La casa del músico, Rufo, otro amigo adulto de Valentín, también nos relata las características del artista sensible y emotivo. Un gran piano ocupa la escena principal, libros desparramados por todos lados, ropa sobre la ventana, y muchas fotos sobre las paredes construyen la identidad de este personaje.
El exterior también se ambienta de manera tal de ubicarnos a fines de los ’60. Las fachadas de las casas, el bar de la esquina, los colectivos y los autos que pasan mientras Valentín camina por el barrio, van creando esta ilusión.
El mismo objetivo cumplen la caracterización de el Hospital y la Escuela pública las cuales nos remiten a otro tiempo. Valentín asiste a la Escuela “Bernasconi”, con pisos y “piletas de mármol donde aprenden a nadar” y un enorme cuadro de San Martín traído desde París, que Valentín contempla durante el recreo.
El Hospital, al que recurre en búsqueda de un doctor que cure a su abuela en uno de “sus planes”, es pulcro, nuevo y confortable. No se ven en ellos, rastros de las políticas sociales y económicas que años más tarde se instaurarían en detrimento de las instituciones públicas.
A través del vestuario, los personajes no sólo nos hablan de la época, sino también de las características que los conforman como tales. Valentín mira el mundo y lo relata a través de sus ojos y sus enormes gafas, que le dan al personaje una imagen de tragedia y comicidad. Valentín es profundo y maduro. Es un niño con actitudes y razonamientos que logran emocionar y hacer reír (incluso tiene su propia creación lingüística: “cosas de la austronaútica”). Es sencillo y humilde: sus pantalones cortos, sus zapatos escolares, su portafolio marrón gastado, el pantalón sin dobladillo y dos colores, van dando cuenta de este personaje y de su situación social.
Más en detalle, otra referencia a la época es el traje de astronauta que inventa Valentín con sifones. Este disfraz es similar al que construye el personaje “Mafalda” de Quino, en su sueño de ir al espacio, en una de las historietas de aquellos años.
Leticia, es para Valentín, un refugio. Es cálida, contenedora y emotiva. Los colores pasteles y suaves de su ropa y su maquillaje se condicen con su personalidad. Ella le transmite a Valentín lo que ninguna otra novia anterior había logrado.
La abuela, se viste en general con ropa oscura, característica que aporta a identificar a este personaje con su cansancio y nostalgia.
“Yo vivo con mi abuela. A ella se le murió el marido el año pasado, osea mi abuelo. Entonces desde esa época se queja de todo, que papapa, que papapa, que papapa, ¿Qué se puede hacer más que escucharla, no? Está vieja la pobre...”
Valentìn
A través de los planos y los encuadres, el director también elige qué mostrarnos y de qué manera. En Valentín, los planos más generales nos muestran el barrio y sus componentes. Los planos detalle, reflejan los objetos que van construyendo la historia. Los cuadros, el televisor, los sifones, los patines de lana, las jarras de leche, las tazas, las botellas de gaseosas, nos remiten a una realidad pasada.
Con los primeros planos, el director nos envuelve y nos compromete más profundamente en el relato. En los diálogos más emotivos, más fuertes, la cámara juega un papel fundamental utilizando planos y contraplanos de los rostros de los personajes. Esto puede apreciarse en las charlas de Valentín con Leticia, el Sr. del Bar, las confidencias con la abuela y la discusión con su padre.
Por último, el montaje, es el momento en el cual se combinan y se estructuran las escenas de manera tal de construir el producto final: “el filme”. La estructura narrativa de las películas puede ser cronológica, o pueden armarse con un “montaje invertido”, a partir del cual, los hechos se articulan desde el final o desde las escenas previas al desenlace.
En el caso de Valentín, el relato de lo que va aconteciendo es “cronológico”, ya que la historia se articula narrando los hechos a medida que van ocurriendo.
“No creo en estilos. Simplemente escribo una historia y todo lo demás –posición de la cámara, música, voces, etcétera – depende de lo que la historia necesite. Alguien lo expresó así: hay muchos directores que primero confeccionan el traje y luego crean a la persona para ese traje. Debería ser al revés: primero contar la historia y luego, automáticamente, el resto de las cosas la siguen. Hay muchos filmes con argumentos complicados, héroes y situaciones extremas. Con VALENTIN, lo que yo quería hacer era un film simple, realista, acerca de un año en la vida de un niño y de las cosas que hace para cambiar su vida y la de quienes lo rodean”.
A. Agresti
Qué dijo la prensa
(...) A Valentín la embellecen sus detalles de realización, su cuidado estético, y la forma en la que logra evitar los excesos de sentimentalismo. En suma, cuando se nota la dedicación y el cariño con los que el director decidió homenajear, y así cerrar, un capítulo de su vida que debe haber sido mucho más doloroso de lo que se deja entrever aquí. Diego Lerer, Clarín, Septiembre 2003
Valentín –el film, el niño– nunca pierde el humor. Por “inocente” o por “demasiado madura” para un chico de su edad, su mirada sobre la vida y sobre las situaciones que le toca atravesar produce gracia, emoción e, inevitablemente, identificación en el espectador... Yvonne Yolis,, www.cineismo.com
"Valentín" es una película simple, de aparente fácil lectura -aunque esa lectura obligue a la reflexión-, que rastrea sin intelectualismo la trayectoria de un niño que, casi mágicamente, convierte su férreo entorno en una singular caja de resonancia del más puro optimismo. .No era fácil hallar al pequeño que protagonizase a ese Valentín absorto ante el comportamiento de su entorno. Pero Agresti, excelente director de actores, encontró en Rodrigo Noya a esa figura que, más allá de la dulzura de su rostro y de la espontaneidad de sus gestos, poseyese la adecuación necesaria para entrelazar el drama con el humor. Carmen Maura, como esa abuela "fuera de onda", aportó su ternura y su oficio, en tanto que Julieta Cardinali se luce como actriz; Jean Pierre Noher, Lorenzo Quinteros y Carlos Roffé supieron adecuarse con talento a esta conmovedora historia en la que tanto la excelente fotografía de José Luis Cajaraville como la impecable banda musical de Paul M. van Brugge suman puntos a este relato. Para espectadores dispuestos a la sonrisa y a la emoción sin rebuscamientos. Adolfo C. Martínez, La Nación, Septiembre 2003.
Para seguir explorando...
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Para comenzar:
¿Qué les pareció la película? ¿Les gustó? ¿Por qué?
¿Qué escenas les resultaron más divertidas? ¿Por qué?
¿Qué escenas les generaron tristeza? ¿Por qué?
