IntroduccióN



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CENTROS DE DESARROLLO JUVENIL – CDJ




Un Modelo de Atención de Salud
para Adolescentes


Índice
PRESENTACIÓN 3

1. ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIÓN 4

2. LOS CENTROS DE DESARROLLO JUVENIL (CDJ) 5

3. ÁREAS BÁSICAS DE TRABAJO DE LOS CDJ 6



  • Consejería 6

  • Talleres formativos 7

  • Animación sociocultural (ASC) 7

  • Atención clínica 8

Modelo teórico de abordaje para la atención integral del
adolescente: Camino del adolescente hacia una vida saludable 8

4. ORGANIZACIÓN DE LOS CDJ 9

5. FUNCIONAMIENTO DE LOS CDJ 10

6. AMBIENTACIÓN Y EQUIPAMIENTO DE LOS CDJ 11

Ambientes 11

Equipamiento y materiales 11

7. ESTRATEGIA MULTISECTORIAL PARA EL DESARROLLO JUVENIL 13

El modelo resultante: Red de servicios y oportunidades


para el desarrollo juvenil 14

8. ESTRATEGIAS COMPLEMENTARIAS VINCULADAS AL CDJ 15

Estrategia de educadores/as de pares (EP) 15

9. OTRAS EXPERIENCIAS DE TRABAJO CON EL SECTOR EDUCACIÓN 16

Espacios de escucha en centros educativos 17

Fortalecimiento del trabajo en aula 17

10. SISTEMA DE GESTIÓN DE LOS CDJ 18

1. Procesos básicos 18

2. Subsistemas para el aseguramiento de la calidad y sostenibilidad 18

COMENTARIOS FINALES 25

PRESENTACIÓN
El Ministerio de Salud (MINSA), con el apoyo de la Cooperación Alemana al Desarrollo-GTZ, implementa desde el año 2000, en el Perú, el Proyecto Salud Integral del Adolescente y Prevención del VIH-Sida, que tiene por objetivo principal contribuir a la optimización de la salud de los y las adolescentes a través de la oferta y utilización de servicios de calidad. Uno de los ejes principales para lograr dicho objetivo son los Centros de Desarrollo Juvenil (CDJ).
Los CDJ pertenecen un modelo innovador de servicio diferenciado para los y las adolescentes, que contribuye a mejorar su acceso a servicios de salud integral, mediante una atención holística e integrada que responde a sus características y necesidades de desarrollo personal, y atiende la demanda de este grupo etáreo por espacios propios, para el ejercicio de la creatividad, la autonomía y para recibir consejería, información y orientación.
La atención holística implica la atención de los aspectos biológico, social y psicológico del adolescente en permanente interrelación con su medio. Este enfoque busca, principalmente, promover y preservar la salud desde el fortalecimiento de habilidades para la vida, como factores protectores, y una temprana detección de situaciones de riesgo, para prevenir vulnerabilidades de salud más frecuentes, con énfasis en aquellas relacionadas con la salud sexual y reproductiva.

El modelo CDJ plantea cuatro áreas básicas de trabajo: consejería, talleres formativos, animación sociocultural y atención clínica y en otras áreas, según las necesidades y recursos locales.

La presente publicación describe el modelo, sus principales estrategias –como la multisectorialidad, que asegura el involucramiento de los diferentes actores sociales de la comunidad–, la forma de organización de los CDJ, los recursos que se requieren para su operatividad, y los sistemas de gestión, que incluyen: gestión del conocimiento, gestión de la información, gestión del mantenimiento, entre otros. Todos elementos de apoyo que garantizan el eficaz y efectivo funcionamiento de los servicios y la calidad de la atención integral que se brindan al adolescente.

El documento está dirigido principalmente al personal de salud del Ministerio de Salud, Etapa Vida Adolescente (EVA), que trabaja o planea trabajar con adolescentes; a los profesionales de salud y de educación de las organizaciones públicas o privadas, involucrados en la prestación de servicios; y a quienes tengan verdadero interés por desarrollar entornos más favorables para los y las adolescentes.


1. ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIÓN
La adolescencia constituye uno de los períodos más intensos de cambios físicos, psicológicos y sociales de la vida de una persona. Inicia con los cambios biológicos y físicos de la pubertad, continúa con el desarrollo de la capacidad para el pensamiento abstracto, la necesidad de autonomía e independencia emocional de los padres, la búsqueda de valores e ideales, y culmina con la asunción de roles y responsabilidades sociales y legales de esta etapa.

La exploración del mundo, el interés en el grupo de amigas y amigos –con quienes comparten los difíciles procesos–, los cambios constantes de humor, sentimientos y percepciones, los cambios en las relaciones con su familia, el enamoramiento, el descubrimiento de sus capacidades y necesidades sexuales y la necesidad de encontrar su lugar en el mundo son características importantes de esta etapa. La tarea central de la adolescencia es lograr la identidad personal.


