Capitulo I introducción al tema



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JULIAN JUDERIAS.

LA LEYENDA NEGRA” 1914

A- “Déficit Habitacional Nacional.
Su implicancia técnica, social, económica y financiera.

En el informe producido en 1957 por la “Comisión Provincial de la Vivienda” de Santa Fe, creada por ley 09125, de la cual el informante fue secretario ejecutivo en el periodo 1956- 1958, atendiéndose a los censos nacionales, se desprendía que a esa fecha existía un déficit nacional de 800.000 unidades de habitación.

En 1986, informe de origen oficial estima en 2.800.000 unidades de déficit que soporta el país en el rubro viviendas.

De la comparación de ambas cifras se desprende que el dato de 1957 peca de optimista, o el de 1987 de excesivamente pesimista. En las circunstancias actuales y futuras previsibles, ¿Es posible solucionar el déficit habitacional? La contestación es un rotundo “no”.

Las causas de ese NO rotundo, son fundamentalmente “económico-financieras”, pues podemos suponer que, teóricamente, a cada problema social le corresponde una solución técnica adecuada, siendo esto también un embeleco, pues la fuerzas laborales y los fondos apropiados (si los hubiera), puestas a solucionar el problema habitacional, dejarían inerte el aparato de crecimiento natural de todas las otras actividades vitales: salud, educación, obras públicas, etc.…

Dilema de hierro, no hay solución posible, y tampoco es digno y aceptable quedarse haciendo nada.


B- ¿QUÉ HACER? Búsqueda de política y estrategia.
Sistemas técnicos apropiados y apropiables

Quizás sea necesario insistir en algo que pasa desapercibido: cambiar el enfoque mental de muchos de los responsables en viviendas con nivel de decisión, romper con esa especie de “autismo funcional”, que nos ha conducido a una verdadera deformación profesional. La solución, o por lo menos el principio, pasa por el razonamiento; lo primero es la idea; pero no una sola idea, sino la suma de todas las posibles y expresables técnicamente, y a la mano en el momento considerado.

¿Que hacer cuando el problema no tiene remedio posible, total y único? Simplemente intentar todos los sistemas que, optimizando los procedimientos disponibles, producen mayores logros, a sabiendas que siempre serán pocos, dada la magnitud del problema.

Serán necesarios sumar esfuerzos determinados, unir voluntades, y encontrar un mecanismo que posibilite logros, así sean parciales, para determinada franja social- económico- cultural.

Es fundamental respetar y conocer la cultura del estrato social a la cual va destinado el apoyo. Muchos planes muestran su fracaso, y esa es una de las causas: intentar solucionar el problema habitacional desde nuestras propias pautas culturales-profesionales, sin consultar caritativa y concientemente, a quienes en definitiva deberían ser los beneficiarios de todo ese accionar: los carenciados, que no solo lo son de viviendas, también de trabajo mas o menos continuo.

Un sistema constructivo, no el único, quizás tampoco el mejor, es sumar el “suelo-cemento” como tecnología y la “ayuda mutua” subvencionada como criterio de aplicación. Este criterio es apropiado porque atiende a la solución del problema, y apropiable por el interesado (futuro beneficiario) puede intervenir con su esfuerzo a la consecución de una vivienda digna.

Solo explicando la interacción de un principio consensuado (la “ayuda mutua subvencionada”), con un criterio constructivo (el “suelo-cemento”), puede operarse con expectativas exitosas.
Situación Actual-Teórica y Realidad del Déficit Habitacional.
Hablar sobre déficit habitacional, y sobre incapacidad real para solucionarlo en forma concreta y a corto plazo, es por lo menos ocioso. Sin embargo, el problema existe, es acuciante, es innecesario hacer algo, aún a sabiendas que la solución ideal jamás será alcanzada.

Es necesario empezar, desde algún punto de arranque. Empecemos.

El problema planteado por las denominadas viviendas de interés social, en lo que a déficit respecta, puede ser visto a fin de una mejor interpretación, a partir de algunas preguntas; por ejemplo ¿Por qué hemos sido tan pocos efectivos para encarar decidida y esforzadamente, la cuestión de la pobreza y de los medios ambientes degradados, en los que perviven, sobreviven, mas que viven, millones de hermanos nuestros? ¿Qué faltó, en su momento, o siempre, para que ésta situación se torne prácticamente desesperada o desesperante?

En una somera e incompleta enunciación, podemos decir que:



  • Faltaron ideas realizables, y hubo exceso de ideas no realizables o incongruentes, dispersas.

  • Faltaron proyectos viables.

  • Faltaron medios

  • Faltaron imaginación para potenciar los pocos medios con que se cuenta o se contó.

  • Falta de uso concreto de los medios con que se cuenta, ocasionando desperdicios irracionales, por ejemplo, mal uso de la infraestructura gubernamental ociosa.

  • Falta de claridad en las políticas aplicadas.

  • Falta de continuidad de cualquier política.

  • Falta de fe, de esperanzas, de caridad y de piedad, por falta de solidaridad.

  • Falta de adecuación a la suma de realidades negativas actuantes, y fuerzas para enfrentarlas.

  • Falta de “ideas fuerza sentimiento” capaces de afrontar el desafío; poniéndolas en práctica.

El Seminario Internacional, en recordación del V Centenario del Descubrimiento, es suficientemente tentador como para expresar algunas ideas, tratando de revertir el sentimiento anonadante de estar frente a una batalla perdida, en lo que hace al déficit de viviendas dignas.

Antecedentes históricos que aún actúan
En estos quinientos años han ocurrido cosas, de todo color, pelo y marca.

Entre las cosas que ocurrieron, una de ellas y muy importante, es la falta de estima o el olvido de ciertas virtudes indígenas, que perviven o subyacen aún en nuestra población, a veces como vago sentimiento de un bien perdido. ¡No está perdido, está oculto, y se lo puede rescatar, como salvataje cultural, y aplicarlo, con otras palabras, con otros términos, pero con igual sentido en soluciones pragmáticas!

Un término muy significativos (porque significó algo de valor) y muy poco usado es el idioma de la palabra MINGA, que según el diccionario de la lengua española, significa: “ayuda que se presta a otro en el trabajo y que se retribuirá de la misma manera. Reunión de campesinos para ayudar a otro, que este retribuye con comida y bebidas” es Americanismo de uso en Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú, todos países andinos. Ello dice sencillamente, que esa palabra significó un uso, y una costumbre, en fin, una tradición. Recatémosla, trasladémosla a los umbrales del siglo XXI y hagamos algo, dado que el sentimiento aún pervive.

Empecemos por observar con que “Espíritu” y con que “Medios”, los más desposeídos construyen su techo, su rancho, siempre, siempre lo hacen con elementos que tienen a la mano y que no les cuesta: barro, paja, madera, plástico en desuso, cartón, latas. O sea, dan “valor” a algo sin “costo”, y lo usan adecuándolos a los fines perseguidos.

¿Cuándo lo hacen y con quienes?, normalmente en horas muertas y con la colaboración de vecinos tan desposeídos como el futuro ocupante de esa superficie cubierta. ¡Estamos frente a la demostración real de la MINGA, ese sentimiento que subyace y se expresa en una actitud constructiva!

