INTRODUCCIÓN
La solución al problema de los residuos plásticos no es sencilla y requiere la utilización de diversos métodos, que deben por un lado, tratar de reciclar el mayor porcentaje posible de plásticos residuales y, por otro, mejorar los sistemas de enterramiento de aquellos residuos que no se puedan someter al reciclado o aquéllos que generen los métodos de reciclado. Hoy en día, la mayor parte de los materiales termoplásticos, con o sin potencial de reciclabilidad, son almacenados en tierras de relleno o vertederos autorizados, o bien, no autorizados.
El reciclado incluye todos los métodos utilizados para revalorizar los residuos, que permitan su máximo aprovechamiento y su transformación en nuevos productos. Los proceso de reciclado de plásticos se clasifican en cuatro tipos, en función de los productos finales obtenidos o del método empleado: reciclado primario y secundario ( ambos son reciclados mecánicos) , reciclado terciario (reciclado químico) y reciclado cuaternario (reciclado energético). Hay que considerar también la etapa de diseño de los artículos o piezas que se fabrican utilizando materiales plásticos, con objeto de facilitar la recuperación y el ahorro de material. En este sentido, la reducción del número de materiales plásticos diferentes utilizados para la fabricación de diversos bienes de consumo permite una más fácil identificación de los materiales plásticos y mejora sus posibilidades de recuperación al facilitar, así mismo, su desmontaje de los mencionados bienes de consumo al final de su vida útil.
La elección del método de reciclado (mecánico, químico o energético, si se considera este último como método de reciclado) dependerá de factores logísticos, cualitativos y económicos, distintos según las situaciones en que se encuentran los residuos y cambiantes con el tiempo y con las condiciones de recogida de los residuos, con la tecnología del procesado de los residuos, y con el desarrollo y demanda para los plásticos reciclados.
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MÉTODOS DE SEPARACIÓN DE DIFERENTES POLÍMEROS RESIDUALES
Debido a la incompatibilidad de las distintas familias de polímeros con excepción del polietileno de alta y baja densidad, polietilentereftalato y policarbonato, o policloruro de vinilo y polimetacrilato de metilo, los procesos de reciclado requieren que los materiales plásticos sean separados de los residuos y clasificados. Se han estudiado procesos de disolución selectiva de plásticos seguida de precipitación. Así por ejemplo, se ha utilizado ciclohexanona para disolver el PVC de una mezcla de plásticos y , tras una filtración se ha precipitado polvo de PVC puro mediante la adición de n-hexano. También se ha estudiado la disolución selectiva de diversos polímeros mezclados (LDPE, HDPE, PS, PVC, PP, PET) utilizando un único disolvente (por ejemplo, xileno, diclorometano, THF o cloruro de metilo) a diferentes temperaturas, seguida de una evaporación
flash para recuperar cada polímero por separado (Derry). Con este procedimiento se puede obtener hasta un 99% de pureza y nunca inferior al 96%. Otros métodos muy usados son técnicas de flotación y utilización de hidrociclones.
La fluorescencia de rayos X se usa principalmente en la identificación del PVC. La espectroscopia en el infrarrojo cercano se aplica para la clasificación de botellas de PVC, PET, PP, PE y PS. La espectrometría de masas, aunque no está todavía comercializada, puede identificar plásticos pintados y/o altamente cargados. Una técnica altamente sofisticada, espectroscopia de fractura inducida por láser (LIBS),
se basa en que, al incidir un rayo láser sobre un material polímero se vaporiza a plasma una mínima cantidad del mismo.
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RECICLADO MECÁNICO.
El reciclado mecánico se emplea cada vez más en Europa, alcanzando a un 6.28% de los residuos plásticos de la Unión Europea, lo cual supone 1.1 millones de t sobre un total de 17.5 millones de t. El reciclado mecánico permite la integración de los residuos plásticos en el ciclo de producción de artículos plásticos, como nueva materia prima [9].
