Beata Marìa de los Apòstoles sds ( 1833 – 1907 )

Testamento: En diciembre de1874, hace su Testamento Místico (secreto), determina que su propiedad pase al párroco Luis von Essen para ser utilizada en el establecimiento de una comunidad de Hermanas Misioneras.
1875 Información: A comienzos de 1875 pide información al obispo de Trier sobre las Hermanas de Ilanz, Suiza, no aprobadas aun y fundadas por Johann Fidel Depuoz (1817-1875) enfermo. El obispo no la anima. El 4 de abril de 1875 inicia Luis Auer en Donauworth el Cassianeum.
Consagración: El 25 de abril de 1875 María Teresa, ya de 42 hace con voto privado su importante y trascendental “dedicación total a la Misión”, sin ocultar la “emoción de ser una Hermana misionera”. Es la tercera vez de juramento espiritual y apostólico. Su ideal. Según Pablo VI: “Apostolado y Misión”, polo orientador, su fórmula programática. Doble aspecto que define su vida y vocación, no distintos o bifrontales. Quiere hacer del apostolado la razón de su vida y el motivo de su dedicación y abnegación total por la causa de Cristo, que osa con su Apostolado llegar a la expresión evangélica más ardiente, la Misión. En carta de mayo de 1875 a Dean Gobbels en Schiefbahn escribe:
“Después de mucha oración y larga reflexión con varios sacerdotes de experiencia, he decidido iniciar una institución para señoritas aquí, en Neuwerk, a la manera de las Canonesas Regulares pero sin hacer votos con vida comunitaria. Para dedicarme al cuidado de los huérfanos, la preparación de jóvenes, la atención de las misiones y otras buenas obras”.
Poemas: Del 10 de agosto de 1875 es el Poema de aspiración misionera, compuesto por María Teresa, en la línea de todo lo anterior. También otro Poema a manera de oración suplicante en pro de “ganar almas:
“Cuando escucho hablar de las misiones

siento un anhelo en mí,

un amor y un deseo ardiente

que antes no conocí.

¿Quién me dio este fervor,

quién me dio este anhelo?

¿No proviene de mi Salvador,

no me conduce a mi Salvador?” (Ein Streben).
“Oh!, que yo pudiera salvar almas,

difundir la verdadera luz

con firme confianza.

Sí, yo podría ganar almas

para la estrella de nuestra Fe.

Por ayudar en la obra de Jesús

alegremente viviría y moriría” (Bitte).