Un porcentaje altísimo de hermanos nuestros solucionan así su necesidad habitacional, sin crear al poder más problemas que un uso de la tierra fiscal en muchos casos, pero ninguno originariamente económico financiero.

Por lo tanto, y como premisa fundamental podemos decir que normalmente cada uno ataca “su déficit habitacional”, según “sus medios”. En este caso, materiales aparentemente deleznables, y la colaboración espontánea de sus iguales.

La población carenciada se procura un techo, el que puede, desde su común soledad y su pobreza de medios. ¿Por qué no encauzar ese criterio, potenciarlo y colaborar para conseguir logros más altos? ¿Cómo hacerlo?



Preguntas y respuestas posibles
Las cosas no se han de desconocer, ni sobrevalorar, por lo tanto sometamos nuestra inquietud constructiva a otro cuestionario, y luego intentemos una respuesta concreta a cada interrogante.

  1. ¿Cuáles son las necesidades?

  2. ¿Cuáles son los medios y posibilidades?

  3. ¿con qué se hacen las cosas?

  4. ¿Cómo se pueden hacer las cosas, dando buen uso a lo que está como sobrando?

  5. ¿Cómo se arma un equipo?

  6. ¿Cómo se trabajaría?

  7. ¿Qué se persigue y que se obtiene?

  8. ¿Se puede fracasar en el intento, y en todo caso por qué?

  9. ¿Es necesario cambiar el enfoque, el plano mental, para poder actuar?

  10. ¿Qué sería necesario para optimizar las posibilidades?

Antes de proceder al desarrollo de las contestaciones posibles y probables, es necesario reconocer que toda investigación a base de cuestionarios está expuesta a acumular muchas informaciones erróneas, quizás intencionalmente, falseadas, con lo cual todo se podría transformar en una inmoral manipulación. No se da aquí tal circunstancia por el mismo sentido del seminario, que es fundamentalmente buscar soluciones posibles, a partir del criterio que toda situación cultural o vivencial plantea problemas metodológicos a comprobar, o por lo menos comprobables, y que cada exposición significa un aporte de realidades concretas o de sueños en vía de cumplimiento.
1- ¿Cuales son las necesidades?

Las necesidades de viviendas dignas son abrumadoras y la enunciación de los datos oficiales en cuanto a la situación deficitaria, de entrada invita a no profundizar en el problema y sus posibles soluciones, debido que desde ya sabemos que no hay ninguna, absolutamente ninguna solución posible e inmediata para resolver, en un lapso prudencial, tal despropósito. Carentes de datos que no sean de Argentina y estimando que en los demás países iberoamericanos la situación no es mejor, el solo pensar que en 1956 en Argentina se estimaba un déficit cercano al millón de unidades de habitación, según el “Plan de Emergencia” elaborado por la Comisión Nacional de Vivienda, creada por Ley 6404/55, y que ese déficit actualmente redondea los 3 millones (1992) da a pensar que algo a funcionado y sigue funcionando mal, o que los datos son erróneos, o peor, falsos.

De cualquier manera es demasiado evidente que hay déficit, que el mismo es enorme, y que algo hay que hacer. No tiene sentido saber números de frías estadísticas, si no pensamos que esos números son familias, seres humanos a los que hay que brindar apoyo sin sustituirlos, teniéndolos en cuenta como seres vivos activos (no números muertos), y sentir que cada ser, es “único, insustituible e intransferible”

Más que medir el nivel de “apoyo en cuanto a volumen”, es necesario referirse al tipo de “apoyo en cuanto al sentido” y desde ese punto de vista analizar el déficit habitacional, y en base a algún criterio técnico apoyado en alguna filosofía, actuar.

Los resultados siempre serán positivos, aunque el déficit aparezca invencible. Algo se logrará. Algo hay que hacer. Hagámoslo.
2-¿Cuáles son los medios y posibilidades?

A los fines de esta presentación se consideran medios; la capacidad ociosa de los necesitados de vivienda y trabajo, y la capacidad no utilizada del aparato estatal en sus diferentes estamentos. El necesitado brindará su mano de obra, el Estado toda la apoyatura técnica y social. Todo enmarcado dentro de un criterio técnico filosófico que puede llamarse “Sistema de ayuda mutua, dirigida y subvencionada”, o “ayuda mutua, dirigida y subvencionada” que aplicando una “tecnología conveniente, apropiada, y apropiable” o “solución tecnológica posible” o “soluciones no convencionales” o “vivienda elemental” nos hace pensar que estamos ante un criterio aparentemente nuevo, que sin embargo es muy viejo; es el mismo criterio de elaboración entre partes que configura el sistema de MINGA.

Unir, la necesidad, el tiempo ocioso, con la capacidad y vocación de profesionales que forman los cuadros de reparticiones del Estado, organizarlos, subvencionarlos, dirigirlos sin sustituirlos, abre un abanico de posibilidades, solo mensurable al ponerlo en actividad, y de acuerdo a los reales medios con que cuenta. También aquí debemos reconocer que las posibilidades siempre serán menores que las necesidades a llenar. Pero a toda posibilidad que seamos capaces de instrumentar debemos darle su real importancia, haciendo. Hagamos.

4-¿Cómo se pueden hacer las cosas, dando buen uso a lo que está como sobrando?

Sobran necesidades, sobra mano de obra ociosa, sobran profesionales con vocación, muchas veces cumpliendo simplemente horarios en oficinas en lo que hay poco para hacer, siendo que hay demandas urgentes por otros lados.

Con todo ello, ¿Qué se puede hacer?

Brindar una tecnología adecuada, créditos y subsidios, asistencia técnica y legal especializadas, creando incluso un Centro de Asistencia Técnica. Todo ello conformaría una “política de acción posibilitadota”. “es necesario poner orden, clarificar lo fines, y evaluar los medios”.

Todo ello es posible mediando una decisión firme. Hagamos.

La propuesta de esta presentación es que pueden hacerse viviendas con ayuda mutua (Minga) como sustento filosófico, y con suelo estabilizado como criterio técnico.

A partir de una circunstancia natural, de muy fácil comprobación, se puede fundamentar toda una técnica con relación a determinado tipo de criterio constructivo.

La circunstancia natural es que los suelos, la tierra, están constituidos de dos elementos básicos fundamentales, uno “Plástico” y el otro “No Plástico” permite modificar y comprender porque en ciertas zonas, con tierras y climas adecuados, existen viviendas, muros, “pircas”, los “tambos incaicos”, hechos básicamente con adobes, sin mayor tratamiento, y aún en uso después de siglos.¿ Qué sucedió?, simplemente que la constitución de suelos naturales, su granulometría, la relación porcentual de arcillas (plásticos) y áridos, hicieron posible la confección de adobes; lo cual en zonas con lluvias anuales inferiores a 700 mm. , configuran una situación altamente favorable y posibilitadota.

Ahora bien, si se atienden a circunstancias tales, se estudian su porqué, y se lleguen a conocer sus bondades naturales, esos suelos serán la base primordial de un criterio constructivo, aplicable a viviendas, edificios de usos sociales colectivos, usando fundamentalmente mano de obra no especializada, apoyada por el aparato paraestatal que se deberá organizar para conjugar todas las necesidades con todas las posibilidades, dentro de un marco de máxima economía de medios.