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Recuerden la escena en la que el padre se violenta con Valentín, luego que Leticia le comunica que ya no quiere estar con él. Valentín se siente atemorizado y después que el papá lo insulta y le grita, sale corriendo y vuelve tan sólo cuando se asegura que el papá ya se había ido. Estas son las palabras de Valentín:
“Esa noche fue muy triste. Nunca me la voy a olvidar. Le preparé mate a mi abuela y me la quedé mirando. Me agarró miedo que le pase algo, yo que sé, estaba bien, pero si ella me llegaba a faltar un día, que hacía yo?”
2.a: Reflexionen y debatan:
¿Por qué Valentín siente esa tristeza?
¿Por qué Valentín teme que algo le suceda a su abuela?
¿Cómo construye el director la escena en la que Valentín dice esto? ¿Está musicalizada? ¿Qué tipo de planos usa? ¿Qué objetos podemos ver? ¿Qué colores se utilizan? ¿Cómo influye la luz? ¿Qué sensaciones nos transmite?
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Valentín es el personaje principal de la historia.(Para contestar las siguientes preguntas elijan una escena)
¿Cómo está Valentín caracterizado?
¿Cómo es su vestimenta?
¿Qué características le aportan el vestuario al personaje?
¿Qué sentido adquieren sus gestos?
¿Qué imagen nos transmite de sí mismo?
¿Qué significado tiene lo que dice?
¿Qué significados adquiere el ambiente en el que está?
¿Cómo logra el director contextualizar la historia?
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Elijan dos escenas del filme. Una que les haya resultado muy graciosa y otra que les haya provocado tristeza.
Para cada una, respondan estas preguntas. Este es un ejercicio que nos permite pensar las distintas formas en las que se puede articular el lenguaje cinematográfico, según los que se quiere contar y transmitir:
¿En qué lugar transcurre la escena? ¿Qué cosas muestra el director a partir de la elección de los planos? ¿Qué tipo de planos prevalecen? (Primeros planos, planos generales, planos detalle)
¿Por qué habrá utilizado estos encuadres?
¿Está musicalizada? ¿Qué tipo de música se eligió? ¿Cómo se integra en la escena? Por el contrario, si no hay banda sonora y solo aparece el sonido ambiente ¿Qué sensaciones transmite esto? ¿Por qué crees que el director tomó estas decisiones?
¿Cómo influye la iluminación? ¿Qué objetos y/o personajes se iluminan más? ¿Qué sentido tienen estas elecciones en el mensaje de la escena?
¿Cómo aparecen los personajes? ¿Cuál de ellos prevalece? ¿Cómo están caracterizados los personajes en cada escena? (Pensar en el vestuario, los gestos, en relación a lo que la escena quiere transmitir)
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Manos a la obra:
Te proponemos que escribas una pequeña historia para una escena de una película:
1.Pensá qué te gustaría relatar en esta escena, qué tema se trataría.
2.Luego, ideá un personaje para protagonizar esta escena. Para ello, tené en cuenta el análisis hasta aquí efectuado. Identificá y describí sus características físicas, su vestimenta, sus dichos y gestos.
3.Para finalizar, incluí en tu informe:
- si la escena estará acompañada con algún tipo de musicalización.
- si transcurrirá durante el día o la noche.
- el lugar en el que sucederá, la ambientación (en una habitación, una plaza, la calle, un aula, etc.)
Luna de Avellaneda
FICHA TÉCNICA
Dirección Juan José Campanella
Guión Juan José Campanella, Fernando Castets, Juan Pablo Domenech
Fotografía Daniel Shulman
Música Angel Illarramendi
Montaje Camilo Antollini
FICHA ARTÍSTICA
Ricardo Darín Román
Mercedes Morán Graciela
Eduardo Blanco Amadeo
Valeria Bertucelli Cristina
Silvia Kutica Verónica
José Luis López Vázquez Don Aquiles
Daniel Fanego Alejandro
Fecha de estreno: Mayo de 2004
Sobre el director
El director de la película, Juan José Campanella, nació en la ciudad de Buenos Aires, en el año 1959, el mismo año que nace Román en “Luna de Avellaneda”. Estudió cine en la New York University. El corto El contorsionista que elaboró para su tesis ganó el Gran Premio del Festival de Clermont-Ferrand, uno de los más importantes en cortos cinematográficos. En los Estados Unidos, se dedicó tanto al cine como a la televisión. Series como La ley y el orden le permitieron dar el salto a la gran pantalla a nivel internacional.
En 1999 volvió a la Argentina luego de muchos años y filmó El mismo amor, la misma lluvia. En televisión ha sido coguionista en la serie Culpables.
En el año 2001, se estrenó El hijo de la novia. Este filme ha sido el que hasta ese momento logró mayor repercusión, con un millón y medio de espectadores en la Argentina y una nominación al Premio Oscar, como Mejor Película Extranjera.
En el año 2004, se estrena Luna de Avellaneda, con gran reconocimiento en el país y sumando más de un millón de espectadores.
¿Qué cuenta la película?
“La gente que trabaja en el club es una cosa increíble (...) Una vez que encontramos al club y a la gente, empezamos mucho a ir a las reuniones de comisión directiva, a los partidos de básquet, a las funciones de danzas, a vivir bastante el club. Así fuimos armando los personajes principales, sus problemas personales y todo eso fue saliendo (...) El filme estuvo basado en esas historias.” Juan Campanella
Luna de Avellaneda es un club de barrio social y deportivo ubicado en el sur de la provincia de Buenos Aires. El club ha tenido en el pasado su época de esplendor pero en la actualidad se halla inmerso en una profunda crisis económica. Para salir de esta crisis, la única alternativa parece ser vender el club para instalar en su lugar, un casino. El filme narra los debates y discusiones que protagonizan los diferentes miembros del club en torno a las posibilidades que tiene “Luna de Avellaneda” de sobrevivir como club.
El relato comienza en el año 1959. La imagen del club en aquel momento es muy diferente a la que el filme exhibirá de él en el 2003. Las primeras escenas son la evocación de un recuerdo perfecto: las paredes relucen, todos se divierten, algunos se enamoran, otros bailan, y hasta Castillo en persona canta “…Siga el baile, siga el baile…”. En este contexto, en el festejo mismo del club, nace Román, protagonista de la película. La historia de vida de Román, de la que también habla el filme, estará mezclada, casi integrada a la historia de vida del club.
Por eso, el filme no habla sólo de un club, sino de los integrantes que lo conforman y de las historias de vida de cada uno. Ellos, en directa relación con la decadencia del club, ven cómo sus vidas también se hallan atravesadas por una crisis por momentos, insostenible.
Pero lo que la película rescata es la batalla diaria que libran los personajes para resignificar sus vidas y su comunidad. De todo esto nos habla el filme. De la soledad, del engaño y la decadencia. Pero también da cuenta de la esperanza, del amor, del trabajo, de los sueños. Y por sobre todas las cosas, rescata la dignidad como un valor estructural de una sociedad que necesita recuperar el sentido de su vida, aunque no sepa claramente qué hacer para cambiar… “Habría que averiguarlo…”
“El reto más grande como director en Luna de Avellaneda fue encontrar el balance entre las historias personales y pequeñas y el contexto más grande del club y la comunidad. Permanentemente me preguntaba si no estaba mostrando mucho del mundo a expensas de los personajes, o al revés. Encontrar ese balance fue lo más difícil”.