Los procesos de reciclado mecánico podrían clasificarse en [11]:
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Procesos de reciclado primario, cuando el polímero se recupera para un uso comparable a su aplicación original. Este es el caso del reciclado que se realiza en gran parte de las plantas productoras y con casi todo el material de las plantas transformadoras.
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Procesos de reciclado secundario, cuando el polímero recuperado da lugar a un producto de propiedades inferiores a la aplicación original. Este es el caso del resto de los residuos recuperados en las plantas de producción y transformación.
El reciclado mecánico se puede llevar a cabo partiendo de los residuos de las plantas productoras y transformadores o a partir de los residuos plásticos del postconsumo. En el caso de los primeros, dada su limpieza, el proceso de reciclado consiste, básicamente, en clasificarlos, triturarlos, reformularlos mediante aditivos que les proporcionen finalmente las características deseadas y, seguidamente, transformarlos por acción del calor y/o la presión hasta obtener granza o nuevos objetos de plástico reciclado (bolsas, bancos para parques, señales de tráfico, maceteros, tuberías de drenaje, botellas, cuerdas, bandejas, etc. ).
En el caso de los residuos plásticos del postconsumo, tras la recepción, se procede a una separación previa para eliminar materias extrañas presentes en los mismos. A continuación, se trocean o trituran con objeto de aumentar su densidad aparente y reducir así su volumen y se someten a un prelavado. Tras una etapa de molienda, se almacenan en un silo y, seguidamente, se lavan enérgicamente introduciéndolos en cubas llenas de agua a temperatura adecuada y algún detergente, en donde mediante una agitación vigorosa, van desprendiendo su suciedad. Los residuos plásticos, ya limpios, se someten a una serie de etapas de clasificación y separación
en sus diversas clases y tipos, y se vuelven a moler, obteniéndose finalmente unas escamas de plástico húmedas que, generalmente, se secan con aire caliente en un lecho fluidizado. Si la densidad aparente alcanzada por el material tras la etapa de clasificación/separación no es suficientemente elevada se procede a su compactación por calentamiento. Finalmente, estas escamas se someten a extrusión y granceado (para la eliminación de volátiles producidos durante la extrusión y de aire ocluido, se aconseja la utilización de extrusoras con desgasificación); tras un secado final, se obtiene la granza reciclada que se puede utilizar para la fabricación de diversos artículos y objetos.
El proceso general que siguen los residuos plásticos hasta llegar a su reciclado mecánico se ilustra en la Fig. 1.
De cualquier modo, el reciclado mecánico solo será posible cuando estos materiales poliméricos reúnan ciertas condiciones:
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Que sean homogéneos.
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Que sea posible disponer de ellos en grandes cantidades.
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Que estén libres de materiales extraños y contaminados.
Así por ejemplo, existe un proceso que permite obtener un material denominado PET “supercycle””, apto par el reciclado mecánico, partiendo de envases de plástico de la Johnson Controls en Michigan. Para ello, estos envases de plástico se someten a un proceso de “superlavado” de elevada intensidad a temperaturas en torno a los 260 C, que tiene lugar a elevada presión durante un elevado tiempo de residencia. En el proceso también se utiliza vacío, un catalizador y tiene lugar una etapa de filtración del fundido, obteniéndose una granza de PET superlimpia, que se utiliza posteriormente en la fabricación de botellas.
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RECICLADO QUIMICO.
El reciclado químico, también denominado reciclado terciario, consiste en someter los residuos plásticos a un proceso térmico o catalítico para recuperar el monómero o producir un combustible líquido. Para ello, se utilizan diversos procesos químicos basados en reacciones de hidrólisis, alcohólisis, hidrogenación, pirólisis, y gasificación [11]. Los residuos de mezclas de plásticos que presentan cierto grado de contaminación se reciclan por este proceso. A continuación se describen los métodos y procesos utilizados en el reciclado químico de los plásticos.
