** Pruebas de solvencia revelan nuevo flanco débil
Los bancos de Europa poseen en sus balances grandes cantidades de préstamos concedidos a particulares y empresas en países europeos, que atraviesan por serios aprietos de efectivo. La situación pone de relieve cómo los préstamos comunes y corrientes, y no solo la deuda soberana, representan riesgos potenciales para el atribulado sistema bancario del continente. Las carteras crediticias son detalladas en la información provista por los mayores bancos de Europa como parte de las pruebas de solvencia. Los resultados de los exámenes, que son realizados por la UE, fueron anunciados el viernes (15/07/11).
A primera vista, las pruebas de la Unión Europea mostraron un sistema bancario sorprendentemente saludable. Apenas 8 de 90 entidades financieras reprobaron el examen, lo que significa que sus reservas de capital cayeron por debajo del 5% de sus activos ponderados por riesgo en un simulacro de contracción económica de 2 años. El reducido número de reprobaciones hizo que muchos analistas desestimaran las pruebas al considerarlas poco rigurosas. No obstante, funcionarios de la Autoridad Bancaria Europea, el ente regulador que llevó a cabo las pruebas, argumentan que el valor real del ejercicio son las montañas de datos - alrededor de 3 200 componentes - que cada banco estuvo obligado a revelar acerca de su balance. Eso incluye desgloses detallados país por país de los diferentes tipos de préstamos y valores en sus libros contables.
Durante la crisis financiera de Europa que se ha extendido por 15 meses, los temores de inversionistas y analistas se han centrado, mayormente, en las carteras de los bancos de deuda soberana de los países con problemas financieros, como Grecia, Irlanda y Portugal. Si esos países cayeran en cesación de pagos, los bancos y otros tenedores de deuda podrían afrontar grandes pérdidas. Los resultados de las pruebas de solvencia del viernes, sin embargo, sacan a relucir otro potencial problema para los bancos de Europa: las enormes cantidades de hipotecas residenciales y comerciales, préstamos a la pequeña empresa y deuda corporativa vinculada a las instituciones y las personas de los países atribulados. Las probabilidades de impago aumentan conforme se ahondan las dificultades de esas economías.
Los bancos tienden a tener cantidades mucho mayores de préstamos comerciales y minoristas que de deuda soberana, según un análisis de The Wall Street Journal de los datos divulgados a raíz de las pruebas de solvencia, que constituyen la primera vez que ha habido una manera uniforme de medir tales exposiciones. Hasta ahora, los bancos han revelado poco a poco sus carteras de crédito a clientes en países problemáticos. Eso volvía prácticamente imposible analizar los datos agregados para todo el sector o comparar entre instituciones. Los datos de exposición país por país son los mejores que hayamos visto, estamos muy interesados en los números, expresó Alastair Ryan, analista de UBS AG en Londres. Creo que hay más cosas que temer, refiriéndose a que algunos bancos reportan grandes carteras de préstamos a clientes en países en dificultades.
Los bancos de Francia parecen los más expuestos. Al 31/12/10, sus 4 mayores bancos - BNP Paribas SA, Crédit Agricole SA, BPCE Group y Société Générale SA - tenían un total de casi €300 000 millones en préstamos y deuda emitida a instituciones y particulares en Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España. Ello obedece, en gran parte, a las grandes operaciones de banca minorista y comercial de los bancos franceses en Grecia, Italia y España. Las carteras de préstamos comerciales y minoristas de los bancos franceses en dichos países eclipsan las de deuda soberana. Por ejemplo, los 4 bancos tienen cerca de €51 000 millones en préstamos a clientes españoles, según el análisis de The Wall Street Journal. Ello se compara con alrededor de €15 000 millones de deuda soberana española, según otro análisis de datos de pruebas de solvencia hecho para el Journal por la firma de investigación SNL Financial. En Grecia, cuya economía está en picada, los bancos franceses tienen €33 000 millones en varias clases de préstamos, más de 3 veces sus carteras de deuda soberana.
Algo similar ocurre en Alemania. La docena de bancos alemanes, que declararon sus resultados de las pruebas de solvencia, estaban expuestos a €174 000 millones en préstamos comerciales y minoristas a instituciones griegas, irlandesas, italianas y españoles al 31/12/10. A ello hay que sumar otros €70 000 millones de deuda emitida por esos países. (Inicio)
** ¿Qué reemplazaría a bonos del Tesoro de EE.UU.?
Los bonos del Tesoro estadounidense han sido, desde hace tiempo, el confiable colchón, bajo el cual los inversionistas inquietos guardan su dinero. Ahora, a medida que se acerca el plazo del 02/08/11 para incrementar el límite de la deuda de Estados Unidos y las agencias de calificación de riesgo emiten advertencias sobre su crédito, algunos en Wall Street se preguntan a dónde podrán ir los inversionistas si el peor de los escenarios se materializa. Oro, bonos alemanes, depósitos bancarios. Todos podrían ser candidatos para recibir parte del capital que busca un lugar estable y seguro, en medio del caos financiero que se produciría si EE.UU. ve rebajada su calificación o, peor, de hecho dejase de pagar sus obligaciones.