Juan Campanella
¿Qué pasaba en el país?
Luna de Avellaneda nos habla de la Argentina actual, de historias individuales y colectivas. El contexto social, económico y cultural del momento en que se filma la película coincide con lo que viven los protagonistas de la historia. El país del 2003 (cuando se filmó la película) y el propio filme hablan de personas que se miran en un espejo muy diferente al que creyeron verse en la década anterior, cuando los espejismos de una sociedad de consumo dieron por sentado que los valores verdaderos pasaban por la acumulación de bienes materiales, y el individualismo se instaló como filosofía de vida.
La crisis argentina, que alcanzó su punto más crítico en el 2001, hace que los personajes comiencen a observarse en otra realidad y se replanteen el significado de sus vidas. En una de las últimas escenas del filme, durante la Asamblea en la que se decide el destino de “Luna de Avellaneda”, lo que Román rescata de la vida del club es que a pesar de todo, siempre fue el lugar en donde se ponía en marcha el sentido de la comunidad.
Los personajes representan a una clase media que aunque a diario lucha por sostenerse, se ha empobrecido gradualmente por el impacto de las políticas sociales y económicas. En los diálogos se reflejan los fracasos y las desilusiones apelando muchas veces al cinismo para definir sus situaciones. Así el filme nos habla del ser nacional al que las frustraciones, los sueños perdidos y la falta de trabajo le trazan una delgada línea por donde recorrer su camino. En este sentido, también nos cuenta sobre las disyuntivas comunes de los argentinos de clase media: irse del país o quedarse. Pero el quedarse también implica un reposicionamiento, una toma de postura: resignarse o dar batalla en función, no de modificar sus vidas en pos del futuro, sino en la urgencia del presente.
“La película cuenta en clave de ficción lo que estamos viviendo, no como observadores sino como protagonistas de la vida cotidiana. Forma parte del replanteo, que hizo eclosión en el 2001, de lo que somos y hacia dónde queremos ir como sociedad”.
Juan Campanella
¿De quién y de qué se habla?
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DE “NOSOTROS” Y LOS “OTROS”
Tal como señalamos, la película habla de la Argentina de los últimos años. Luna de Avellaneda nos habla de una sociedad que batalla a diario por sostenerse. Pero también nos habla de la manera en la que esta sociedad elige seguir adelante. En Luna de Avellaneda, son varias las escenas en las que se ponen en juego distintos posicionamientos, representados antagónicamente por Román y Alejandro. En una escena Román y Alejandro discuten quién es ese “nosotros”. Román argumenta que existe en el discurso de Alejandro una confusión para nada ingenua en la manera de definir el “nosotros”. El eje de la discusión es justamente cómo definir “la identidad”. Esa identidad que para Román tiene que ver con el trabajo, la familia y la dignidad. Valores que, aunque con esfuerzo, siguen hoy estructurando a la sociedad argentina.
“La clase media es en general la protagonista de mis películas porque a ella pertenezco. Con todas las críticas que uno puede hacerle, pero también con una mirada cariñosa sobre ella. Hay muy pocos directores que en Argentina hacen películas sobre la clase media, pues generalmente prefieren representar a los excluidos o a la decadencia de la clase alta. Yo no conozco ningún aristócrata ni en decadencia ni en pleno auge. No los vi nunca. La verdad, es que me gusta hablar de los personajes que conozco”.
Juan Campanella
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DE VALORES: LA “IDENTIDAD”
El relato del filme se espirala recorriendo distintos valores que estructuran la identidad de los personajes. El amor, la amistad, el trabajo comunitario, la familia, son valores que, aunque por momentos parecen quebrarse o perder sentido, adquieren la fuerza simbólica para seguir dando sentido a sus vidas. Pero el valor que toma mayor relevancia en la película y que contiene a todos los otros, es la dignidad. Y es justamente lo que resalta Román: a pesar de haber atravesado situaciones adversas, límites, él sabe que no perdió la dignidad. Es éste, su punto de partida, y de llegada.
(...)”Es muy difícil describir la dignidad con palabras,
es algo que se siente, como la felicidad o la belleza.
Yo creo que cada uno la intuye, y el inconsciente colectivo
también tiene una intuición de lo que es la dignidad.
Los argentinos no somos un pueblo que ha perdido la dignidad,
no somos indignos. Tenemos que revalorizarla”...
Juan Campanella
¿Cómo se dice lo que se cuenta?
El lenguaje cinematográfico en tanto lenguaje de la imagen, combina fotografía, musicalización, sonidos, planos, encuadres, ambientes, montajes, edición, que los cineastas articulan estructurando la narrativa de los filmes en función de lo que quieren transmitir. Además, este lenguaje se desarrolla y cambia con la introducción de las innovaciones tecnológicas. Esta combinación hace posible que los relatos adquieran la apariencia de mayor veracidad y le adjudican una mayor riqueza narrativa.
Esto puede apreciarse en la apertura de Luna de Avellaneda, donde se realiza la puesta en escena de una kermese en el año 1959. Los movimientos de la cámara, la manera en que se construyen los personajes, la música, nos ofrecen un momento lejano en el tiempo, que se nos presenta con la frescura de un relato presente. De la misma manera, la puesta en juego de planos, el uso de los silencios, los chistes, los diálogos, también construyen una manera posible de narrar y transmitir .
“Román es un hombre como muchos otros en la Argentina que alguna vez tuvieron ideales elevados y que la sucesión de fracasos y las circunstancias en las que se vio envuelto lo llevan a acumular decepciones alejándose de sus objetivos iniciales. Pero a pesar de eso conserva su entereza y aun no se ha entregado.”
Ricardo Darìn.
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LOS PLANOS, EL ENCUADRE Y LOS ÁNGULOS
El uso de los planos es fundamental para el armado del relato. A través de los encuadres, el director decide qué ambientes, personajes y objetos serán vistos por el espectador.
Además define el punto de vista desde el que se narra la historia. En la escena en la cual Amadeo y Cristina cruzan el riachuelo en el bote, el momento más emotivo del relato, la cámara hace un juego de primeros planos entre ambos, dándole de esta manera una mayor fuerza emotiva a esta escena del filme. Otro ejemplo de uso de planos, es el encuentro entre Román y su esposa en el bar, cuando ella no lo esperaba. Allí descubre que Verónica espera a otro hombre. Los primeros planos, los gestos de ambos, nos señalan la sorpresa de Verónica y el desasosiego de Román.
