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NHHRC Report Fails To Address The Future Of Rural Health, Australia
Medical News Today, UK
29/07/2009
AMSA President Tiffany Fulde said, "It is unfortunate that the Commission has been unable to highlight specific strategies to recruit and retain more doctors into the bush. We currently have a health workforce in Australia that is grossly maldistributed, with large shortages of doctors and other health professionals in rural and remote Australia."
"Large increases in medical student numbers alone will not address rural workforce shortages in Australia," said the President.
AMSA applauds the Commission's recommendation to provide increased access to multidisciplinary teaching in rural and remote areas, however, believes that more incentive-based initiatives are needed to entice these students into taking rural and remote placements in the first place.
AMSA cautions against the Commission's suggestion to expand bonded medical placements and adapt them to other health degrees, as this is a quick-fix approach to a long-term problem, and reinforces the stigma around rural medicine. HECS Reimbursement schemes, preferential intake into specialty training, scholarships and access to high quality training in rural areas are all more effective, incentive-based strategies to ensure students are adequately supported in taking up rural careers.
"To get these students more interested in rural and remote health careers we need to give them increased access to positive experiences in rural and remote areas of Australia."
"The Commission did however provide real inroads in regards to Indigenous health, in particular in regards to recruiting and supporting Indigenous students in health degrees," Tiffany Fulde stated.
AMSA believes that we need to now focus on the future of rural health and this includes succession planning for the workforce in these areas. The medical workforce in rural and remote health is ageing and the Commission has failed to produce initiatives to recruit the next generation of health professionals into this area of need.
Source; AMSA
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La precariedad laboral merma la Sanidad pública
Público, Spain
27/07/2009
VANESSA PI / ERIK LÓPEZ - MADRID
La enfermera entra en plena consulta sin avisar. "Doctor, no podemos poner la citoscopia que pide el viernes. No quedan horas libres", dice desde la puerta. El urólogo, impasible, le responde: "Ponla al final, como suplemento. Lo más probable es que ese paciente tenga un cáncer de vejiga y no puede esperar hasta septiembre". Pocos minutos más tarde, suena el teléfono. El doctor sigue sin inmutarse: "Como usted diga. Si no le puede hacer un hueco a alguien con cáncer de vejiga, no lo haga", dice y cuelga sin despedirse.
Algo después, una nueva enfermera irrumpe en la sala y le explica que tienen dos citoscopias para el viernes. "Si quiere, cancelamos la menos urgente y hacemos un hueco", sugiere. Al doctor no le parece buena idea. Tampoco que encontrar un "hueco" para un paciente grave dependa de la voluntad de los facultativos que lo atienden. Pero al final deciden hacer el cambio cuando descubren que una de las pacientes previstas para el viernes tenía concertada la visita posterior a la prueba con un urólogo distinto al suyo, porque este estaba de vacaciones.
"El problema es que todo está mal organizado. No faltan demasiados médicos, pero estamos mal repartidos". Y mal pagados, critica este urólogo, que prefiere ocultar su nombre por temor a represalias. A sus 60 años ya ha renunciado a hacer guardias en el hospital madrileño donde trabaja para completar el sueldo porque no está para "tantos trotes".
Los profesionales de la Sanidad española no dan abasto. Los especialistas se las ven y se las desean para meter a sus pacientes en las listas para hacerse una prueba antes de que sea demasiado tarde. El Ministerio de Sanidad calcula que faltan unos 3.200 facultativos, sobre todo médicos de familia y pediatras. El Consejo General de Enfermería, por su parte, calcula un déficit que roza las 150.000 enfermeras. Si a eso se suma una mala gestión de los recursos humanos, como denuncian los sindicatos, el resultado es que los médicos de atención primaria apenas tienen cinco minutos para atender a cada paciente, los de Suecia disponen de 35.