En el Perú, el sector adolescente representa la quinta parte de la población total. El contexto actual –caracterizado por la era de las revoluciones en las esferas: familiar, educativa, informática, económica y política– hace del paso por la adolescencia una tarea difícil, ya que los elementos de soporte y protección, en la mayor parte de casos, no responden a las necesidades de los y las adolescentes, razón por la cual son catalogados como grupo social altamente vulnerable. Si consideramos que este es el contexto en que varones y mujeres adolescentes cimientan su identidad y viven su sexualidad, es fácil comprender que surjan dificultades que, a la larga, podrían transformarse en verdaderos problemas de salud pública.
Estudios realizados en el medio señalan que el inicio de la actividad sexual coital en adolescentes ocurre a la edad promedio de 14 años y 15 años para varones y mujeres, respectivamente1, tratándose, la mayoría de veces, de actividad sexual no protegida; entre otras razones, por la falta de información, la falta de previsión de las consecuencias y la poca capacidad para resistir la presión de sus pares.
Otro factor de riesgo para la actividad sexual no protegida en adolescentes es, sin lugar a dudas, la falta de acceso a métodos y servicios de atención, orientación y consejería en salud sexual y reproductiva. Como consecuencia, se producen embarazos inesperados que, en el mejor de los casos, terminan en procesos de maternidad o paternidad precoz, y en el lado más dramático, en abortos realizados en condiciones inseguras, que podrían incluso ocasionar la muerte de la madre adolescente. Otro problema asociado a la iniciación sexual sin protección es la probabilidad de adquirir infecciones de transmisión sexual, entre las que se incluye el vih-sida.
En respuesta a la situación anterior, a partir de 19902, son desarrolladas en el país experiencias piloto de servicios diferenciados para adolescentes desde el Ministerio de Salud, ESSALUD y diversas organizaciones no gubernamentales, mediante un intenso trabajo de promoción, prevención y cuidado de la salud de los y las adolescentes, que logran establecer algunos servicios diferenciados en el primer, segundo y tercer nivel de atención; muchos de los cuales no han conseguido sostenerse en el tiempo. Sin embargo, las diversas estrategias de trabajo implementadas con esta población han permitido obtener lecciones aprendidas y un amplio grupo de recursos humanos, de diferentes disciplinas, especializados en el área.
En 1992, es implementado a nivel nacional el Programa de Salud del Escolar y del Adolescente (PSEA) del MINSA, con el objetivo de ofrecer la posibilidad de acceder a acciones de salud preventiva y promocional a este sector poblacional.
En 2001, el PSEA pasa a formar parte del Área Mujer, Niño y Adolescente que pertenecía al Área de Atención Integral de Salud (AIS) de la Dirección General de Salud de las Personas del MINSA, con asesoría técnica de diversas agencias de cooperación internacional y organizaciones no gubernamentales.
A partir de 2003, el MINSA consolida el Área AIS, mediante la implementación del Modelo de Atención Integral de Salud (MAIS), que propone un abordaje por etapas de vida, que reconoce la multidimensionalidad de la persona y considera la comunidad y el entorno en que se desarrolla. Desde entonces, la atención de la población adolescente es normada por el Área Etapa Vida Adolescente (EVA), de la Dirección Ejecutiva de Atención Integral de Salud, a la que concierne el Proyecto Salud Integral del Adolescente y Prevención del vih-sida. El objetivo principal del proyecto es contribuir a la optimización de la salud de los y las adolescentes a través de la mejora en la oferta y la utilización de los servicios diferenciados de salud, desarrollados para este grupo de edad. Con la finalidad de aportar al objetivo mencionado, se crean los Centros de desarrollo Juvenil (CDJ), como servicios modelo de atención integral, en los que es abordada la situación de los y las adolescentes en forma holística.3
Actualmente, existe un importante número de CDJ en los departamentos de Huánuco, Puno y Ucayali y la provincia constitucional de El Callao; todos desarrollados desde las Direcciones Regionales de Salud (DISA, DIRESAS), en estrecha coordinación con el nivel central del MINSA en Lima.
Desde febrero de 2005, el Área EVA cuenta con los Lineamientos de Política de Salud de los y las Adolescentes, a los cuales los CDJ contribuyen de manera significativa, como veremos a lo largo de esta publicación.

2. LOS CENTROS DE DESARROLLO JUVENIL (CDJ)
Los CDJ son parte de un modelo de abordaje para la atención integral de salud de la población adolescente, concebido a partir de la experiencia acumulada en el país, relacionada a la organización de servicios para adolescentes y la constatación reiterada de que el grupo etáreo de 10 a 19 años demanda otros servicios para su desarrollo, conjuntamente a los de atención clínica.
Los CDJ son espacios de socialización positiva que implementan actividades y ofrecen servicios para promover conductas y estilos de vida saludables, prevenir situaciones de riesgo y atender de manera integral las necesidades de salud de la población adolescente. Contribuyen a la consolidar la personalidad de los y las adolescentes, fortalecer sus habilidades personales y sociales para asumir el cuidado de su vida, en general, y su salud, en particular, promoviendo su desarrollo pleno.
Las actividades promocionales preventivas y de atención que ofrecen los CDJ están dirigidas a la población adolescente escolarizada y no escolarizada de la localidad adscrita al establecimiento de salud donde funcionan. Por sus características, son llamados servicios amigables para adolescentes. Desarrollan cuatro áreas básicas de trabajo:


  • Consejería, brinda guía y orientación en temas de salud física, psicosocial, sexual y reproductiva.

  • Talleres formativos, promueven y fortalecen habilidades para la vida (sociales, cognitivas y para el manejo y adecuada expresión de emociones).

  • Animación sociocultural, ofrece espacios para el descubrimiento y desarrollo de potencialidades y talentos, el uso productivo y creativo del tiempo y la generación de responsabilidad social.

  • Atención clínica en las especialidades de medicina general, obstetricia, psicología, odontología, entre otras; en el mismo CDJ o mediante el sistema de referencia y contrarreferencia amigable, en el establecimiento de salud o de la correspondiente red de salud.

A continuación describiremos, con más detalle, en qué consisten estas áreas básicas, sus objetivos y las actividades que desarrollan.



3. ÁREAS BÁSICAS DE TRABAJO DE LOS CDJ
Las actividades de consejería, talleres formativos, animación sociocultural, así como la atención clínica, son consideradas áreas básicas. Los y las adolescentes pueden beneficiarse con ellas en los CDJ sin costo alguno. Para el caso de la atención clínica, los costos están cubiertos hasta los 18 años por el Seguro Integral de Salud (SIS).
Consejería

La consejería, u orientación, es un espacio creado para la interacción del adolescente con una persona preparada para escucharlo, que está en condiciones de ofrecerle la ayuda e información que necesita. La consejería, u orientación, es un proceso de comunicación interpersonal que responde a propósitos definidos y puede centrarse en el tratamiento de un tema específico. Aborda al adolescente en forma integral, considerando sus antecedentes y el contexto en que vive, reconociéndolo/a como una persona con derechos y capacidades para el autocuidado de su cuerpo y su salud.


Los objetivos de la consejería son:

  • Contribuir a la absolución de consultas de los y las adolescentes.

  • Promover decisiones informadas y autónomas.

  • Fortalecer las habilidades para la vida.

  • Identificar factores de riesgo.

  • Promover prácticas de vida saludable.

Se basa en los principios básicos de respeto, confidencialidad y privacidad y en la capacidad del profesional de salud para crear un clima de confianza y establecer una relación empática con el y la adolescente: elementos claves para el éxito de la consejería, u orientación efectiva.


