Génesis 6-9-11
NOE Y EL DILUVIO
"Y vio Jehová que era mucha la maldad del hombre en la tierra, y que toda imaginación de los pensamientos de su corazón era solamente mala todos los días" (Gén. 6-5).
Cuando los hombres cometen pecado atraen el mal sobre ellos. El Señor (la Ley) les devuelve lo que ellos dan. Noé fue el único hombre que halló gracia a los ojos del Señor porque era justo y recto. El también "caminaba con Dios" (Gén.: 6:9) y fue preservado. El nombre Noé significa "descanso, calma, paz". Cuando estamos en paz con el Señor tenemos su protección.
A Noé se le encargó que construyera un arca en la que él, su esposa, sus tres hijos y sus esposas, junto con dos de todas las criaturas vivientes, deberían protegerse del diluvio que cubriría la Tierra. "El arca representa un estado positivo en conciencia que está de acuerdo o hace un pacto con el principio del Ser". Esta conciencia se construye cuando descansamos en Dios y tratamos de hacer Su Voluntad. La lección práctica que derivamos de la historia de Noé y el diluvio es que, no importa lo destructivas que sean las condiciones que nos rodean si estamos armonizados con el Espíritu de Verdad (la Chispa Divina o Cristo) que habita en nosotros, entonces seremos salvados de la devastación que anonada a aquellos que se encuentran dominados por estados mentales negativos. Se nos ordena construir un arca, es decir, habitar en el conocimiento de la Presencia UNA Y EL ÚNICO PODER. La idea se presenta en el Salmo 91 donde se hace la promesa a todo aquel que habita en el "lugar secreto del Altísimo".
Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; pero a ti no llegará.
(Salmos 91:7)
No deberíamos tener miedo cuando condiciones adversas nos amenazan. Podemos entrar en el arca que hemos construido con nuestras afirmaciones de Verdad y allí estaremos seguros. Más claro aún, que a medida que vamos construyendo nuestra nueva conciencia con el conocimiento de la Verdad, más libremente nos encontraremos de toda clase de hechos negativos, ya que la Verdad es Positiva, de alta Vibración y lo que atrae por correspondencia es su igual.
Llovió durante cuarenta días y cuarenta noches, y se posó el arca a salvo sobre el Monte Ararat. Esto significa que la prueba continuó durante algún tiempo, pero aquellos que estaban en el arca (conscientes de la Presencia moradora de Dios en ellos) estaban a salvo.
Después que la tormenta amainó, Noé envió una paloma por tres veces; cuando ésta no retornó en la tercera ocasión, Noé levantó la cubierta del arca y vio que la tierra ya estaba seca. Aquellos que estaban en el arca salieron y Noé construyó un altar a Jehová y le ofreció sacrificios. "El altar en este caso representa una resolución en lo interno de uno mismo de espiritualizarse, o sea, un pacto que uno hace con el Señor para continuar "sacrificando" sus emociones y transmutándolas al plano espiritual". Debemos hacer esto cuando hemos pasado por una gran prueba y hemos recibido Su protección.
Noé tenía tres hijos: Sem (renombrado) , y quien representa la parte espiritual del hombre; Cam (ardiente) y el cual representa la parte física; y Jafet (extendido) que significa el intelecto o razón. El más notable de ellos fue Sem, y a través de él, el hombre continuó desarrollando su conciencia espiritual. Las órdenes que dio Noé a sus hijos tienen mucho significado:
¡Bendecido sea Jehová, el Dios
[de Sem!
Y será Canaán su siervo.
(Gen. 9:6)
Es decir, dejad que la carne (Canaán o Cam) esté sujeta al dominio del hombre espiritual (Sem).
Dará Dios ensanche a Jafet, y habitará en las tiendas de Sem;
y será Canaán siervo de ellos.
(Gén. 9:27)
En otras palabras, dejad que el hombre intelectual habite bajo la protección del hombre espiritual, no como siervo sino como su hermano menor. Este hombre físico (Cam) debe estar sujeto al dominio de ambos: el intelecto y el espíritu.
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