Multifunción
"No tengo tiempo para hacerlo todo y tengo que compaginar mi trabajo en áreas totalmente distintas", lamenta una enfermera del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Siente que su profesión está menoscabada desde que el pasado 13 de julio el error de una enfermera mató a Rayan .
La muerte del bebé que sobrevivió a la de su madre, la primera víctima de la nueva gripe en España, ha puesto sobre la mesa uno de los problemas que médicos y enfermeras vienen denunciando desde hace años: el aumento de los contratos basura. "La Sanidad es el ámbito de la administración española donde se dan más contratos en precario", denuncia el vicesecretario de la Organización Médica Colegial (OMC), el doctor Jerónimo Fernández Torrente.
Contratos muy cortos
"En algunas comunidades, como Madrid, se están haciendo contratos muy cortos, algunos de unos días o para unas guardias. Por eso muchos se van a la sanidad privada, donde les ofrecen mejores condiciones. Sólo el 60% de los médicos trabaja en la pública", critica la presidenta de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública, Carmen Ortiz.
El vicesecretario de los colegios de médicos añade que el sueldo de un profesional, desde que empieza a ejercer hasta que se jubila, apenas crece un 15%. Además, cobra mucho menos que sus colegas europeos. De media, un español gana entre 2.500 y 3.000 euros netos al mes. Fernández Torrente explica que, en Portugal, cobran desde "1,5 veces más hasta el doble". En Francia, Gran Bretaña o Alemania, la cantidad se llega a triplicar.
También las enfermeras españolas cobran menos que en Reino Unido e Irlanda, donde el salario neto mensual es de unos 4.000 y 3.000 euros, respectivamente. Las españolas perciben por su trabajo prácticamente la mitad: una media de 2.100 euros, según el Consejo General de Enfermería.
Los salarios, la estabilidad laboral y la calidad de su formación explica que muchos médicos y enfermeras acaben ejerciendo en el extranjero. En 2007 (último año registrado), se marcharon 650 facultativos. Desde 2001, se han ido 6.194. El número de médicos que ha venido a España es mayor: en 2007 se homologaron 5.383 títulos. La cantidad de enfermeras que emigra también es significativa. En 2007 se fueron 507; desde 2001, 3.664. Otras 2.801 enfermeras extranjeras convalidaron sus títulos en España en 2007.
El presidente del Foro Español de Pacientes, Albert Jovell,cree que se exagera cuando se habla de médicos que ejercen en el extranjero. "No se van tantos. Los que lo hacen es porque viven en zonas fronterizas y pueden optar a un sueldo mejor", sostiene.
La precariedad varía mucho por comunidades. "El carácter funcionarial de los médicos no se da en ningún otro país del mundo. Desde que hace tres o cuatro años, las comunidades abrieron la última oferta pública de empleo, varias promociones de médicos están interinos, sin plaza fija", explica la autora del informe del Ministerio de Sanidad Oferta y necesidad de especialistas médicos en España, la profesora Beatriz González. La cantidad de contratos más o menos estables también depende de cada gobierno regional, agrega.
Escasez de datos
Los datos sobre la precariedad brillan por su ausencia. La carencia o la dispersión de información es la tónica dominante en los indicadores sanitarios, sobre todo cuando se habla de profesionales. De ahí que estos lleven años reclamando un registro que contabilice los médicos y enfermeras que están en activo, los que trabajan en la pública y la privada, los que emigraron, los que vinieron de fuera... Más de la mitad de las comunidades aún no ha aportado estos datos al Ministerio.
Lo que sí indican las cifras es que, pese a sus defectos, el Sistema Nacional de Salud (SNS), universal, gratuito y con una amplia cartera de servicios, es eficiente. Con un gasto del 6% del Producto Interior Bruto bastante inferior al 8,5% de media en la Unión Europea ofrece una amplia cartera de servicios que llamó la atención del actual presidente de Estados Unidos. En plena campaña electoral, Barack Obama pidió a los miembros de su gabinete que se reunieran con el entonces ministro de Sanidad, Bernat Soria, para conocer las claves del buen funcionamiento de la sanidad española.