Esta es una característica del director que se refleja en toda la película. Trabaja muy cerca del lente y el espectador logra una gran conexión con los actores, potencializando la capacidad narrativa del filme.
Si miramos cuidadosamente, los espacios nos hablan de quienes los habitan y nos cuentan el desarrollo de sus vidas. En Luna de Avellaneda cada rincón del club, de las casas, del barrio, nos relatan la crisis de la sociedad Argentina. Estas elecciones no son azarosas y hacen a la significación del filme.
En cuanto los ambientes, la película contextualiza cuidadosamente un barrio del sur de Buenos Aires y para dar cuenta de este paisaje urbano, muchas tomas se realizan en las calles, enfocando el riachuelo como lugar de encuentro de los personajes.
Las casas tienen la marca de quienes viven en ellas, son reflejos de identidad. En la casa de Román el garage está lleno de sus pertenencias y un desorden general reina el ambiente, situación que se vincula directamente con su propio desorden emocional. De la misma manera nos interpela el departamento de Amadeo: un conjunto de ropas, afiches, decorados, que aunque en apariencia sin sentido, organizan el significado de la vida del personaje.
La manera de vestir de los personajes, los colores que se utilizan también construyen significados y contribuyen a dibujar el perfil del personaje. En las palabras de la diseñadora de vestuario, Cecilia Monti, podemos comprender la manera en que fueron utilizados para transmitir una determinada idea.
“Buscamos que los colores de Román se identifiquen con los colores del club porque, además de ser uno de los personajes que más tiempo pasa en ese lugar, es de los que lo sienten como parte de su propia vida. Es tan parte de él, que sin el club no se sabría bien que haría”.
Cecilia Monti. Vestuarista.
Veamos otro ejemplo, esta vez, de la vestimenta y apariencia de Cristina:
“Todos los personajes repiten mucha ropa salvo Cristina, que la manejamos con un poco más de personalidad en su vestuario. Ella es bailarina desde muy chiquita (...) Juan (Campanella) quería resaltar sus piernas finas entonces empezamos a buscar calzas y a preguntarnos qué pasaría si le ponemos polainas para resaltar esa delgadez...”
Cecilia Monti. Vestuarista.
La música es otra de las decisiones a tomar en torno a lo que la película quiere transmitir. La elección de una u otra musicalización puede cambiar el sentido de una escena, agregarle mayor dramatismo, emoción o comicidad. En la película la mayoría de las escenas no están musicalizadas y resuena el sonido del ambiente potencializando en este caso, los diálogos de los personajes. En otras está incluida de manera subliminal, casi susurrada, acompañando el desarrollo del filme.
“La música transmite emociones muy fuertes, pero también puede llegar a simplificarlas demasiado. Incluir música en una escena conlleva algunos peligros. El primero es recurrir a la música para crear una emoción que no existe en la escena. El segundo riesgo, es la dificultad para musicalizar una escena que tiene emociones complejas(...)”
Juan Campanella
¿Qué dijo la prensa?
“Mucho más que en El hijo de la novia —o, mal que le pese reconocer a Campanella, El mismo amor, la misma lluvia, la mejor de las tres, por ser la primera y más original—, en Luna de Avellaneda lo que resalta, en primer plano, es el sentimiento. O "la razón del sentimiento", como alguien suelta en esos diálogos tan bien diseñados, que vuelven a emocionar. Y como en las tres, no hay personajes malos, ni siquiera buenos —¿qué es normal?—, sino simplemente personas. Todas sufren, todas viven, algunas con más parches que otras en el corazón”. Clarín
Comedia dramática de carácter coral, Luna de Avellaneda sigue las alternativas individuales con una cámara minuciosa, que alterna el plano detalle con encuadres generales, en perfecta correspondencia con la propuesta argumental. Así Campanella pone en contraste la conveniencia personal con el bien comunitario, motivo que expresa sin atenuantes el dilema histórico de la clase media nacional. Con Luna de Avellaneda, Juan José Campanella cierra el ciclo que abrió con El mismo amor, la misma lluvia y continuó con El hijo de la novia. Así planteada, la trilogía le permitió abrir el foco, progresivamente, para explorar desde la historia íntima hasta la crónica social, haciendo un alto en la fábula familiar. El Acomodador de Cine. e-magazine Semanal de Cine
La historia se narra muy bien, mostrando las características de los protagonistas mientras todo va pasando. Un guión excelente, que tiene sus momentos de risas (muy bien logrados) al igual que los dramáticos y lo mejor son sus personajes (uno mejor que el otro). La Zona Crítica
Para seguir explorando...
1-Debatan y reflexionen: ¿Qué escenas los emocionaron más? ¿Por qué? ¿Con qué personaje se identifican? ¿Con qué escenas se divirtieron más?
2-A continuación, transcribimos parte de un diálogo en el que se discute la deuda del Club. Es una de las tantas escenas donde Román y Alejandro se enfrentan. Analicen: ¿qué valores se ponen en juego en esta discusión? ¿Por qué es tan importante para Román definir el “nosotros” diferenciándose de Alejandro? ¿Cómo están caracterizados estos dos personajes? ¿Cómo describirían a cada uno? ¿Qué sintieron durante esta escena?
Graciela: ¿Vos me podes explicar cómo hacemos nosotros para pagar 2000 pesos por mes?
Alejandro: ¡Y no sabés lo que me costó! Es muy buen arreglo, el interés es muy bajo chicos. En dos años están afuera.
Román: Sí, buenísimo, nos matamos durante dos años y volvemos a estar como hace diez...
Amadeo: Octubre del 98. Fue la última vez que les prestamos el club para un acto partidario. Desaparecieron 72 caballetes.
Tómenlo como parte de pago y acá no ha pasado nada...
(...)
Román: ¿Cómo pueden cobrar una multa de 40.000 pesos? ¡No puede ser, es un locura!
Alejandro: Bueno, bueno...
(...)
Román: Escuchame, Alejandro, por favor pensá en algo para ayudar al club...
Alejandro: Nosotros hacemos lo que podemos, Román...
Román: ¿Quiénes son nosotros?
Alejandro: La municipalidad...
Román: No, la municipalidad somos nosotros. Ustedes son ustedes, porque si decís ustedes cuando hablés de nosotros, vas a decir nosotros cuando hablés de ustedes. Y así estamos, ustedes por un lado y nosotros por el otro. Hasta que ustedes terminen con nosotros ó nosotros terminemos con ustedes.
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Elijan un personaje del filme y debatan:
¿Cuáles son sus características? ¿Cómo es su vestimenta? ¿Cómo describirían el lugar que habita? ¿Cómo se relaciona con los demás? Elijan alguna escena que protagonice este personaje Describan al personaje elegido en esa escena: ¿Cómo son sus diálogos? ¿Cuáles son sus gestos? ¿Qué planos utiliza el director en esos momentos? ¿Por qué? ¿Qué significa este punto de vista? ¿Cuál hubiese sido el sentido si fuera otro el encuadre? ¿Está la escena musicalizada?