Talleres formativos

Los talleres formativos son espacios de educación, creados intencionalmente para facilitar procesos de enseñanza-aprendizaje en temas de salud, especialmente relacionados a salud sexual y reproductiva y salud psicosocial. El público objetivo de las acciones educativas son los y las adolescentes. El propósito de los talleres formativos es fortalecer los conocimientos y desarrollar habilidades para la vida, creando así una cultura de promoción de la salud y el autocuidado de la salud en la población adolescente.


Usualmente los talleres formativos se desarrollan con no más de 20 adolescentes, agrupados por edad: Grupo de 10 a 14 años y Grupo de 15 a 19 años.
Un profesional, integrante del equipo técnico del CDJ, facilita los talleres formativos, basados en metodologías participativas y lúdicas para la construcción del saber y los conocimientos.
El facilitador de los talleres formativos cuenta con material educativo, como los módulos educativos4, en los que encuentra tanto contenidos teóricos como metodologías participativas para el abordaje de cada tema. Otra opción es que el facilitador identifique necesidades en los y las adolescentes de la localidad, y elabore sus propias sesiones educativas. Para ello, cuenta con una guía metodológica5 instructiva.
Animación sociocultural (ASC)

La ASC es una estrategia de intervención cultural, social y recreativa para atender las necesidades de desarrollo personal y comunitario a través del uso productivo del tiempo y la recreación y el sano esparcimiento de los y las adolescentes.


En el aspecto cultural, promueve la realización de actividades artísticas, el descubrimiento de talentos, desarrollo de aptitudes y condiciones para la danza, la música, pintura, teatro, entre otras.
En el aspecto social, alienta la participación protagónica del adolescente en el desarrollo comunitario, vinculándolo/a con la realidad en que vive y fomentando su capacidad organizativa y de propuesta, para la solución de los problemas que pueda encontrar. Ejemplo: la organización de acciones benéficas, los proyectos comunitarios, la organización juvenil, etc.
En lo recreativo, propone un conjunto de actividades para el sano esparcimiento y para promover el pensamiento creativo. Ejemplos: juegos, deportes, paseos, entre otras.
Participar de las actividades de ASC promueve en los y las adolescentes la identidad cultural y los valores de respeto y solidaridad; y, además, crear un espacio para la práctica de las habilidades sociales y el uso productivo del tiempo.
Atención clínica

El abordaje integral que ofrece el CDJ, a la población de 10 a 19 años, incluye la atención en diferentes especialidades clínicas, tales como: medicina general, psicología, odontología, ginecología, etcétera, –según los requerimientos y necesidades de cada adolescente–, con el fin de asegurar acciones preventivas, recuperativas y de promoción de la salud integral.


Para asegurar una atención clínica integral, sin duplicación de esfuerzos o de recursos, utiliza un sistema de referencia y contrarreferencia amigable con los servicios asistenciales de la red de establecimientos de salud o con los vinculados al CDJ.
Modelo teórico de abordaje para la atención integral del adolescente:
Camino del adolescente hacia una vida saludable

Los CDJ desarrollan cuatro áreas básicas de trabajo: consejería, talleres formativos, animación sociocultural y atención clínica; sin embargo, es importante señalar que pueden desarrollar otras áreas, desde las cuales ofrecer servicios adicionales que ayuden a resolver las prioridades locales de salud del adolescente.

Así estructurados, los CDJ hacen realidad los Lineamientos de Política de Salud de los y las Adolescentes, cuyo Lineamiento Nª 1, Acción 3, señala: Implementar y fortalecer los servicios diferenciados de calidad para los y las adolescentes.

4. ORGANIZACIÓN DE LOS CDJ
Los CDJ cuentan en su organización con un equipo de trabajo multidisciplinario, constituido por profesionales del establecimiento de salud, de diferentes especialidades, asignados total o parcialmente al CDJ. Este equipo puede estar integrado por el siguiente personal: médico, obstetriz u obstetra, odontólogo, enfermero y psicólogo, quienes cumplen funciones en las áreas básicas de trabajo ya señaladas.
En lo posible, y para asegurar la calidad y continuidad de las actividades del CDJ, se recomienda que el personal inmerso en la atención sea estable, o su rotación laboral sea programada a mediano o largo plazo.
El perfil profesional de los integrantes del equipo multidisciplinario es el siguiente:


  • Actitud favorable y disposición personal para trabajar con adolescentes.

  • Habilidades para establecer relaciones empáticas.

  • Habilidades para la comunicación efectiva.

  • Habilidades para facilitar procesos educativos y de animación sociocultural.

  • Conocimiento técnico sobre salud del adolescente.

  • Conocimiento de la realidad y del contexto sociocultural.

  • Multifuncionalidad, es decir, capacidad de ser flexible, para poder desarrollar diferentes funciones en las distintas áreas básicas del CDJ.

Para garantizar la atención oportuna y organizada de la población adolescente, el equipo multidisciplinario cuenta con:




  • Flujograma de atención adaptado a las características de cada establecimiento, que incluye un sistema de referencia y contrarreferencia al interior del mismo.

  • Organigrama, con los cargos y funciones, en el que son especificadas las responsabilidades de cada integrante del equipo multidisciplinario.

  • Cronograma, en el que se indican las actividades planeadas y las fechas en que se realizarán.

Es importante señalar que para el desarrollo de algunas actividades el equipo multidisciplinario tiene el apoyo de actores interesados de la comunidad.


Los CDJ cuentan con un equipo de trabajo multidisciplinario y multifuncional, con actitudes positivas hacia los y las adolescentes: empático, asertivo, competente, conocedor de su realidad y respetuoso de su autonomía y sus derechos.

