Otra Mujer: Termina el año 1882 con el anuncio que presenta a Amalia Streitel Horhammer, orientada hacia la SCE por su confesor del Carmelo, P. Cipriano Reichenlechner y recomendada a Jordan, para adherirse a su vida y obra durante casi 3 años: “Admirable figura de mujer y de religiosa”. Hermana María Ángela como franciscana. Hermana Petra como novicia carmelita. Hermana Francisca de la Cruz como binomio espiritual de Francisco de la Cruz para el segundo grupo femenino de la SCE.
1883 Herencia: El 1 de enero de 1883 María Teresa dispone de todos sus bienes y hace heredera universal a la SCE, revocando y modificando así aquel testamento de 1874, hecho a Luis von Essen en favor de las misiones entre infieles, particularmente para la fundación de un instituto alemán de hermanas misioneras en Neuwerk. B151.
Amalia: Tecla llamada por Lüthen a Múnich en enero, en compañía de Amalia y con dirección a Roma, se enferma y dimite en febrero. Amalia arriba a la ciudad eterna el miércoles 16 de febrero de 1883 para iniciar el “segundo período” del grupo femenino, episodio pintoresco de la vida de Jordan, encuentro de dos caminos providenciales, con tentativa fallida, pero con desenlace doblemente fundacional para dos Congregaciones. LG83.
Transformación: El 11 de marzo de 1883, domingo de Pasión, ocurre la transformación de la recientemente denominada SCE en su intención inicial. El vuelco lo realiza Jordan con el I Grado Directivo de su obra, que convierte en Vida Religiosa y jurídica tradicional, al año largo de su comienzo constitutivo, en sus 35 de edad. En la fecha emite los 3 votos clásicos para la I Orden ante el sepulcro de San Pedro y firma Juan María Francisco de la Cruz. Establece la tradición que recibe hábito gris de manos de su confesor P. Luis S. El 18 de marzo de 1883, domingo de Ramos, también reciben hábito, emiten sus votos y toman nombre el P. Bernardo de 37 como Buenaventura, aquel discípulo fiel de Francisco de Asís, y Amalia de 39 como María Francisca de la Cruz para la II Orden. Ver S91-93.
Neuwerk: El 23 de marzo de 1883, viernes santo, Jordan se dirige a María Teresa, en sus 50 cumplidos y a quien le queda un cuarto de siglo. Le augura ricas gracias pascuales y preciosas virtudes, le asegura que las recuerda siempre, le cuenta que las cosas en Roma son alegres, espera centrar allí las casas madres desde donde las Hermanas sean enviadas:
“Un punto capita es la pobreza apostólica, pues nosotros solamente sobre tal fundamento podemos levantar el gran edificio espiritual: este ha sido también el camino que recorrió el mismo Hijo de Dios”.
Viaje: A fines de abril el P. Juan María Francisco de la Cruz, ya religioso, sin noviciado (!), parte nuevamente para Alemania, Austria y Suiza, esta vez por varios meses, dejando en Roma al P. Buenaventura. Tiene en proyecto la visita a María Teresa y recibir de ella sus votos religiosos, pasar por Múnich y en particular redactar en Einsiedeln las Reglas…