4- Les proponemos que piensen una historia que les gustaría contar. Pueden basarse, tal como lo hicieron los guionistas de la película, en algún lugar del barrio, un club, una sociedad de fomento o simplemente tomar una historia de vida, un sueño. También pueden buscar información en los diarios y revistas, o en los relatos de familiares y amigos. Recolectar historias o anécdotas pueden ser también un buen comienzo. En base al relato, describan a alguno de los personajes. Recuerden detallar su vestimenta, sus costumbres, su casa o los ambientes en los cuales se desarrolla la historia.
Hermanas
FICHA TÉCNICA
Dirección Julia Solomonoff
Guionista Julia Solomonoff
Director de fotografía Ramiro Civita
Música Lucio Godoy
Montaje Rosario Suárez
FICHA ARTÍSTICA
Valeria Bertuccelli
Ingrid Rubio
Milton de la Canal
Adrián Navarro
Nicolás Pauls
Horacio Peña
Mónica Galán
Eusebio Poncela
Marina Glezer
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Elena Levin
Natalia Levin
Tomás Morini
Sebastián Morini
Martín García Solís
David Levin
Marta Levin
Luis Morini
Sofía
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Fecha de estreno: Abril 2005
Sobre la directora
Dirigió y escribió las siguientes películas Hermanas (2004) Ahora (corto - 2003) Scratch (corto - 2001) Siesta (corto - 1998) Un día con Angela (corto - 1993) . Fue intérprete en Historias Mínimas. Y sew desempeñó como asistente de dirección en Diarios de Motocicleta (2004) y Silvia Prieto (1998)
¿Qué cuenta la película?
Corre el año 1984, y Natalia y Elena vuelven a encontrarse luego de ocho años de ausencias. La persecución iniciada en 1975, meses antes del golpe de estado que diera origen a la dictadura militar argentina de 1976, había obligado a Natalia a escapar a España durante una noche larga, tras presenciar el secuestro en mano de fuerzas militares de su novio Martín y varios de sus amigos.
Pero el contexto en el que este reencuentro se lleva a cabo, no es la Argentina de la democracia naciente, sino Texas, Estados Unidos. Allí Elena, la mayor de las hermanas, se ha establecido recientemente con su esposo Sebastián y su hijo Tomás de ocho años, en búsqueda de un bienestar económico y bajo el lema norteamericano de “familia feliz”, en el marco de las políticas neoliberales que se consagran con la llegada de los republicanos al gobierno.
Abrazos, lágrimas y emociones, son las que abren este relato, en el que a medida que transcurre la película, nos van insertando en un historia compleja que se rearma a partir de ausencias, urgencias y secretos.
Natalia y Elena comenzarán sus conversaciones. Natalia, fortalece recuerdos e intenta encontrar respuestas en imágenes, fotos, y una novela escrita por su padre, que fue desenterrada de un baúl del jardín de la casa familiar. Natalia comienza a leer la novela y pronto se da cuenta que la historia narrada es la de su familia durante los años de la dictadura. La novela de Levin, cuyo final debiera estar en el manuscrito pero no aparece, esconde una clave que Natalia deberá develar. Sabe que el padre no podría haber escrito la novela sin el final, ya que recuerda perfectamente una noche de trabajo del papá, mientras ella lee uno de sus escritos, en la cual le confiesa que no puede escribir si no sabe cómo termina. “Escritura cangrejo” la llaman “primero pienso el final y luego escribo la historia”. Por el contrario, Elena, evita rearmar el rompecabezas cuyas piezas están desordenadas, perdidas, ocultas y no por azar.
El filme nos va contando la historia principalmente de estas dos hermanas pero también de su entorno, en distintas situaciones de los años 1975 y 1984, situaciones sociales y políticas de cada momento, y vivencias que nacen de los vínculos familiares.
En 1984, Elena se está instalando en su nueva casa de Texas, luego que Sebastián fuera convocado por una empresa multinacional. Y es en este lugar, en apariencia apacible y tranquilizador, en el que Elena intenta borrar los recuerdos de un pasado que no quiere reflotar ni revisar. Natalia, por el contrario, llega acorralada de dudas y sucesos nunca esclarecidos, nunca hablados. Los personajes están caracterizados de manera laberíntica. Cada uno tiene cosas para ocultar, dolores que elaborar y silencios que necesitan ser oídos...
A su vez, es también un relato de oposiciones: Argentina de mediados de los ‘70, y Estados Unidos de los ochenta. Dos contextos sociales y culturales abismalmente disímiles. Sin embargo es a partir de estos contrastes que la narración se va articulando, revisando continuamente los hechos, contrastando las situaciones temporales de estas hermanas.
“Hermanas” es una historia de exilios y destierros. Y es por los desarraigos vividos y los olvidos, que se impone la necesidad de reconstruir la “identidad” a partir de la “memoria”. Por lo tanto, ambas deberán sincerarse y abrirse a esa historia que aunque dolorosa, es la única que les permitirá reconstruir las identidades borradas. La memoria es un proceso que nos permite registrar, retener y reproducir. Se halla directamente relacionada con la identidad, producto de un contexto social y cultural. La identidad es una construcción colectiva y siempre refiere a la memoria: toda identidad se construye desde las relaciones, los relatos, las tradiciones, las vivencias y los quiebres.
En este sentido, es interesante analizar “Hermanas” desde el doble proceso en el que se estructuran los acontecimientos históricos: el de la memoria y el olvido: un pueblo olvida cuando la generación poseedora del pasado no lo transmite a la siguiente, cuando rechaza lo que recibió o cesa de transmitirlo (Yerushalmi, 1982:13)
Durante años en Argentina, el ejercicio de la memoria fue vedado, las voces se callaron, los cuerpos desaparecieron. El olvido fue una forma de organizar la vida de los argentinos.
En “Hermanas” se complejizan las formas de los olvidos y las memorias tanto individuales como colectivas, y su relato es fundamentalmente, una apuesta a “reconstruir esa memoria” como “camino a forjar la identidad”.
¿Qué pasaba en el país?
Tal como señalamos la película inicia su relato en el año 1984, pero el contexto no es Argentina sino Texas. 1984 es un año clave para los argentinos, ya que se restituye el sistema democrático luego de ocho años de una dictadura militar que dejó como consecuencia un país devastado social, cultural y económicamente.
Si bien todas las dictaduras militares recurrieron a la violencia material y simbólica, ninguna dictadura había adquirido el grado de terror sistemático que caracterizó a la que tomó el poder el 24 de marzo de 1976. Treinta mil desaparecidos, el vaciamiento científico y cultural, el endeudamiento externo reproducido y la Guerra de Malvinas, abrían al sistema democrático la obligación de que los argentinos hicieran y se formularan a sí mismos, muchas preguntas.