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DESPOLIMERIZACION
Consiste en la reconversión directa de un polímero en los monómeros que lo constituyen, de modo que estos puedan ser de nuevo repolimerizados para generar el polímero virgen. Este método se puede aplicar a macromoléculas obtenidas mediante policondensación, como el polietilen – tereftalato (PET) y las poliamidas, y a algunos polímeros como los poliuretanos. El éxito de este tipo de métodos depende, en gran medida, de que se disponga de un buen sistema de recogida y limpieza que permita obtener una materia prima de buena calidad (limpia y exenta de contaminantes) a un precio razonable.
La despolimerización se puede llevar a cabo por vía química, a través de reacciones de hidrólisis y alcohólisis o glicólisis, o por vía térmica.
Por vía química, se puede reciclar el PET mediante hidrólisis para generar ácidos dicarboxílicos y dioles. No obstante, la reacción de hidrólisis tiene lugar en condiciones muy severas y requiere tiempos de reacción largos, por lo cual no es industrialmente viable. Los recicladores prefieren, en este caso, la alcohólisis (metanólisis) para regenerar, tras la correspondiente separación y purificación, los monómeros utilizados en la polimerización (tereftalato de dimetilo y etilenglicol). El proceso consiste en mezclar los gránulos de PET recuperado con metanol en presencia de un catalizador. La mezcla se calienta a presión para forzar la despolimerización del PET en sus componentes base. Finalmente, los productos de la metanólisis se enfrían para cristalizar el terftalato de dimetilo (DMT), que se separa bastante puro mediante una filtración, seguida de un lavado con metanol y de una destilación.
Por su parte, el etilenglicol se separa del filtrado mediante destilación [2]. También es posible despolimerizar el PET mediante glicólisis calentándolos gránulos de PET con etilenglicol en un autoclave a 240 C [6]. El instituto Francés del Petróleo (IFP), en colaboración con Technochim Enginecring, ha desarrollado un nuevo proceso para el reciclado de botellas y de pet mediante la saponificacion del polimero polímero y posterior hidrólisis de la sal obtenida. En 1995 entró en servicio en Francia una planta con capacidad para procesar 30.000 t/año.
Al igual que en el caso del PET, los residuos de poliuretanos (PUR) pueden despolimerizarse por vía húmeda mediante hidrólisis, alcohólisis y glicólisis. Mediante hidrólisis, los poliuretanos (PUR) dan lugar al poliol correspondiente, dióxido de carbono y la amina correspondiente al isocianato de partida. Por su parte, la alcohólisis consiste en el ataque de la larga cadena molecular de los poliuretanos por un alcohol de cadena corta. La reacción se lleva a cabo a 200 C. durante dos horas. La glicólisis se considera como el proceso más conveniente desde el punto de vista técnico y económico. El proceso se basa en una serie de reacciones entre un glicol y los grupos uretano del polímero que tienen lugar en un reactor a 200C. Bajo atmósfera de nitrógeno y utilizando un catalizador órgano metálico. Finalmente, se obtiene un producto líquido que, mezclado con polioles, sirve de base para la producción de nuevas espumas de poliuretano. Ford ha desarrollado un proceso para la hidrólisis catalítica de residuos de los poliuretanos utilizados ene. Automóvil, en una disolución de glicol que permite obtener polioles adecuados para la producción de espumas rígidas que se utilizan especialmente, en la industria del automóvil para el aislamiento térmico, el relleno deasientos, apoyabrazos, proteccones interiores de las puertas y apoyacabezas, por ejemplo. No obstante, loscostes de separación de los polioles finalmente obtenidos son elevados debido a las impurezas de aceites, grasas, polvo y otras partículas que contienen los poliuretanos utilizados como materia prima.
