Pregunta: Os rogamos que nos deis algún ejemplo que nos aclare lo que es la liberación anticipada del espíritu, desligándose del Karma de la Tierra. ¿Podéis hacerlo?
Ramatís: En el estado en que se encuentra actualmente vuestro orbe, tenéis que sufrir los efectos de sus condiciones de vida planetaria, como función de un planeta de primer grado. En consecuencia, no podéis vivir en él un patrón de vida completamente venturoso, porque todavía es un mundo que va camino de su perfeccionamiento, siendo bastante contradictorio en su clima y en su estabilidad. Ahí, sufrís el frío excesivo o el calor extremo; os enfrentáis con todos los tipos de intemperies, inestabilidades climatéricas y desequilibrios geológicos. Los recursos de la ciencia y de la inteligencia terrestres, ya bastantes desarrollados, sólo pueden protegeros hasta cierto punto. ¡Hasta la posesión de la fortuna es incapaz de impedir que el medio aun primitivo del orbe, cause enfermedades hasta en los más privilegiados!
Es evidente que no podéis huir a las imposiciones geológicas de vuestro orbe terrestre, por mejores que sean vuestras intenciones, como tampoco dejar de vivir en la dependencia del instinto belicoso y de las contradicciones propias de la humanidad terrenal; lo que aumenta la inestabilidad y la desventura común. Por buenas que sean las intenciones que alimentéis, debéis participar obligatoriamente del Karma colectivo del orbe terrestre y el de su humanidad. A ambos os habéis ligado fuertemente en el pretérito y es posible que bien poco hayáis realizado para lograr vuestra liberación definitiva del ciclo de las reencarnaciones físicas.
No obstante, si lo desearais, en ningún momento os será negada la oportunidad de libertaros del Karma de la Tierra y de adquirir la consecuente promoción para otros orbes más evolucionados. Pero la verdad es que a vosotros mismos cumple desatar las cadenas y liberaros de los compromisos asumidos en el pretérito, tanto con el orbe como con la humanidad. Esa liberación exige, sin duda, vuestra completa renuncia a los valores y a los intereses terrenales; es la fuga vibratoria hacia el mundo del Cristo y la integración incondicional a sus postulados evangélicos que, en verdad, son las leyes que rigen el reino eterno del espíritu. El afinamiento crístico y el desinterés absoluto por las competencias del mundo y por 'los tesoros que las trazas roen y el herrumbre consume", es el que termina rompiendo las cadenas planetarias. Mientras la mayoría de los hombres sigue animalescamente su marcha evolutiva bajo el aguijón implacable del dolor y del sufrimiento, algunos otros prefieren anticipar su liberación kármica haciendo los más heroicos esfuerzos y entregándose a la más completa renuncia de todo deseo, interés y afecto por las ilusiones de las formas materiales.
Pregunta: ¿Podéis mencionar algún espíritu que haya anticipado su liberación kármica de la Tierra, en vez de continuar sometido exclusivamente a la Ley de Causas y Efectos, aunque ésta pudiera llegar a liberarlo también del ciclo de reencarnaciones físicas?
Ramatís: Es Francisco de Asís, uno de los ejemplos más edificantes e inconfundibles de liberación anticipada de su karma físico, pues habiendo nacido en una cuna rica y cercado de gente afortunada, vanidosa y aristócrata, prefirió repartir sus bienes a los pobres y deshacerse de sus vestidos de seda y terciopelo, para vestir el grosero estambre. ¡Y en lugar del cinto remarcado de piedras y de la vistosa espada del hidalgo, amarró a su cintura un cordón de cáñamo! Fue con el más profundo sentimiento de renuncia, con el que aceptó la advertencia evangélica de Jesucristo: "No poseáis oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos, ni alforjas; ni dos túnicas, ni calzado, ni báculo en qué apoyaros..."
Bajo tal resolución heroica, con la que Francisco de Asís extinguió de una sola vez el deseo y venció el Maya —la gran ilusión de la vida material— es obvio que también cesó de generar el Karma físico para el futuro; pues su vida, dedicada amorosamente y por completo al servicio de todos los seres y de todas las cosas del mundo, acabó por desatar en él los últimos lazos ligados a las formas del mundo terrestre.
Apartándose del epicureismo de las mesas, habiéndose despedido de la vanidad y de los trajes hidalgos, indiferentes a los pergaminos y a los galardones del mundo físico, libertó el deseo sensual, rompió las ligaduras esclavizadoras de su grillete kármico y, poco a poco, se aisló de la disciplina rectificadora del Karma de su planeta.
Francisco de Asís, no renunció apenas a su presente, sino que efectuó también su liberación de las vidas físicas futuras, toda vez que, habiendo exterminado en sí los deseos por las cosas del mundo material, y habiendo desistido de competir con los hombres en su mundo de formas ilusorias, aunque se hallaba encarnado, ¡ya vivía las condiciones exigidas para adquirir el equilibrio y la sustentación vibratoria en los planos paradisíacos del espíritu!
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