Esta convulsión que vivía el país al inicio de la democracia, se ve reflejada en el filme, en los llamados que recibe Natalia mientras avanza su estadía en la casa de Elena. Clara, la mamá de Martín, el novio de Natalia desaparecido la noche que ella parte a España, pide su presencia en el país para que atestigüe sobre aquel trágico momento. Durante esos llamados, le va contando que en Argentina hay mucha gente investigando, que se están abriendo expedientes, que se está vinculando al tío de Sebastián con quienes secuestraron a Martín. A su vez, su mamá también reclama la presencia de Natalia en la Argentina, ya que la Universidad quiere hacerle un homenaje al padre de las “hermanas” ya fallecido. Sin embargo, Natalia teme volver, siempre se niega, y sólo al final de la película, toma una decisión.
...- “Es importante que atestigües, no sólo es por Martín, tratá de llegar antes del 5”...-
-“Está bien Clara, déjame ver...” (Diálogo telefónico entre Natalia y Clara- escena del filme)
Pero también el filme narra los hechos de los meses anteriores al golpe militar, año 1975. Todos los momentos de la película que refieren a esta época dan señales y huellas sobre cómo los acontecimientos se fueron precipitando a medida que se acercaba el golpe y cuenta qué roles fueron cumpliendo cada uno de los personajes.
El padre de las hermanas, David Levin, echado de la redacción del diario, se ve obligado a quemar libros. En una de sus charlas, menciona al en ese entonces compañero de trabajo y escritor, Rodolfo Walsh. Natalia y Martín se van comprometiendo con la lucha política desde movimientos juveniles universitarios. Elena sin embargo, prefiere quedar al margen, y siempre trata de mediar entre las discusiones políticas de Natalia y Sebastián, por esos años ya su novio.
La Argentina de 1984, dista del barrio de Texas de casas idénticas y prolijos árboles verdes, en el que Elena se instala en busca de algo más que una seguridad económica.
"Había razones estéticas, que hablan de la identidad, la memoria, las pertenencias y el lugar que me parecía más ajeno y más marciano de cualquier vivencia mía era ese tipo de barrio en los EE.UU. Una razón estética se convierte en una razón política. Era una necesidad de Elena pertenecer a algo que le diera seguridad."
Julia Solomonoff
Asimismo, cabe señalar que todo filme también deja huellas sobre el momento de producción en que la película se lleva a cabo. Argentina ha dado paso a la derogación de la leyes de obediencia debida y punto final y los posteriores indultos a los responsables de la dictadura militar de 1976, y existe –al momento de la filmación- un debate jurídico, social y político sobre el tema.
Nuevas causas se vienen iniciando en los últimos años, en contra de los dictadores a razón del robo de niños, estafas económicas, etc. Asimismo, el trabajo intensivo y consecutivo de distintos organismos de derechos humanos, dieron lugar a la recuperación de los hijos de desaparecidos nacidos en cautiverio.
Es en este contexto en el cual cobra gran importancia este tipo de relatos, para mantener activa la memoria en pos de pensarnos y reconstruirnos, y por sobre todas las cosas, no olvidar.
¿De qué y de quién se habla?
“Hermanas”, construye su relato, interpelándonos como espectadores, para comprender la complejidad de los seres humanos.
Natalia y Elena, deberán escuchar cosas que nunca hubieran querido decir ni oir, y sólo esa sinceridad les permitirá repensarse y redefinir sus creencias y sentimientos. Es un camino duro el que han recorrido, pero mucho más duro es el que les queda por andar, luego de las verdades que se develan al final del filme.
“No es fácil perdonar. Cuando uno acepta una cosa así, más que perdonar al otro es aceptar que me dejes de querer, que me quieras un poco menos, que descubras quién soy, a pesar de que soy tu hermana. No sé si lo vas a aceptar o no, pero soy esto”
Valeria Bertuccelli- (Elena-filme)
En “Hermanas”, el tema central es el desarraigo, y la urgencia de recuperar la identidad a través de la memoria. Pero pensar la identidad, implica comprender que es un proceso que se lleva a cabo en un marco social y cultural en el cual se comparten códigos que constituyen un sentido “ en común”.
Elena, está en un país que no le pertenece, haciendo profundos esfuerzos para aprender un idioma que no maneja, y para simpatizar con las mujeres de su barrio, pero pende de un hilo la felicidad que intenta sostener. En todo momento, se notan la debilidad de sus acciones y de ese mundo con bases enclenques.
Natalia deambula por el mundo, poniendo de excusa su labor profesional, pero con la sombra de no saber qué sucedió realmente la noche en que Martín desapareció.
Por ello, Natalia y Elena necesitarán revisar sus vivencias y confrontar la verdad, de manera de poder redefinir sus caminos, conocer, perdonarse, y no olvidar.
"La culpa es algo muy presente en toda la película, no sólo en un personaje, hay culpa en quien sobrevivió porque sobrevivió, en el que se fue porque no estuvo, porque hay una sensación compartida de deuda y de cosas pendientes en todos. En Elena es ese esfuerzo por sostener un mundo que está basado en unos cimientos frágiles. Pero ella todavía cree que es un mundo sostenible. Me conmueve cómo hasta último momento trata de sostener un orden ficticio, y cualquiera que viene de afuera, como su hermana o el espectador, siente la fragilidad."
Valeria Bertucelli.
Tal como dijimos, el filme es un relato de las vivencias de estas dos hermanas en dos períodos muy significativos de la historia argentina. Pero no es una mirada simple, sino que por el contrario, a medida que transcurre la película, los personajes se van constituyendo más complejamente en sus características y sucesos.
El valor de la filiación y el afecto que une a estas hermanas, es algo que atraviesa todos los momentos. Desde los bailes, la ropa, la música y los amores de su adolescencia, hasta las situaciones más oscuras donde esa pertenencia parece quebrarse. Natalia y Elena hacen un esfuerzo enorme por sostenerse.
Ambas buscan encontrarse, entenderse, y al final del filme cuando toda reconciliación se cree perdida, el abrazo parece fundirlas en la búsqueda de un entendimiento posible. Aquí también se plasma la profundidad con la que “Hermanas” conforma todos los temas. Los valores que sostienen las relaciones entre hermanas, también están mirados sin idealizaciones. Por el contrario, están atravesados por las diferencias que toda relación humana trae consigo. Y este valor, no sólo se corresponde a una época, sino que remite también a situaciones actuales.
“ La película trata de entender las circunstancias de cada uno. Si Natalia llega con un discurso que juzga duro, y se va con el mismo discurso, es un personaje que no crece nunca en su vida y me daría mucha pena. Lo importante es que cada una entienda el lugar de la otra. De lo que sí estoy convencida es de que si no fueran hermanas, no harían ese esfuerzo. Entre dos amigos ese esfuerzo no se hace.”
