Pregunta: ¿Cómo podríamos tener una idea de esa etapa avanzada de la Ciencia Médica, en donde la Homeopatía representa la base favorable para la Psicoterapia absoluta del futuro?
Ramatís: El médico que pasara del conocimiento y del hábito exclusivo de la Alopatía al ejercicio de la medicina psicosomática, sin conocer primero los efectos y las sublimaciones científicas verificables que la práctica de la Homeopatía ejerce en los temperamentos, en la mente y en el psiquismo, se enfrentaría con grandes dificultades en su diagnosis, desperdiciando precioso tiempo al margen de conjeturas. La naturaleza de las indagaciones del médico psicoterápico y su consecuente juicio terapéutico, puede muy bien que no correspondan a la realidad esencial del psiquismo del paciente, si ese médico ignora el sentido exacto de las leyes espirituales que disciplinan la manifestación del espíritu en la forma carnal.
El enfermo no revela por sí mismo al médico, con toda exactitud, los principios psíquicos desarmonizados que son la causa exacta de su enfermedad, y si pudiese hacerlo, obviamente sería su propio médico. El enfermo expone los efectos mórbidos de las causas ocultas que ignora, y procura la solución a través de personas entendidas; revela sus impresiones al responder a las indagaciones médicas, sin que por ello esté identificando la realidad causal y revelando los hechos tal como ellos ocurren. Toda la sintomatología orgánica o psíquica observada por el médico o trasmitida por el enfermo al mundo exterior de la materia, es apenas un efecto de lo que se produjo bajo la regencia íntima de leyes y principios espirituales comúnmente ignorados tanto por el médico como por su paciente. Todos los fenómenos de vuestro mundo, tales como el calor, el frío, la electricidad, la tempestad o la simple composición del agua, obedecen a leyes inmutables, idénticas en cualquier latitud del globo o en cualquier época de su apreciación. El éxito del progreso y de la realización científica en el mundo terrenal, no se debe totalmente al descubrimiento de los fenómenos propiamente dichos o al hecho de haber sido controlados en su manifestación espontánea o conocidos en su origen, pues el suceso se interpretará cuando los científicos hayan podido identificar la naturaleza de las leyes que rigen tales fenómenos.
Será necesario pues, que en el examen del enfermo, el médico no confíe solamente en aquello que puede impresionar sus sentidos físicos o despertarle asociaciones de ideas que favorezcan sus conjeturas psicológicas, aun cuando el resultado pueda satisfacer los métodos oficiales e indagativos establecidos por la Psicoterapia o por el Psicoanálisis. Eso implicaría un ajuste de síntomas físicos o presumiblemente subjetivos, a programas y reglas, y a una técnica creada por los hombres; pero con ignorancia de la vigencia exacta de las leyes espirituales indiscutibles que disciplinan los fenómenos, pero que no se modifican en modo alguno a pesar de las nuevas doctrinas científicas creadas por el hombre. Sentado esto, es preciso que en cualquier investigación mórbida se procure descubrir antes, cuáles son las leyes exactas creadas por la Naturaleza o por la Divinidad, que realmente gobiernan las causas y los efectos de las enfermedades en observación. Esas leyes inmutables y espirituales que actúan indiscutiblemente sobre las causas y los efectos en la vida humana, estableciendo tanto la salud como la enfermedad, actúan específicamente en el mundo mental oculto que nutre el pensamiento, como también en el mundo etéreo-astral que alimenta las emociones e interpenetra la manifestación del espíritu humano en la forma física. Los sentidos físicos, como recursos identificadores de la persona en el mundo carnal, observan y valoran las formas; pero éstas son apenas una expresión grosera y transitoria de las energías libres que "descendieron" o "bajaron" de los planos ocultos e imponderables, para plasmarse orgánicamente en el escenario de la vida material.
Y como las dosis homeopáticas infinitesimales y dinamizadas consiguen penetrar intensamente en ese mundo oculto de las fuerzas libres, pues interfieren hasta en los síntomas mentales, la Homeopatía debe considerarse como una etapa de avanzada de la ciencia médica moderna, sirviendo de base experimental para el éxito definitivo de la Psicoterapia.
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