5. FUNCIONAMIENTO DE LOS CDJ
Los CDJ funcionan –generalmente, pero no exclusivamente– dentro de los establecimientos de salud, en horarios adecuados y convenientes para los y las adolescentes, considerando su disponibilidad de tiempos.
Los y las adolescentes pueden acceder al CDJ de manera espontánea o referida, a través de cualquiera de las áreas básicas. El o la adolescente que participa en todas las actividades del CDJ y/o recibe atención en los servicios que requiere es considerado un/a adolescente fortalecido/a. Un adolescente fortalecido es un adolescente con las capacidades y competencias necesarias para tomar decisiones y actuar responsablemente sobre su propia salud.
El adolescente fortalecido, que decide participar de manera sostenida y permanecer un cierto tiempo en las diferentes actividades del CDJ, inicia un proceso de mayor fortalecimiento y consolidación, por lo que es posible promover su inserción en las organizaciones juveniles en la comunidad y en otras organizaciones o asociaciones juveniles creadas por iniciativa de los mismos adolescentes a partir de su recorrido por el CDJ. Lo que contribuye a brindar oportunidades de participación y asociación. La organización juvenil es un factor protector, en la medida que favorece el sentido de pertenencia y de identificación y brinda la oportunidad para actuar de manera protagónica en torno a un objetivo en común.
Los y las adolescentes fortalecidos e insertos en la organización juvenil participan activamente en la planificación y ejecución de acciones vinculadas a sus intereses y el de su comunidad, y promueven la captación de otros/as adolescentes para involucrarlos/las en las actividades de los CDJ. De esta manera, se forma dentro de la comunidad un grupo importante de adolescentes fortalecidos que continúan desarrollando habilidades individuales y colectivas. Lo que les permite incidir en los sectores sociales y políticos de la comunidad, consiguiendo un impacto positivo en las necesidades e intereses de la población, en general, y de los adolescentes, en particular, y mejores condiciones para la defensa de sus derechos; transformándose en adolescentes protagónicos/as, en condiciones de contribuir al desarrollo de su entorno a partir del reconocimiento de la importancia de su participación social y el ejercicio de sus derechos y deberes ciudadanos.
Por esta razón, entre otras, decimos que los CDJ son parte de un ciclo insertado en la comunidad.
Un CDJ cumple con lo establecido en Lineamientos de Política de Salud de los y las Adolescentes, cuyo Lineamiento Nª 4, textualmente, dice: Desarrollo de capacidades para el empoderamiento de los y las adolescentes que garanticen el ejercicio pleno de sus derechos ciudadanos.
Los y las adolescentes involucrados en las acciones, y/o que reciben las atenciones que requieren en el CDJ, son considerados adolescentes fortalecidos. Su participación en organizaciones juveniles, el desarrollo de acciones a favor de su comunidad y la captación de sus pares para el CDJ, los convierten en adolescentes protagónicos.

6. AMBIENTACIÓN Y EQUIPAMIENTO DE LOS CDJ
Los CDJ, como modelo de servicios diferenciados, presentan infraestructura y ambientación atractiva –en el marco de su realidad y de los recursos locales–, con ambientes cómodos, confidenciales y seguros.
Los CDJ cuentan, para su funcionamiento, con espacios físicos dentro o fuera de los establecimientos de salud. Los que se ubican dentro del sector salud, están en ambientes asignados por sus mismas autoridades, y los otros, en ambientes puestos a disposición por la comunidad. Estos espacios deben ser, en lo posible, para la atención exclusiva de los y las adolescentes, y reunir las condiciones esenciales para el desarrollo de las actividades de cada una de las áreas básicas del CDJ. Son acondicionados e implementados según los recursos disponibles.
Ambientes

La consejería, tiene un ambiente que garantiza privacidad en la atención, libre de estímulos e influencias externas.


Los talleres formativos y la animación sociocultural requieren, en lo posible, de ambientes más amplios, con algunos materiales lúdicos y educativos que permitan el desenvolvimiento y la participación.
En algunos casos, la atención clínica posee un consultorio exclusivo al interior de los mismos CDJ. Sin embargo, la mayoría de veces la atención es brindada desde los consultorios o ambientes del establecimiento de salud, a través de la referencia amigable.
Los CDJ presentan, entre otras condiciones, entrada independiente, vigilancia permanente y servicios higiénicos propios.
Equipamiento y materiales

Los ambientes del CDJ están acondicionados con mobiliario básico y materiales de tipo educativo para las distintas actividades.


Equipamiento
Para animación sociocultural: disponen de equipo de sonido, televisor y vhs, además de materiales lúdicos y recreativos, juegos de mesa e implementos deportivos que promueven el esparcimiento y la recreación.

El equipamiento con material audiovisual, lúdico y recreativo es recomendable, pero no imprescindible, pues existen otras posibilidades que se pueden emplear en esta área.


Para consejería: el espacio dispone de mobiliario cómodo, que facilita la comunicación, acondicionado por los propios adolescentes.
Para atención clínica: En este caso, cuenta con los equipos y mobiliario específicos del servicio que se brinde.
Materiales educativos
Los CDJ están provistos de materiales educativos que pueden ser usados en la facilitación de talleres para adolescentes o para la consejería efectiva. Algunos de los materiales, elaborados en el marco del proyecto, son descritos a continuación:

Módulos de talleres formativos:


  • Aprendiendo a Crecer, para adolescentes de 11 a 14 años.

  • Aprendiendo a Vivir, para adolescentes de 15 a 19 años.

Los contenidos abordan temas de desarrollo psicosexual del adolescente, incluyen salud sexual y reproductiva y habilidades para la vida como autoestima, valores, relaciones interpersonales, toma de decisiones y proyecto de vida.
Guía metodológica para la elaboración de sesiones de aprendizaje:
- Emprendiendo acciones educativas con los y las adolescentes.

Presenta pautas sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje significativo, y la construcción del saber y conocimiento, incluye técnicas para realizar diagnósticos participativos y procedimientos para el diseño de una sesión educativa.


Historietas educativas:


  • Historietas Barrio

Material educativo en formato de historieta, con 42 fichas que presentan diversos temas de desarrollo adolescente. Tiene una guía metodológica que describe el manejo de las historietas.

Las historietas contribuyen amenamente a la motivación y la reflexión en torno situaciones de la adolescencia; así como a mejorar el grado de información sobre temas de salud integral.



  • Rotafolios con temas variados, trípticos y folletos educativos.


Material para consejería:


  • Protocolos de Consejería en Salud Integral Adolescente.

Material de apoyo para el/la consejero/a. Contiene pautas de consejería para abordar diferentes temas basadas en un enfoque de derechos, género e integralidad. Entre los temas que abordados están: enamoramiento y relación de pareja, inicio sexual, anticoncepción, embarazo en la adolescencia, its y vih/sida, etc.
Biblioteca:
Cada CDJ tiene una biblioteca escolar con libros y enciclopedias sobre materias como historia, geografía, física, química, literatura, matemáticas, entre muchos otros. Puede ser consultada para realizar las tareas y asignaciones escolares con asesoría del equipo técnico del centro, que brinda apoyo adicional al desarrollo del adolescente y actúa como puerta de entrada al CDJ.
Todos los materiales y equipos descritos son inventariados y cuentan con normas para su aseguramiento, utilización adecuada y mantenimiento, que permiten prevenir daños o un mal uso de los recursos.
Banco de materiales de IEC:
Además, los equipos técnicos del CDJ, y el personal de salud y educación en general, pueden disponer del Banco de Materiales de IEC, que es posible consultar por Internet en la página web del MINSA6. Contiene diferentes materiales, como posters, dípticos, trípticos, juegos, folletos, etc., que pueden ser directamente impresos y/o adquiridos en el lugar que se indica.
Los CDJ cuentan con ambientes atractivos para los y las adolescentes, según características de su realidad local. Lo más importante en ellos es la privacidad y confidencialidad que ofrecen.