Por vía térmica (pirólisis), se puede despolimerizar el polimetilmetacrilato, habiéndose alcanzado rendimientos de hasta un 97% en proceso utilizados por Parachemic (Alemania) y Ato-Haas (Francia). Dupont también utiliza comercialmente la despolimerización térmica del poliacetal para generar formaldehído.
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PIROLISIS
La pirolisis se define como la descomposición térmica de grandes moléculas orgánicas en tres fracciones (gaseosa, líquida y sólida), en ausencia de oxígeno a temperaturas comprendidas entre 500 y 1.00C. En estas condiciones, el plástico no arde, pero se descomponen moléculas más pequeñas, dando lugar a diversos productos básicos reutilizables por la industria petroquímica (mezclas de gases – etileno, propileno y butadieno – y mezclas de gasolina ligera y alquitrán) y un gas natural para uso doméstico.)
La pirólisis tiene muchas ventajas como solución al problema de los residuos, ya que no sólo puede utilizarse como fuente de productos químicos y energía, sino que permite una reducción del volumen de los residuos del postconsumo del 90% o, incluso superior. Además, la pirólisis produce una mínima contaminación del aire [10].
El tratamiento por pirólisis está especialmente indicado en los casos de mezclas de residuos plásticos cuya separación es inviable y para el tratamiento de residuos plásticos que no pueden someterse a reciclado mecánico.
No obstante, debe de tenerse en cuenta que su utilización como fuente de energía está fuertemente condicionada por el precio en el mercado de los combustibles fósiles y por elevado consumo energético inicial que requiere la misma, el cual hace que, en muchos casos, sea preferible la reutilización térmica directa de los residuos
Basf ha desarrollado una tecnología de “reciclado para recuperación de recursos”, en la que utiliza una mezcla de residuos plásticos, previamente limpiadosy compactados, y se alimenta a un proceso de multietapas de degradación y fusión controladas, transformándose en materias primas petroquímicas. Se obtienen nafas, lefinas de cadena larga y compuestos aromáticos, reutilizados dentro del propio complejo industrial. Los residuos de alto punto de ebullición se transforman en gas de síntesis [7].
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GASIFICACION
Consiste en la oxidación parcial de las cadenas poliméricas que constituyen los residuos plásticos para producir gas de síntesis (mezcla CO + H2), que puede utilizarse como materia prima para la fabricación de metano, amoníaco o alcoholes OXO, como combustible para generación de electricidad, o incluso, como agente reductor para la producción de acero en altos hornos.
La gasificación presentados dos ventajas principales con respecto a otros problemas de reciclado químico:
1). Puede admitir como alimentación toda la corriente de RSU, sin necesidad de separación previa de los plásticos.
2). No necesita integrarse en una refinería o complejo petroquímico, a diferencia de procesos como la hidrogenación.
Existen diversas empresas investigando al gasificación de residuos plásticos ( Shell, Texaco, Thermoselect). Thermoselect. (Locarno, Suiza), que es laempresa que lidera este tipo de tecnología, ha desarrollado un proceso de gasificación a escala piloto con capacidad para tratar 4.2 t/hora de RSU en el que los residuos, previamente compactados y desgasficados, se pirolizan a 600C. y se alimentan al gasificador a 2.000.C. Así, se producen 6600C y se alimentan al gasificador a 2.000C. Así, se producen 660 kg de gas de síntesis, 220 kg de escoria, 23 kg de metales y 18 kg. de sales por cada t de residuos.
El gas de síntesis obtenido, una vez limpio, se quema en una tubina de gas para producir 300 k Wh de electricidad.
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OTROS PROCESOS
Mediante hidrogenación (tratamiento con hidrógeno a temperaturas y presiones elevadas), los residuos plásticos se convierten en diversos hidrocarburos, quedando entre un 5 - 10 % de residuos no hidrogenables que ocupan poco espacio en los vertederos.