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Siete minutos por prematuro en Vigo
La Voz de Galicia, Spain
26/07/2009
L. Míguez
Cinco noches a la semana una sola enfermera atiende dos áreas con capacidad para 27 niños. La falta de espacio y de personal son ya el eterno problema del Xeral
Dan las ocho y entra el primer turno. Toca analítica diaria a los ingresados de la uci y baño y pesado para todos los pequeños. Por el servicio de neonatología del Hospital Xeral entran cinco enfermeras, pero en realidad deberían ser por lo menos ocho. El equipo de mañana no protesta, durante cinco noches a la semana aún hay menos personal. En el caso de los bebés de la sección intermedia y de básicos -los que están fuera de peligro- una sola persona reparte su tiempo con hasta 27 cunas. La división asusta: siete minutos por prematuro.
Cuando ya han sido cambiadas las cunas y los pequeños están limpios, vuelven a las incubadoras. Apenas dan las nueve cuando toca la primera toma. Además de la comida, los casos más graves requieren una revisión y control de constantes. El personal está atento a la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la frecuencia respiratoria, la saturación en oxígeno y la temperatura. Una lista infinita que se multiplica por la capacidad de la uci, de ocho bebés. La palabra delicadeza se queda corta para medir el trato con estos recién nacidos. Los minutos de las estadísticas se rompen con todos, la capacidad de succión es tan escasa que hay que trabajar con máximo cuidado para que no vomiten o se queden dormidos por el esfuerzo.
En sesenta minutos toca acompañar al médico en su visita por la zona para revisar los fármacos que se dispensan por sonda y las medidas de la alimentación. Anotaciones, cambios de pautas y una pizca de papeleo están incluidos en el menú de las enfermeras, aunque ni se mencione. El tiempo vuela cuando hay lágrimas detrás de cada caja de cristal. Tanto, que enseguida el reloj vuelve a marcar las doce y comienza la rutina de las tres horas. Controles para los graves, alimentación, cambio postural...
Programa canguro
El pequeño paréntesis, no de volumen de trabajo sino de compañía, llega cuando el mediodía roza la torre del Xeral. Los padres llegan de visita. Media hora de carantoñas y suspiros que saben a poco mientras el personal atiende preguntas y reparte consejos y trucos entre los más inexpertos. Antes de que llegue el cambio de turno de las 15 horas aún hay que revisar los paneles de los que están monitorizados y otros detalles.
Las que entran no tienen tiempo tampoco para aburrirse. Cambios de las nutriciones parenterales y más controles y biberones antes de que regresen los padres a la visita de las 16.30. Para muchas de las parturientas es el momento también de comienzo del método canguro. La medida potencia durante dos horas el contacto entre madre e hijo permitiendo que estos estén pegados, piel contra piel.
Los minutos pasan por docenas cuando se marchan, las medicaciones, llantos y alimentación continúan sin descanso hasta el nuevo cambio de turno, a las 22 horas. Cogen el relevo de este caos organizado solo dos enfermeras -tres en las noches de los martes y los jueves-. Y ya se imaginan la jornada. Todo esto, por supuesto, sin incluir que durante el día el hospital que acoge un mayor número de nacimientos de Galicia no tenga urgencias, como un parto múltiple o una cesárea. Todos los bebés nacidos por este método pasan sus primeras horas de vida bajo los cuidados del saturado servicio de neonatología del Hospital Xeral, donde pestañean por primera vez 4.400 niños cada año.
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Latin America & Caribbean
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HIV/AIDS could spread among indigenous communities
Latinamerica Press/Noticias Aliadas
30/07/2009
Louisa Reynolds
The highland town of Almolonga is known as "The Miracle City." More than 30 years ago, this Mayan Quiché town of about 20,000 people was gripped by disease poverty and alcoholism.