Esos suelos, analizados y clasificados, serán estabilizados en sus buenas condiciones, con algún elemento ligante, y tendríamos así, muy esquemáticamente, definido el sistema constructivo denominado “suelo-cemento”, cuando el elemento industrial es el cemento Pórtland o “suelo estabilizado”, cuando el estabilizador es otro, por ejemplo cal. A la tierra, cuando su tenor plástico es muy elevado, y por lo tanto de uso poco apropiado, se le podrá agregar, como árido empobrecedor de plasticidad “arena, aserrín, virutas, cenizas minerales o volcánicas”, que cumplan la condición de estar e la cercanía de la obra. La distancia nunca es economía.

Así obtendríamos, previos ensayos caseros o de laboratorio, un producto estabilizable en cualquier clima, prácticamente bajo cualquier condición atmosférica, con resultados técnicamente buenos y económicamente favorables.

Estos planteos, de tipo teórico técnico, implementados dentro de una política de acción, generan resultados económico-prácticos.

Podríamos definir al suelo-cemento, o suelo estabilizado, como una composición en la que el agente estabilizador fija las cualidades optimas del suelo natural, y transmite otras que, por si misma el suelo no tiene.

El suelo del “estabilizante” estará condicionado a diversos factores, fundamentalmente al “factor económico”.

Allí donde las vías de comunicación son difíciles y los materiales de construcción para muros resulten escasos; donde haya mano de obra disponible y los suelos tengan un grado de arena (árido) y arcillas (plástico) adecuados, el suelo estabilizado no sólo resultará económico, sino también convenientes y quizás insustituible.

5- ¿Cómo se arma un equipo?

Casi todos los problemas técnicos son en realidad problemas humanos. Para armar un equipo técnico que se dedique a solucionar problemas de otros y sus propios problemas, hay que “seleccionar gentes.

Será necesario implementar un equipo humano y técnico adecuado a circunstancias y necesidades, con personal capaz, que se desafectará de organismos públicos, para afectarlos a estas tareas.

Es importantísimo que este personal esté interesado básicamente y vocacionalmente en la solución de problemas de los más desposeídos. No debe ser sólo una adscripción administrativa. Serán técnicos (de distintas ramas del quehacer), que proyectarán, analizarán las situaciones socio- económicas, buscaran las posibilidades, estudiarán las características de los suelos para su uso como base del “suelo-cemento”, enseñarán la técnica apropiada, conducirá la marcha de la obra, con todo lo que ella implica. Forzosamente habrá trabajadores sociales, encargados de organizar, alentar y dirigir grupos humanos bajo el sistema de ayuda mutua.

Además, los carenciados de vivienda y trabajo, que tengan como capital: salud, capacidad de esfuerzo sostenido y deseos de mejorar. Hay toda una gran franja social en éstas condiciones, y a está franja está dirigida la intención de esta presentación.
6- ¿Cómo se trabajaría?

Si se toma como unidad de medida para tal emprendimiento, al hombre sumergido, habrá que implementarlo todo desde el punto de vista que la reducción del costo de una vivienda sólo podrá obtenerse por la sumatoria de una serie de discretos ahorros. La mano de obra es un recurso, que puede representar una tercera parte del costo total. Esa mano de obra, no sería gratuita, (pues en éste sistema también se considera la solución del problema del hombre sumergido). Hay que considerar costos- costos operativos y costos sociales. A quién trabaje en la consecución de su futura vivienda se le abonará un porcentaje del jornal oficial, y el resto pasará a una cuenta tipo caja de ahorro, cuya suma final servirá para amortizar parte de la vivienda, dado que la misma no se regalará. Luego existirá un crédito blando, en función de las posibilidades de pago del grupo familiar y adecuado a tiempos razonables.


7- ¿Qué se persigue y qué se obtiene?

Se persiguen varias cosas: disminuir el déficit habitacional de una franja social carenciada; dignificar al ser humano ayudándole (no sustituyéndolo) a que consiga su propio techo; ocupar las horas ociosas e incluso crear fuentes de trabajo para gentes no especializadas, actuando tal criterio como escuela formadora. El ente encargado de tal emprendimiento no busca negocios ni regala nada. Forzosamente tendrá que ser una organización para estatal, con apoyo decidido de los gobiernos y de los organismos sin fines de lucro que decidan actuar como “sponsors”.


8- ¿Se puede fracasar en el intento, y en todo caso por qué?

El fracaso es siempre posible, pues todo el trabajo finca en una filosofía de acción, que está muy bien representada por la MINGA, y hoy subyace dentro de la cultura de los necesitados, pero no dentro de la realidad de quienes pueden colaborar desde el campo de las grandes ideas.

Puede ser considerada por algunos como idea trasnochada, ilusa, delirante. Sería el criterio de los que no creen; y en esto, como en tantas cosas es necesario “creer para crear, y ser para hacer”. Sólo pueden actuar individuos de fuertes convicciones y gran desprendimiento, individuos que en la palabra “profesional” hayan descubierto la inserción de la sílaba “fe”. Se puede fracasar por la falta de fe e indiferencia de los demás.
9- ¿Qué será necesario para optimizar las posibilidades?

Forzosamente sí. El trabajador social, que dedique sus esfuerzos a la solución de los problemas de “los otros”, utilizará su inteligencia, su capacidad, su tiempo, en algo que generalmente no genera honorarios. Quizá su emolumento sea el pago mensual que reciba como sueldo. Sucede que ese esfuerzo abonado con, un sueldo, realmente tiene sentido, y allí fincará el valor de su accionar.


10- ¿Qué será necesario para optimizar las posibilidades?

Las ideas sólo serán realizables si hay una fuerte y constante decisión política que la apoye, y que el Estado, las sociedades sin fines de lucro, los clubes de servicios y las distintas iglesias, arracimen en una sola voluntad sus esfuerzos tratando de conjugar el verbo hacer. Será absolutamente necesario brindar acceso legal a la tierra, a los servicios esenciales, con previas urbanizaciones y loteos lógicos, habrá que brindar asistencia técnica y legal; se debe simplificar todos los trámites administrativos y se deberá brindar servicios de apoyo de tipo social. Todo ello puede obtenerse a poco que se examinen cargos y funciones de las plantas de personal estatal. Hay allí una cantera inagotable de materia gris que espera simplemente ser bien usada. Ellos investigarán posibilidades técnicas actuarán en concordancia con los interesados y luego transferirán el paquete de conocimientos, inspeccionarán, y dirigirán a todos los individuos y grupos que bajo el criterio de ayuda mutua, propia, dirigida, subvencionada, se hayan conformado en MINGA y que sientan el orgullo del trabajo fecundo y además sabedores que les es respetada su cultura propia, trabajando a partir de hechos concretos diarios y comunes.

Sólo trabajando con la necesidad de los grupos, con las posibilidades existentes y la colaboración de ambos, podrá afrontarse con algún éxito el enorme desafío de solucionar, aunque sea parcialmente, el déficit de los más desposeídos, que también suelen ser los más olvidados de toda acción social permanente y efectiva.
A título de esperanza final
Todo lo que antecede, y mucho mas que podría escribirse en apoyo de tales ideas tiene forzosamente, para poder lograr algún éxito, que basarse en una decisión política, que independiente del partidismo, sectorizaciones y discriminaciones, aliente la esperanza, dándole un sentido, una fuerza y una dirección a esta inquietud constructiva.