7. ESTRATEGIA MULTISECTORIAL PARA EL DESARROLLO JUVENIL
La experiencia ha demostrado las limitaciones de los proyectos y programas implementados por un sólo sector. Debido a que la salud y el desarrollo de los y las adolescentes están influenciados por múltiples determinantes, el abordaje y atención a sus necesidades requiere una respuesta integral que involucre a los diferentes actores y sectores de la comunidad, incluyendo al propio adolescente.
Es necesario señalar que existen en la comunidad organizaciones e instituciones que desarrollan programas y ofrecen servicios para adolescentes, pero lo hacen aisladamente, con poca o ninguna coordinación entre ellas, duplicando, muchas veces, esfuerzos y recursos.
En este sentido, se requiere de la multisectorialidad que posibilite a las organizaciones privadas, públicas, de base y juveniles existentes en la comunidad, y organizadas como redes, comités o mesas; trabajar coordinadamente para lograr objetivos comunes destinados al desarrollo juvenil, que tiene como resultado una estrategia mucho más efectiva cuando, por ejemplo, se formula un plan estratégico a este nivel.
Precisamente, los CDJ implementados en el marco del proyecto han impulsado la creación de Redes Locales Multisectoriales para el Desarrollo Juvenil, en las cuales las organizaciones e instituciones que las integran, interrelacionadas entre sí, procuran una respuesta integrada a las necesidades de salud y desarrollo adolescente.
Esta experiencia, con la metodología que describe los pasos para la constitución de las redes locales multisectoriales y las organizaciones que la conforman, es motivo de una publicación a parte.7
El modelo resultante: Red de servicios y oportunidades para el desarrollo juvenil
En los acápites anteriores hemos descrito el modelo CDJ inicial, con sus áreas básicas de trabajo: consejería, talleres formativos, animación sociocultural y recreación y atención clínica; organizado y funcionando desde el sector salud. No obstante, el modelo puede ser desplegado desde las organizaciones e instituciones que integran la Red Local Multisectorial para el Desarrollo Juvenil, quienes asumen e implementan los servicios y actividades de las áreas básicas del CDJ de acuerdo con su experticia y recursos. Así, por ejemplo, el sector Educación puede asumir la consejería y/o los talleres formativos, el sector Salud la atención clínica y la consejería, un club deportivo podría asumir la recreación, la DEMUNA la asesoría legal, etc.
Estos servicios y actividades, asumidos por las organizaciones que conforman la red, vinculados mediante un sistema de referencia y contrarreferencia amigable, forman parte de una Red de Servicios y Oportunidades para el Desarrollo Juvenil, con enormes beneficios para la población adolescente, ya que contribuyen estratégicamente a su desarrollo presente y futuro.
De este modo, se configura un CDJ multisectorial que resulta ser una interesante opción al CDJ inicial, y asegura la sostenibilidad técnica y programática de los servicios para adolescentes.
La estrategia multisectorial aplicada por el proyecto favorece ampliamente los Lineamientos de Política de Salud de los y las Adolescentes, que en su Lineamiento Nª 2, señala: Promoción de entornos saludables para adolescentes con énfasis en redes de oportunidades y de protección social de la vida y la salud.

Acción: Establecer redes de oportunidades y protección social de base comunitaria que favorezca el desarrollo integral de los y las adolescentes.

Cuando las diferentes organizaciones que integran la Red Local Multisectorial de Desarrollo Juvenil asumen y comparten esfuerzos y responsabilidades para implementar los distintos servicios que ofrece un CDJ, este se descentraliza y se transforma en una Red de Oportunidades y Servicios para el Desarrollo Juvenil, con enormes potencialidades de sostenilidad.

8. ESTRATEGIAS COMPLEMENTARIAS VINCULADAS AL CDJ
Estrategia de educadores/as de pares (EP)
La estrategia responde al interés del proyecto, porque incorpora activamente a los y las adolescentes en la promoción de la salud dentro de su comunidad. Se basa en un enfoque de desarrollo humano que reconoce la potencialidad del adolescente para actuar de manera acertada en el cuidado de su propia salud e influir positivamente en los espacios de socialización secundaria, como el de su grupo de amigos.
La estrategia EP es una estrategia de participación social que reconoce a los y las adolescentes como sujetos de derechos y deberes, lo que favorece la construcción de ciudadanía y la democratización de las relaciones cotidianas.
Para que los y las EP estén en capacidad de actuar –como aliados estratégicos de los sectores Educación y Salud–, es necesario contribuir al fortalecimiento de sus capacidades básicas, de manera que decidan y actúen sobre su propio proyecto de vida y participen e influyan positivamente en la vida pública del país.
Para lograr estos objetivos la estrategia contempla: capacitación gradual, y por niveles, de los y las EP, y el desarrollo de un sistema de apoyo que les permita trabajar en estrecha relación con adultos/as acompañantes, con la función de actuar como mentores de un grupo de adolescentes; bajo un esquema de enfoque intergeneracional, en el que se consideran igualmente válidos los aportes de ambos grupos etéreos, tomando decisiones de manera consensuada.
Los EP, una vez capacitados en temas de salud integral y en metodologías de comunicación y consejería, realizan acciones educativas y de orientación y prevención de salud integral –con énfasis en la salud sexual y reproductiva y la prevención del VIH-Sida–, dirigidas a sus pares generacionales, de los diferentes ámbitos de la comunidad a la cual pertenecen.
Una de las tareas más notables del EP es, sin lugar a dudas, la capacitación de otros candidatos a educadores de pares. Lo que asegura el relevo y la continuidad del trabajo, cuando, por evolución espontánea –edad, deserción debido a que debe asumir nuevas responsabilidades académicas o laborales– egresan del sistema.
El nivel de participación y las funciones del EP se hacen más especializados conforme va ganando experiencia. Consideramos tres niveles para organizar la capacitación y delimitar las responsabilidades: los EP del primer nivel apoyan las actividades grupales, las capacitaciones a grupos juveniles y realizan consejería individual; los del segundo nivel, asumen la capacitación directa a otro grupo de candidatos a educadores de pares del nivel inferior y realizan consejería en el espacio de escucha de los centros educativos; los del tercer nivel, realizan actividades de abogacía con otras instituciones y participan en medios de comunicación.