But in the mid-1970s, some 90 percent of its inhabitants became evangelical Christians and radical changes occurred. The town´s 34 cantinas were closed and replaced by churches. Almolonga became clean and prosperous and famed for its giant vegetables, especially carrots. However, this seemingly idyllic town has become blighted by the threat of HIV/AIDS. In recent months since the beginning of 2009, the Health Ministry has registered 14 cases in Almolonga. If the problem is not seriously addressed, misinformation and cultural taboos could increase the risk of contagion.
Almolonga´s mayor has pledged to begin an awareness-raising campaign on the importance of using condoms, but evangelical churches have adamantly rejected the idea and insist that fidelity within marriage is the only way to prevent the spread of the disease.
Evangelical pastor Mariano Xicará, admits that the number of HIV cases in Almolonga is on the rise but says that due to their religious beliefs many people mistakenly think that their family members died from diabetes or as a result of practicing witchcraft. (One of the first things the evangelical churches eradicated in Almolonga, along with the cantinas, was the worship of patron Saint Maximón, a syncretic cult in which Catholicism merged with the worship of the Mayan god Mam).
Last years, the Health Ministry reported 144 new HIV cases in Quetzaltenango. To date, there a total of 1,551 HIV-positive citizens live in the department. A report published by the National Center for Epidemiology and the National Program for the Prevention and Control of Sexually Transmitted Diseases, shows that Quetzaltenango has the 8th highest number of HIV sufferers in the country, with 206.71 cases per 100,000 inhabitants.
According to Violeta Isabel Ixtacuy López, who heads the National Program for the Prevention of HIV/AIDS in Quetzaltenango, most of those infected are young people aged between 15 and 25.
HIV/AIDS and immigration
Although most HIV cases are reported in predominantly urban departments such as Guatemala (35 percent of all cases) and Escuintla (10 percent), a steady increase in rural areas is causing concern, especially as it is feared that many cases are mistakenly reported as pneumonia, which means that the real number could be even higher.
Since Quetzaltenango´s first HIV case was detected in 1989, the local health authorities have focused their efforts on the municipality of Coatepeque, where there are 602 cases to date. This town is part of the route used by undocumented emigrants to reach the town of Tecún Umán, in the northern department of San Marcos, on the Guatemalan-Mexican border.
In the northern department of Huehuetenango, where emigration to the United States has increased rapidly in recent years, there are 148 cases of HIV, 105 of which have already developed into full-blown AIDS registered, 18.13 per 100,000 inhabitants.
Many community leaders, such as Saturnino Figueroa, mayor of San Juan Ixcoy, in the northern department of Huehuetenango, also close to the Mexican border, are trying to raise awareness of the issue.
"After people migrate, they come back with sexually transmitted diseases such as AIDS, which has already caused a number of deaths. A young man comes back from the United States infected with the disease and has sex with a number of women. All the women in the community want this man to marry them because they think he will give them material goods. Then, these women have sex with other men and that´s when it becomes a threat to the population. It´s an issue that few people are willing to talk about because it involves a person’s honor and people prefer to remain silent," he says.
Cross-border migration makes women especially vulnerable to contagion, as many emigrant women fall prey to prostitution networks operating in border towns such as Tecún Umán.
The lack of access to contraception in rural areas is another problem and increases the risk of transmission from mother to child. Currently only one in four HIV patients in Guatemala are female, but the number has grown in recent years. However, health authorities have yet to determine whether this means that more women are being infected or whether statistics are higher because more women are being tested.
Culturally appropriate healthcare
Mayan psychologist Ángel Soval works for an HIV/AIDS clinic in Quetzaltenango financed by the Global Fund, the only health center in Guatemala that offers a culturally appropriate service for the indigenous population. The clinic is currently treating 470 patients and has given antiretroviral treatment to 325 since it was set up two years ago.
"In conventional clinics, doctors wear a white coat and are up there but I try to be a community advisor. People see me as an equal," says Soval. One of the clinic´s greatest achievements has been training community members to become health advisors.