Es por ello que me atrevo, a elevar un:

“Anteproyecto de Ley, decreto, ordenanza, resolución, o lo que pudiera convenir a cada estamento jerárquico político, y que pueda ser usado en cualquier provincia, departamento, región, distrito o nación iberoamericana. “Todas las naciones sufren iguales problemas, quizás puedan arbitrarse soluciones homogéneas, aunque nunca iguales”.

Proyecto de Ley, Decreto, Ordenanza, Reglamentación, Resolución, o elemento jurídico administrativo, que permita paliar el déficit habitacional de los más desprotegidos y carenciados.


Vistos
El innegable e indisimulable déficit habitacional que aqueja a un alto porcentaje de la población, en particular y en carácter aparentemente de insoluble, a las capas económicamente más necesitadas y desprotegidas, y que el déficit habitacional, en lo que se refiere a viviendas dignas, suele ir acompañado de la falta de trabajo permanente de aquellas familias que sufren el citado déficit; que quienes carecen de techo apropiado para sí y su familia, suelen ser personas jóvenes, empeñosas y saludables, y que deben entretener su tiempo en changas circunstanciales, no continuas y siempre mal remuneradas, lo que atenta contra su dignidad de personas, y sus naturales y lógicos intereses; que es absolutamente necesario ayudar sin sustituir, que es imprescindible contar con el medio organizado y eficiente que “ayuda a ayudar”, con celeridad e inteligencia”, sabiendo con angustia que los números de las estadísticas, en realidad representan personas, familias, niveles de vida muchas veces infrahumanos; que es necesario reflotar conceptos y sentimientos ancestrales, que subyacen en las distintas culturas, en particular, las indígenas y criollas, en cuanto a la solución que procuran con sus propios escasos medios a sus múltiples problemas, incluyendo la vivienda.

Que ese sentimiento es ampliamente generoso, pues todos ayudan a todos, sin mayores especulaciones y con la sola seguridad que esa ayuda les será retribuido cuando les resulte necesario.

Que ese sentimiento subyace desde antes del descubrimiento de América, en particular en el criterioso sistema de MINGA que aplicaban los indígenas en un sorprendente sistema social.

Que la misma forma parte de nuestra cultura social subyacente u que sólo necesita de comprensión y estímulo para activarla positivamente, que es absolutamente necesario hacer algo más que cerrar los ojos, y por el contrario es indispensable redescubrir argumentos y mecanismos posibilitantes de soluciones lógicas, rápidas y económicas, que el costo social, que de no atender adecuadamente tal problema crea hipotecas vitales pavorosas: la desnutrición, la mortalidad infantil, el cólera, la polución ambiental y paisajística, y todos frutos de una ignorancia que procura la pobreza y la imposibilidad de ensayar otras cosas, por falta de medios, por excesos de trabas, y fundamentalmente, porque son pocas las organizaciones dispuestas a atacar el problema, aunque las hay, habrá que optimizarlas, potenciarlas, subvencionarlas y fundamentalmente, entre todos aplicar principios, que mediante los suficientes medios, logren fines sociales de valores singulares.


Y Considerando
Que el Estado debe subvenir las necesidades primarias en educación, salud, seguridad social y vivienda, y que en algunas circunstancias tal obligación resulta innegable.

Que para soluciones de tales problemas es necesario contar con las organizaciones sinfines de lucro, clubes de servicios, religiones de distintos credos, voluntades unipersonales de quienes estén dispuestos al esfuerzo sacrificado en homenaje a mejorar condiciones inadmisibles, de las altas casas de estudio y de toda organización dispuesta a actuar con inteligencia generosa.

Que hay, en los diversos estamentos estatales, capacidad ociosa de profesionales, empleados, ocupados a veces en tareas sin mayores trascendencias, a veces innecesarias y otras absolutamente superfluas, cuando no totalmente inútiles.

Que es absolutamente necesario hacer e investigar lo que se hace, como se hace y por sobre todas las cosas como se hizo, para poder afrontar el problema con posibilidades de éxito. Las universidades tienen el mejor de los desafíos técnicos- sociales, y deberán tomar, con vocación de servicio el tema, a fin de procurar soluciones cada vez más rápidas, inteligentes, y sobre todas las cosas ubicadas, nacidas y aplicadas desde la realidad actuante.

Es imprescindible solucionar problemas no sólo creados por déficit habitacionales, sino por mano de obra ociosa. Al solucionar los problemas de viviendas de los carenciados se procurará brindar tareas apropiada a los mismos interesados.

Se harán viviendas y se crearán fuentes de trabajo, con lo cual los beneficios sociales se multiplican en forma exponencial.

Es necesario aplicar técnicas apropiadas y apropiables, de probada vigencia en el universo de conocimiento popular, como es el uso de la tierra como elemento de construcción.

Es necesario suplir los recursos siempre escasos, con esfuerzos ingeniosos, emprendimientos lógicos y al alcance de la gran mayoría.

Por todo ello, El poder central regional, provincial, departamental, etc.
Resuelve:

Art. 1. Comprometer en forma constante, sostenida y eficaz la búsqueda de soluciones al problema que plantea una gran masa de la población. Es una decisión de la autoridad política ante su pueblo.

Art. 2. A los fines indicados en el Art. 1 se crea el C.A.T. (Centro Asesor Técnico) que se encargará de todo lo técnico, legal, administrativo, financiero, en procura de las soluciones lógicas, basando su accionar en los criterios de ayuda mutua subvencionada.

Art. 3. El C.A.T. estará integrado por personal que ya revista funciones en los distintos estamentos gubernamentales, con marcada vocación asistencial, que serán convocados a tal fin. Así mismo se sumarán todas las instituciones de bien público sin fines de lucro, iglesias de distintos credos, clubes de servicios, y personas dispuestas a colaborar. Se reglamentará el funcionamiento, sede, organigrama, de tal organismo, que no será un organismo, burocrático más, sino que estará impregnado del sentido social y obligación moral a que nos conduce la insuficiencia de medios de los carenciados y desposeídos.

Art. 4. Básicamente se optará por aplicar criterios de ayuda mutua, propia y subvencionada, no siendo ello excluyente de cualquier otro mecanismo que pueda coadyuvar al fin propuesto.

Todos estos mecanismos de acción, conllevan la mayor dedicación, esfuerzo y necesidad de dación de cada uno de los integrantes.

Art. 5. Se creará un banco de tierras, a los fines de saber que superficie y capacidad y densidad de población puede ser absorbida. Los servicios de apoyo asistencial tendrán amplia influencia en él, siendo su accionar insustituible.

Art. 6. Los terrenos fiscales serán previamente urbanizados, loteados y se brindarán los servicios públicos esenciales, como mínimo agua y luz, y apertura de calles, servicios de transporte, recolección de basuras domiciliarias.

Art. 7. Se brindará, fundamentalmente, el acceso legal a la tierra, que pasará a ser patrimonio familiar, una vez cumplidas las tramitaciones normales. Función importante, aunque no única, del C.A.T. será asistir, facilitar lograr que las inquietudes y necesidades de los carenciados, que se manejan por trámites administrativos, sean siempre atendidos con diligencia, y atentos a servir y a no complicar.