Julia Solomonoff - Directora
Otro valor que se pone en juego, es el valor de la verdad. Tanto para las hermanas, como para la Argentina del ‘84 – uno de los espacios temporales en los que transcurre la película- la recuperación de la verdad, por años atrapada y acallada, es una necesidad que estalla. Sin ella no será posible dar lugar a la reconstrucción individual y colectiva.
Tal como afirmamos, “Hermanas” cuenta la historia de dos hermanas que se vieron obligadas a distanciarse por la dictadura militar, y que vuelven a encontrarse nueve años después en Texas. El filme señala la necesidad de recuperar la identidad.
Podemos señalar que en la búsqueda de la verdad, el esfuerzo por sostener la relación fraternal que las une y en los desencuentros que se producen, la película crea un “nosotros” en el cual nos reconocemos. A su vez, en contraposición, también podemos identificar un “otros” en varios ejes de la película.
Por un lado, todo el ambiente de los ochenta en Texas en el cual se instala Elena, produce en los espectadores, el mismo extrañamiento que generaba en ella. Las casas iguales, la misma estética, un idioma que no se comprende y costumbres que no se comparten, hacen de ese mundo en el que Elena intenta estructurar su “sueño americano”, un lugar en el cual a pesar de sus esfuerzos no siente pertenencia. Un lugar sin identidad.
En segundo término, “la dictadura” simbolizada en la persecución, el ocultamiento, la pérdida de seres queridos y el terrorismo de Estado, se transforma en ese “otros”, que se expresa en la violencia de las persecuciones, en los desarraigos, los arrebatos, en las pérdidas de los lugares y afectos. Son varios los momentos que remiten a esto en el filme: la quema de libros por parte del papá de las hermanas, la mudanza al Tigre, el cambio de trabajo, la necesidad de ocultarse, el secuestro y finalmente en el caso de Natalia, la partida abrupta hacia España, en busca de un refugio, durante una noche del año ’75.
¿Cómo se dice lo que se cuenta?
Como con cualquier texto, en el caso de los filmes, es necesario conocer el lenguaje en el que éste se produce.
El lenguaje cinematográfico combina imágenes sonidos y silencios. Por ello, la fotografía, la música, los sonidos ambiente, los diálogos, como así también la elección de planos, encuadres, ambientes, montajes y edición, son las herramientas que los cineastas utilizan para narrar su historia.
La elección de ambientes y lugares en los que se desarrolla la película, son aspectos muy importantes en la construcción de un filme. Los ambientes proporcionan información sobre los momentos históricos y los lugares en que los hechos ocurren.
Los espacios hablan de las vivencias y sentimientos de quienes los habitan. Nos ayudan a entender y caracterizar a los personajes. En “Hermanas”, podemos definir dos ambientaciones generales: las que remiten al año 1975 y las que corresponden al año 1984.
En la primera, se muestra principalmente la casa de la Isla del Tigre, el colegio San José donde David Levin consigue trabajo como profesor y Martín y Sebastián estudian. Cada lugar, como así también la vestimenta, los colores, los peinados, y los objetos nos remiten a la Argentina de los 70.
Por otro lado, Texas de 1984, nos posiciona en un ambiente extraño a nuestra cultura, con casas todas iguales, perfectamente pintadas y parquizadas. Texas, tal como dijimos, refleja la necesidad de Elena de asentarse en algún lugar que le diera seguridad y tranquilidad, pero a su vez, se transforma en ese “no lugar”, al cual Elena no logra pertenecer. Su casa, siempre pulcra y ordenada, también lo refleja Sólo al final del filme, cuando Elena se quiebra y habla con Natalia, Elena queda rodeada de un desorden que simboliza más que un simple final de fiesta.
“En el pueblo de Texas donde rodaron, las casas son todas iguales. "Yo tenía que meter el auto para estacionar y salir de la escena, ¡y lo metía en la casa de al lado!"
Valeria Bertuccelli
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LA MUSICALIZACIÓN, LA LUZ Y EL COLOR
En los filmes, hay un aparente predominio de lo visual. Sin embargo, la imagen y el sonido se combinan para enriquecer la capacidad expresiva de las películas. La musicalización, forma parte de las decisiones a tomar en torno a lo que cada escena quiere transmitir. La música ayuda a crear sensaciones de dramatismo, emoción, terror o comicidad, imprimiéndole un ritmo a la narración.
También es una forma de contextualizar el tiempo a que remite el filme. En el caso de “Hermanas”, tanto en la escena en la que las chicas se visten para salir, en el “pub” y en la caminata de Natalia y Martín, la música de la época, nos traslada a esa época. Esta elección se refuerza con el tipo de peinados y las vestimentas.
Pero también los silencios transmiten significados. En “Hermanas” la música es casi siempre instrumental, y viste a las escenas de un mayor dramatismo. Ejemplos de ello, es la escena en que Elena lee la novela de su padre, o aquella que remite al secuestro de Martín. En estas escenas sin diálogos, la música al igual que los planos detalles, son combinadas de forma tal de transmitirnos la angustia de los personajes.
Sin embargo, y tal como dijimos previamente, en muchas escenas la fuerza narrativa está dada a partir de los diálogos de los personajes y el sonido ambiente. Son muchos los momentos del filme en que esto sucede. Uno de ellos, muy significativo, es la fiesta que Elena prepara en su casa para que conozcan a su hermana. Natalia le pide perdón a Elena, por no poder dejar el pasado atrás y le explica que ella no puede seguir... que necesita saber qué pasó. Allí Natalia le da las hojas que había arrancado de la novela de su papá, y esto provoca el desenlace de la historia y revela el secreto que Elena guardó durante tantos años. Es una escena fuerte, dura y muy angustiante y esta sensación se logra a partir de los planos de las protagonistas, la iluminación, el diálogo y los gestos de ambas.
La luz y el color, también contribuyen a crear distintos climas dentro del filme, construyendo significados y emociones en el espectador. En las escena que se muestra el secuestro de Martín y los amigos, la luz y el color juegan un papel dramático fundamental. Lo mismo sucede en la escena en que Elena lee la novela durante la noche.
La iluminación en las tomas en que David Levin habla con sus hijas en distintos momentos, nos da una sensación de intimidad. El director de fotografía junto al director del filme toman estas decisiones a partir del sentido que se proponen transmitir.
El uso de los distintos planos es otro de los recursos que utiliza el director para armado el relato. A través de los encuadres, decide qué ambientes, personajes y objetos serán vistos por el espectador.
Con los planos generales, se muestra el entorno. Así, a partir de estos enfoques, nos posicionamos tanto en el barrio de Texas del año 1984, como los planos de las calles y de la isla del Tigre en la que pasan sus días las hermanas durante 1975, en Argentina.