Almost half of all public health workers in the country are located in the department of Guatemala, where just 22 percent of the population lives. However, just 43 percent of all health workers cater to the remaining 10 million Guatemalans who live in rural departments.
The lack of good quality healthcare in rural areas explains the lack of HIV/AIDS programs in Mayan languages. "We´ve overlooked the indigenous population," admits Mariel Castro, director of the National Program for the Prevention of HIV/AIDS.
Álvaro Pop, president of indigenous organization Naleb clearly illustrates why culturally appropriate healthcare is so important: "There´s a relationship of power between a doctor and patient that inevitably subordinates the patient. In a rural area where we have a non-indigenous male doctor and a female Quiché speaking patient, you´re going to have serious problems." —Latinamerica Press.
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Venezuela Opposition Highlights Problems in Government-Controlled Health Sector
Latin America Herald Tribune, Venezuela
27/07/2009
By Jeremy Morgan
Latin American Herald Tribune staff
CARACAS – Opposition Metropolitan Mayor Antonio Ledezma, who’s in a bruising battle of wills with a new “head of government” directly appointed over his head by President Hugo Chávez, said Saturday that the greatest challenge the government had to overcome was a “crisis” in the state health system.
Calling on Chávez to decentralize the system and leave health facilities in the hands of state and municipal authorities, Ledezma warned that there was a great “brain drain” of talent and skills from the country, not least in the health sector.
His remarks coincided with yet another development at the Maternidad Concepción Palacios, a state birth hospital in Caracas that’s been long plagued by discontent among medical staff, who claim facilities are as inadequate as their pay.
State doctors and nurses are paid notoriously low salaries, encouraging many of them to shift into the private sector, sometimes with an eye towards emigrating with their skills.
On Friday evening, Metropolitan Health Corporation Director Nelson Ortíz announced that arrangements were being made to transfer patients from Concepción Palacios to other health centers in the capital if that were necessary.
Earlier, there had been complaints that patients were not receiving care and attention, and this led to a protest in the street outside by relatives. They claimed “irregularities” had taken place at the clinic, but didn’t go into detail about exactly what these were.
As to Ortíz’s promise to move patients elsewhere, critics claimed that there weren’t actually any ambulances to make this possible. The solution, they said, was for the responsible authorities to resolve the problems at Concepción Palacios. But, again, they didn’t specify just whom they thought those authorities actually were.
Whole swathes of the Metropolitan health service were transferred to the Health Ministry, and hence central government control, by Ledezma’s predecessor, Juan Barreto, to keep the incoming Opposition mayor from getting control of them. Barreto was then a big wheel in President Hugo Chávez’s ruling United Socialist Party of Venezuela (PSUV) but his political star has visibly dimmed in recent years.
The transfer implied, and still does, that the situation at Concepción Palacios and other health facilities in the capital is not Ledezma’s responsibility but the government’s.
This would seem to be all the more the case given that health assets and funding once run by or due to the Metropolitan authority are now managed by the new Capital District executive headed by Chávez’s nominee, Jacqueline Faría.
Either way, Ledezma rather hit the nail on the head by pointing to the difficulties plaguing a state health sector whose problems date well back before the Chávez era – but are deemed if anything to have worsened in the 10 years since the president came to power.
The fundamental problem has long been deemed to be inadequate state funding for the health system. But even at the height of the oil price bonanza, the government did not notably boost funding for the health system.
Instead, Chávez set up Barrio Adentro, a network of basic health centers in poorer districts, controversially staffed by Cuban doctors and other medical staff. But Barrio Adentro apparently isn’t working, either, again because there aren’t the funds to keep it going and many of the Cuban staff are said to have gone AWOL, heading into the private sector or defecting for richer pastures elsewhere, most notably the United States, which can offer the additional attraction of political asylum.