Art. 8. Se volcarán todos los esfuerzos posibles a disposición de los organismos con que actualmente se cuente, y los a crear para atender las necesidades de las masas más desposeídas, que dentro de su orfandad de medios estén dispuestos a colaborar con su mano de obra y utilización inteligente de su tiempo, el que será reconocido económicamente, dado que el criterio asistencial no busca brindar viviendas a costa de hacerlo aún más pobre al interesado.

Art. 9. Sabedoras las autoridades, que emprendimientos de esta índole no son solubles en breve tiempo, y que es necesaria una sostenida constancia en el esfuerzo, convoca al pueblo a colaborar desde sus posibilidades para atender las necesidades del mismo pueblo. Las autoridades brindarán toda la apoyatura organizativa, metodológica, técnica y los necesarios aportes económicos para la consecución de tales altos fines; siendo ello un compromiso moral y formal que expresa responsablemente ante el pueblo, motivo de sus afanes y testigo de todos sus esfuerzos.

Art. 10. De forma,

Dado en……………………………….a los…………………….días, el mes……………

De……………………………………..del año…………………………………………...



Sistemas Constructivos- Análisis de laboratorio- Resultados y aplicaciones concretas- ensayos mecánicos
Introducción
Desde los primeros albores de la humanidad, el hombre en su necesidad de refugio utilizó el suelo como elemento de construcción; pero recién ahora, este antiguo material ha adquirido mediante estudios y experiencias, la característica de una verdadera técnica.

Aunque la aplicación del suelo resultara común, su uso adecuado como material de construcción no es del todo sencillo, ya que no se conoce exactamente el comportamiento de cada uno de los elementos constitutivos del suelo.

En la composición del suelo existen dos elementos que para la edificación son fundamentales: la arena que forma la parte estructural y la arcilla que actúa como aglomerante. Si estos dos elementos están adecuadamente graduados en la composición de un suelo natural, este puede en circunstancias especiales, ser estabilizado naturalmente y dar un resultado satisfactorio. En caso contrario el material suelo deber ser sometido a un proceso de estabilización artificial mediante la incorporación previa de un agente extraño, denominado “estabilizador”.

Por lo tanto, podemos distinguir dos métodos de empleo del material suelo:



  1. Suelo natural apisonado

  2. Suelo estabilizado.

Este suelo estabilizado es una composición en la cual el agente estabilizador fija las cualidades óptimas del suelo natural y transmite otras, que por sí mismo el suelo no tiene.

Estabilizadores corrientes son entre otros: el cemento y la cal.

Según sea el estabilizador empleado, el producto final se denominará “suelo- cemento” o “suelo- cal”.

El uso del estabilizante está condicionado a diversos factores, pero especialmente lo es, al “factor económico”.

Allí donde las vías de comunicación son difíciles y los materiales de construcción para muros sean escasos, donde haya mano de obra disponible y los suelos tengan un grado adecuado de arena y arcilla, el suelo estabilizado no sólo puede ser económico y conveniente, sino también insustituible.

Una adecuada política de construcción de viviendas, escuelas y puestos sanitarios, en determinadas regiones, puede basarse en el uso del suelo como material predominante del conjunto “suelo- cemento”.

Debe tenerse en cuenta que al usar suelo- cemento, la mayor cantidad de material para muros (80%) se encuentra apenas bajo la capa vegetal del terreno; además los procedimientos de laboreo y construcción, luego de efectuados los correspondientes y necesarios ensayos de laboratorio, no encierran ningún misterio.



Capítulo I. Conocimiento de los suelos
Generalidades:
El suelo es una resultante de fenómenos físicos, químicos y biológicos, que atacando la roca madre han formado junto a los productos de la actividad animal, la corteza terrestre.

Es posible ensayar una definición de los suelos, a los efectos de su estabilización, tomando como base la economía, así definiremos como óptimo a aquel suelo que necesite la menor cantidad porcentual de estabilizador para reunir las máximas condiciones físico- mecánicas luego del fraguado y curado.

El estabilizar empleado (cemento, cal), modifica el comportamiento de las partículas del suelo, mejorando sus propiedades y su porcentaje de empleo está en relación directa con los componentes. Por lo tanto, es de primordial interés conocer la relación porcentual de arcillas y arenas contenidas en el suelo, a fin de someterlo posteriormente al proceso de estabilización.

A los efectos del uso adecuado de un suelo, es necesario el conocimiento de los integrantes del mismo y que se agrupan en:

a- Piedra

b- Grava


c- Arenas gruesas

d- Arenas finas

e- Limo

f- Arcillas


También es importante el conocimiento de sus relaciones porcentuales y granulométricas. Para ello existen los dos procedimientos de investigación siguientes:

“Ensayo y determinación de campo” y

“Ensayos y determinaciones de laboratorios”

Y son necesarios si se pretenden obtener resultados satisfactorios en la “estabilización”. Ellos, así mismo, indican si el uso del suelo resultará económico y por lo tanto conveniente en función del porcentaje de estabilizante que será necesario emplear de acuerdo a las características de los suelos analizados.

A continuación se explica la forma de realizar los distintos ensayos, tanto de campo como de laboratorio y en los anexos correspondientes figuran los valores obtenidos de las tres muestras analizadas y las razones que motivaron la elección de uno de ellos, considerando el más apto para los fines de estabilización con cemento Pórtland.
Ensayos y determinaciones de campo
Los ensayos y determinaciones de campo se dividen en dos grupos, estos son:


  1. Determinaciones generales del suelo, que comprenden:

  1. Inspección visual

  2. Sensación de tacto

  3. Sedimentación

2- Determinación de la “fracción fina” con:

d- Ensayo de sacudida

e- Resistencia en seco

f- Ensayo de brillo

Determinaciones generales
“Composición granulométrica”


    1. Inspección visual: permite llegar a tener una impresión de la proporción y tamaño de los constituyentes granulares gruesos (arenas muy gruesas, gruesas, medias y finas) y por deducción de las partículas finas (limo y arcilla); ya que las menores partículas que se distinguen a simple vista son las de 0.074 que corresponden a arenas finas.

    2. Sensación al tacto: en general las partículas gruesas o arenas secas dan al tacto una sensación áspera característica y no tienen cohesión.

Limo y arcilla, ambos materiales deben ser analizados al tacto en estado seco y húmedo; el limo seco, da una sensación de aspereza, similar a la arena fina, pero menos acentuada. El húmedo es medianamente plástico. La arcilla seca se presenta generalmente en forma de grumos o granos gruesos y ofrece resistencia al ser pulverizada; húmeda es adhesiva y plástica.

    1. Sedimentación: a los efectos de este ensayo se procede de la siguiente manera:

  1. Se deposita en el interior de un frasco de boca ancha una pequeña cantidad de suelo que llene una cuarta parte del mismo, previamente cernida por una zaranda de 4.5 mm. Se le agrega agua hasta que completar las tres cuartas partes del frasco y se agita.

  2. Se deja reposar hasta que el agua aclare y se mide el suelo depositado.

  3. Se agita nuevamente.

  4. Se deja reposar por espacio de media hora.

  5. Al cabo de este tiempo, se verá que en el fondo del frasco se han depositado por capas sucesivas y separadas la arena, limo y arcilla. Dividiendo las alturas parciales por el del suelo total depositado en el fondo del frasco, se obtienen los porcientos respectivos.