Por otra parte, se están llevando a cabo investigaciones para utilizar residuos plásticos en la obtención de materiales compuestos (
composites). Por ejemplo, se usa PET reciclado para producir resinas de poliéster insaturado que, con cargas orgánicas, se aplica como polímero aglomerante.
Así mismo, en el Departamento de Ingeniería de la Universidad de Oviedo (sintetizadores del material), en colaboración con el Departamento de Química Industrial y Polímeros de la Universidad Politécnica de Madrid, se están desarrollando investigaciones con objeto de utilizar PP y PEAD residuales (procedentes de botellas de productos domésticos de limpieza o de envasado de alimentos, por ejemplo), en conjunción con rellenos orgánicos de origen residual, para obtener materiales compuestos baratos, reciclables y ligeros, cuyas propiedades físicas , mecánicas y térmicas les permitan sustituir a los materiales utilizados actualmente en la industria de la automoción, este tipo de materiales permitirían disminuir el peso de los vehículos con el consiguiente ahorro de combustible que esto comportaría.
5. RECICLADO ORGÁNICO. FOTODEGRADABILIDAD Y BIODEGRADABILIDAD.
Una denominación más amplia de reciclado incluye la transformación de residuos plásticos para su
fin inicial o para otros fines, incluido compostaje y biometanización, pero no recuperación de energía (reciclado orgánico).
La fotodegradación de materiales plásticos se debe a la acción combinada de la luz, oxigeno atmosférico y calor, y es el proceso global más frecuente al que se ven sometidos los polímeros expuestos a la intemperie.
La biodegradación consiste en la transformación y deterioro de los materiales plásticos por la acción de organismos vivos. Se puede considerar la fotodegradación como un proceso previo a la biodegradación, ya que, mediante el primer proceso, disminuye el peso molecular de las cadenas macromoleculares que integran los polímeros, haciéndolas más fácilmente biodegradables. Los polímeros sometidos a estos procesos no podrán volver a reutilizarse o reciclarse, por lo que es negativo desde el punto de vista económico y energético. Sin embargo, el control del proceso de biodegradación permitirá obtener productos de cierta utilidad y, en este caso, se podría considerar como "biorreciclado".
Los polímeros naturales como el almidón y el acetato de celulosa son biodegradables. Incluso polímeros no biodegradables como el polietileno, se biodegradan en un tiempo razonable cuando son formulados con almidón. Los polímeros sintéticos como el poli (alcohol vinílico) y el poli (acetato de vinilo), así como polihidroxialcanoatos son también biodegradables.
Estos últimos son poliesteres que se acumulan como reserva energética dentro de las células de muchas bacterias bajo condiciones de crecimiento limitado (polímeros sintetizados y degradados por bacterias) [12].
Los principales mercados de los polímeros degradables se encuentran en los sectores de agricultura y medicina (biomateriales). Para la implantación de este tipo de materiales se requiere que sea posible su aplicación en compostaje, así como el desarrollo de una infraestructura de digestores aerobicos /anaeróbico, ya que, de otro modo, su función estaría desvirtuada si simplemente son enterrados como residuos en vertederos.
6. INCINERACIÓN
La incineración consiste en el tratamiento térmico destructivo de los residuos plásticos. Su recuperación térmica permite aprovechar la energía del petrólco del cual proceden, además de reducir considerablemente el volumen que ocupan. Los materiales plásticos tienen un poder calorífico superior a la mayoría de los demás materiales.
El proceso de incineración consta de las siguientes etapas:
a). Procesamiento de los residuos
b). Combustión
c). Limpieza de gases producidos y manejo de cenizas
El calor producido en el proceso de incineración se puede aprovechar mediante un sistema de generación de vapor.
Los incineradores utilizados son de tipo hogar fijo, de horno rotatorio y de lecho fluidizado, que presenta las ventajas de un mejor control de la combustión y un tratamiento fácil y exhaustivo de los gases de salida, aunque produce una mayor emisión de partículas sólidas.