Chávez has accused private sector health providers of price gouging to the point of extorting money from their patients and their equally private health insurance schemes. While some critics concede that private medicine is undoubtedly expensive for the average Venezuelan, they argue that the inadequacies of the state system have inevitably prompted increasing reliance on the private sector.
The shortcomings of the state health system have been legion for years. Urban mythology or no, there’s no shortage of horror stories from patients and their relatives about the conditions encountered at state health facilities. The catalogue of complaints suggests that the stories aren’t all that far-fetched.
Hospitals are notoriously short of even the most basic medical supplies such as bandages and drugs because they cannot get dollars to pay for them. Doctors in emergency rooms reset broken bones or insert lung drain pipes without benefitting their patients with a local anaesthetic.
Apparently, that’s because there isn’t pain killer. Or, sinisterly, maybe there once was, but it’s been sold in a dark corridor for personal gain.
It’s not just drugs and anaesthetic. Patients also rely on family and friends to provide bandages, clothing and, most worrying of all, food. Otherwise, patients can literally find themselves going for days without eating – even as they’re supposed to be recovering.
There’s no hot water in the showers, the corridors are dirty and strewn with rubbish. And, unsurprisingly, demotivated staff can be notably callous and cantankerous towards their charges in what might best be described as the ultimate vicious circl
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Mi influenza
Expreso, Chiapas, Mexico
26/07/2009
Todos los seres humanos somos potencialmente susceptibles de padecer influenza, sobre todo cuando se trata de un agente infeccioso nuevo, y sí, me tocó el turno de padecer “en grado de tentativa” la tan temible influenza: de que tuve influenza es un hecho, que se haya tratado de la A(H1N1) nunca lo sabré –luego le explico–; permítame pues que le relate mi experiencia, no con un afán anecdótico, más bien con la intención de aprender del dolor ajeno, en este caso, del mío.
A finales de la semana antepasada (jueves) empecé a sentir los síntomas clásicos de la gripe: cuerpo cortado, dolor de cabeza, etc., posteriormente me dio fiebre alta y tos seca. El día sábado a las tres de la tarde, con 39 grados de fiebre y todos los síntomas me dirigí al Centro de Salud –sabía que por la contingencia estaban trabajando tres turnos ininterrumpidos, incluso en la noche–, grande fue mi sorpresa al encontrar dicha institución cerrada, con mucha gente afuera esperando ser atendida y un par de policías (guardia privada) indicando que no podían abrir las puertas porque el personal había ido a comer y que estarían de regreso a las cuatro de la tarde; luego de alegar lo conducente regresé a casa y, con los mismos síntomas, en un segundo intento volví a las cuatro y media de la tarde al referido Centro de Salud; no podía creer que, a pesar de estar las puertas abiertas, no daban servicio porque el personal no regresaba aún de su comida y posible siesta. Ya sin muchas fuerzas para continuar con la espera, decidí ir a un médico particular, aunque esto significaba no tener acceso a los análisis especializados para detectar la influenza A(H1N1), y lo peor, no contar con el antiviral que tiene absurdamente monopolizado el gobierno.
Mientras el galeno privado me auscultaba me platicó que tenía alrededor de cincuenta pacientes con los mismos síntomas, de los cuales, al menos una decena se encontraban muy delicados, algunos con ventiladores para poder respirar. En cuanto me introdujo en la nariz un dispositivo de revisión, señaló hacia un monitor que colgaba en la pared y dijo que esa era la característica que estaban presentando todos los pacientes y agregó que él mismo había padecido iguales síntomas.
Salí del consultorio con la estricta indicación de mantener reposo absoluto durante los próximos cinco días, con aislamiento total (en mi cuarto), indicaciones de higiene para mí y mi familia, además de una receta mandando un antiviral, un antibiótico, un jarabe y un analgésico.
El alivio llegó después de un agravamiento inicial, en realidad al segundo día ya me sentía mucho mejor, aunque seguí las instrucciones al pie de la letra incluyendo el reposo absoluto y no bañarme durante cinco largos días. Lo importante fue que me curé y a mediados de la semana que hoy concluye estaba totalmente recuperado... al menos eso creo.