Ejemplo: supongamos que la capa de arena sea de 6 mm., la de la arcilla y limo de 3 mm., el total depositado en el fondo del frasco es de 9 mm. Aplicando la regla de tres simple, resultará:
% Arena 9---------------100

6----------------X 6 x 100/ 9 = 66,6 %

% Arcilla y Limo = 100 – 66,6 % = 33,4%

Determinación de la fracción fina

“Por este análisis de la fracción fina se determinan los limos y arcillas contenidos en el suelo y pueden revelarse la presencia de arenas muy finas, que no habían sido determinadas por los procedimientos antes mencionados.

Los suelos que contienen grandes cantidades de limo y arcilla, exhiben cambios marcados en las propiedades físicas al alterar su contenido de agua.

Muchos suelos finos se contraen cuando se secan y se expanden, cuando se mojan.

Esto constituye un factor desfavorable cuando se construye con ellos.

Los limos se diferencian de las arcillas en muchos aspectos importantes, pero a causa de su aparente similitud se confunden a menudo. El limo y la arcilla, pulverizados y secos, son idénticos a la vista y se comprueba su comportamiento en presencia de agua.

Los limos son granos finos, esencialmente inestables en presencia del agua, estando secos se los pulveriza fácilmente bajo la presión de los dedos.

Las arcillas tienen una resistencia baja a la formulación en estado húmedo y se secan en masas muy coherentes. Las contracciones y las expansiones violentas, con los cambios del contenido de agua, son características de las arcillas siendo difíciles de compactar estando húmedas.





    1. Ensayo de sacudida: se lo usa para distinguir los elementos arenas finas, limos y arcillas. Para ello se emplean todas las partículas finas, extraídas de la muestra del suelo, las que se separan de la siguiente forma:

La muestra del suelo debidamente embebida en agua limpia, en el doble de su volumen, se agita fuertemente, se deja decantar durante medio minuto y con un tubo de goma se succiona el elemento en suspensión que se proyecta a un recipiente, efectuándose en el una segunda decantación, eliminándose el agua de exceso, por expulsión y evaporación. Se toma una porción del material decantado y se amasa en las manos hasta formar una bola de 2 cm. de diámetro aproximadamente. Después de sacudir la bola se pueden observar las siguientes reacciones:

  1. Sobre la superficie aparece una película de agua que le da apariencia suave y lustrosa, ó

  2. Sobre la superficie no se ha modificado la apariencia del agua. Luego se estruja pudiendo resultar:

  • Que el agua desaparece de la superficie, la masa se endurece y luego se raja o desmenuza.

  • Que la apariencia no cambia pues simplemente la bola se deforma en escurrimiento plástico.

Luego, la reacción se llama rápida, si el agua aparece y desaparece súbitamente; lenta si el agua aparece y desaparece poco a poco y nula, si la condición del agua parece no cambiar.

“Los comportamientos mencionados ayudan a identificar los suelos, sirviéndose del cuadro que sigue:




Tipo de reacción

Efecto de la bola

Significación

Reacción rápida

Reacción lenta

Reacción nula


El agua aparece y desaparece rápidamente
El agua aparece y desaparece lentamente
La condición de agua no parece cambiar

Falta plasticidad e indica arena fina ó limo inorgánico
Limo ligeramente plástico ó arcilla limosa
Material orgánico de considerable plasticidad y arcilla

-Según Augusto Enteiche “Suelo cemento de aplicación en la construcción”.- CINVA- Bogotá- 1963.

e- Resistencia en seco: este ensayo se usa para medir la plasticidad del suelo. Con los elementos de la fracción fina, se forma una bola mojada a la consistencia de amasado, de un diámetro aproximado de 2 cm. La bola debe secarse completamente al aire seco, al sol o a la llama. Se determina su resistencia el desmenuzamiento y la pulverización entre los dedos, que puede adoptar distintos grados de acuerdo con los constituyentes físicos e el suelo y según el cuadro siguiente:


Tipo de resistencia

Efecto en la bola seca

Significación

Baja


La bola se pulveriza fácilmente


Limos inorgánicos, arenas muy finas ó suelo con muy poca arcilla

Mediana


Se requiere considerable presión para pulverizar


Arcilla orgánica, arcilla limosa o arcilla arenosa

Alta

La bola o es pulverizada

Arcilla inorgánica, altamente plástica



    1. Ensayo de brillo: Es un procedimiento rápido para acusar la presencia de arcilla. El ensayo se realiza cortando una masa de suelo algo húmedo, con un cuchillo. Una superficie brillante observada en el plano seccionado, indica arcilla altamente plástica, en tanto que una superficie opaca, indica limo o arcilla arenosa.

Determinaciones de laboratorio


Una vez efectuados los análisis precedentes, considerados “determinaciones de campo”, es recomendable conocer los resultados obtenidos por los “métodos de laboratorio”, especialmente al denominado “análisis granulométrico” y que permitirá definir el por ciento de estabilizador a usar, con mayor propiedad, así como, el “método de sifoneado”.
Análisis granulométrico

La determinación de los constituyentes básicos del suelo se realiza mediante el análisis granulométrico que mide el tamaño de las partículas entre dos valores límites. Se expresa en por cientos del peso total del material considerado.

El procedimiento para separar por tamaño los componentes de un suelo, consiste en el uso de tamices. Los tamices suelen denominarse por números que se refieren a escalas convencionales establecidas.
Procedimiento de análisis

La parte del suelo destinada a este análisis que ha pasado el tamiz de 4.76 mm. Y que en su composición puede contener limo y/o arcilla, se coloca sobre el tamiz # 200 se somete a nuevo tamizado sobre un juego de mallas establecidas entre 4.76 Mm. y 0.074 Mm., determinándose así su granulometría.

La parte que ha pasado por el tamiz # 200 esta compuesta por limo y/o arcilla. El comportamiento de esta fracción fina puede determinarse mediante los ensayos de sacudida, resistencia en seco y brillo, antes explicado.

Obtenidos los valores correspondientes a las “partículas gruesas (arenas)” y a la “fracción fina (limos y arcillas)”, que constituyen respectivamente la parte estructural y cementante de los suelos, tendremos indicados los elementos que permitirán adecuar su uso y el tipo y porcentaje de estabilizador apropiado.

Tomando como punto de referencia el por ciento de arcilla de los suelos analizados, podemos clasificarlos en:


  • Suelos muy arcillosos: aquellos que contienen más del 70% de arcilla, solo pueden utilizarse para la confección de adobes, no siendo convenientes para muros apisonados, pues el alto coeficiente de contracción de las arcillas y la reversibilidad ante la presencia del agua, hacen que se ocasionen fracturas en los paramentos.

  • Suelos medianamente arcillosos: aquellos que tienen un tenor de 23% a 69% de arcilla y que pueden ser corregidos según dos métodos diferentes:




  1. Por cambio de la textura mediante incorporación de arena u otro agregado adecuado (tamo de arroz, virutas o aserrín de maderas), con lo cual se disminuyen las contracciones.