Ninguna de esas alternativas – o, incluso, todas ellas combinadas - probablemente sea capaz de cubrir el enorme papel de los bonos estadounidenses en los mercados financieros. Con US$9,7 billones en circulación, el mercado de los títulos estadounidenses es 1 de los de mayor liquidez del mundo. La deuda del Tesoro representó el 95% del total emitido de valores de renta fija en EE.UU. en el 2010 y constituye el grueso de los activos estadounidenses con calificación AAA, según Barclays Capital. Los bonos del Tesoro estadounidense son todavía el refugio preferido; el rendimiento de un papel a 10 años es de alrededor de un 3%, históricamente un nivel muy bajo y una señal de que hay todavía una alta demanda por estos títulos a pesar de la inquietudes. (Los precios de los bonos y sus rendimientos se mueven en direcciones opuestas). Frecuentemente, se les considera "libre de riesgos" por los actores de los mercados financieros, lo que los convierte en un destino favorito cuando el mercado bursátil se debilita.
En un escenario habitual sin riesgos, los inversionistas habitualmente irían a buscar cobertura en los bonos del Tesoro. En este caso, sin embargo, el estatus de los títulos estadounidenses como libres de riesgo sería cuestionado, indica Bill Eigen, administrador de portafolio de J.P. Morgan Strategic Income Opportunities Fund, que tenía US$14 200 millones en activos el 30/04/11. En ese caso, los precios de los bonos del Tesoro podrían caer precipitadamente y los inversionistas probablemente irían a buscar resguardo en activos físicos como el oro. Dados sus limitados usos industriales, el oro ha sido considerado, desde hace mucho, un activo financiero que ofrece a los inversionistas una cobertura contra la inflación. Los precios del oro generalmente han subido en tiempos de inestabilidad política, económica o en el mercado. Desde que la crisis financiera golpeó en el 2008, los precios del metal se han disparado. En el 2010, los precios del oro saltaron un 30% y en lo que va del año lo han hecho otro 12%. Sin embargo, no todos pueden poseer oro. Algunos gestores de dinero tienen órdenes, que les exigen que tengan bonos de países con excelentes calificaciones crediticias. Para ellos, comprar deuda alemana con calificación triple A podría ser una opción.
Alemania ha tomado mucho dinero prestado. Su deuda total en circulación llegó hasta US$1,4 billones en el 2010, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Eso implica que hay un suministro decente de bonos para comprar, en caso de que los inversionistas o los gestores de dinero tengan la flexibilidad para comprarlos. Al mismo tiempo, Alemania tiene una gran reputación como prestatario. La mayoría de la gente ve a Alemania, a largo plazo, como probablemente el emisor grande más financieramente conservador, señala Mike Schumacher, jefe de estrategias de tasas de interés de los países del G-10 en UBS, donde ha recomendado comprar bonos alemanes, en parte, debido a sus características como una jugada segura, que podría ofrecer protección contra una cesación de pagos de EE.UU.
Los mercados financieros sugieren que los inversionistas no están preocupados. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a corto plazo siguen cerca de cero. Los inversionistas siguen demandándolos, pero su oferta se ha reducido a medida que el gobierno intenta crear cierta flexibilidad financiera y busca demorar que se llegue al techo de deuda. La semana pasada también se vio una robusta demanda en las subastas de los títulos a mayor plazo, en la primera serie de estas ventas desde que la Reserva Federal terminó su programa de compra de bonos e, incluso, si los títulos estadounidenses fueran rebajados por debajo de AAA, algunos inversionistas señalan que es posible que los reguladores de todo el mundo modifiquen las reglas para evitar cualquier venta forzada o grandes incrementos en los requisitos de capital o colateral.
Los inversionistas que buscan seguridad podrían volcarse a los bonos del Tesoro, que vencen en menos de 1 año, afirman algunos. Como quienes los compran no reciben intereses, no hay riesgo de que un pago no sea cumplido. En cambio, estos papeles se venden con un descuento respecto a su valor nominal y los inversionistas obtienen ganancias provenientes de la diferencia entre el precio de compra más barato y su valor nominal, que es pagado cuando vencen. Quienes buscan seguridad posiblemente compren bonos que vencen después de agosto, que es el mes de mayor riesgo para cualquier turbulencia en el mercado de bonos del Tesoro estadounidense. La apuesta esencial del mercado parece ser que el shock financiero, que implicaría cualquier tipo de cesación de pagos, obligaría a los políticos de Washington a subir el límite de deuda y a cumplir con cualquier pago que no se hubiese realizado. (Inicio)
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