Esta estrategia también responde a los Lineamientos de Políticas de Salud de los y las Adolescentes. El Lineamiento Nª 4, dice: Desarrollo de capacidades para el empoderamiento de los y las adolescentes, que garanticen el ejercicio pleno de sus derechos.



9. OTRAS EXPERIENCIAS DE TRABAJO CON EL SECTOR EDUCACIÓN
Además de promover la conformación de redes multisectoriales locales para el desarrollo juvenil y la prevención del vih-sida –descritas en publicación aparte–8, el proyecto promueve el trabajo coordinado del sector Salud con el sector Educación, con énfasis especial.
La finalidad de esta línea de trabajo ha sido fortalecer el trabajo intersectorial con el sector Educación, mediante la capacitación del personal de ambos sectores, el mejoramiento del sistema de referencia y contrarreferencia, así como la creación de espacios de consejería y orientación en los propios colegios.
En el desarrollo del trabajo coordinado salud-educación se pueden considerar tres momentos, o actividades, convenientemente vinculados para contribuir al desarrollo saludable del adolescente:


  1. Educadores de pares, (estrategia descrita en el punto anterior).

  2. Fortalecimiento del trabajo en aula.

  3. Espacios de escucha.

La vinculación y coordinación de estos componentes contribuye a consolidar las relaciones entre los sectores Salud y Educación con el objetivo de promover el desarrollo saludable de los y las adolescentes. Ofrece también interesantes posibilidades para el desarrollo de la estrategia multisectorial, descrita en el punto 8.


Es propicio destacar que, en el desarrollo del proyecto, el sector Educación fue el primero con el que se trabajó de manera coordinada. Posteriormente, se impulsó el desarrollo de las redes multisectoriales.
Espacios de escucha en centros educativos
Son espacios para la consejería u orientación del adolescente, implementados en la propia institución educativa. Con ellos se asegura que los y las adolescentes cuenten en su ambiente más inmediato con un lugar al que pueden acudir para consultar por sus inquietudes y/o problemas. Estos espacios son atendidos por el personal de salud, integrantes del equipo del CDJ, por los/las profesores/as tutores/as y por los/las adolescentes formados como educadores de pares, estrategia anteriormente descrita.
Fortalecimiento del trabajo en aula
Paralelamente, en el aula, los tutores debidamente capacitados abordan diversos temas de salud integral adolescente, con el material educativo “Historietas Barrio”, especialmente elaborado para este fin.
Los tutores, además de trabajar las historietas en la hora de tutoría, motivan a los estudiantes a desarrollar monografías grupales en los temas abordados. Para estos trabajos, los y las estudiantes cuentan con asesoría del equipo técnico del CDJ, y pueden consultar los materiales y libros de las bibliotecas de los CDJ, implementadas en el marco de esta experiencia.
Estas experiencias contribuyen a la ejecución de los Lineamientos de Política de Salud de los y las Adolescentes, Lineamiento Nª 3, que establece: Alianza con los diferentes sectores para la promoción de estilos de vida saludables, prevención y cuidado de la salud de los y las adolescentes.

Acción 1: Promover y apoyar la implementación de un programa nacional de docentes acompañantes capacitados.

Acción 2: Promover el fortalecimiento del programa de educación sexual y habilidades para la vida.
El trabajo coordinado Salud y Educación es un ejemplo de alianza intersectorial para la promoción del desarrollo saludable de los y las adolescentes.

Son tres las experiencias de trabajo coordinado Salud-Educación impulsadas por el CDJ: Pares educadores, Espacios de escucha y Fortalecimiento del trabajo en aula.



10. SISTEMA DE GESTIÓN DE LOS CDJ
Un sistema de gestión es un esquema general de procesos y procedimientos de manejo de recursos humanos y materiales que, al ser utilizados con eficiencia y eficacia, garantizan que una organización pueda realizar las acciones necesarias para lograr sus objetivos.
Bajo esta premisa, los CDJ requieren que las organizaciones involucradas apoyen sus acciones en un sistema de gestión eficaz. Este sistema lo integran los siguientes procesos básicos9 y subsistemas adicionales, que aseguran la mejora de la calidad de los CDJ e impulsan su sostenibilidad.
1. Procesos básicos
Planificación: Define y refina los objetivos y planifica el curso de acción requerido. En este caso, la planificación que se hace en EVA, incluye la planificación del CDJ. Parte de las necesidades identificadas en la población adolescente y toma en cuenta los resultados de evaluaciones anuales y el análisis de los avances, priorizando las acciones según recursos y normativas del ministerio, las que se traducen en una programación anual.
Ejecución: Integra a las personas, y otros recursos, para llevar a cabo el plan de acción. Se planifica a más corto plazo, se programan y se ejecutan actividades. Los CDJ cuentan con programaciones mensuales.
Monitoreo y control: Mide y supervisa regularmente el avance de las actividades, para identificar las variaciones respecto a la planificación, de tal forma que se tomen medidas correctivas para cumplir con los objetivos, cuando sea necesario. EVA realiza el monitoreo y la evaluación periódica del CDJ mediante indicadores.
2. Subsistemas para el aseguramiento de la calidad y sostenibilidad
a) Subsistema de la gestión de la calidad
Existen diferentes modelos de gestión de la calidad: ISO 9000, EFQM (Fundación Europea de Gestión de la Calidad), etc. En el marco del proyecto, trabajaron éste último, que a su vez es el que la Cooperación Técnica Alemana ha asumido como organización.
El EFQM es un modelo integral, no normativo, adaptable a diferentes contextos. Considera para el análisis de una organización tanto agentes facilitadores –lo que hace la organización– como los resultados –lo que logra la organización–. Los agentes facilitadores están compuestos por cinco criterios: liderazgo, política y estrategia, personas, alianzas y recursos y procesos. En cuanto a los resultados tenemos: resultados en las personas, resultados en los clientes, resultados en la sociedad y resultados clave.
A continuación se muestra el esquema del modelo, y los criterios que lo componen:

La gestión de calidad basada en el modelo EFQM considera que los resultados clave de la organización, así como los resultados en los clientes, las personas y la sociedad, se logran mediante un adecuado liderazgo, que dirige e impulsa la política y estrategia de la organización, involucrando y motivando a sus miembros, y gerenciando de manera óptima las alianzas, los recursos y los procesos.