  2. Mediante reacción química, agregando cal apagada, con lo que se consigue que la alúmina y la sílice (componentes de la arcilla) se combinan formando aluminatos y silicatos de calcio, elementos estables, con características aproximadas al cemento romano.




  • Suelos escasamente arcillosos: aquellos que tienen un contenido que oscila entre el 12% y 22% de arcilla. Resultan los más adecuados para ser estabilizados con cemento Pórtland.

Método de sifoneado

“Objeto: este método indica el procedimiento a seguirse para determinar el porcentaje de piedra, grava, arena, limo y arcilla, contenido en el suelo.

Equipo:


  1. Balanza de O. I g. de sensibilidad

  2. Dispersador eléctrico con paleta removible

  3. Secador, horno eléctrico o a kerosén, capaz de mantener una temperatura constante de 110º C.

  4. Graduados, frascos de cristal que tengan un diámetro interior no menor de 6.4 cm. y una altura mínima de 25 cm.

  5. Disco metálico, de metal no corrosivo, adherido a una varilla y que servirá para separa el material sedimentado del que se encuentren aun en suspensión.

  6. Sifón, un tubo de goma para sifonear el material en suspensión.

  7. Vasos de cristal térmico.

  8. Tamices, de alambre tejido y malla a cuadros. Los necesarios para este ensayo son:




Tipo de tamiz

Abertura en Mm.

¾”

19.100

Nº 10

2.000

Nº 60

0.250

Nº 200

0.074

+

Reactivos



  1. Agentes de dispersión. Puede usarse cualquiera de los agentes de dispersión: peróxido de hidrógeno, hidróxido de sodio, carbonato de sodio, oxalato de sodio o amoníaco.

  2. Agentes defloculantes: silicato de sodio, oxalato de sodio o amoníaco.

Muestra: debe tomarse una muestra representativa de suelo de unos cinco (5) kilos, mezclando el material y disgregando los terrones.


Procedimiento

    1. Se emplean 100 gramos de material secado al horno y que pasa el tamiz Nº 10.

    2. Se coloca el suelo en un vaso de cristal graduado y se le añade 300 ml de agua, empapando perfectamente la muestra.

    3. Se deja reposar la muestra una hora.

    4. La mezcla se vacía en el vaso dispersador y se le bate durante un minuto.

    5. Dispersado el material se lo transvasa a un vaso graduado, llenando con agua hasta una altura de 20 cm., y se lo sacude vigorosamente.

    6. Se lo coloca al vaso en una mesa para permitir que el suelo en suspensión vaya sedimentando. El tiempo de sedimentación esta calculado en un minuto por cada centímetro de la altura del líquido e el graduado ocupado por la mezcla.

    7. Cumplido el tiempo indicado, se introduce el disco metálico hasta tocar el material sedimentado, con lo que se consigue separar el material ya sedimentado, del que aun está en suspensión.

    8. Con el tubo de goma se sifonea al material en suspensión.

    9. El material sedimentado se traslada a una bandeja secadora y se introduce en una estufa dónde queda hasta obtener peso constante.

    10. Se tamiza el material seco, en los tamices # 60 y 200 y se registran los pesos obtenidos, luego de lo cual se elaboraron las tablas que figuran a continuación, para lo que se tiene en cuenta lo siguiente:

El % del material retenido en el tamiz 3/4” se clasifica como “Piedra”.

El % del material retenido en el tamiz Nº 10 se clasifica como “Grava”.

El % del material retenido en el tamiz Nº 60 se clasifica como “Arena gruesa”

El % del material retenido en el tamiz Nº 200 se clasifica como “Arena fina”.

El % del material que pasa el tamiz Nº 200 se clasifica como “Limo”.

El % del material sifoneado (obtenido por referencia entre peso muestra original y peso muestra retirada del horno, luego de sifoneado), se clasifica como “Arcilla”.
Valores obtenidos por las determinaciones de campo, en las muestras de suelo estudiadas
Se hicieron determinaciones en base a muestras obtenidas en tres sitios distintos del sur de Bogotá (Barrio San Carlos), característicos por sus suelos arenosos.

Los “ensayos o determinaciones de campo” realizados fueron:



  1. sedimentación

  2. Ensayo de brillo

  3. Resistencia en seco

  4. Ensayo de sacudida

En base a estas pruebas, se puede ver que las muestras nominadas 1 y 2 son de calidad superior al número 3, pues en esta última aparece un porcentaje de “fracción fina” demasiado alto (39%), inconveniente para emplearlo en suelo estabilizado. Además, los valores obtenidos en esta muestra en “resistencia en seco” y “ensayo de sacudida” evidencia un porcentaje inconveniente de limo.

Los “ensayos de laboratorio” certificaron también la inconveniencia de la muestra número tres.



  1. Sedimentación




Muestra Nº 1




Altura material sedimentado

86 mm

Altura material grueso

58 mm

Altura fracción fina

28 mm

Valores porcentuales: M.G.= 67 %

F.F. = 33%


Muestra Nº 2




Altura material sedimentado

90 mm

Altura material grueso

60 mm

Altura fracción fina

20mm

Valores porcentuales: M.G.= 66.6 %

F.F. = 33,3 %



Muestra Nº 3




Altura material sedimentado

52 mm

Altura material grueso

32 mm

Altura fracción fina

20mm

Valores porcentuales: M.G.= 61 %

F.F. = 39 %







  1. Ensayo de brillo

Muestra Nº 1 Brillante

Muestra Nº 2 Brillante

Muestra Nº 3 Opaco




  1. Resistencia en seco

Muestra Nº 1

Resistencia Alta
Muestra Nº 2

Resistencia Alta


Muestra Nº 3

Resistencia Baja




  1. Ensayo de sacudida

Muestra Nº 1

Reacción Nula


Muestra Nº 2

Reacción Nula

Muestra Nº 3

Reacción Lenta



Cuadro comparativo


Muestra Nº

Origen

Sedimentación

Brillo

Resistencia en seco

Ensayo de sacudida

1

San Carlos de Bogotá

Mat. Grueso= 67%

Frac. Fina = 33%



Brillante

Alta

Nula

2

San Carlos de Bogotá

Mat. Grueso= 66.6%

Frac. Fina = 33.3%



Brillante

Alta

Nula

3

San Carlos de Bogotá

Mat. Grueso= 61%

Frac. Fina = 39%



Opaco

Baja

Lenta






Valores obtenidos por determinaciones de laboratorio
Tamizado y lavado

Muestra Nº 1

Material seco 100 gramos
Primera operación sobre tamiz # 200

Total material retenido 89 gramos

Total material que pasa 11 gramos = 11%
Segunda operación

Material seco 89 gramos

Retenido tamiz #60 83 gramos

Retenido tamiz #100 3.5 gramos

Retenido tamiz #200 2.5 gramos = 89%
Muestra Nº 2
Material seco 100 gramos

Primera operación sobre tamiz #200

Total material retenido 81 gramos

Total material que pasa 19 gramos = 19 %


Segunda operación

Material seco 81 gramos

Retenido tamiz #60 63 gramos

Retenido tamiz #100 14 gramos

Retenido tamiz #200 4 gramos = 81 %

Muestra Nº 3


Material seco 100 gramos

Primera operación sobre tamiz #200

Total material retenido 79.3 gramos

Total material que pasa 20.7 gramos = 20.7 %


Segunda operación

Material seco 79.3 gramos

Retenido tamiz #60 45.5 gramos

Retenido tamiz #100 24 gramos

Retenido tamiz #200 49.8gramos = 79.3 %
Cuadro comparativo


Muestra Nº

Material retenido tamiz # 200

Cantidad que pasa # 200

Cantidades retenidas por distintos tamices

1

89 gramos

11 gramos

# 60 83 gramos

# 100 3.5 gramos

# 200 2.5 gramos


2

81 gramos

19 gramos

# 60 63 gramos

# 100 14 gramos

# 200 4 gramos


3

79.3 gramos

20.7 gramos

# 60 45.5 gramos

# 100 24 gramos

# 200 9.8 gramos


Con los valores arriba indicados, se puede confeccionar las “curvas granulométricas” de los tres tipos de muestras de suelos.