Durante la incineración se pueden producir productos gaseoso altamente tóxicos (dioxinas, furanos) originados por formación de novo en la post combustión a partir de precursores como el policloruro de vinilo (PVC). No obstante un estudio realizado por Nyserda (New York State Energy Research and development authority) ha demostrado que, aún aumentando considerablemente la cantidad de PVC en los residuos sólidos urbanos, no hay emisores de dioxinas y furanos cuando la incineración tiene lugar a temperaturas superiores a 950 C. Este modo de operación evita así mismo una combustión incompleta de los residuos, la cual generaría pirolíticos (PICs) como el CO y COV
s (compuestos orgánicos volátiles). Otros parámetros importantes son el exceso de aire, el tiempo de resistencia (entre 2 - 4s) y el grado de mezcla que debe ser adecuado.
Otras consideraciones medioambientales se basan en la depuración de humos de la incineración, que incluyen la utilización de diferentes sistemas,
tanto simples como combinados, (lavadores, filtros, ciclones, precipitadores electrostáticos) para gases y partículas (HCI, SOx, NOx, compuestos orgánicos, polvos y metales pesados). Para la eliminación de compuestos orgánicos volátiles se puede emplear la adsorción con carbón activo o zeolitas en forma de lecho o mediante atomización directa.
Las escorias, cenizas, volantes y residuos de lavado, pueden separarse recuperando los metales pesados, y en su caso, las sales sódicas de lavado, el resto se solidifica o vitrifica para convertirlo en material seguro.
Otro tipo de incineración, la incineración con plasma (constituido por electrones, iones, moléculas y átomos no ionizados en estado gaseoso), se ha desarrollado principalmente para eliminar los compuestos líquidos o sólidos muy tóxicos, aunque esta tecnología todavía no tiene aplicación a gran escala en el campo de los residuos plásticos.
7. CARACTERÍSTICAS Y APLICACIONES DE LOS PLÁSTICOS RECICLADOS.
La utilización del plástico reciclado en distintas aplicaciones debe hacer con un conocimiento técnico estricto. El plástico reciclado debe de analizarse para conocer el nivel de aditivos que contiene y en función de la aplicación concreta en que se vaya a emplear la granza de plástico reciclado, seleccionar el material de partida y añadir, en su caso, los aditivos (por ejemplo, antioxidantes, estabilizantes) que sean necesarios para obtener una granza lo más parecido a la granza virgen empleada para esa aplicación concreta.
Esto debe ser así, ya que durante su uso el plástico se puede ver sometido a diversos procesos de degradación (degradación térmica, termooxidativa, hidrólisis, procesos de fotodegradación) que da lugar a cambios en su estructura física y química que pueden provocar su envejecimiento y pueden contribuir a la perdida de sus características originales (perdidas de aditivos y de propiedades). Así, incluso una ligera oxidación afecta notablemente a las propiedades mecánicas al polietileno de alta densidad (PEAD) tras su reciclado. Esta degradación no es, generalmente tan severa como la que se produce en el caso del polipropileno (PP). Por ello, en estos casos se recomienda la adición de estabilizantes durante su reciclado.
Sin embargo, cuando se recicla polietileno de baja densidad (PEBD) oxidado se produce una notable mejora en sus propiedades, aumentando su resistencia a la atracción de 10,5 a 16,1 MPa y su alargamiento a la rotura de un 170% a un 540%, sin llegar, por supuesto, a los valores del PEBD virgen (17,9 MPa y 560%).
En la actualidad es posible mezclar resinas diferentes que actúan como cargas y obtener una gran variedad de artículos moldeados creándose empresas dedicadas a moldear y comercializar una gran variedad de productos con estos heterogéneos desperdicios.