Dado que el EFQM es un modelo flexible que permite adaptar los criterios de evaluación a las características específicas de cada organización, para su aplicación en los CDJ, se redefinieron los criterios (representados en el esquema del modelo EFQM presentado líneas arriba), de tal manera que respondieran a las características requeridas.
Una vez redefinidos los criterios, se conformaron círculos de calidad10 para la realización del autoevaluación, que se hizo tomando como referencia los criterios del EFQM, e identificando, en cada caso, fortalezas y áreas de mejora.
Una vez identificadas las áreas de mejora se priorizaron, y en base a ello, se elaboraron proyectos de mejora. Los proyectos de mejora fueron desarrollados durante un año, luego del cual se realizó nuevamente la autoevaluación y nuevos proyectos.
El uso de este subsistema de gestión de la calidad debiera ser una práctica permanente de los CDJ, en la búsqueda de la excelencia.
b) Subsistema de gestión del conocimiento (GC)
La GC no debe ser confundida con gestión de la información o gestión de la capacitación. Ambas son parte del proceso de GC, que consiste en:


  • Adquirir o crear conocimiento; por ejemplo, a través de la investigación, sistematización o el juicio experto.

  • Organizar y almacenar el conocimiento adquirido o creado y hacerlo accesible; por ejemplo, a través de un centro de documentación o un centro coordinador del conocimiento.

  • Transferir y difundir el conocimiento; por ejemplo, a través de la capacitación.

  • Asegurar la aplicación del conocimiento en el lugar de trabajo y retroalimentar las experiencias resultantes de la aplicación. La experiencia, las habilidades y las destrezas adquiridas en la aplicación serán insumos para la creación de nuevo conocimiento, reiniciándose así el ciclo.



Ciclo de gestión del conocimiento


En nuestro caso, el conocimiento que se gestiona está relacionado con la salud integral del adolescente y la prevención del vih-sida.


El sistema de GC desarrollado en el marco del proyecto tiene dos elementos importantes:


  1. El Centro coordinador del conocimiento (CCC).

  2. Los equipos en capacitación (EEC) en cada uno de los CDJ.

El CCC es el espacio físico en el cual se organiza y se almacena el conocimiento, y desde el cual se coordinan, supervisan y apoyan las diferentes actividades de EVA a nivel de DISA; incluyendo las de capacitación que –como se dijera– son parte de las actividades relacionadas con la transferencia del conocimiento.


Los EEC son los equipos técnicos de los CDJ de las microrredes o de las redes de servicios y oportunidades que trabajan con los y las adolescentes, quienes a través del autoaprendizaje y con el apoyo del CCC gestionan su propio desarrollo profesional, buscando mejorarlo en eficiencia y en calidad.
Estos componentes están vinculados de tal forma que:


  • Todas las instancias que trabajan en el tema adolescencia conocen cuál es el conocimiento del que disponen en la DISA y cómo acceder a él.




  • El conocimiento adquirido en un CDJ es difundido a los demás, compartiendo entre todos las mejores prácticas y permitiendo de este modo que puedan ser desarrolladas en forma paralela. Como resultado, asegura que todos los adolescentes, independientemente de donde residan, accedan a los mismos beneficios.




  • Disponen de un sistema de capacitación continua, que permite el desarrollo permanente de los recursos humanos. Este sistema de capacitación incluye un sistema de pasantías.




  • Facilitan la inducción del personal nuevo, para que adquiera el conocimiento y las habilidades requeridas para su trabajo, porque saben cuál es el conocimiento que requiere, adónde y cómo adquirirlo.


La gestión del conocimiento (GC) es un instrumento importante para mejorar continuamente la calidad. En nuestro caso de la calidad de la atención integral del adolescente.


La GC vinculada al CDJ contribuye al cumplimiento del los Lineamientos de Política de Salud de los y las Adolescentes, cuyo Lineamiento 1, Acción 7, señala:

Invertir en la generación del conocimiento para la toma de decisiones….
Gestión de la información
La gestión de la información se refiere al registro, procesamiento y análisis de los datos relacionados con las actividades del CDJ, así como la retroalimentación y utilización de la información como herramienta de gestión. Hace seguimiento a información sobre:
1. Utilización de los servicios.

2. Impacto.

3. Satisfacción del usuario.
Para registrar la utilización de los servicios, se usan formatos de registro diario y mensual. La medición del impacto se obtiene mediante la aplicación de encuestas anuales a una muestra de escolares de la jurisdicción del CDJ; y la medición de la satisfacción del usuario, mediante la aplicación de encuestas periódicas a los/las adolescentes a la salida de los CDJ.
La recolección sistemática de los datos, una vez procesada y analizada, permite que la información se convierta en un potente instrumento de gestión.

La información manejada en este marco es sumamente importante para la gestión eficiente de los CDJ, para la gerencia del CDJ y para la gestión del conocimiento.


c) Subsistema de gestión del mantenimiento de la infraestructura y del equipamiento

Para asegurar la sostenibilidad de los CDJ, es necesario asegurar la integridad y el funcionamiento, tanto de su infraestructura como de sus equipos y materiales. Con excepción de los hospitales, que cuentan con un servicio de mantenimiento técnico propio, los centros y puestos de salud carecen de ellos. Como, además, en la mayoría de ocasiones estos establecimientos carecen de presupuesto para la contratación de los correspondientes servicios, se está desarrollando un sistema alternativo de mantenimiento para los CDJ.


En el mantenimiento técnico, pueden ser consideradas dos categorías:


  • Mantenimiento preventivo planificado (MPP): que busca reducir al mínimo las actividades de reparación, realizando controles periódicos de los diferentes componentes de la infraestructura, instalaciones y equipos, para verificar su estado y hacer los ajustes necesarios que eviten su deterioro. Existen claras evidencias de que a través del MPP se logran reducir enormemente el volumen y costo de las reparaciones y las pérdidas, ocasionadas por la falta de funcionamiento de elementos de la infraestructura y de los equipos, que afectan la prestación de los servicios.