Los planos conjunto permiten ver a los personajes y parte de los objetos que también nos ubican en la época y que caracterizan a los personajes. Ejemplos de ello pueden ser las publicidades de Reagan como reciente presidente electo de EE.UU. sobre la ruta; los carteles de la calles; la pulcritud y el orden de la casa de Elena. En las escenas que remiten a los ‘70, estos planos nos permiten ver a los protagonistas y a objetos típicos de ese tiempo, tales como sifones, azulejos que ornamentan la cocina, “posters” de la pieza de las hermanas, etc. Con los primeros planos de los personajes, asistimos a las sensaciones y sentimientos por los que atraviesan en cada uno de los momentos de la película.
El montaje organiza el material filmado, y seguramente múltiples escenas quedarán afuera. Su objetivo es lograr que las imágenes seleccionadas y organizadas con una determinada estructura narrativa expresen lo que el director quiere transmitir.
En “Hermanas” se da lo que conocemos como “montaje invertido”, ya que no hay una sucesión cronológica de los hechos, sino que se alternan distintos momentos de la historia de Natalia y Elena en los años 1975 y 1984. La primera escena se ubica en el tiempo presente del relato –1984. Pero a medida que comienzan a recordar, se vuelve al pasado para mostrar detalles que dan fuerza al argumento y que van armando el relato. Esta técnica de retroceder en el tiempo se llama flashback.
¿Qué dijo la prensa?
“La película de Solomonoff es inteligente y sagaz a la hora de retratar la relación entre hermanas, más allá del contexto en que se ubique la historia. Los años de plomo de la Argentina son un marco potente para poner en juego las diferencias en el modo de ver la vida y de enfrentarse a la realidad de cada persona, pero la química entre hermanas (o hermanos, llegado el caso) excede lo particular para convertirse en un tema universal y no del todo explorado en cine”
Diego Lerer – Clarín - Abril de 2005
... “ Hay riquísimos grados intermedios en la paleta con que la realizadora pinta a Sebastián, el marido de Elena. Es verdad que ha preferido mantenerse al margen de la militancia política mientras ocurría la tragedia y es verdad que su gran pasión es el fútbol, pero también es cierto que no es sólo un egoísta y un indiferente. En cuanto al padre de las hermanas, el escritor David Levín, su pureza también parece amenazada por una sombra de sospecha, cuando le advierte, desesperado, a su hija Natalia que no vaya a visitar a unas personas que en ese preciso instante están siendo secuestradas por los militares. El mismo grado de elaboración lo tienen todos los restantes personajes. Esa es una de las razones por las que este film resulta tan convincente y creíble. La otra es el grado de compromiso afectivo que el desarrollo de la historia logra arrancar a los espectadores”
Hugo Caligaris - La Nación – Abril de 2005
Para seguir explorando...
Para comenzar:
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Busquen información sobre la última dictadura militar. ¿Qué sucedió en el país en ese momento? ¿Qué políticas implementaron los gobiernos militares? ¿Qué sucedió con el desarrollo científico y cultural del país? ¿Cómo reseña la película los meses previos al golpe militar? ¿Qué escenas de esa época les resultaron más significativas en la película?
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Pregunten a familiares, profesores de historia, investigadores, cineastas cómo vivieron esa época. ¿Qué recuerdan de ese momento? ¿Fueron perseguidos o conocieron gente que lo fuera? ¿Cómo desarrollaron sus actividades durante la última dictadura militar?
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El siguiente párrafo pertenece a la canción de León Gieco “La memoria”:
...Todo está escondido en la memoria
Refugio de la vida y de la historia...
...La memoria pincha hasta sangrar
a los pueblos que la amarran
y no la dejan andar
libre como el viento...”
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¿Qué relación pueden establecer entre lo que dice este párrafo y la necesidad que plantea el filme “Hermanas” en relación a recuperara la memoria?
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¿Por qué un pueblo necesita recordar para mantener su identidad?
Debatan y reflexionen en grupos:
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¿Les gustó la película? ¿Qué escenas los emocionaron más? ¿Con qué personajes se sintieron más identificados? ¿Por qué?
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Elijan una escena que esté musicalizada. ¿Cómo es la música que acompaña esa escena? ¿Qué sentimientos transmite? ¿Qué música hubiesen elegido ustedes para esa misma toma? ¿Qué hubiera sucedido si la escena no hubiese incluido música?
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Elijan otra escena, que por el contrario no incluya música y realicen el mismo ejercicio. ¿Por qué creen que el director no incluyó música? Si ustedes pudieran incluirle una canción: ¿Cuál sería? ¿Qué querrían transmitir con esa canción? ¿Hubiese potenciado el sentido de la escena?
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Analicen los personajes de Elena y Natalia. ¿Cómo están caracterizados cada uno en los distintos momentos históricos del filme? ¿Qué similitudes y diferencias encuentran en cada personaje en esos dos momentos? ¿Encuentran características que se repitan? ¿Representan las mismas necesidades y posiciones?
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Observen el afiche que promociona la película: ¿Por qué creen que se decidió armar la foto de las hermanas con trozos de la misma? ¿Qué relación tiene con la historia que narra el filme?
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En el final de la película, no hay diálogos. Elena lleva a Natalia al aeropuerto y no se hablan, y la música acompaña la angustia de la escena. Una vez allí, sólo resuena el sonido ambiente. Elena le alcanza a Natalia un vaso de agua, atenta a lo que estaba necesitando su hermana. Cuando anuncian que el avión está partiendo, Natalia se va y regresa para abrazar a Elena. Con ese abrazo, la cámara comienza a alejarse. Es una escena muy fuerte y angustiante en la que no hay diálogos y sólo cuando la cámara va tomando distancia, comienza a sonar la canción de Charly García “Rezo por vos”. ¿Hubieran incluido ustedes un diálogo entre las hermanas posterior a la confesión? ¿Cómo imaginan esa posible conversación? ¿Cuáles hubieran sido las reacciones? ¿Qué hubiesen enfocado? ¿Hubiesen hecho primeros planos de las actrices? ¿En qué lugar se hubiese desarrollado esa escena? ¿Sería de día o de noche? ¿Con o sin música? Una vez formuladas todas estas preguntas con sus posibles respuestas, escriban esa escena. Tengan en cuenta lo que quieren transmitir para tomar las decisiones con respecto al diálogo que incluirían, y la forma que tomaría esta escena. Para ello, dividan la hoja en dos, y escriban en un lado esos posibles diálogos y en el otro, los planos, recursos y ambientaciones que utilizarían. Una vez realizado, compartan con el resto de los grupos. ¿Todos pensaron el mismo diálogo? ¿Utilizaron los mismos recursos?
Whisky Romeo Zulú
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