Las aplicaciones de las granzas obtenidas por reciclado de los residuos plásticos son muy variadas exceptuando la fabricación de envases para alimentación y la de piezas para maquinaria industrial. Así, una gran parte de las granzas se destinan a transformación de diferentes tipos de envases (bolsas de basura, garrafas, bidones, carcasas de garrafones de vidrio, botellas para envasar lejía o cajas para fruta y verdura), juguetería, fabricación de perchas, mesetas, tacones de zapatos y adornos. En menor cantidad, también se fabrican pero con gran proporción de granza virgen, ciertas piezas
y objetos para la industria, recubiertas de plástico virgen y otros minerales.
8. ANÁLISIS DEL CICLO DE VIDA
El análisis del ciclo de vida (ACV) o eco balance consiste en el estudio del impacto ambiental de un producto a través de toda su vida y no solamente su eliminación como residuo. El ACV es un inventario que permite cuantificar la energía y los recursos naturales empleados en la fabricación del producto y el nivel de residuos sólidos, líquidos y/o gaseosos generados en cada fase de la vida del producto: aprovisionamiento, producción, distribución, utilización y eliminación del residuo una vez utilizado [8].
Esta valoración mediante el eco balance permite etiquetar a determinados productos como "beneficios para el medio ambiente" o con "eco balance apropiado" frente a otros que no lo son. Los resultados de estos análisis se pueden utilizar para la comparación de diferentes opciones de materiales para la fabricación de un producto en particular, la identificación de oportunidades para mejorar el comportamiento frente al medio ambiente de un producto o proceso, y la comparación de diferentes tratamientos de residuos u opciones de reciclados.
Un ejemplo de este tipo de estudios es realizado sobre reciclado de botellas de polietileno de alta densidad, a petición de la empresa Dow, cuya conclusión principal fue que el reciclado es la mejor opción, pero que la incineración para la recuperación de energía es la solución medio ambiental óptima después de un número de ciclos de reciclado y terminado. Otro ejemplo muestra que cuando se considera solo la fase de producción, los perfiles fabricados en madera consumen menor energía que los fabricados con plásticos como el PVC, pero si ampliamos el análisis al tratamiento de residuos, los perfiles de plástico ( de PVC, por ejemplo) se puede reciclar mientras que los de madera no.
9. ESTRATEGIA RECOMENDADA PARA EL TRATAMIENTO DE LOS RESIDUOS PLÁSTICOS
La estrategia recomendada depende, en parte, del plazo de tiempo que se considere. Así, a largo plazo, se recomienda una estrategia basada en el sentido común sin olvidar la rentabilidad económica y, a corto plazo, se recomienda una estrategia basada, principalmente, en la contención del problema de los residuos plásticos y en la rentabilidad económica.
A corto plazo, debe tratarse de resolver el acuciante problema del vertido y ubicación de los residuos plásticos. Para ello, se recomienda llevar a cabo su valorización energética dado su elevado poder calorífico medio, comparable al de fueloleo. No obstante, aunque los incineradores actuales están sometidos a estrictas normas de control, habrá que resolver en su totalidad los problemas que conlleva el logro de una incineración segura y económica, y los de los niveles de toxicidad admisibles en las cenizas y en el aire, de modo que desaparezcan las retinencias existentes entre la opinión pública con respecto a la incineración. Los sistemas de combustión y de lavado de gases deberán de perfeccionarse en cuanto a diseño, de modo que se pueda garantizar su eficacia y su fácil mantenimiento durante su vida útil.
A largo plazo, la estrategia a seguir para el adecuado tratamiento de los residuos plásticos
debe consistir, desde un punto de vista global, en la implantación de un sistema integrado que permita la reducción de los residuos, su recogida y separación, su reciclado y, como alternativas, su incineración y el enterramiento de los residuos de la misma. este tipo de estrategia puede reducir en gran medida los niveles de residuos que deben de enterrarse. No obstante, todavía serán necesarios más esfuerzos para:
1. Establecer una infraestructura de recogida eficaz, facilitando la participación de la ciudadanía en el proceso de recogida. En este sentido, una buena campaña de sensibilización y la combinación de distintos sistemas de recolección puede dar buenos resultados. En principio, se podría pensar en una combinación entre sistemas de recogida a domicilio en los que el ciudadano hace una primera clasificación de sus residuos y los deposita en bolsas de distintos colores, sistemas de depósito en contenedores centralizados situados en la calle en los que el ciudadano deposita cada tipo de residuo en un contener diferente y los tradicionales sistemas en los que se cobra inicialmente el envase al ciudadano y, al devolverlo, se le reintegra el importe del mismo.