Según los ensayos efectuados, tanto de “campo” como de “laboratorio”, las muestras Nº 1,2 y 3 de suelo presentan las siguientes características:


Método de campo

  1. Sedimentación

Las muestras Nº 1 y 2 son muy semejantes en sus porcientos relativos de “material grueso” y “fracción fina”. La muestra Nº 3 indica tenor de limo y arcilla algo superior a las dos anteriores.

  1. Brillo

Las muestras Nº 1 y 2 al ser cortadas con un cuchillo las bolas previamente preparadas, dieron una sección “brillante” evidencia de un contenido de arcilla plástica. La muestra Nº 3 dio una sección “opaca”, evidencia de un contenido de limo, inconveniente para estabilización.

  1. Resistencia en seco

Las muestras Nº 1 y 2 dieron como resultado una alta resistencia, no siendo posible romper con los dedos las bolas secadas al horno. La muestra Nº 3 fue fácilmente desmenuzable.

  1. Ensayo de sacudida

La muestra Nº 1 y 2 luego de tres pruebas con cada una, dieron una reacción nula, lo cual evidencia material orgánico con plasticidad y también arcillas. La muestra Nº 3 produjo reacción lenta, lo cual evidencia que la fracción fina está constituida de un porcentaje de limo y escaso porcentaje de de arcillas.

Método de laboratorio



  1. Tamizado y lavado

Con este método se busco: fracción fina, su porcentaje con relación a muestras secas de 100 gramos cada uno y los porcientos y relaciones de los áridos constitutivos.

Se halló que el porciento del material que pasaba el tamiz Nº 200 primera operación, era:

En muestra Nº 1 = 11% Escaso

En muestra Nº 2 = 19% Adecuado

En muestra Nº 3 = 20.7% Adecuado

Con relación a los porcientos y relaciones de áridos, segunda operación se encontró:

En la muestra Nº 1 un exceso de arena gruesa en relación a las arenas finas, lo cual lo hace inadecuado.

En la muestra Nº 2 una mejor distribución de los porcientos relativos, lo cuál lo hace más adecuado que la muestra Nº 1.

En la muestra Nº 3 una buena distribución de arenas finas y gruesas, que lo hace en este aspecto, el más adecuado de las tres muestras.


  1. Sifoneado

Con este método se puso énfasis en la construcción de los valores correspondientes a la fracción fina (limo-arcilla) y las relaciones arena fina- arena gruesa.
La muestra Nº 1 dio una relación porcentual limo-arcilla que se puede conceptuar de apropiada, limo 3.1 % y arcilla 19.6 %. No resulta apropiada la relación entre arena fina = 8.5% y arena gruesa = 68.8 %
La muestra Nº 2 dio valores porcentuales que pueden catalogarse de apropiados tanto en relación limo 7 % y arcilla 15 % y 21 % arenas finas, con relación a 57 % de arenas gruesas.
La muestra Nº 3 resultó totalmente inapropiada por su escasa cantidad de arcilla, sólo 2% y limo 5% y un exceso de material grueso (arenas finas y gruesas)
Por todos los ensayos efectuados, se descartó totalmente la muestra Nº 3 y se eligió para la confección de bloques de suelo estabilizado y de muros monolíticos a la muestra Nº 2, siendo factor determinante en su elección el correcto porcentaje de material grueso y un adecuado porciento de arcillas en relación a limos.

Capitulo II. Elaboración del suelo cemento
El suelo- Generalidades

“Debido a la circunstancia de ser el suelo un material en cuya composición entran elementos de naturaleza diversa, que le imparten un estado físico que no siempre es el más adecuado debe antes de utilizárselos en la fabricación de productos del suelo-cemento, preparárselo de debida forma. Tal preparación requiere que el suelo elegido se lo obtenga por excavación en un lugar dado, se lo deseque al sol si está húmedo en exceso, se lo pulverice, se lo tamice y se le determine la proporción de arena”.


Tamizado de los suelos

“El tamizado de los suelos es por demás importante, ya que con él se eliminan los terrones, dentro de los cuales no penetrará el cemento, quedando puntos débiles en la mezcla, que luego se disgregará”.

Si al tamizar el suelo se encuentra que tiene terrones, grandes y secos, duros de romper, se les humedece previamente, luego se los desintegra con golpes de pala antes de tamizar. Suelos muy arenosos suelen no requerir el tamizado, otros por sui alto tenor de arcilla que tiende al apelmazamiento, hacen que el tamizado sea muy trabajoso, por lo que es mejor prescindir de ellos.

El agua y el cemento: la buena calidad de un suelo cemento, no depende sólo de las proporciones adecuadas de los elementos arena-arcilla, sino también del porcentaje de agua que se le adicione a la mezcla. Variando los grados de humedad, el suelo puede adoptar diversos estados entre los extremos sólidos y líquidos y “esto es factor primordial, ya que si la mezcla se hace muy seca o muy húmeda, ambos estados físicos se reflejan luego en el manejo del material y en la consistencia y durabilidad de los mismos. El agua ha utilizarse a de ser limpia pues sucia reduce la resistencia que deben tener los materiales hechos con suelo-cemento.


Cantidad necesaria de humedad

“La cantidad total en la mezcla debería ser aquella con la cual sea posible obtener bloques de máxima densidad seca, con tal que el apisonado a mano de los bloques pueda llevarse a cabo si dificultad ó que después de la consolidación de la mezcla en la máquina, los bloques puedan sacarse de los moldes sin defectos, es decir que todas las esquinas y bordes debe quedar rectos y bien delineados. Como guía puede agregarse que la cantidad de humedad es correcta en una mezcla, cuando se puede hacer una bola sólida, presionando con las dos manos acopadas, un puñado de la mezcla. Si la bola se despedaza volviendo a su estado anterior de mezcla suelta, al dejarla hacer de la altura del hombro sobre una superficie dura, el contenido de humedad es correcto. Si se parte en unos cuantos pedazos grandes, o se rompiera del todo, es señal que la mezcla no puede prensarse en forma de bola, es que está demasiado seca, o contiene una cantidad insuficiente de arcilla”.

“El enjuntamiento o contracción de un muro de suelo natural apisonado, depende de la cantidad de humedad contenida en el suelo con el cual se apisonó. Esta es la razón por la cual un suelo para ser apisonado, deberá contener la cantidad de humedad mínima indispensable para la aglutinación apropiada de sus partículas y poder dar al secarse, una masa sólida”.


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