Al pasar por esta experiencia y, posteriormente, con la perspectiva que da el paso del tiempo, sin lugar a dudas existen algunas circunstancias que potencializan el peligro de padecer influenza; independientemente del mal servicio que prestan las instituciones públicas de salud por falta de supervisión, y por lo tanto, irresponsabilidad de los altos mandos de las autoridades de la salud, están presentes otros factores que hacen correr riesgos innecesarios a la ciudadanía: el gobierno es el que monopoliza los únicos antivirales –supuestamente efectivos– para tratar la influenza A(H1N1) y, por otra parte, que las pruebas de laboratorio son canalizadas únicamente por las instituciones de salud pública.
Las autoridades tratan de evitar la venta y uso indiscriminado de los medicamentos para contrarrestar la posibilidad de que el virus desarrolle resistencia a los antivirales; pero, en los EEUU se puede conseguir en cualquier farmacia al presentar una receta médica, en Argentina se camina hacia el mismo proceder y, en general, es una tendencia mundial el liberar la venta y uso del medicamento, pidiendo únicamente receta médica para expender el producto. Creo que ya es tiempo de dar por concluido el discurso mesiánico de salvar al mundo por parte del gobierno federal y poner más atención a la población nacional. Basta ya de tratar de ser estadista de clase mundial cuando la población padecemos de la ineptitud crónica institucional en todos sus niveles.
También se deben de crear canales para que todo ciudadano pueda mandar sus muestras al laboratorio especializado en realizar la pruebas de detección del A(H1N1), es muy importante que la ciudadanía podamos conocer dichos resultados. Por otra parte, los servicios médicos privados pueden ayudar, hasta cierta medida, a paliar las grandes carencias del sector salud: es un hecho que no contamos con la suficiente infraestructura de gobierno para atender a todos los ciudadanos, ya ve usted, en el caso de San Cristóbal, se está construyendo un hospitalito con 60 camas para una población potencial de los altos de Chiapas de 750 mil habitantes... ridículo.
Ciertamente lo difícil de la contingencia aún no comienza, los gobiernos más responsables de las entidades federativas del país están preparándose para la época invernal, en donde se piensa que las influenzas (estacional y AH1N1) harán estragos en la población; destaca el caso del Distrito Federal, en donde de manera muy comprometida, el gobierno está haciendo los preparativos conducentes; no así otras entidades que están estancadas en discusiones bizantinas y maquillando la realidad. La responsabilidad de los tres ámbitos de gobierno es de vital importancia para poder salir avante en la contingencia que se avecina, caso en contrario, la factura a pagar será sumamente alta para todos los sectores de la población, incluyendo el político.
En Chiapas tenemos que aprender la lección: de verdad estamos ante la presencia de un enemigo que puede causar estragos a la población y sus instituciones. Si no se recupera el control de la epidemia las consecuencias serán de pronóstico reservado para todos... y todos somos todos. En el ámbito federal se cuenta con 2 millones de antivirales y la promesa de un laboratorio de vendernos otros 18 millones más, esto, cuando la recomendación de la OMS es una reserva de 35 millones (33% de la población); es inexplicable el porqué no se liberó la patente del antiviral –en muchos países sí se hizo– estando en una emergencia de salud pública... no cabe duda de que existen muchos intereses económicos que tienen más influencia que la propia influenza.
Afortunadamente en Chiapas, con el nuevo Secretario de Salud, ahora nos encontramos mejor preparados (por su experiencia y perfil profesional) para enfrentar la fatalidad anunciada. Como política pública, revisar la capacidad real de todas las autoridades del sector salud de los tres ámbitos de gobierno, es un acto de responsabilidad; necesitamos funcionarios con la debida experiencia y sapiencia para enfrentar la envestida virulenta que se avecina o... Usted... ¿Qué Piensa?
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