2. Establecer procesos automatizados de separación, clasificación y limpieza de los plásticos recogidos.
3. Establecer métodos de reciclado mecánico y químico que permitan disponer de productos de calidad homogénea y aceptable. Debe tenerse en cuenta que el equipo de transformación de plásticos está diseñado para trabajar con elevada eficiencia y velocidad, por lo cual requiere el uso de material de calidad elevada.
4. Resolver, en su totalidad, los problemas de una incineración segura y económica, tal y como se ha indicado, y desarrollar métodos eficaces y medioambientalmente seguros para el enterramiento de los residuos generados finalmente tras los distintos tipos de tratamientos.
Los residuos plásticos que no se puedan reciclar económicamente como nuevo material polimérico o como materia prima química, se deben utilizar directamente como combustible o deben transformarse en un combustible recuperando su elevado contenido energético.
Hoy en día el precio del material reciclado no compite, en ciertos casos, con el del material virgen, resultando la incineración económicamente más rentable y además dicho material debe encontrar nuevos mercados. Solamente la exigencia legislativa puede fomentar su utilización.
El Parlamento español ha aprobado una Ley de Envases y Residuos de Envases (transposición de la Directiva 94/62/CE) que considera la reutilización y el reciclado como los sistemas de gestión prioritarios y que tiene como principales objetivos:
a). Fomentar la reducción de los envases.
b). Reutilizar antes del año 2001, entre el 50 y 60% de la totalidad de los residuos de envases generados.
Los envasadores y responsables de la primera puesta en el mercado de los productos envasados deberán cobrar a los clientes hasta el consumidor final una cantidad individualizada (aproximadamente 50 céntimos) por cada envase objeto de transacción; al devolver los envases, a los clientes se les devolverá la cantidad pagada. Estos envases en condiciones adecuadas de separación se darán a sus recicladotes para su recuperación.
En el caso de sectores como la automoción, la solución a la elevada cantidad de residuos plásticos de la automoción radica, por una parte, en una reducción del número de plásticos que integran los componentes de los automóviles y n un diseño adecuado que permita desmontar fácilmente estos componentes de modos que sean fácilmente reciclables.
Por otra, deben investigarse métodos y proceso que permitan la utilización de materiales reciclados en piezas y artículos con exigencias progresivamente menores a mediad que aumenta el número de ciclos de reciclado ("concepto cascada") y, también, en productos de elevada calidad cuando sea posible, teniendo en cuenta siempre que su puesta en marcha dependerá siempre de su rentabilidad económica. De todos modos, a corto plazo, la solución para los residuos de desguace del automóvil (RDA) consistirá en su valorización energética y, a largo plazo, en el reciclado. En este sector se desarrollan programas de "diseñar para desmontar" , que permiten el desmontaje facilitado de las distintas partes del automóvil para su reciclado cuando se desguazan los vehículos [3 ].
10. BIBLIOGRAFIA.
[1] Baeza de Loño, J. Trigo Fernández, R. " La Gestión de los residuos plásticos de envase. El libro blanco del envase y embalaje de plasticos" Exporecycling, Barcelona.(1996).
[2] Bauer, G. "Alcoholysis - a process for chemically recycling PUR and mixed plastics waste" Kunstoffe German Plastics 91:41991
[3] Bellin, 1. "El automóvil reciclado",Mundo Científico, 142 (14), 78 – 86 (1994).