  • Mantenimiento correctivo: es el mantenimiento que a realizar cuando se produce un desperfecto, es decir, cuando el componente o equipo dejan de funcionar. Comúnmente es definido como reparaciones, y su costo puede ser elevado.

El subsistema de mantenimiento, en los CDJ, pone el énfasis en el MPP y está basado en el trabajo voluntario de los/las adolescentes, personal de salud y actores de la comunidad quienes, convenientemente capacitados, coordinan y/o ejecutan el mantenimiento. Se organiza de la siguiente manera:




Con la finalidad de asegurar que todos los elementos de la infraestructura y del equipamiento sean adecuadamente revisados, y por lo tanto, mantenidos se elaboran Programas de mantenimiento para cada espacio del los CDJ. En ellos se establecen las acciones a realizar, especificando características, periodicidad y responsabilidad del MPP.


De acuerdo a las capacidades de los ejecutores del mantenimiento, también estarán en condiciones de realizar algunas reparaciones menores, y para las que no puedan ser ejecutadas por ellos, se tendrá el apoyo de personal externo, ya sea del establecimiento hospitalario de referencia o de la comunidad, que en caso de no ser voluntario será contratado.
Para realizar el trabajo de mantenimiento, el CDJ dispondrá de un juego de herramientas y repuestos básicos, que deberán ser repuestos periódicamente.
Este subsistema, además de asegurar los procedimientos que vigilan la conservación de infraestructura, equipos y materiales de los CDJ, contribuye al desarrollo en una cultura del mantenimiento y de valoración a los recursos en los y las adolescentes y el personal del CDJ, habilidad importante tanto para el propio desarrollo personal y como el de la comunidad. El subsistema, convenientemente adaptado, también puede ser aplicado en las restantes áreas del establecimiento de salud y en otros espacios donde se encuentren los y las adolescentes, por ejemplo los colegios.
d) Subsistema de gestión financiera
La gestión financiera es la base para el cumplimiento de las acciones planificadas. Comprende:
Estimación del presupuesto: desarrolla un presupuesto estimado para la ejecución anual de las actividades planificadas en cada una de las áreas básicas del CDJ, calculado en base a presupuestos previos para actividades similares.
Preparación del presupuesto: se suman los costos de actividades de cada una de las áreas, para contar con una línea de base del presupuesto requerido.
Control del presupuesto: comprende controlar los gastos y cambios en el presupuesto.

La gestión financiera del CDJ es de responsabilidad del encargado del mismo. La estimación y preparación del presupuesto de los CDJ se realiza una vez al año y se presenta a EVA, que lo incluyen en su planificación de presupuesto global.


Al elaborar el presupuesto será importante recordar también algunas fechas especiales (día de la juventud, día de lucha contra el sida, etc.) que requieren de presupuestos adicionales para realizar actividades especiales. De no estar previstas en el presupuesto corriente deberá gestionarse en otras instancias con suficiente anticipación.
Una gerencia eficaz se basa en la implementación de procesos básicos de planificación, ejecución y control y en subsistemas de gestión de calidad, gestión del conocimiento, gestión del mantenimiento y gestión financiera, para asegurar la calidad de los servicios ofrecidos por los CDJ.


COMENTARIOS FINALES


  • Los CDJ implementados por el Ministerio de Salud con el apoyo de la GTZ, desde el año 2000, constituyen un importante aporte al esfuerzo realizado por el sector para incrementar en número y calidad los servicios de atención integral para adolescentes.




  • En la actualidad, la experiencia del CDJ se encuentra en fase de extensión. Es decir, diferentes Direcciones Regionales de Salud, en coordinación con las Direcciones Regionales de Educación, están asumiendo el modelo CDJ a nivel de redes y microrredes.




  • En esta publicación hemos descrito, con mayor detalle, el modelo completo del CDJ, impulsado desde el sector Salud en el marco del proyecto Salud Integral del Adolescente y Prevención del VIH/SIDA. Sin embargo, puede ser fácilmente adaptado, según las necesidades y los recursos existentes, en los establecimientos de salud y en cada localidad. De tal suerte que pueden darse las siguientes variantes:




      1. Implementación de alguna de las áreas básicas del CDJ.

      2. Implementación todo el modelo.

      3. Descentralización del CDJ, desarrollando la red de servicios y oportunidades de carácter multisectorial.




  • El sistema de educadores de pares, adultos acompañantes, así como el trabajo articulado con las instituciones educativas son estrategias de fortalecimiento de capacidades orientadas a complementar los servicios que ofrece un CDJ.




  • Un adecuado sistema de gestión de calidad, basado en un liderazgo eficiente, un equipo multidisciplinario y multifuncional que renueve permanentemente sus conocimientos y que valore sus recursos, son la base para el éxito de programas y proyectos como el que hemos descrito.




  • Es innegable que el CDJ responde a cabalidad a los cuatro Lineamientos de Política de Salud de los y las Adolescentes y sus objetivos, y de manera muy especial a disminuir las brechas e inequidades en el acceso a los servicios de salud.

Con la esperanza de movilizar el interés para extender la experiencia y empezar a pagar la deuda social que tenemos con las y los adolescentes del país,


EVA y GTZ


DV. CDJ Versión Preliminar del 20 /06/2005


1

2 ‘’Modelos de Atención de Salud para Adolescentes en el Sector Público”, GTZ.

3 Holística: Alude a la manera de ver y entender la salud en su totalidad, en su conjunto, en su complejidad, apreciando incluso las interacciones que se dan entre los diferentes aspectos, biológico, social, psicológico y ambiental.

4 Ver sección material educativo


5 Ver sección material educativo

6 www.minsa.gob.pe

7 Redes locales de desarrollo juvenil y Prevención del VIH/Sida. Una estrategia para la gestión Multisectorial. GTZ 2005.

8 Redes locales de desarrollo juvenil y Prevención del VIH/Sida. Una estrategia para la gestión Multisectorial, GTZ, 2005.


9 El concepto subyacente a la interacción entre estos procesos es el del ciclo planificar-hacer-revisar-actuar. (Deming, Manual ASQ, 1999).


10 Los círculos de calidad son un instrumento de gestión para lograr el mejoramiento continuo de la calidad, y están integrados por miembros de la organización.



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