, médica y guarda nuestras almas. Guíanos hasta el puerto de tu voluntad; ilumina los ojos de nuestros corazones para que conozcamos tu verdad; concédenos vivir en paz y sin pecado el resto del día y en todo momento de nuestra vida, por la intercesión de la Santa Virgen y Theotokos María y de todos los Santos. Porque a tu majestad pertenecen el reino, el poder y la gloria, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amín.
3ª plegaria:
Señor Dios nuestro, acuérdate de nosotros pecadores, tus inútiles servidores, cuando invocamos tu santo Nombre, y no nos decepciones, a nosotros que esperamos tu misericordia; más bien concédenos, Señor, todo aquello que pedimos para nuestra salvación; concédenos estimarte y temerte con todo nuestro corazón, y cumplir en todas las cosas tu voluntad. Porque Tú eres un Dios de bondad, lleno de amor para con los hombres, y nosotros te glorificamos, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amín.
4ª plegaria:
Tú, a quien celebran los himnos incesantes y los cantos de gloria continuos de las Santas Potencias, llena nuestra boca de tu alabanza, a fin de que podamos magnificar tu santo Nombre. Danos una parte de la heredad con todos quienes te temen en verdad y guardan tus mandamientos; por la intercesión de la santa Virgen y Madre de Dios María y de todos los santos. Porque a Ti pertenecen toda gloria, todo honor y toda adoración, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amín.
5ª plegaria:
Señor, que tienes el universo entero en tu mano santa, Señor, que eres longánimo y deploras nuestras faltas, acuérdate de tu compasión y tu misericordia. Vela encima nuestro, en tu bondad; concédenos escapar todavía durante el resto del día, las diversas maquinaciones del maligno y guarda nuestra vida, por la gracia de tu Espíritu Santo. Por la misericordia y el amor para los hombres de tu Hijo único, con el que se te bendice, así como con tu santísimo Espíritu, bueno y vivificador, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amín.
6ª plegaria:
Dios grande y admirable, que en tu inefable bondad y el tesoro de tu providencia gobiernas el universo, que nos has hecho el don de los bienes de este mundo y que, por los bienes ya concedidos, nos has dado la prenda del reino prometido; Tú que nos has desviado de todo mal hasta esta hora del día, concédenos acabar sin reproche en presencia de la tu santa gloria, por cantarte, Dios único, bueno y amigo de los hombres. Porque Tú eres nuestro Dios, y nosotros te glorificamos, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amín.
7ª plegaria:
Dios grande y sublime, único que posees la inmortalidad, que habitas en la inaccesible claridad, que has creado todo el universo con sabiduría, separando la luz de las tinieblas,
estableciendo el sol por presidir el día, la
luna y las estrellas por presidir la noche; Tú que nos has permitido, aun cuando somos pecadores, estar en tu presencia en esta hora, para confesar tu nombre y ofrecerte nuestra alabanza vesperal; Tú mismo, Señor amigo de los hombres, dirige nuestra plegaria como el incienso ante Ti y recíbela como un aromático perfume. Concédenos pasar en paz este anochecer y la noche que seguirá. Revístenos con los escudos de la luz. Protégenos de cualquiera temor nocturno y de toda acción perpetrada en las tinieblas. Haz que nuestro sueño, que has concedido a nuestra debilidad como reposo, sea libre de todo sueño enfermizo. Si, Señor del universo y benefactor nuestro, haz que, penetrados de compunción sobre nuestro lecho, recordemos tu santo Nombre durante la noche y que iluminados por la mediación de tus mandamientos nos levantemos en el gozo espiritual para glorificar tu bondad, sobre todo dirigiendo a tu misericordia nuestras plegarias por nuestras propias faltas y las de todo tu pueblo, que te pedimos tomes en piedad, por la intercesión de la santa Virgen y Madre de Dios, María. Porque eres un Dios de bondad, lleno de amor para los hombres, y te glorificamos, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amín.
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